Ⅰ

Mucha gente no sabe experimentar la obra de Dios.

Cuando tienen problemas, no saben qué hacer.

No pueden llevar una vida espiritual.

Debes adoptar las palabras y la obra de Dios en tu vida.

Si no experimentas la obra de Dios, nunca serás perfeccionado.

Cuando puedas experimentarla y meditarla

en cualquier momento y lugar,

cuando puedas dejar a los pastores

y vivir independientemente,

confiando en Dios, viendo Sus acciones,

entonces se cumplirá la voluntad de Dios.

Ⅱ

A veces, Dios te da un sentimiento

con el que pierdes Su presencia y la alegría,

te sumerges en la oscuridad; esto es un refinamiento.

Cuando todo lo que haces sale mal,

esta es la disciplina de Dios.

Nadie ve tu rebeldía, pero Dios seguro que sí.

Él te disciplinará. La obra del Espíritu es minuciosa.

Él observa palabras, pensamientos y acciones,

dando al hombre conciencia interior.

Si no experimentas la obra de Dios, nunca serás perfeccionado.

Cuando puedas experimentarla y meditarla

en cualquier momento y lugar,

cuando puedas dejar a los pastores

y vivir independientemente,

confiando en Dios, viendo Sus acciones,

entonces se cumplirá la voluntad de Dios.

Ⅲ

Lo que haces sale mal, una y otra vez.

Gradualmente comprenderás la obra del Espíritu Santo.

Con mucha disciplina aprenderás

lo que se alinea a Su voluntad,

al final, responderás correctamente a Su guía en ti.

A veces serás rebelde,

y por ello reprendido por Dios desde adentro.

Todo esto proviene de la disciplina de Dios.

Si no experimentas la obra de Dios,

nunca serás perfeccionado.

Cuando puedas experimentarla y meditarla

en cualquier momento y lugar,

cuando puedas dejar a los pastores

y vivir independientemente,

confiando en Dios, viendo Sus acciones,

entonces se cumplirá la voluntad de Dios.

Si menosprecias Su palabra y Su obra,

Dios no te prestará atención.

Cuanto más en serio te las tomes, más te esclarecerá.

Adaptado de La Palabra, Vol. 1. La aparición y obra de Dios. Los que serán hechos perfectos deben someterse al refinamiento