Punto 5: Desorientan, atraen, amenazan y controlan a la gente
Apéndice La historia de Dabao y Xiaobao
Antes de comenzar formalmente nuestra charla de hoy, permitidme empezar por contaros una historia. ¿A todos os gusta escuchar historias? (Sí). Ahora bien, ¿hay algún principio para escuchar historias? En las historias que se cuentan, debes ser capaz de comprender algún aspecto de la verdad, entender alguna faceta de las intenciones de Dios, reconocer cierto elemento de la esencia-naturaleza humana o descubrir, en la historia, la realidad-verdad que las personas deberían practicar y en la que deberían entrar. Eso es lo que significa contar historias; no es una charla ociosa ni, ciertamente, cotilleo. Hay quienes solo captan los acontecimientos cuando escuchan historias. ¿Qué clase de personas son? (Personas de escasa aptitud). Escasa aptitud significa que son irreflexivas; sobre todo, les falta entendimiento espiritual. Independientemente de la historia que escuchen, solo pueden recordar los acontecimientos o captar algunos preceptos a partir de la historia. Sin embargo, en lo que se refiere a las distintas verdades que las personas deberían entender a partir de ella, no las comprenden, entienden ni captan. ¿Acaso este comportamiento no indica la comprensión espiritual más mínima? (Sí). ¿Hay personas entre vosotros que hayáis mostrado este tipo de comportamiento tras escuchar una historia? Después de escucharla, no entendieron demasiado, sintieron que la historia no tenía sentido y que no importaba que se contara o no. ¿Tienen esas personas capacidad de comprensión? Cuando escucháis una historia, ¿sois capaces de obtener algún beneficio de los acontecimientos narrados? Independientemente de que podáis entender la verdad en ella o no, debéis comprender el principio que acabo de mencionar sobre cómo escucharlas. Ahora, comencemos con la historia.
Se trata de un niño pequeño llamado Xiaobao. Hace poco, llegó a su casa un hombre que iba con frecuencia a predicar el evangelio con sus padres. Un día, los padres de Xiaobao salieron a hacer unos recados y dejaron al hombre y a Xiaobao solos en casa. Lo que sucedió a continuación es una historia interesante. Como Xiaobao no conocía muy bien al hombre, este decidió acercarse al niño mientras jugaba para hacerse su amigo. Le dijo a Xiaobao que lo conocía y que incluso sabía su nombre. Xiaobao se sintió feliz y pensó que el hombre no podía ser una mala persona. Entonces, el hombre le preguntó: “Xiaobao, ¿tus padres han hablado de mí alguna vez?”. Xiaobao pensó por un momento y dijo: “No lo sé”. El hombre replicó: “Eres un niño honesto. Los niños buenos dicen lo que saben”. Le repitió la pregunta: “¿Tus padres han hablado de mí alguna vez?”. Xiaobao volvió a responder que no lo sabía. El hombre continuó: “Sé bueno, si me dices la verdad, te daré unos dulces”. El niño pensó por un momento, pero volvió a decir que no lo sabía. El hombre reflexionó: “¿Cómo puedo hacer que me diga la verdad?”. Pensó un instante y, luego, le dijo a Xiaobao: “Tus padres creen en Dios y yo también. Soy el mejor amigo de ellos. Los tres creemos en Dios, y tú también. ¿Sabes la clase de niños que le gustan a Dios?”. Xiaobao lo pensó y respondió: “No lo sé”. El hombre dijo: “A Dios le gustan los niños honestos, los que no dicen mentiras. Cuando saben algo, lo cuentan y, cuando no lo saben, también lo admiten. Eso es lo que se podría llamar un niño honesto. A Dios le gustan los niños así”. Xiaobao lo pensó y dijo: “Vale”. Entonces, dejó de decir que no lo sabía. El hombre continuó: “Si me dices la verdad, serás un niño honesto, un niño al que Dios ama”. Xiaobao lo pensó y contestó: “De acuerdo”. El hombre preguntó: “¿Qué significa ‘de acuerdo’?”. Xiaobao dijo: “Significa que mis padres han hablado de ti antes”. Luego, el hombre siguió preguntándole sobre lo que habían dicho e insistía en que Xiaobao fuera un niño honesto y no dijera mentiras. Xiaobao respondió: “Mis papás dijeron que no eres una buena persona, que no eres muy honesto y que deben tener cuidado cuando hablan contigo”. El hombre volvió a preguntar: “¿Qué más dijeron tus padres?”. Xiaobao replicó: “No lo recuerdo”. “¡Sé bueno!”, dijo el hombre. Y Xiaobao contestó: “Dijeron que no deberían contarte todo”. Entonces, el hombre continuó interrogándolo y el niño le contó muchas cosas. El hombre se sintió cada vez más incómodo y le dijo a Xiaobao: “Eres un niño muy bueno, un niño que Dios ama, porque eres una persona honesta y me cuentas todo lo que sabes”. Para entonces, Xiaobao ya no era tan cauteloso con él como lo había sido al principio, y ya no respondía “No lo sé” a todo lo que le preguntaba. Quería contarle todo al hombre, todo lo que este no supiera; solo tenía que preguntarle a Xiaobao. El hombre también le reveló a Xiaobao: “Mi apodo es Dabao, así que ya ves, tú te llamas Xiaobao y yo, Dabao. ¿No deberíamos ser mejores amigos?”. El niño respondió: “Sí”. Siguieron conversando, hablando sobre muchas cosas y, cuanto más hablaban, más felices se sentían. Xiaobao también recibió unos dulces para comer y dejó de ser cauteloso con el hombre. Entonces, este le pidió lo siguiente al niño: “En el futuro, si tus padres vuelven a decir algo sobre mí, ¿puedes contármelo?”. Xiaobao contestó: “Por supuesto, porque somos buenos amigos”. El niño ya no era cauteloso con ese hombre, quien obtuvo la información que quería de él. A partir de ese día, se hicieron muy buenos amigos. Cada vez que los padres de Xiaobao decían algo sobre el hombre, el niño se lo contaba de inmediato. El hombre también le prometió a Xiaobao: “De ninguna manera les diré a tus padres sobre el asunto entre nosotros; es nuestro secreto. En el futuro, si alguna vez quieres algo delicioso para comer o algo divertido con que jugar, te lo compraré sin dudarlo. Y si hay algo que no quieres que tus papás sepan, lo mantendré en secreto”. Así pues, Xiaobao se sintió aún más tranquilo y confió en el hombre de todo corazón. Se mantuvo en contacto sincero con él y se convirtieron en “muy buenos amigos”.
Así concluye la historia. No involucra a muchos personajes; los principales son Dabao y Xiaobao. El tema específico gira en torno a cómo el hombre, de nombre Dabao, intenta desorientar, persuadir y cautivar al niño llamado Xiaobao, hasta que consigue que le cuente cierta información que quiere saber. Sobre eso tratan la historia y el diálogo. ¿Qué podemos observar a partir de esta simple trama y diálogo? ¿De quién son las características sobre las que trata, principalmente, la historia? ¿Son del niño o del adulto? (Del adulto). Así pues, ¿qué ilustra la historia? ¿Cuál es su tema principal? Tiene que ver con la forma en que este adulto utiliza diversos medios para lograr su objetivo. ¿Habéis entendido los medios que utilizó? (Cautivar y desorientar). Utilizó incentivos para cautivar al niño y las palabras adecuadas para desorientarlo e, incluso, tentarlo. ¿Qué utilizó para tentarlo? Beneficios, tentó al niño por medio de beneficios. Cautivar, tentar y desorientar: esto constituye tanto la tentación como la desorientación; utilizar las palabras adecuadas para tentar y también mostrar una naturaleza algo amenazante. Puede que las palabras suenen correctas, pero ¿para qué las usó? (Para lograr sus propios objetivos). Las usó para conseguir sus propios fines ocultos. Los medios que utilizó están claros, básicamente. ¿Es ese el comportamiento que posee la humanidad normal? (No). Entonces, ¿a qué aspecto del carácter corrupto de Satanás pertenece este comportamiento? (A la perversidad). ¿Por qué decimos perversidad en lugar de falsedad? La perversidad alcanza un nivel más profundo que la falsedad; es más insidiosa, más furtiva, desorienta más y es más difícil de descifrar. La perversidad involucra atraer, cautivar, instigar, sobornar, tentar y ganarse el favor de una persona. Estos actos y comportamientos van mucho más allá de la falsedad; son perversos, sin duda. El hombre no dijo: “¡Si no me lo dices, te golpearé, te patearé o te mataré!”. No adoptó tales métodos ni parecía malicioso por fuera. Sin embargo, eso es aún más temible que la malicia: es perversidad. ¿Por qué lo digo? Por lo general, la mayoría de las personas puede detectar la falsedad, pero su método es más artero. A primera vista, utiliza un lenguaje educado que concuerda con el afecto humano; pero, en realidad, en el fondo, hay cosas que están más ocultas. Sus actos y métodos son más disimulados, más insidiosos que la falsedad que la gente suele ver y encontrar. Sus tácticas son más sofisticadas, más tramposas y desorientan más. Eso es la perversidad.
En la vida cotidiana, ¿sois capaces de distinguir y discernir la revelación de un carácter y comportamiento perversos en los demás? Si bien las personas falsas pueden ser bastante sutiles, la mayoría de la gente puede darse cuenta de cómo son realmente tras relacionarse con ellas durante un tiempo. Sin embargo, ver el interior de aquellas personas que tienen un carácter perverso no es tan fácil. No hay forma de conocer bien a las personas si no se puede ver la esencia o las consecuencias. Las personas perversas son aún más insidiosas que las falsas, por lo que una frase o dos no bastan para conocerlas realmente. Cuando se trata de personas que tienen un carácter perverso, puede que, durante un tiempo o un breve período, no puedas dilucidar o entender las razones por las que hacen algo o hablan o se comportan de cierta manera. Un día, una vez que hayan sido reveladas íntegramente y expuestas por completo, todos descubrirán, finalmente, qué clase de persona son. Lo suyo era más que mera falsedad: era perversidad. Por lo tanto, discernir el carácter perverso de una persona requiere un cierto tiempo y, a veces, se deben ver las consecuencias antes de poder discernirlo, lo que no es algo que se pueda hacer con rapidez. Por ejemplo, el gran dragón rojo ha desorientado a las personas durante décadas, pero solo ahora un pequeño número de personas ha conseguido alcanzar cierto discernimiento. El gran dragón rojo suele decir las cosas que mejor suenan y más concuerdan con las nociones humanas, erigiéndose como servidor de las personas para desorientarlas y enarbolando la bandera de la rectitud para expulsar a los disidentes, así como masacrando a un sinnúmero de buenas personas. Sin embargo, solo unos pocos son capaces de discernir esto, ya que lo que dice y hace aparenta ser correcto para las personas, quienes creen en su totalidad que todo lo que hace es justo, apropiado, legal, razonable y que se ajusta al humanismo. En consecuencia, lleva décadas desorientando a las personas. Cuando, finalmente, el gran dragón rojo sea revelado y se produzca su caída, las personas verán que su verdadero rostro es el del diablo, y que su esencia-naturaleza es perversa. El gran dragón rojo lleva tantos años desorientando a las personas, quienes portan su veneno dentro, que estas se han convertido en sus descendientes. ¿Hay alguien entre vosotros que sea capaz de hacer la clase de cosas que el gran dragón rojo ha hecho? Hay personas que hablan como el gran dragón rojo y usan palabras melosas, pero no obran realmente. Todas sus palabras son plácidas, pero no obran realmente. Además, son especialmente insidiosas y perversas. Esa clase de personas no son capaces de olvidar una ofensa. Tarde o temprano, encuentran la oportunidad adecuada para llevar a cabo su propósito de venganza, sin conceder a quienes las han ofendido ninguna forma de actuar contra ellas. Puede que incluso lo hagan sin dar la cara y a escondidas. ¿Acaso no es eso perverso? Las personas perversas tienen principios, métodos, intenciones, motivos y propósitos especialmente ocultos y subrepticios. Las personas perversas usan artimañas para dañar a los demás; a veces, utilizan a otros para que maten en su nombre; a veces, atormentan a los demás mediante la tentación para que cometan pecados; y a veces, usan las leyes o recurren a toda clase de medios despreciables para atormentar a los demás. Todas esas son demostraciones de perversidad, y ninguno de esos métodos son rectos ni honestos. ¿Hay alguien entre vosotros que tenga esos comportamientos o revelaciones? ¿Sois capaces de discernirlos? ¿Os dais cuenta de que constituyen un carácter perverso? La falsedad se suele ver por fuera: alguien anda con rodeos o utiliza un lenguaje florido, pero nadie puede ver lo que piensa. Eso es la falsedad. ¿Cuál es la característica principal de la perversidad? Es que sus palabras suenan especialmente agradables y todo aparenta ser correcto a primera vista. No parece que haya ningún problema y las cosas aparentan estar bastante bien desde todo punto de vista. Cuando hacen algo, no los ves usar ningún medio en particular ni muestran señales externas de tener puntos débiles o defectos; sin embargo, logran su objetivo. Hacen las cosas con un secretismo extremo. Así es como los anticristos desorientan a la gente. Esa clase de personas y asuntos son los más difíciles de discernir. Hay quienes suelen decir lo correcto, dan buenas excusas, emplean ciertas doctrinas y dichos o realizan actos que concuerdan con los afectos humanos para dar gato por liebre. Fingen una cosa mientras hacen otra para lograr sus intenciones ocultas. Eso es la perversidad, pero la mayoría de las personas cree que estos comportamientos son falsos. La gente tiene una comprensión y disección relativamente limitadas de la perversidad. Lo cierto es que la perversidad es más difícil de discernir que la falsedad, debido a que es más furtiva y sus métodos y acciones son más sofisticados. Si alguien tiene un carácter falso, lo habitual es que los demás puedan detectar su falsedad a los dos o tres días de relacionarse con esa persona o que puedan percibir la revelación del carácter falso a partir de sus actos y palabras. Sin embargo, si esa persona es perversa, no se puede discernir tal perversidad en unos pocos días, ya que sin que suceda un acontecimiento importante o que se den circunstancias especiales en un breve período, no es fácil discernir nada con tan solo escucharla hablar. Siempre dice y hace lo correcto y presenta una doctrina correcta tras otra. Después de unos días de relacionarte con ella, puede que pienses que esa persona es bastante buena, que es capaz de renunciar a cosas y de esforzarse, que tiene comprensión espiritual, un corazón amante de Dios y que actúa tanto con conciencia como con razón. Pero después de que se ocupan de algunos asuntos, ves que sus palabras y actos se mezclan con demasiadas cosas y demasiadas intenciones diabólicas. Te das cuenta de que esa persona no es honesta, sino falsa: es un ser perverso. Con frecuencia, esas personas dicen las palabras correctas y frases agradables que se ajustan a la verdad y poseen afecto humano para relacionarse con la gente. En un sentido, consolidan su reputación mientras que, en otro, desorientan a los demás y consiguen prestigio y estatus entre la gente. Tales individuos son increíblemente desorientadores y, una vez que obtienen poder y estatus, pueden desorientar y dañar a mucha gente. Las personas con un carácter perverso son sumamente peligrosas. ¿Hay personas así a vuestro alrededor? ¿Sois vosotros mismos así? (Sí). Entonces, ¿cuán serio es esto? Hablar y actuar sin principios-verdad, depender totalmente de tu naturaleza perversa para actuar, querer siempre desorientar a los demás y vivir detrás de una máscara para que no puedan calarte ni reconocerte y tengan gran estima y admiración por tu humanidad y estatus: eso es la perversidad. ¿Tenéis esos comportamientos perversos solo a veces o sois así la mayor parte del tiempo? ¿Simplemente sois así y os resulta difícil liberaros de eso? Si solo empleáis tales métodos a veces, aún es posible cambiar. Sin embargo, si simplemente sois así y actuáis con discreción y falsedad de forma constante, dependiendo siempre de argucias, sois los más taimados de los demonios. Os diré la verdad: las personas así no cambiarán nunca.
En la historia, Dabao emplea estos métodos para desorientar a Xiaobao y conseguir que el niño le cuente la verdad. Decidme: ¿quién le ha enseñado a comportarse de esa manera? Nadie se lo ha enseñado. Entonces, ¿de dónde provienen esas artimañas? (De su naturaleza). Provienen de su naturaleza, de su esencia corrupta. Él sencillamente es así. ¡Es tan despreciable que ni siquiera perdona a un niño! Si quisiera saber la verdad, podría preguntarles a los padres del niño directamente o conocerse a sí mismo activamente y abrirles su corazón. Puede que, así, ellos le cuenten la verdad. No hay necesidad de usar tales métodos para cometer estos actos vergonzosos y burdos a espaldas de los demás. Eso es lo que hacen las personas que tienen un carácter perverso. Decidme: ¿no es desagradable? (Es desagradable). Ni siquiera perdona a un niño. Conspira contra el niño, ya que le parece fácil de intimidar, engañar y timar. Ahora bien, ¿cómo tratará a un adulto que es honesto y amable? ¿Lo dejará en paz? De ninguna manera. ¿Qué hará si ve a alguien que se le asemeja y a quien le encanta emplear ardides mediante sus palabras y actos? (Sabe que esa persona es tan perversa como él, por lo que estará a la defensiva con ella y no le revelará nada con facilidad). ¿Qué más podría hacer, además de estar a la defensiva? (Competirá contra ella). Competirá contra ella tanto abiertamente como en secreto. Así se comportan las personas que tienen un carácter perverso. A las personas así les encanta competir con las demás abiertamente y en secreto, y aprovechan toda oportunidad. Tienen una máxima famosa, por lo que, si te cruzas con gente así y la oyes decir esta máxima, puedes dar por seguro que tiene un carácter perverso. ¿Qué es lo que dicen? Por ejemplo, cuando les propones que colaboren con otra persona para hacer su deber, ellos dicen: “¡Oh, no puedo competir con ellos!”. Siempre piensan primero en “competir”. Lo primero que se les ocurre no es colaborar con los demás para hacer bien las cosas, sino competir con ellos. Esta es su máxima famosa. ¿Cuál es la única regla que siguen, independientemente del grupo social en el que se encuentren, tanto si se trata de no creyentes, hermanos y hermanas o miembros de la familia? Es competir. Además, cuando no sean capaces de superar a los demás abiertamente, lo harán en secreto. Este tipo de carácter es perverso. Hay quienes aparentan charlar de forma despreocupada con los demás, pero, por dentro, compiten en secreto y usan diversos medios y técnicas para atacar y menospreciar de forma indirecta a la otra persona. La gente que no es capaz de discernir esto no podrá identificar sus tácticas. Cuando finalmente lo consigan, el afán por competir de esas personas ya les habrá dado resultados. Eso es la perversidad. Cuando las personas perversas se relacionan con los demás, siempre tratan de competir abiertamente y en secreto mediante distintas artimañas, ardides o ciertos métodos para derrotar a otros, conseguir que se rindan y, en última instancia, hacer que todos se dobleguen ante ellas. Desde los albores de la humanidad hasta hoy, toda la historia del hombre ha estado llena de “competencia”. Tanto si se trata de competencia a gran escala entre naciones como a menor escala entre familias o incluso a nivel individual entre las personas, no existe ningún grupo que no esté completamente envuelto en conflictos. Si no se compite abiertamente, es porque se compite en secreto. Si la confrontación no es verbal, es física. En la historia de China, el período en el que se desataron guerras con mayor frecuencia entre distintas etnias fue el período de las Primaveras y Otoños, así como el período de los Estados combatientes. La mayoría de los libros más famosos sobre estrategia militar se escribieron durante estos dos períodos, como las tácticas que se exponen en el libro “El arte de la guerra” de Sun Tzu, y corresponden todas ellas a esa época. También está el libro de “Las treinta y seis estratagemas”, que detalla varias de las tácticas que se utilizan en los conflictos armados. Algunas de estas tácticas y estrategias militares aún se encuentran en uso en la actualidad. Decidme: ¿cuáles son algunas de estas estrategias? (La estrategia de “causarse daño a sí mismo”). (La estrategia del “despiste”). (La estrategia del “agente doble”, del “fuerte vacío” y de la “seducción”). Todas estas estrategias famosas, tanto si se trata de la “seducción” como del “fuerte vacío” o del “despiste”, son estrategias. ¿Qué significa la palabra “estrategia”? (Una “táctica” o “artimaña”). Involucra una cierta táctica insidiosa, traicionera, oculta o secreta. Estas “tácticas” no tienen nada que ver con la planificación, sino con la intriga. ¿Qué se oculta detrás de estas tácticas? ¿Se ajustan a la humanidad y la verdad sus actos y comportamientos, así como las tácticas y prácticas que emplean en la guerra? (No). ¿Acaso Dios obra así? (No). De ninguna manera. Entonces, ¿a quién representan estas prácticas? Representan a Satanás y a esa humanidad perversa. ¿De dónde provienen estas estrategias de la humanidad perversa? (De Satanás). Provienen de Satanás. Hay quienes tienen dificultades para entenderlo, por lo que debería contarles que provienen de los reyes diablos para ayudarlos a entender. ¿Quiénes son los reyes diablos? Son los demonios y Satanás, que crearon estas estrategias y se han reencarnado en el mundo para sembrar la discordia y el caos entre la humanidad. ¿Habéis visto en las crónicas de la obra de Dios que Él haya empleado alguna vez la estrategia del fuerte vacío o del despiste? ¿Acaso el plan de gestión de Dios incluye estas estrategias? Dios nunca ha usado tales estrategias para gestionar Su obra. Solo toda la humanidad perversa las utiliza. Dondequiera que exista la humanidad corrupta, existe el conflicto. Esto es así tanto a gran escala, en una nación o dinastía, como a menor escala, en una tribu o familia, o incluso a nivel de las relaciones entre las personas. ¿Por qué luchan? ¿Por qué compiten? ¿Cuál es su objetivo? Todo se trata de ganar poder, estatus y beneficios para ganar estas cosas. Las naciones luchan entre sí para controlar a más personas. Las tribus luchan entre sí para obtener más territorio, gente o soberanía. Las personas luchan para alcanzar la supremacía y obtener beneficios. Dondequiera que exista la humanidad, existe el conflicto, ya que dondequiera que esté la humanidad, está la corrupción de Satanás. Toda la humanidad ha sido corrompida por Satanás, por lo que el mundo está lleno de conflicto y matanza. No importa lo que haga, la humanidad corrupta no puede librarse de las ataduras del carácter de Satanás. Por lo tanto, cada capítulo de toda la historia de la humanidad, tanto en Oriente como en Occidente, es un relato deplorable de la perversa lucha de la humanidad. El hombre incluso considera que estas cosas son gloriosas. Hay quienes aún estudian las “Treinta y seis estratagemas” chinas en la actualidad. ¿Vosotros las estudiáis? (No). Ciertamente, sería un error si las estudiases por expreso e interiorizases sus experiencias, lecciones, medios, métodos y técnicas para enriquecer tu cabeza para desarrollar esas habilidades para sobrevivir. Te acercarías más a Satanás de forma inevitable y te harías cada vez más perverso, cada vez más malvado. Sin embargo, si cambiases de perspectiva y diseccionases, discernieses y desenmascarases estas cosas según las palabras de Dios, ¿qué resultado obtendrías? Odiarías aún más a Satanás y te entenderías y te odiarías aún más a ti mismo. ¿Qué resultado sería aún mejor? Rechazar a Satanás y decidirse a seguir a Dios. Satanás emplea estas culturas que se conocen como tradicionales, así como todo tipo de conocimientos y teorías que la humanidad ha acumulado durante miles de años para enseñárselos e inculcárselos a las personas con el fin de corromperlas y controlarlas más profundamente. Si puedes dominar estos conocimientos y saber cómo usarlos, te convertirás en un Satanás vivo y Dios te descartará de forma definitiva.
Cuando hablamos sobre la comprensión de uno mismo en reuniones anteriores, la mayoría mencionaba la cuestión del carácter arrogante, que es el tipo de carácter corrupto más común y extendido de todos. ¿Qué otros tipos de carácter corrupto son relativamente comunes? (La falsedad y la intransigencia). La falsedad, la intransigencia, la aversión por la verdad y la crueldad son los rasgos que la gente más se suele encontrar. La perversidad se suele ver menos a menudo y no se la reconoce tanto. Se podría decir que el carácter perverso es el más difícil de reconocer y que es un tipo de carácter corrupto que se oculta muy profundo y es relativamente subrepticio, ¿no es así? Por ejemplo, supongamos que dos personas viven juntas, y ninguna de ellas ama o persigue la verdad ni cumple sus deberes con lealtad. Por fuera, puede parecer que estas dos personas viven juntas en armonía y sin ningún tipo de problema. Sin embargo, en el fondo, ninguna de ellas persigue la verdad y puede que tengan diversos tipos de actitudes corruptas, aunque no se vean. ¿Por qué no se ven? Se debe a que estas personas son especialmente falsas y taimadas en sus actos. Como no entiendes la verdad ni tienes ningún tipo de discernimiento, no puedes identificar la esencia de sus problemas. Entiendes tan pocas verdades y tu estatura es tan escasa que no tienes forma de entender muchos asuntos complejos y tampoco tienes la capacidad de ayudar a otras personas para que resuelvan sus problemas. Como líderes, ¿qué deberíais hacer cuando os encontráis con gente así? Si las discernieses y las desenmascarases, ¿lo aceptarían de buen grado? No, no lo harían. Entonces, ¿cómo deberíais tratar con personas así? ¿Hay alguna forma de hacerlo? ¿Cuál es el principio para tratar con personas así? Si poseen habilidades profesionales o técnicas para ser mano de obra para la casa de Dios, deberíais tratarlas como hermanos y hermanas y exigirles como tales. Sin embargo, dado que las personas así no persiguen la verdad, ¿pueden cumplir sus deberes con lealtad? (No). ¿Qué comportamiento indica que no son leales? ¿Acaso las personas así no se destacan en hacer las cosas para aparentar? Cuando no tienen a nadie a su alrededor, tontean y se toman su tiempo. Tan pronto como ven que se les acerca alguien, aceleran el ritmo. Puede que incluso planteen un montón de preguntas e inquieran sobre si esto o lo otro es aceptable. Una vez que la otra persona se va, dejan de trabajar, no hacen nada, no se les ocurre ninguna pregunta e incluso se dicen por dentro: “¡Te estaba tomando el pelo; no soy tan tonto!”. Las personas así lo hacen todo para aparentar. Tienen una habilidad especial para mostrar una fachada y se destacan en fingir y dar una impresión errónea a los demás. Mucha gente se relaciona con ellas durante años, pero aún no es capaz de identificar su esencia falsa y taimada. Cuando otros preguntan sobre ellas, incluso les dice: “Es una persona bastante buena, trata con amabilidad a todos, nunca le hace daño a nadie y simplemente es complaciente. Incluso cuando alguien hace algo mal, no lo poda, sino que sigue exhortando y consolando a los demás”. ¿Qué medios y métodos emplean estas personas para relacionarse con los demás? Desempeñan un papel distinto en cada ocasión, se comportan de forma calma e impecable y la mayoría de las personas dicen que son buena gente. ¿Hay personas así a vuestro alrededor? (Sí). Todos tienden a revelar su propio carácter corrupto, pero estos individuos saben aparentar tan bien que es imposible que alguien pueda detectarlo. ¿No es un problema? En la historia, ha habido algunos emperadores que cometieron numerosas fechorías; sin embargo, las generaciones posteriores todavía los siguen considerando gobernantes sabios. ¿Por qué la gente tiene esas opiniones sobre ellos? ¿No dedicaron cierto esfuerzo e hicieron algunas cosas para mantener su reputación? Por un lado, hicieron algunos buenos actos por el bien de sus logros políticos, mientras que, por el otro, distorsionaron la historia y mataron a quienes escribieron la verdad y los hechos sobre ellos para ocultar sus delitos. Sin embargo, por mucho que intentaron encubrirlos, no cabe duda de que existen crónicas de sus actos. No pudieron eliminar a todos los que sabían la verdad. Con el tiempo, poco a poco, las generaciones posteriores dejaron en evidencia esos asuntos. Cuando la gente se enteró, se sintió engañada. Al poner al descubierto estos hechos históricos, las personas deberían tener una nueva comprensión de la verdad sobre toda la humanidad. ¿Qué tipo de comprensión? Desde los monarcas hasta la gente común, toda la humanidad está en manos de los perversos y corrompida por Satanás, de modo que cada persona es más perversa que la anterior. No hay nadie que no sea malvado ni nadie que no sea malo. Todos han hecho muchas cosas malas; todos son bastante perversos y no hay nadie entre ellos que sea bueno. Hay quienes dicen: “En cada dinastía, hay algunos funcionarios rectos. ¿Estos funcionarios rectos pueden considerarse perversos?”. Si crees en Dios, pero estás bajo la autoridad de estos funcionarios rectos, veamos si te arrestan o no. Si das testimonio de Dios ante ellos, observa su actitud. Sabrás inmediatamente si son perversos o no. La aparición y la obra de Dios, así como la verdad que Él expresa, más que cualquier otra cosa, revelan a las personas tal como realmente son. Algunos gobernantes y funcionarios pueden haber alcanzado ciertos logros políticos y haber hecho algunas buenas acciones, pero ¿cuál es la naturaleza de estas buenas acciones? ¿Quién se beneficia de ellas? Son buenas acciones que requiere la clase dirigente. ¿Las buenas acciones que hacen son las que aprueba Dios? ¿Consisten estos “logros políticos” en practicar la verdad y someterse a Dios? De ninguna manera. Sus logros políticos y buenas acciones no tienen ninguna relación con la verdad ni con someterse a Dios. Sus intenciones y motivos impulsan las buenas acciones que realizan y los logros políticos que alcanzan; lo hacen todo para obtener la inmortalidad y recibir el elogio de los demás. Por lo tanto, no importa cuántas buenas acciones realicen ni cuántos logros políticos acumulen; eso no prueba que sean buenas personas con un buen corazón ni, mucho menos, que jamás hayan cometido maldades ni tampoco que no posean una naturaleza perversa. ¿Te queda claro qué tipo de personas son a los ojos de Dios? ¿Os sirven estos asuntos para entenderos a vosotros mismos? ¿Practicáis tales actos, como jactaros de un buen acto en cuanto lo hacéis para aseguraros de que todos lo sepan y, luego, proclamar por fuera que uno no debe ser presumido ni arrogante, sino que debe comportarse con humildad? Por ejemplo, vas a una nueva iglesia a trabajar y la gente no sabe que eres un líder, por lo que intentas por todos los medios que lo sepan y te estrujas los sesos toda la noche hasta que encuentras una buena solución. ¿Cuál es la solución? Reúnes a todos y les dices: “Durante la reunión de hoy, vamos a hablar sobre si soy una persona capacitada para ser líder. Si no lo soy, podéis desenmascararme y destituirme. Si lo soy, continuaré en esta función”. Cuando todos oyen esto, saben inmediatamente que eres un líder. ¿Esto no te ha permitido lograr tu objetivo? ¿De dónde proviene ese objetivo? Proviene de tu naturaleza perversa. La ambición es un rasgo común de los seres humanos, pero, si bien toda la gente tiene ambición, hay quienes usan diversos lenguajes, métodos y estrategias distintos en diferentes momentos y lugares para lograr sus objetivos. Eso es la perversidad.
Seguiremos dialogando a menudo sobre este tema de la naturaleza perversa. De esta manera, entenderéis con mayor profundidad este aspecto de la verdad y del carácter corrupto. Por un lado, podréis entenderos a vosotros mismos, mientras que, por el otro, podréis discernir a diferentes tipos de personas. También obtendréis una entrada más profunda en la verdad. Si solo hablara sobre un concepto general o un aspecto de la definición, vuestra comprensión sería bastante superficial. Sin embargo, al compartir ciertos hechos y aportar ejemplos para nuestra charla, vuestra comprensión puede hacerse más profunda. Por ejemplo, supongamos que dos niños están conversando. Uno de ellos pregunta: “¿Has hecho la tarea hoy?”. El otro responde: “No, no la he hecho”. Entonces, el primero dice: “Yo tampoco”. ¿Dicen ambos la verdad? (Sí). Te equivocas; uno de ellos miente. ¿Qué piensa por dentro? “Tonto, ¿realmente crees que no la he hecho? ¡No soy tan estúpido! Si no hago la tarea, me castigarán. ¿Cómo no la iba a hacer? Te hice creer a propósito que no la he hecho para que tú tampoco la hagas. Luego, te castigarán y yo me reiré mucho de ti”. ¿Es malo este niño? (Sí). ¿Hay alguien entre vosotros que haya hecho algo así? Os doy otro ejemplo: el lunes, durante la clase, una alumna dice que, el domingo, fue de compras, mientras que otra afirma que visitó a unos amigos. En realidad, ambas se quedaron en casa estudiando. En entornos muy competitivos, sobre todo en China, se dicen estas cosas para hacer que tu competidor baje la guardia y puedas superarlo. A esto se le llama estrategia. Este tipo de cosas son habituales en la vida cotidiana. A veces, padres e hijos tienen conversaciones similares en las que revelan actitudes parecidas, lo que también puede suceder entre amigos. Las revelaciones de este carácter se pueden ver en todas partes, solo debes mantener el ojo atento. ¿Por qué estar atento? No es para obtener información, charlar de forma ociosa, cotillear ni inventar historias. Al contrario, se trata de mejorar tu discernimiento, lo que te permite compararte a ti mismo con lo que los demás hacen, revelan y exhiben para que puedas ver si tienes comportamientos similares. Cuando veas que alguien exhibe este tipo de comportamiento, comprenderás que tiene ese carácter. Sin embargo, cuando tú también exhibas estos comportamientos, ¿serás capaz de reconocer que también tienes ese carácter? Si no eres capaz de reconocerlo, tendrás una falsa comprensión de su carácter: no lo habrás comprendido realmente; dicho de otro modo, no tendrás entendimiento espiritual ni lo habrás comprendido bien. Estos temas no se pueden tratar en su totalidad en solo unos días. Hablar un poco sobre esto os ayudará a ganar vuestra comprensión de la verdad y profundizar en ella. Si realmente amas la verdad, tu nivel de entrada será más profundo. La profundidad de tus vivencias y tu entrada es inseparable de tu comprensión. La profundidad de tus vivencias y tu entrada sin duda determinará cuán honda será tu comprensión. De manera similar, la profundidad de tu comprensión también puede demostrar qué tan profundas son tus vivencias y tu entrada. Estos dos aspectos están vinculados. Esta es la senda para entrar en la verdad; solo entrando en la verdad puedes poseer la realidad. Aquí, daremos por finalizado este tema y pasaremos al tema principal de la charla de hoy.
Disección de cómo los anticristos desorientan, atraen, amenazan y controlan a la gente
I. Disección de cómo los anticristos desorientan a la gente
En la última reunión terminamos de hablar sobre el punto cuatro de las distintas manifestaciones de los anticristos. Hoy comenzaremos a hablar sobre el quinto: cómo los anticristos desorientan, atraen, amenazan y controlan a la gente. Este aspecto de las manifestaciones de los anticristos involucra cuatro verbos y, a partir de estos cuatro verbos y de su comportamiento, podemos ver las actitudes de los anticristos. El primer verbo es “desorientar”. ¿Qué clase de carácter implica? La perversidad. ¿Y qué hay de “atraer”? Para atraer a alguien, ¿se suelen emplear palabras agradables o desagradables? (Agradables). Entonces, ¿qué tipo de carácter rige este comportamiento? La perversidad. ¿Y “amenazar” y “controlar”? ¿Qué actitud las rige? (La crueldad). Así es, la crueldad. El quinto punto nos permite ver las actitudes de los anticristos. ¿Cuáles son las principales manifestaciones de los anticristos en este punto? (Perversidad y crueldad). Ambas actitudes, perversidad y crueldad, son muy notorias y evidentes. Hablemos de estos comportamientos uno por uno, comenzando por “desorientar”. ¿Qué significa, por lo general, el término “desorientar”? ¿Implica alguna manifestación de honestidad? ¿Involucra alguna palabra honesta? (No). No involucra palabras honestas: es todo falso; es usar impresiones falsas, enunciados falsos y palabras engañosas para hacer que otros crean que lo que uno dice es correcto y, con ello, obtener su reconocimiento y confianza. Eso es lo que significa “desorientar”. Aquellos que son desorientados, ¿acaso ganan la verdad o se embarcan en la senda correcta? No logran ninguna de esas dos cosas. El comportamiento y la práctica de desorientar a la gente son indudablemente negativos más que positivos. Quienes son desorientados han sido básicamente embaucados; no entienden los hechos propiamente dichos, la situación real o el verdadero contexto, y por eso escogen la senda y la dirección equivocada y siguen a la persona equivocada. Ese es el efecto que tiene la desorientación sobre quienes caen en ella. Es como los anuncios en los centros comerciales: están muy bien escritos y, cuando la gente los ve, se los cree sin cuestionarlos; pero, después de hacer la compra, descubre que los productos no sirven para nada. Eso es ser embaucado. Así que, ¿cuál es el propósito de los anticristos al comportarse de una manera que desorienta a las personas? ¿Qué métodos usan, qué palabras dicen y qué cosas hacen para desorientarlas? Primero, hablemos de su objetivo. Si no tuvieran ningún objetivo, ¿sería necesario que se esforzaran tanto o que dijeran cosas agradables para atraer y desorientar a la gente? Hay un dicho entre los no creyentes que dice: “El que algo quiere, algo le cuesta”. Si no puedes calarlo, te embaucarán. El mundo es así de perverso; las personas se maltratan y conspiran unas contra otras. Esa es la vida de la humanidad corrupta. ¿Por qué los anticristos se esfuerzan en hablar con rodeos para desorientar a la gente? Hablan y actúan con un propósito claro, que es competir por poder y control sobre las personas. De eso no hay duda. Sus objetivos son iguales a los de los políticos. Entonces, ¿qué estrategias utilizan los anticristos para desorientar a la gente? ¿Cómo lo hacen? Primero, buscan agradarte. Una vez que te han causado una buena impresión, ya no te cuidarás de ellos: les tendrás confianza y entonces aceptarás su liderazgo y los obedecerás voluntariamente. Estarás dispuesto a escuchar lo que sea que digan y lo que sea que te pidan que hagas. ¿Qué implica esa disposición a escuchar? Implica no practicar el discernimiento, y escuchar y obedecer sin principios. ¿Pueden los anticristos conseguir el efecto de desorientar a la gente usando palabras o métodos condenatorios? Por supuesto que no. ¿Qué métodos usan, entonces, por lo general, para lograr ese efecto? Casi siempre usan palabras que están de acuerdo con las nociones humanas y doctrinas de sentimiento humano. A veces también utilizan palabras y doctrinas que se ajustan a la verdad. Eso les facilita lograr su objetivo de desorientar a las personas y, además, es probable que estas las acepten. Por ejemplo, cuando los hermanos y hermanas hacen algo mal y ocasionan pérdidas a la obra de la iglesia y se sienten negativos y débiles, los anticristos no comparten la verdad para apoyarlos y ayudarlos. En lugar de eso, dicen: “Es un hecho común que las personas sean débiles; es normal. Yo también soy débil a menudo. Dios no recuerda estas cosas”. En realidad, ¿saben ellos si Dios recuerda esas cosas o no? No, no lo saben. Dicen: “No importa que este asunto no se haya manejado correctamente. Hazlo bien la próxima vez y ya. La casa de Dios no lo sabe y nadie está indagando sobre ello. Mientras yo no lo reporte a un nivel superior, los líderes superiores no se enterarán, ni desde luego tampoco lo alto ni tampoco dios, por lo que él no le prestará atención al asunto. Todos somos personas corruptas; tú tienes corrupción y yo también. Al ser líder, soy como un padre: los errores que vosotros cometéis son mi responsabilidad. Es mi culpa por tener poca estatura y no ser capaz de apoyaros y ayudaros; eso es lo que os llevó a hacer las cosas mal. Si yo tuviera mayor estatura, podría haberos ayudado y no habríais cometido un error. La responsabilidad por este asunto recae sobre mí. Si bien esto puede haber resultado en algunas pérdidas para la obra de la iglesia, podemos procesarlo nosotros mismos y ese será el fin del tema. Nadie debe indagar sobre esto ni reportarlo a un nivel superior; mantengámoslo entre tú y yo. Si yo no se los menciono a los demás hermanos y hermanas, nadie informará a los superiores y la cuestión se olvidará. Solo debemos orar y hacer un juramento ante dios de que nunca volveremos a hacer algo así o a cometer un error como este. Como líder, tengo la responsabilidad de protegeros. Dios es muy elevado, ¿seríamos realistas si pidiésemos su protección? Además, él no se molesta con estos asuntos triviales de la vida de las personas, por eso la responsabilidad de protegeros recae, implícitamente, sobre mis hombros como líder. Vosotros tenéis una estatura pequeña, así que yo asumiré la culpa si cometéis un error. No os preocupéis: si llega el día en que algo realmente sale mal y lo alto lo descubre o se entera, yo os defenderé”. Cuando las personas oyen esto piensan: “¡Qué bien! Me preocupaba mucho tener que hacerme responsable. ¡Este líder es maravilloso!”. ¿No han sido desorientadas? ¿Hay algo de lo que dijeron los anticristos que sea conforme a la verdad? ¿Algo que beneficie o edifique a las personas? ¿Algo que trate el asunto basándose en principios? (No). Entonces, ¿qué clase de palabras son? Son palabras que utilizan las emociones humanas, la empatía y el perdón para crear lazos, poniendo un énfasis en los sentimientos y la amistad, para llevar la relación a cierto nivel y hacer que las personas sientan que los anticristos son especialmente comprensivos e indulgentes y tolerantes con los demás. Pero no hay principios ni verdades en eso. ¿Qué es esa comprensión superficial? Es tratar las cosas por encima, es como persuadir a un niño. ¿Qué estrategias se están utilizando? Persuadir, engañar, crear lazos, tratar las cosas por encima y fingir ser una buena persona, todo en detrimento de los intereses de los hermanos y hermanas y traicionando los intereses de la casa de Dios para conseguir su objetivo de embaucar y desorientar a las personas. ¿Cuál es la consecuencia final de esto? Hace que las personas se distancien de Dios y estén a la defensiva con Él, haciéndose más amigas de los anticristos. Incluso después de haber sido desorientadas, esas personas dicen: “Tras cometer aquel error estaba muy preocupado. Oré a Dios muchas veces, pero Él no me consoló. En mi interior me sentí inseguro e intranquilo y Dios no me dio una solución. Pero ahora ya estoy bien; siempre que acuda al líder, todos mis problemas se solucionarán. La verdad es que tengo bastante suerte de tener un líder así. ¡Nuestro líder es mejor que cualquier otro!”. Para ese entonces, su corazón y su perspectiva ya estarán orientados hacia los anticristos, que tienen control sobre ellos. ¿Cómo es que pueden controlarlos? Porque en estos anticristos encuentran una sensación de seguridad. Reciben empatía y, en lo profundo de su corazón, obtienen satisfacción y consuelo. Eso demuestra que han sido desorientadas.
Previamente lo Alto descubrió que en cierta iglesia había alguien con una mala humanidad, que no dejaba de trastornar y perturbar sin muestra alguna de arrepentimiento, por lo que dijeron al líder local de la iglesia que lo depurara. Cuando el líder oyó eso, pensó: “¿Depurarlo? Lo tengo que pensar. Él es uno de los míos, no podéis depurarlo así, sin más. Debo defenderlo. Lo alto no comprende cómo es realmente la situación. Intentar depurarlo así, sin más, es ir demasiado lejos. ¡Le romperá el corazón!”. Verbalmente, accedió a depurar a la persona, pero, en su interior, no tenía intenciones de hacerlo. ¿Adivinas cómo manejó el asunto? Meditó: “¿Cómo puedo lidiar con esta situación de manera que los que están por debajo estén conformes conmigo como líder y lo alto no me deteste?”. Después de pensárselo, se le ocurrió un plan. Llamó a todos a una reunión y dijo: “Hoy tenemos un asunto especial que tratar. ¿De qué se trata? Hay alguien con quien lo alto no está muy satisfecho y quiere depurarlo. Así que, ¿qué debemos hacer al respecto? Decidamos entre todos, mediante una votación, si debe ser depurado o no”. Se realizó el recuento de votos y entre el ochenta y el noventa por ciento de la gente estuvo de acuerdo en depurar a la persona, pero hubo algunos votos en contra. No diremos si esos disidentes eran seguidores acérrimos de la persona malvada o si lo hicieron por otras razones; en cualquier caso, algunas personas no estuvieron de acuerdo y el resultado no fue unánime. Entonces, el líder dijo: “Por medio de la votación he notado que hay algunas voces disidentes. Este es un asunto importante y debemos respetar esas voces. Debemos practicar la democracia. Mirad lo estupendo que es el sistema democrático occidental, nosotros también debemos practicarlo en la iglesia, debemos hacer todo lo que podamos para conseguir democracia y derechos humanos. Ahora, dado que hay algunos votos en contra, no podemos depurar a esta persona. Debemos respetar la opinión de nuestros hermanos y hermanas. ¿Quiénes son los hermanos y hermanas? ¡Son el pueblo escogido de dios! No podemos dejar de lado su opinión. Incluso si un solo miembro del pueblo escogido de dios está en contra, no podemos proceder con la depuración”. En realidad, lo que dijo no tiene fundamento; Dios nunca dijo algo así. Solo estaba diciendo sinsentidos. Después, cuando lo Alto descubrió que la persona malvada aún no había sido depurada, le pidieron al líder local que se apurase con ello. Este les prometió: “De acuerdo, pronto estará hecho”. ¿Qué quería decir esa promesa? Que lo postergaría. Él pensó: “Me estáis pidiendo que lo depure, pero no puedo hacerlo enseguida. Quién sabe, quizás si pasa suficiente tiempo os olvidéis del asunto y no tenga que hacerlo”. Más tarde, llamó a todos para una nueva reunión y otra votación. Mediante la enseñanza y el discernimiento, todos entendieron que efectivamente era necesario que la persona fuera depurada. Las voces contrarias disminuyeron, pero, aun así, hubo un voto en contra. Una vez más, el líder no procedió a depurar a la persona, aduciendo: “Mientras haya un voto en contra, no podemos depurarlo”. La mayoría de las personas pensó: “Si lo Alto ordenó la depuración, entonces, depúralo. Seguro que lo Alto puede ver con claridad este asunto. Sin duda no se trata de un error”. ¿Es un principio someterse a las disposiciones de lo Alto? ¿Es la verdad? (Sí). Este líder no sabía que era la verdad. ¿Qué hizo? Dijo: “Aún hay un voto en contra, así que no podemos depurarlo. Es preciso que respetemos la opinión de nuestros hermanos y hermanas. Es lo que se considera el derecho humano más importante de todos”. Más tarde, cuando lo Alto indagó nuevamente sobre el asunto, el líder volvió a responderle de manera superficial y siguió postergándolo. Al cabo de un tiempo, cuando lo Alto vio que no iba a depurar a la persona malvada, lo despidió y depuró a él también. Lo Alto lo había hecho líder y él no lo escuchó. Lo Alto tiene la autoridad para usarlo y para echarlo; es un decreto administrativo. Seguidamente, sus aliados también fueron depurados. ¿Es necesario que todos aprueben las disposiciones de lo Alto? (No). ¿Por qué? No podéis explicar por qué; da la sensación de que os parecéis un poco a ese líder atolondrado, ¿no es así? Decidme, ¿estas palabras que os estoy compartiendo son doctrinas o realidades? (Realidades). Si las personas las practican e implementan, ¿sería acertado? (Sí). Si es acertado, ¿es necesario someterlo a votación? (No). ¿Podría lo Alto ser injusto con alguien ordenando que lo depuren? Por supuesto que no. Entonces, cuando lo Alto ordenó la depuración de esta persona malvada y el líder se negó a llevarla a cabo, ¿cuál fue el problema? (La resistencia manifiesta). Es más que resistencia manifiesta, es crear un reino independiente. Cuando lo Alto ordenó la depuración de la persona malvada, este líder falso la postergó y no la llevó a cabo; incluso hizo una votación y sondeó la opinión pública. ¿Qué opinión pública estaba sondeando? ¿Qué es la opinión pública? ¿Qué es la mayoría? ¿Acaso la mayoría de la gente comprende o posee la verdad? (No). La mayoría de las personas ni siquiera posee discernimiento, así que ¿pueden ser personas que comprenden la verdad? Este líder hasta sondeó la opinión pública, ¿puede eso realmente resolver algún problema? ¿Es necesario? La mayoría de las personas carece de discernimiento, y lo Alto había ordenado y supervisado la depuración de la persona malvada, pero este anticristo la postergó y no la llevó a cabo, refugiando y protegiendo a una persona malvada y permitiéndole permanecer en la iglesia causando perturbaciones. Donde sea que haya personas malvadas hay caos y falta de orden. El pueblo escogido de Dios no puede hacer su deber con normalidad y la obra de la iglesia no puede progresar de la manera habitual. Solo depurar a las personas malvadas de inmediato puede garantizar que la obra de la iglesia avance normalmente. Sin embargo, en lugares donde los anticristos tienen poder, aquellos que perjudican los intereses de la casa de Dios, que causan perturbaciones, que actúan de una forma poco razonable y que hacen sus deberes sin un ápice de sinceridad no pueden ser depurados. Los anticristos corren por la iglesia fuera de control haciendo cosas malas, refugiando y protegiendo a esas personas malvadas e incrédulos. ¿Bajo qué pretexto lo hacen? Bajo el pretexto de que son funcionarios y por eso deben ser los amos de otras personas. Se presentan como funcionarios de la casa de Dios y quieren ser los amos de otras personas. Decidme, ¿quién es el amo del hombre? (Dios). Dios y la verdad son el Amo del hombre. ¡Esos anticristos no son nada! ¡Quieren ser los amos de esas personas, pero ni siquiera saben quién es el amo de ellos! ¿No son unos sinvergüenzas? Los anticristos usan ese método para decirles a las personas: “Yo puedo ser vuestro amo. Si tenéis algún agravio o descontento o si habéis sufrido alguna injusticia o dificultad, yo, como vuestro líder, puedo enmendarlo por vosotros”. Así, aquellos que no entienden la verdad o la realidad son desorientadas por los anticristos. Los tratan como a ancestros y como a Dios, los siguen y adoran. ¿Cómo se sienten quienes entienden la verdad al encontrarse con tales anticristos? Se sienten indignados y repugnados por ellos, diciendo: “¿Así que quieres ser nuestro amo y controlarnos? ¡Jamás! Te escogimos como líder para que nos guiaras hacia Dios, no hacia ti mismo”. Eso quiere decir que no se han dejado engañar por las conspiraciones de los anticristos. Los anticristos desorientan a la gente con el pretexto de que son sus amos y los hacen creer que es conforme a sus necesidades, ya sean emocionales, psicológicas, espirituales o de cualquier otra índole. Aquellos que no comprenden la verdad o la realidad con frecuencia son víctimas de la desorientación de los anticristos, hasta el punto de que, después de haber sido desorientados, no solo podrían ser incapaces de dar media vuelta y reflexionar, sino que podrían incluso alzar la voz por esos anticristos y defenderlos. El hecho de que puedan hacerlo demuestra con creces que realmente han sido desorientados. ¿No es así? (Así es). ¿Por qué la gente cree en Dios? ¿No es para obtener la salvación? Si sigues a los anticristos, ¿no estás oponiéndote a Dios y traicionándolo? ¿No estás del lado de las fuerzas que son hostiles a Él? En ese caso, ¿Dios seguirá queriéndote? Si sigues a Dios de palabra, pero sigues a una persona, ¿cómo te verá Él y cómo te tratará? Si lo rechazas, ¿no te desdeñará? Si las personas no entienden siquiera esta pizca de doctrina, ¿pueden comprender la verdad? ¿No están atolondradas?
Que los anticristos desorienten a la gente no es una manifestación esporádica: lo hacen a menudo, es su principio de acción constante o podría decirse que es su base, su método y su manera de hacer las cosas; es el estilo constante de sus acciones. De otra manera, ¿quién los respetaría? Primero, no entienden la verdad. Segundo, tienen una humanidad mala. Tercero, no tienen un corazón temeroso de Dios. Entonces, ¿cómo hacen que la gente ceda por completo ante ellos, los respete y los admire? Se valen de varios medios y métodos para alardear y logran con eso que la gente los respete y los adore. Usan esos métodos para desorientar a las personas, dándoles ciertas impresiones falsas y haciendo que los vean como personas espirituales, que aman a Dios, que pagan el precio; a menudo dicen las palabras correctas y presentan las teorías correctas y defienden los derechos de los hermanos y hermanas. Luego usan esas falsas impresiones para generar una sensación de respeto y admiración en la gente, logrando así su objetivo de ser capaces de desorientarla para que los siga. Cuando desorientan a la gente de esa manera, ¿las cosas que hacen son conformes a la verdad? A pesar de que todo lo que dicen es correcto, las cosas que hacen sin duda no se ajustan a la verdad. Aquellos que no tienen discernimiento no pueden ver el problema. En cuanto a la esencia de desorientar a la gente, las acciones de los anticristos hacen que no sea sencillo para esta ver que no son conformes a la verdad. Si pudieran verlo, ¿no se darían cuenta del fraude? En realidad, lo que hacen y lo que revelan los anticristos es una falsa espiritualidad. ¿Y cuál es la manifestación de la falsa espiritualidad? Muchos de los comportamientos, acciones y dichos que corresponden a la falsa espiritualidad parecen correctos, pero no son más que acciones de cara al exterior y no tienen nada que ver con practicar la verdad. Tal como los fariseos que se oponían al Señor Jesús: con las escrituras en la mano, oraban en voz alta en las esquinas diciendo: “Oh, mi señor…” y mostrándole a la gente su devoción. Como resultado, hoy en día, “fariseo” se ha convertido en otra forma de llamar a las personas que son hipócritas. ¿Cuál es el adjetivo que acompaña a “fariseo”? Hipócrita. De hecho, no es necesario decir “hipócrita”, con decir la palabra “fariseo” sabes que no es una palabra positiva: es lo mismo que “sinvergüenza” o “diablo”, tiene el mismo significado. Hablando de falsa espiritualidad, es poca la gente que habla hoy de espiritualidad y, cuando alguien la menciona, ¿qué agrega antes? (Falsa). Así es, falsa. De hecho, en la mayoría de los casos, las de los anticristos desorientando a la gente son manifestaciones de falsa espiritualidad. Las palabras, acciones y comportamientos asociados con la falsa espiritualidad parecen bastante buenos, bastante devotos y conformes a la verdad. Cuando ven que alguien está débil, los anticristos olvidan su comida y se apresuran a darle apoyo. Cuando ven que alguien tiene una situación en su hogar, dejan de lado sus propias cuestiones y corren a ayudarlo. Sin embargo, su ayuda consiste en decir ciertas palabras correctas, agradables y empáticas, pero, después de tanto hablar, los problemas reales de la otra persona están de todo menos resueltos. Entonces, ¿para qué actúan de esa manera? A las personas las conmueve de manera especial ese comportamiento y sienten que tener un líder como ese a quien poder acudir en tiempos de necesidad es maravilloso; están realmente felices. Por tanto, se puede decir que los anticristos no solo utilizan palabras para desorientar a la gente, sino que, al mismo tiempo, también emplean comportamientos de distintos tipos para desorientarlos y hacerlos creer que son muy espirituales, extraordinarios y dignos de que confíen en ellos y dependan de ellos. Algunos incluso pueden pensar: “Creer en Dios se siente un poco abstracto, pero creer en nuestro líder es práctico. Esto es muy cierto y real: puedes verlo y tocarlo y cuando estás lidiando con algo puedes hablarle y preguntarle de manera directa. ¡Qué maravilla es eso!”. Al lograr esos resultados, los anticristos han alcanzado sus objetivos, pero aquellos a quienes han desorientado terminan desdichados. Después de pasar cierto tiempo desorientados por los anticristos, cuando estas personas vuelven a estar ante Dios ya no saben cómo orar ni cómo abrirle su corazón a Él. Asimismo, cuando se juntan entre ellas, se hacen cumplidos, fingen ser espirituales y se desorientan y engañan unas a otras. Al final, los anticristos incluso afirman: “Cada uno de los hermanos y hermanas de nuestra iglesia ama a dios. Cuando se enfrentan a dificultades, cada uno de ellos está a la altura; incluso si el gran dragón rojo los arrestara, podrían mantenerse firmes en su testimonio. No habría ni un solo Judas entre nosotros, ¡lo garantizo!”. Resultó que, al ser arrestados, la mayoría se convirtió en Judas. ¿No son un montón de sinvergüenzas? Los anticristos usan esas palabras vacías y esos eslóganes para embaucar, desorientar y jugársela a los hermanos y hermanas. La mayoría de las personas son necias e ignorantes, faltas de discernimiento, y permiten que los anticristos se comporten de manera indecente. Los arreglos del trabajo de lo Alto han hecho hincapié durante mucho tiempo en cómo manejar las circunstancias que surgen y qué trabajo hacer, con el objetivo de asegurarse de que todo el pueblo escogido de Dios pueda llevar a cabo sus deberes en un entorno seguro. En caso de persecución y arresto, las pérdidas deben ser reducidas al mínimo posible. Si todo el pueblo escogido de Dios es arrestado y va a prisión, perdiendo por completo su vida de iglesia, ¿no llevaría a un déficit en su entrada en la vida? En la prisión, sin poder comer y beber de las palabras de Dios, ¿puede madurar la vida de uno? Ellos solo pueden recordar unas pocas palabras de himnos y cada día su vida depende de ellas. Cuando oran por la noche, solo pueden hacerlo en silencio, en sus corazones, sin atreverse a mover los labios. Lo único que queda en sus corazones son pensamientos como: “No te vendas, no seas un Judas; mantente firme en el testimonio de Dios y glorifícalo, no lo deshonres”. Eso es todo: la gente solo tiene ese poco de estatura. Los anticristos no tienen en cuenta esas cosas. ¿Por qué se les llama anticristos? ¡Porque abusan de otros y hacen daño a sus hermanos y hermanas sin que se les mueva un pelo! Los arreglos del trabajo de lo Alto requieren que las personas lleven a cabo sus deberes en un contexto seguro y evitando accidentes en la medida de lo posible, pero los anticristos no respetan dichos arreglos del trabajo cuando hacen sus tareas. Gritan y actúan ciegamente en función de sus propios deseos, sin tener en cuenta la seguridad. Algunos individuos necios que no tienen discernimiento piensan: “¿Por qué lo Alto siempre habla de la seguridad? ¿Por qué le preocupan tanto los accidentes? ¿Qué hay que temer? ¡Todo está en las manos de Dios!”. ¿No es una necedad hablar de esa manera? Puede que tu estatura sea pequeña, puede que te falte entendimiento y puede que no seas capaz de calar las cosas, ¡pero no puedes actuar como un necio! Lo Alto ha dispuesto cómo se debería reunir la gente en ciertas circunstancias y qué principios deberían seguir. ¿Para qué son esas disposiciones minuciosas? Precisamente, son para proteger al pueblo escogido de Dios para que puedan reunirse y llevar a cabo sus deberes de una manera normal y segura. La seguridad te permite continuar creyendo en Dios, vivir la vida de iglesia y comer y beber de las palabras de Dios con normalidad. Si pierdes incluso la seguridad, si eres arrestado por el gran dragón rojo y, en la prisión, no puedes oír o leer las palabras de Dios ni cantar himnos ni tienes reuniones, ¿cómo podrías seguir creyendo en Dios? Podrías convertirte en un creyente solo de palabra. A los anticristos no les interesan esas cuestiones, no les importa la vida de la gente ni su muerte. Para satisfacer sus propias ambiciones y deseos, alientan a todos a alzarse y gritar ciegamente: “No tememos a las circunstancias, ¡tenemos a dios!”. Aquellos que son necios no comprenden nada y se dejan desorientar por esas palabras. Todo el mundo tiene pensamientos vagos y vacíos, pensando: “Creemos en Dios y Él nos protege; si algo nos pasa, será porque Él lo permitió”. ¿No son palabras vacías? Así es como actúan los anticristos y quienes no comprenden la verdad. Aunque puede que los hermanos y hermanas no entiendan, tú, como líder que a menudo compartes los arreglos del trabajo, no deberías ignorar estas cuestiones. Debes llevar a cabo la obra de acuerdo con los arreglos del trabajo y no querer hablar tanto para satisfacer tus ambiciones y deseos, incluso pensando que, cuantas más personas te estén escuchando, mejor, y entusiasmándote más con tu discurso cuanta más audiencia tienes. Para ganarse a aquellos que están por debajo de ellos y hacer que escuchen sus indicaciones, los anticristos los reúnen en su tiempo libre, haciendo caso omiso a la seguridad del entorno y finalmente llevándolos a su perdición.
Los anticristos tienen la habilidad de decir grandes cosas y de usar ciertas bases teóricas, vacías y falsamente espirituales para desorientar a la gente. Muchos que no tienen discernimiento simplemente los escuchan y luego los obedecen de cualquier forma que los manipulen, y eso termina en problemas y arrestos. ¿Cómo surgen esos problemas? Algunos podrían decir que es porque Dios no los protegió. Pero ¿eso no es quejarse de Dios? Él no puede ser culpado por este asunto. Dios permite a las personas experimentar Su obra en diferentes circunstancias. Si tú llevas a cabo tu práctica de acuerdo con los principios basados en los arreglos del trabajo y, cuando el entorno lo permite, sin importar cuánta gente se reúna, siempre que puedas comer y beber de las palabras de Dios con normalidad, experimentar Su obra y cumplir los deberes que te corresponden, entonces Dios te guiará y realizará Su obra en ti. Si vas en contra de los requisitos de lo Alto y actúas ciegamente, de acuerdo con tu propia voluntad, y sucede algo, será por tu estupidez e ignorancia. Dios no tiene la intención de mandar a todos a prisión para refinarlos. Su intención es que cada persona coma y beba adecuadamente de Sus palabras y experimente Su obra. Sin embargo, los anticristos no lo comprenden. Ellos creen en su propia lógica y piensan que, al contar con la protección de Dios, no hay nada que temer. No tienen entendimiento de los principios de la protección de Dios y siguen los preceptos ciegamente, siempre clasificando a Dios. Muchas personas son desorientadas por los anticristos y actúan ciegamente junto con ellos, haciendo caso omiso a las disposiciones de lo Alto y, como resultado, algo pasa: son arrestados y deben sufrir torturas en prisión. ¿Qué tipo de estatura tienen estas personas cuando surgen los problemas? Tienen apenas un poco de entusiasmo, entienden un poco de doctrina y pueden gritar algunos eslóganes, pero no tienen ningún conocimiento de Dios, su comprensión, conocimientos y experiencia con la verdad no son genuinos, y no entienden cómo obra Dios para salvar a la gente. Simplemente confían en su entusiasmo para seguir a Dios y tienen un poco de determinación. ¿Puede una persona con ese tipo de estatura dar testimonio cuando es arrestada y llevada a la cárcel? Por supuesto que no. En cuanto se venden, ¿cuáles son las consecuencias? Empiezan a pensar: “¿Acaso no es todopoderoso dios? Si todo está en sus manos, ¿por qué no me salva? ¿Por qué permite que sufra de esta manera? ¿Existe siquiera un dios? ¿Es posible que estuviésemos equivocados al tener tanto entusiasmo? Si nuestros líderes nos han descarriado, ¿por qué dios no los disciplina? ¿Por qué nos trajo aquí? ¿Por qué permitió que tuviésemos que enfrentar una situación como esta?”. Comienza a aflorar la culpa y poco después la negación a Dios: “Las acciones de dios no se ajustan a la voluntad del hombre. Puede que sus acciones no sean siempre acertadas y que él no sea necesariamente la verdad”. Al final, habiendo sufrido mucho y habiéndolo soportado durante un tiempo, incluso la pequeña cantidad de doctrina que conocían y el escaso fervor que tenían desaparecen. Niegan a Dios y pierden la fe, incluso convirtiéndose en un Judas. Tras ser liberados de la prisión, piensan: “Ahora ya no necesito volver a preocuparme por las circunstancias. Mirad lo bien que están las personas que no creen en dios: tienen mucha libertad allí afuera. ¿Qué hacemos creyendo en secreto? Si el país prohíbe creer, pues se deja de creer”. ¿Pueden esas personas seguir creyendo en Dios después de eso? (No, no pueden). ¿Por qué no? Dios ya no las quiere. Dios solo te escoge una vez y has perdido tu oportunidad, por lo que Él no te querrá una segunda vez. ¿Qué esperanzas hay de que esas personas obtengan la salvación? Cero. Ya no quedan esperanzas. Esa es la consecuencia final que los anticristos provocan al comportarse de manera impúdica y al usar ciertas teorías espirituales falsas para desorientar a las personas, haciéndolas perseguir una espiritualidad y un entusiasmo superficiales. ¿Cuál es la consecuencia? (Quedan arruinados). Si Dios los salva o no es asunto de Él, pero, al menos por ahora, parece que, cuando la senda de la fe en Dios de las personas llega a ese punto, sus perspectivas de futuro y su destino están básicamente arruinados. Y, a fin de cuentas, ¿quién lo causó? Fueron los anticristos. Si no hubiesen actuado ciegamente, sino de acuerdo con los arreglos del trabajo, guiando a los hermanos y hermanas de acuerdo con los requisitos de lo Alto y llevándolos a todos hacia Dios, nada de eso habría sucedido. ¿Habría aún esperanzas de que esas personas se salven? (Sí). Esas personas aún tendrían esperanzas de salvación. Como las ambiciones y deseos de los anticristos están extremadamente crecidos, si no hay nadie que los defienda y los escuche, sienten que la vida es aburrida y sosa. Usan a los atolondrados que los siguen como carne de cañón y como juguetes a los que manipular, haciendo que todos ellos los escuchen. Sienten que son capaces y que poseen placeres y que vale la pena vivir esta vida. Para satisfacer sus ambiciones y deseos, usan esas palabras supuestamente espirituales y agradables para desorientar a quienes los siguen y, después de haberlos desorientado, los hacen desviarse del camino verdadero y de las palabras de Dios, distanciándose de Él para seguirlos y tomar la senda de los anticristos. ¿Cuál es el resultado final? Las perspectivas de futuro y el destino de esas personas quedan arruinados y pierden su oportunidad de salvación. ¿Cuáles son las consecuencias cuando las personas no creen en Dios de manera adecuada pero siguen a otras personas? ¿Todavía envidiáis a cualquiera que parezca espiritual? (No). ¿Y qué hay del término “espiritual”? Está vacío. Las personas son carnales; son seres creados. Si fueras realmente espiritual, entonces tu carne ya no existiría, ¿y cuán espiritual serías entonces? ¿No es eso pura palabrería? Así que, como ves, el término “espiritual” no se sostiene por sí solo; es pura palabrería. En el futuro, si oyes a alguien decir que persigue la espiritualidad, dile: “Deberías buscar ser una persona honesta y vivir ante Dios; eso es más realista. ¡Perseguir la espiritualidad es un callejón sin salida! Nunca persigas la espiritualidad; no es algo que las personas persigan. Simplemente, no se sostiene”. Decidme, después de creer en Dios durante muchos años, ¿quién se ha vuelto una persona espiritual? Esos famosos y expositores de la Biblia religiosos, ¿son espirituales? Son todos hipócritas, ninguno de ellos es espiritual. La gente que inventó el término “espiritual” está usando esa palabra vacía para desorientar a otros. Son sinvergüenzas y diablos. ¿Qué clase de persona puede decir palabras tan vacías? ¿Tienen entendimiento espiritual? (No lo tienen). Si no puedes entender siquiera lo que la gente debe buscar cuando cree en Dios o a qué deberían pertenecer, ¿puedes entender la verdad? Tú eres por naturaleza un ser creado, un miembro de la humanidad que ha sido corrompida por Satanás. En lo que respecta a pertenecer a algo, perteneces a la carne, ese es el atributo de los humanos. Por supuesto, si buscas ser de carne, le perteneces a Satanás: eso es recorrer la senda del mundo. La gente que cree en Dios debe perseguir la verdad; eso es correcto. Si la gente busca ser espiritual o ser de Dios, ¿puede estar a la altura? No importa de qué manera lo persiga, no servirá de nada. Esa no es la senda correcta para creer en Dios. Por eso, buscar ser espiritual o ser de Dios es un simple eslogan, una teoría falsamente espiritual sin relación con la verdad. Si tú crees en Dios y lo sigues, debes llevar a cabo de manera adecuada tu deber como ser creado y ser capaz de someterte a Él y satisfacerlo. Esa es la realidad-verdad.
Por muchos sermones que oigan los anticristos, no pueden comprender la verdad. Lo que comprenden y pueden articular es pura doctrina. Toman esas palabras que pueden comprender y retener y las procesan en sus pensamientos para convertirlas en doctrinas espirituales conformes a las nociones y figuraciones humanas, y luego las propagan impúdicamente explicándoselas a otros. Cuando los que carecen de comprensión espiritual y no comprenden la verdad las escuchan, sienten que tienen mucho sentido y están dispuestos a aceptarlas. Como resultado, acaban desorientados y comienzan a adorar a los anticristos. Ahí es cuando comienzan los problemas. En realidad, los anticristos no entienden la verdad en absoluto. Si escuchas con cuidado y disciernes sus palabras supuestamente correctas, te darás cuenta de que son teorías vacías conformes a las nociones y figuraciones humanas. Claro que las personas que no entienden la verdad piensan que esas palabras son correctas y se las creen fácilmente. ¿Habéis experimentado situaciones similares? ¿Podríais citar ejemplos? Si podéis citar ejemplos y veis con claridad cómo aquellos con habilidad para decir palabras y doctrinas desorientan a otros, eso demuestra que vosotros las comprendéis y sabéis aplicarlas. Si no podéis poner ejemplos, eso indica que no las habéis entendido aún y no las podéis aplicar. Y, cuando os encontréis con esos que son hábiles para decir palabras y doctrinas, sin dudas no podréis discernirlos. (Yo he pasado un estado así. Cuando los hermanos y hermanas son podados, reprendidos y disciplinados y no comprenden la intención de Dios, vienen a buscar conmigo. Yo, de hecho, tampoco entiendo la intención de Dios o la esencia de esas cuestiones. Pero les digo algunas palabras vacías, como por ejemplo: “La poda, la reprensión y la disciplina son parte del amor y la salvación de Dios. Es la forma que Él tiene de actuar ante nuestras actitudes corruptas”. Incluso mientras lo digo, puedo sentir que no les he explicado plenamente la esencia de su problema, como la razón de que estén afrontando esa situación, a qué tipo de carácter corrupto pertenecen sus acciones y revelaciones o cuál puede ser la naturaleza de las mismas, y cuál es la intención de Dios. Esas y otras cosas más no las he podido compartir con ellos. Solo he dicho algunas doctrinas correctas y eslóganes que suenan bien, pero que, en realidad, no ayudan a nadie). Eso se debe a que tú mismo no tienes un entendimiento claro de la verdad, por eso no puedes resolver los problemas reales de tus hermanos y hermanas. Entonces, ¿hay alguna diferencia entre esto y que los anticristos desorienten a la gente? Los anticristos no ayudan a la gente por buena voluntad; su motivación y objetivo es desorientarla y controlarla. Cuando los anticristos hacen ese tipo de cosas y cuando gritan eslóganes, observad su comportamiento y el tipo de carácter que revelan: esa es la clave para discernirlos. Algunas personas tienen una estatura pequeña y no tienen un entendimiento claro de la verdad. La intensidad de su obra puede no alcanzar los resultados necesarios, pero no tienen la motivación ni el objetivo de desorientar o controlar a la gente. También quieren guiar a la gente ante Dios, solo que su capacidad no está a la altura de su deseo. Aunque no logren resultados claros, la gente puede ver que tienen las intenciones correctas y que quieren guiar a las personas ante Dios. En cambio, ¿cuál es el objetivo de los anticristos? (Ganarse la aprobación de las personas y que los escuchen y los sigan). Entonces, ¿cuál es la diferencia entre lo que ellos dicen y lo que dice la persona cuyas capacidades no están a la altura de su deseo? Esa persona habla desde el corazón, pero no logra calar la esencia y la raíz del problema; no puede compartirla de manera clara y, en última instancia, no puede resolver el problema ni proveer a los demás. ¿Y cuáles son las palabras de un anticristo? ¿Vienen del corazón? (No). Es evidente que no: todo lo que dice son mentiras. ¿Por qué tiene que decir mentiras? Porque quiere jugártela y desorientarte. Lo que significan es: “Yo he hecho el trabajo que me corresponde como líder, he compartido lo que debía y todo lo que he dicho es correcto. Si no lo aceptas y el problema sigue sin resolverse, es tu culpa, no la mía”. No tiene un deseo genuino de resolver tus problemas, sino que lo hace por inercia, ya que no tiene más opción que decir esas cosas correctas para mantener su estatus. Las dice contra su voluntad y, aunque las esté diciendo, no lo hace por voluntad propia; no es lo que realmente piensa en su corazón. De ahí que ciertos anticristos normalmente puedan aprender a decir algunas palabras correctas y ayudar a otros a superar su negatividad, pero, cuando ellos mismos se enfrentan a ser podados o son reemplazados, se vuelven extremadamente negativos; no son capaces de autoconocerse de principio a fin y tienen que depender de que los hermanos y hermanas los ayuden. ¿Ha ocurrido esto? (Sí). Este tipo de cosas pasan muy a menudo. Las palabras y doctrinas que un anticristo predica constantemente a los demás no pueden siquiera ayudarlo a él mismo. Entonces, ¿esas palabras vienen de las profundidades de su ser? ¿Son el resultado de sus experiencias reales? (No). Entonces, lo que dice son meras palabras y doctrinas, no un reflejo de su verdadera estatura. El trabajo que hace para ayudar a otros consiste nada más que en usar falsas impresiones, acciones y buen comportamiento por inercia para hacer que la gente lo reconozca, lo acepte y lo apruebe como líder. Una vez que la gente lo considera su líder, ¿no cede ante él? Si lo hace, ¿no obtiene estatus el anticristo? ¿No está entonces asegurado su estatus? Ese es, precisamente, su objetivo. Algunos líderes y obreros carecen de entendimiento de la verdad y, cuando hacen su trabajo, su capacidad no está a la altura de su deseo. Esa es, a lo sumo, una señal de su pequeña estatura y de que no son líderes calificados. Pero, cuando un anticristo trabaja, no tiene en cuenta si puede o no ayudar o dar apoyo a sus hermanos y hermanas. Solo piensa en su propio estatus y en sus intereses. Eso es lo que los diferencia: su carácter es distinto. Por eso, aunque el anticristo diga muchas palabras agradables, estas no reflejan su realidad. Las dice contra su voluntad; solo está usando ciertas doctrinas y eslóganes que por fuera son correctos o palabras que se ajustan a los sentimientos humanos para aconsejar a las personas y actuar por inercia. ¿Por qué tiene que actuar por inercia? Porque, si ve que alguien está débil o negativo y no lo ayuda, otros dirán que no está haciendo un trabajo real y que no está cumpliendo sus responsabilidades de líder. Esas acusaciones lo preocupan, así que no tiene más opción que actuar. Por lo tanto, su objetivo no es solo hacer su deber; teme que, si no se presenta de inmediato a ayudar y proveer a los hermanos y hermanas cuando están afrontando dificultades, cumpliendo así con su responsabilidad, los hermanos y hermanas ya no lo apoyarán. En la próxima elección podrían no elegirlo y ya no sería un líder genuino, sino que solo tendría un título vacío. ¿Es tener solo un título vacío lo que desea en su corazón? (No). ¿Qué quiere, entonces? Quiere poder real y estatus, quiere que los hermanos y hermanas lo adoren para sus adentros, lo apoyen y lo sigan. Por eso se esfuerza para ser escogido como líder en cada elección, ese es su objetivo.
Algunos supuestos líderes y obreros muestran particular entusiasmo al aproximarse las elecciones exhibiéndose por todas partes y comportándose de manera anormal. La gente así puede ser de la índole de los anticristos. Si realmente pueden actuar así, ¡es despreciable! Alguien que verdaderamente posee conciencia y razón se sentirá culpable naturalmente en su interior cuando actúa con motivaciones y propósitos. Restringido por su conciencia y su razón, se dará cuenta de que no actuaba con tanto entusiasmo antes y de que la gente sin duda podrá notar ese entusiasmo repentino. Hasta sentirá asco hacia sí mismo y preferirá no presentarse a la elección antes que comportarse de esa manera. Dado que lleva muchos años creyendo en Dios y ha desarrollado un poco de estatura y algo de sentido de la vergüenza, al final, es capaz de frenarse. En cambio, los anticristos no se frenan: hacen lo que quieren y actúan como les place. Tienen ambiciones y una serie de motivaciones, propósitos y conspiraciones. Lo saben muy bien en su interior, pero insisten en hacer las cosas de esta manera, pensando siempre en su reputación y su estatus. Sienten que hacer cosas por la iglesia y por sus hermanos y hermanas es una pérdida excesiva y no vale la pena. Por eso se anteponen ellos mismos en todo lo que hacen y siempre están pendientes de ser el número uno. Cuando llegan las elecciones, hacen lo posible por hacer presión en todas partes, desorientando y atrayendo a las personas para que los elijan, e incluso agregando un par de votos a favor de ellos mismos en secreto durante la votación. ¿No es repugnante que actúen así los anticristos? Si no tuviesen ambiciones, ¿llegarían tan lejos? ¿No es esto claramente la ambición en acción? Cuando alguien menciona que otra persona es ambiciosa, no hay nada positivo; todo lo que esa persona hace es sin duda repugnante e inefable. Todo lo que hacen los anticristos es fingido y engañoso; siempre usan falsas apariencias para desorientar a la gente. Aquellos que no conocen la verdad del asunto los ven y piensan: “El líder ha hecho un esfuerzo muy grande en estos últimos días, sacrificando el sueño y la comida, trabajando día y noche y llevando siempre la delantera. Ha sufrido bastante y está tan cansado que ha perdido mucho peso; incluso tiene más canas”. Algunos hermanos y hermanas ven eso y sienten lástima por el anticristo y, al final, en la elección, votan por él. ¿No ha logrado su objetivo el anticristo? (Sí). Eso es lo que significa conspirar y usar tácticas; eso es lo que significa ser perverso. Por lo tanto, los anticristos desorientan a la gente no solo con palabras, sino muchas veces también con acciones y comportamientos que le dicen a la gente, sin hablar, cuán entusiastas, cuán sumisos y cuán considerados de los hermanos y hermanas son. Utilizan esas expresiones aparentemente buenas y correctas y esas falsas apariencias exteriores para una y otra vez decirles a las personas, enfatizar y hacerles notar que son líderes capacitados, buenos líderes que ellas deben aceptar. Es tal como en las elecciones en los países democráticos, donde los candidatos van por ahí dando discursos, haciendo presión y haciendo campaña por todas partes. Hasta hacen trampa durante la votación. Pero no se avergüenzan; siguen la creencia de que “Un hombre de verdad debe ser despiadado”. Utilizan los medios que sean necesarios para ganar la elección; ese es el pensamiento y la perspectiva de los no creyentes. ¿Y estos anticristos hacen lo mismo? ¡Claro que sí! Cuando se trata de poder y estatus, en el fondo de su corazón estos individuos se mueven con pasión y fervor en todo y se devanan los sesos para conseguirlos. No están en absoluto conformes con lo que les ha tocado. Entonces, si aquellos que tienen un alto nivel de entusiasmo por el poder y el estatus —o sea, los que no pueden controlar su ambición— terminan siendo elegidos líderes, no solo están siguiendo la senda de los anticristos, podrían también convertirse en uno. ¿Vosotros tenéis ambiciones? ¿Podéis controlarlas dentro de los límites de la humanidad y la razón? Si podéis controlarlas, podréis evitar el peligro de seguir la senda de los anticristos y no os convertiréis en uno de ellos ni seréis descartados. Si sentís que vuestras ambiciones son demasiado grandes, que a menudo recurrís a cualquier medio para obtener estatus e incluso estáis dispuestos a renunciar a comer, a beber y a soportar cualquier sufrimiento, e incluso estáis listos para emplear cualquier método despreciable; si habéis llegado al punto en que no tenéis vergüenza y os resulta difícil mantener vuestras ambiciones bajo control, entonces estáis en problemas: sin duda, sois anticristos. Si solo presentáis las manifestaciones de un anticristo, aún hay esperanzas de salvación. Pero ¿estáis fuera de peligro? Aún no. Si haces demostración de estas manifestaciones de un anticristo, quiere decir que aún te opones a Dios y estás listo para resistirte a Él y rechazarlo en cualquier momento. O quizás, como algo de lo que Dios ha hecho no se ajusta a tus nociones, podrías estudiarlo, malinterpretarlo, juzgarlo e incluso difundir nociones sobre Él. Entonces podrías rechazarlo y tomar tu propio camino y que al final Él te descarte. Las cosas que revelas en cualquier momento y en cualquier lugar pueden representar tu carácter. Por lo tanto, las cosas que revelas en todo momento y en todo lugar son la revelación de tu carácter. ¿Por qué siempre estamos hablando de los cambios en el carácter? Porque una persona cuyo carácter no cambia es un enemigo de Dios. Los anticristos son salvajemente impenitentes y dedican su vida a oponerse a Dios y a resistirse a Él hasta el final. Incluso si, en su interior, reconocen la existencia de Dios y que Él creó la humanidad y que puede salvarla, por su naturaleza no pueden cambiar la senda por la que caminan ni la esencia de resistirse a Dios y ser hostiles a Él.
La esencia del comportamiento de los anticristos es usar constantemente varios medios y métodos para satisfacer sus ambiciones y deseos, desorientar y atrapar a las personas, y para conseguir un estatus elevado a fin de que estas los sigan y los adoren. Es posible que, en lo profundo de su corazón, no estén compitiendo deliberadamente con Dios por la humanidad, pero algo es seguro: aunque no compitan con Dios por los humanos, sí quieren tener estatus y poder entre ellos. Incluso si llega el día en que se den cuenta de que compiten con Dios por estatus y se refrenen un poco, siguen usando distintos métodos para buscar estatus y reputación; tienen claro en su corazón que se ganarán un estatus legítimo ganándose la aprobación y la admiración de algunas personas. En resumen, aunque todo lo que los anticristos hacen parece un desempeño de sus deberes, su consecuencia es desorientar a la gente, hacer que los adoren y sigan, en cuyo caso, desempeñar su deber de esta manera es exaltarse y dar testimonio de sí mismos. Su ambición por controlar a las personas y por ganar estatus y poder en la iglesia nunca cambiará. Son unos completos anticristos. Sin importar qué diga o haga Dios y qué les pida a las personas, los anticristos no hacen lo que deben hacer, ni cumplen sus deberes de un modo que se corresponda con Sus palabras y Sus requisitos, ni renuncian a su búsqueda de poder y estatus como consecuencia de comprender algo de la verdad. En todo momento, sus ambiciones y deseos permanecen, todavía ocupan su corazón y controlan todo su ser, dirigiendo sus conductas y pensamientos y determinando la senda que recorren. Son unos auténticos anticristos. ¿Qué se ve, sobre todo, en los anticristos? Algunas personas dicen: “Los anticristos compiten con Dios por ganar a las personas, no reconocen a Dios”. No es que no reconozcan a Dios; en sus corazones reconocen genuinamente Su existencia y creen en ella. Están dispuestos a seguirlo y quieren perseguir la verdad, pero no logran controlarse y, por eso, pueden hacer el mal. Si bien pueden decir muchas cosas que suenan bien, hay algo que nunca cambiará: su ambición y deseo de poder y estatus nunca cambiarán. Ellos nunca abandonarán su búsqueda de poder y estatus por un fracaso o un revés, o porque Dios los haya dejado de lado o abandonado. Tal es la naturaleza de los anticristos. Así que ¿qué te parece? ¿Ha habido alguna vez un anticristo que haya cambiado sus formas de hacer las cosas y comenzado a perseguir la verdad porque sufrió adversidades, o que haya llegado a entender un poco de la verdad y adquirido un mínimo conocimiento de Dios? ¿Existe una persona así? Jamás la hemos visto. La ambición y la búsqueda de estatus y poder de los anticristos nunca cambiarán y, una vez que se hagan con el poder, jamás lo soltarán; eso determina precisamente su esencia-naturaleza. No hay la menor imprecisión cuando Dios define a esas personas como anticristos; es su misma esencia-naturaleza la que así lo determina. Algunas personas, quizás, creen que los anticristos tratan de competir con Dios por la humanidad. Sin embargo, los anticristos no necesariamente necesitan competir con Él; su conocimiento, entendimiento y necesidad de estatus y poder no son como los de las personas normales. La gente normal puede ser presumida a veces, puede tratar de ganar el reconocimiento de otros, de causarles una buena impresión y de competir por una buena clasificación. Esa es la ambición de la gente normal. Si son reemplazados como líderes y pierden su estatus, será difícil para ellos, pero, con un cambio en su entorno, un crecimiento en su estatura, algún logro de entrada a la verdad o la obtención de una comprensión más profunda de la verdad, su ambición se enfriará poco a poco. Se produce un cambio en la senda que toman y en la dirección en la que avanzan y su búsqueda de estatus y poder se desvanece. Sus deseos también disminuyen gradualmente. Los anticristos, en cambio, son diferentes. Ellos nunca podrían renunciar a su búsqueda de estatus y poder. En cualquier momento, en cualquier ambiente, independientemente de la gente que tengan alrededor y la edad que tengan, su ambición y su deseo jamás cambiarán. ¿Qué indica que su ambición nunca vaya a cambiar? Pongamos que se trata, por ejemplo, del líder de una iglesia. En su corazón, siempre estará pensando en cómo puede controlar a todos en la iglesia. Si lo transfieren a otra donde no es líder, ¿se conformará gustosamente con ser un seguidor normal? Por supuesto que no. Seguirá pensando en cómo ganar estatus y cómo controlar a todos. Vaya a donde vaya, deseará gobernar como un rey. Aunque lo pusieran en un lugar inhóspito, en un rebaño de ovejas, aún querría guiar al rebaño. Si lo pusieran con perros y gatos querría ser el rey de los perros y los gatos y gobernar a los animales. La ambición los consume, ¿no es cierto? ¿No es demoníaco el carácter de tales personas? ¿No es el carácter de Satanás? Justamente así es Satanás. En el cielo, Satanás quería estar en igualdad con Dios y, tras ser expulsado a la tierra, siempre intentó controlar al hombre para hacer que lo adorara y lo tratara como si fuera Dios. Los anticristos siempre quieren controlar a las personas porque tienen una naturaleza satánica y viven de acuerdo con su carácter satánico, que ya ha sobrepasado los límites de la razón de la gente normal. ¿No es eso un poco anormal? ¿Qué significa esa anormalidad? Que su comportamiento no se debería encontrar en la humanidad normal. Entonces, ¿qué es ese comportamiento? ¿Qué lo gobierna? Lo gobierna su naturaleza. Tienen la esencia de un espíritu maligno, no son como el género humano corrupto normal. Esa es la diferencia. El hecho de que nada detenga a los anticristos en su búsqueda de poder y estatus no solo deja en evidencia su esencia-naturaleza, sino que también le muestra a la gente que su semblante espantoso es el rostro exacto de Satanás y los demonios. No solo compiten con la gente por estatus, también se atreven a competir por este con Dios. Solo estarán satisfechos cuando cojan a los escogidos de Dios para ellos mismos y estén bajo su control absoluto. No importa en qué iglesia o grupo de personas estén los anticristos; querrán ganar estatus, tener el poder y hacer que la gente los escuche. Independientemente de si la gente quiere o está de acuerdo, los anticristos quieren tener la última palabra y hacer que los obedezcan y acepten. ¿No es esa la naturaleza de un anticristo? ¿Acaso la gente está dispuesta a oírlos? ¿Los eligen y los recomiendan? No. Pero aun así los anticristos quieren tener la última palabra. No importa si las personas están de acuerdo o no, los anticristos quieren hablar y actuar en nombre de ellas, quieren hacerse notar. Incluso tratan de imponerles sus ideas a otras personas y, si estas no aceptan, se devanan los sesos tratando de lograr que lo hagan. ¿Qué problema es ese? Es desvergüenza y descaro. Las personas así son auténticos anticristos; sean líderes o no, son anticristos de todas formas. Tienen la esencia-naturaleza de un anticristo.
Algunas personas le dan gran importancia a descubrir quiénes son los líderes de la iglesia, quiénes están involucrados en difundir el evangelio, dónde viven todos ellos, con quiénes tienen una relación estrecha, etcétera. Como espías de Satanás, están siempre husmeando y averiguando esas cosas. ¿Por qué siempre están interesados en esas cuestiones? Mucha gente no puede entender los motivos, solo siente que esos individuos son un poco raros. A la mayoría de las personas no les interesan esas cosas, están suficientemente ocupadas con sus propios deberes y no tienen tiempo de entrometerse. Se concentran en llevar a cabo sus propios deberes y se concentran en practicar la verdad y, sin darse cuenta, su carácter cambia: esa es la gracia de Dios. Sin embargo, hay un tipo de persona que es particularmente entusiasta cuando se trata de husmear y averiguar toda clase de cuestiones relacionadas con la iglesia. Cuando se encuentra con un líder, pregunta: “¿Cómo habéis lidiado con tal o cual persona malvada en la iglesia?”. El líder responde: “¿Acaso es de tu incumbencia cómo hemos lidiado con ello? ¿Qué haces husmeando en eso? ¿Acaso lo conoces?”. La persona dice: “Solo me importa, ¿sabes? Es un asunto de la casa de dios. Como miembros de la casa de dios, debemos ser fervorosos y prestar mucha atención a los asuntos de su casa. ¿Cómo podríamos ser indiferentes a ellos?”. El líder le dice: “No deberías husmear en este asunto. Concéntrate en escuchar los sermones y en asistir a las reuniones. Comer y beber de las palabras de Dios es lo que te incumbe. Eso es suficiente para que creas en Dios de manera adecuada”. La persona insiste: “Eso no sirve, debo preocuparme”. Como nadie se lo cuenta, piensa en a dónde ir a husmear. Cuando los líderes superiores organizan una reunión de compañeros de trabajo en su casa, siente que entrar y sumarse parecería un poco injustificado, entonces finge entrar para llevar agua e indaga sobre si aquella persona malvada fue expulsada o le permitieron quedarse. Cuando nadie le responde, deja la puerta entreabierta al salir y se queda allí escuchando a escondidas. ¿No está psicótica esta persona? Sí, está psicótica; en términos coloquiales la llamaríamos una “metomentodo”. Una persona así definitivamente tiene ambiciones. Quiere convertirse en líder, pero no puede, por eso se entromete en los asuntos de otras personas para darse consuelo y, al mismo tiempo, se asegura de que la gente vea que sabe mucho y que su entendimiento es extraordinario. Así, podría ser escogida como líder en el futuro. Para convertirse en líder, quiere participar en todo, indagar sobre todo y saberlo todo. Cree que, si está involucrada en esos asuntos día tras día, aunque no se convierta en líder, igualmente podrá estar a cargo de las cosas y hacer que las personas la respeten. No tiene el más mínimo interés en la verdad, solo le interesa entrometerse en los asuntos ajenos; se especializa en husmear en las cosas que quiere saber. Donde sea que haya un problema, allí estará, rondando como una mosca molesta. ¿No son repugnantes las personas así? Están atolondradas hasta ese punto; sin embargo, están bastante llenas de vida, solo que no piensan en hacer ningún trabajo de verdad. Cumplen el deber de recibir gente en su casa, pero no están dispuestas a limpiar el suelo de la cocina, aunque esté sucio. Se creen que están lidiando con asuntos importantes, y limpiar el suelo es algo que hacen las personas ordinarias. Alguien con su calibre no puede hacer ese tipo de tareas banales. No hacen absolutamente ningún trabajo de verdad; no pueden encargarse del trabajo que forma parte de su propio deber, no pueden cumplir ningún deber adecuadamente ni hacen las cosas de una manera sincera o sensata. En vez de eso, están ávidas de husmear en la obra de la iglesia, así como en asuntos significativos que involucran a sus líderes, a los obreros y a los hermanos y hermanas. Quieren opinar acerca de todo y, si la gente no está dispuesta a escucharlas, dicen: “Si no haces caso a mis palabras, ¡saldrás perdiendo!”. ¿No es poco razonable? (Así es). Por eso algunos anticristos están ocultos; no necesariamente deben tener estatus. Incluso sin él, no pueden estarse quietos. Si lo obtuvieran, ¿cuánto peor sería? ¿Cuánto más alto podrían subir? Aunque se cayeran y murieran, no les importaría. Decidme, si esas personas fueran elegidas como líderes, ¿podría tener una vida feliz el pueblo escogido de Dios? Algunos anticristos están ocultos; ¿qué quiere decir eso? Quiere decir que los anticristos no se convierten en tales cuando ganan estatus, sino que lo son desde un principio. Es solo que, como la estatura de las personas era pequeña y no podían discernirlos, o quizás algunas iglesias no podían encontrar a aquellos que persiguen la verdad, entonces escogieron como líderes a esas personas entusiastas que podían hacer planes y recados. Por ahora, no hablemos de si elegirlos líderes estuvo bien o mal; concentrémonos en lo que se debería hacer una vez que se descubre que son anticristos. Deberían ser desenmascarados y rechazados. Si alguien ha sido identificado como un anticristo y relegado de su puesto, ¿debería volver a ser elegido líder en el futuro? (No). ¿Por qué? (Porque su naturaleza no cambiará). Quienquiera que sea identificado como un anticristo no debería volver a ser elegido líder porque su esencia-naturaleza no puede cambiar. Los anticristos solo trabajan para Satanás, no son más que esclavos de él. Jamás harán ni dirán nada en aras de la verdad. La esencia de un anticristo es ser hostil hacia Dios y sentir aversión por la verdad, rechazarla y menospreciarla. Su naturaleza no cambiará. Si esa clase de personas no han sido líderes antes, no deberían ser elegidos y, si lo han sido y fueron relegados, ¿cambiarán si vuelven a convertirse en líderes en el futuro? (No, no lo harán). Siguen siendo anticristos. Su esencia-naturaleza así lo determina.
II. Disección de cómo los anticristos atraen a la gente
Acabamos de hablar sobre las manifestaciones de los anticristos al desorientar a las personas. Desorientar y atraer significan casi lo mismo, pero se diferencian en la naturaleza y en el método. Desorientar es usar falsas apariencias para despistar a las personas y hacerlas creer que son reales. Atraer es usar conscientemente ciertos métodos para hacer que la gente escuche a una persona determinada y siga su senda; su intención es bastante clara. Desorientar y atraer implican usar palabras aparentemente correctas para desorientar a las personas; decir cosas que coinciden con las nociones humanas y que ellas aceptan sin reparos, con el objetivo de desorientarlas. Sin darse cuenta, estas comienzan a creerlos y a seguirlos, posicionándose con ellos y uniéndose a su pandilla. De esta manera, los anticristos alejan a las personas de un grupo correcto de gente y las llevan hacia su bando. En pocas palabras, si las personas aceptan esas acciones de los anticristos, podrían creerlos y adorarlos y luego aceptar y obedecer a todo lo que ellos digan, comenzando inconscientemente a seguirlos. ¿No han sido embaucados y engatusados? Para conseguir su objetivo de desorientar y atraer a las personas, algunos anticristos suelen usar ciertas tácticas al interactuar y hablar con ellas, y esto trae como resultado divisiones, facciones y grupillos dentro de la iglesia. Por ejemplo, si un anticristo es del sur y se encuentra con otro sureño, podría decir: “Ambos somos sureños: crecimos bebiendo agua del mismo río y hablamos el mismo idioma. Los norteños no hablan nuestro idioma, ¡es imposible acercarse a ellos! Aunque todos creamos en el mismo dios, al ser gente del norte, sus costumbres de vida son distintas a las nuestras y nuestras personalidades son incompatibles. No tenemos nada de qué hablar. Así que tú y yo somos como familia y debemos mantenernos unidos”. Esto puede sonar razonable, como si solo estuviera exponiendo un determinado punto de vista, pero lo dice con una motivación y un propósito, y las personas deberían discernirlo. En realidad, lo que el anticristo dice no es lo que está en su corazón; es como un camaleón que ajusta sus palabras dependiendo de la persona con la que esté hablando. Al encontrarse con norteños, el anticristo podría decir: “El norte es fantástico; allí el aire es puro. Aunque nací en el sur, crecí bebiendo agua del norte. ¡Al menos eso tenemos en común!”. Tras oír eso, los norteños podrían sentir que el anticristo es una persona bastante buena y entonces comenzar a relacionarse con él. El anticristo es un gran experto en desorientar a la gente y atraerla, usando diversas tácticas para dividir la iglesia, provocando que los sureños y los norteños formen diferentes grupos, todo para su propia ganancia, para lograr su objetivo de aliarse y formar su propia fuerza partidaria. Especialmente durante las elecciones de la iglesia, si el anticristo ve que un hermano o una hermana del norte pueden llegar a ser elegidos, se embarcará en operaciones encubiertas y cambiará los votos en secreto, y finalmente todos los líderes y diáconos elegidos de la iglesia terminarán siendo del sur. Nada detiene a los anticristos a la hora de desorientar y atraer a las personas, causando divisiones y facciones y usando esos métodos para dividir y controlar la iglesia. ¿Cuál es su objetivo al hacerlo? (Establecer su propio reino independiente). ¿Cuál es la naturaleza de establecer un reino independiente? Significa ser irreconciliable con Cristo, reclamar para ellos al pueblo escogido de Dios y alzarse contra Él como Su igual. ¿No es como montar una rivalidad contra Dios? (Sí). Eso es exactamente lo que es. Entonces, ¿cuáles son las consecuencias de que los anticristos actúen así? Sus acciones trastornan y perturban gravemente la obra de la iglesia y ofenden directamente el carácter de Dios. Él les responderá con ira, y cada uno de dichos anticristos claramente tendrá que enfrentarse al castigo y la destrucción, sin ninguna duda. En la Era de la Ley, los 250 líderes que juzgaron a Moisés recibieron un castigo directo. En la Era de la Gracia, los que crucificaron al Señor Jesús también se enfrentaron a un castigo directo; fueron maldecidos y terminaron mal. Ese es el desenlace para los anticristos que se oponen a Dios y el fin inevitable de quienes se resisten a Él.
¿Cómo usan los anticristos los distintos métodos para atraer a la gente y así dividir la iglesia? Primero, un anticristo atraerá a personas que tengan dones y que puedan hablar con elocuencia; les dará antes una buena impresión inicial y así, haciendo amigos, extenderá el alcance de su propia fuerza. No prestará atención o incluso excluirá a las personas pobres o con un calibre más bajo o que sean relativamente ingenuas. Buscará la manera de ganarse a cualquiera que posea estatus y riqueza en la sociedad, mientras que designará como ciudadanos de segunda en la iglesia a los hermanos y hermanas que se esfuerzan sinceramente pero tienen poco dinero, o quienes tienen poco estatus social o no tienen ninguna fuerza digna de mención y son blanco fácil de amedrentamiento. Así, una iglesia con unas pocas decenas de miembros se verá dividida, de manera imperceptible, en dos clases de personas. ¿Quién es responsable por esto? (Los anticristos). Los anticristos hacen ese tipo de cosas. Si un buen líder que realmente entiende la verdad descubre que una situación semejante se da dentro de la iglesia, usará la verdad para resolverla. No permitirá que se separe a la gente de la iglesia por rangos o que se la clasifique de acuerdo con su estatus social, ni dividirá la iglesia. Se asegurará de que todos los hermanos y hermanas, sin importar de dónde vienen o si tienen algún estatus social, estén unidos en las palabras de Dios y ante Él. Los anticristos, por su parte, no solo no resuelven esos problemas, sino que usan las actitudes corruptas de las personas para alcanzar sus objetivos. Buscan a quienes tienen estatus social y riqueza y los atraen. ¿Cómo lo hacen? Puede que digan: “Tu estatus social es una bendición de dios que él ha decretado. Deberías valerte de tu situación para llevar a cabo tu deber en su casa. Yo soy un líder ahora y soy reconocido en la zona por mi fe. Mi familia me acosa bastante y hay algunos riesgos asociados a mi rol de líder. Necesito personas como tú para que me ayuden a mantenerme a salvo. ¡Si puedes hacer eso por mí, recibirás grandes bendiciones en el futuro y progresarás rápidamente en la vida!”. Así es como los anticristos atraen y seducen a la gente para que los sigan. Si un anticristo se encariña con una persona o esta le parece útil, organizará las cosas para que tenga deberes sencillos o que la hagan ser el centro de atención, haciendo todo lo posible para que ascienda. No le importa si cumple o no con los principios para usar a las personas en la casa de Dios. Siempre que la persona tenga estatus social y pueda resultarle de utilidad, la atraerá. Para lograr sus objetivos, los anticristos se acercan, elogian y atraen a quienes tienen riqueza y estatus en la sociedad al tiempo que se apropian de beneficios para ellos mismos. También existe un segundo método que usan para atraer a personas con dinero, poder y estatus, y es consentirlas. Las personas de ese tipo a menudo cometen actos inmorales dentro de la iglesia, apagando el entusiasmo de los hermanos y hermanas y perturbando la vida de iglesia. Los anticristos las observan felizmente y les permiten cometer cualquier fechoría que deseen. ¿Cuál es el propósito de la indulgencia del anticristo? Sigue siendo atraerlos y, una vez que lo logran, obtener beneficios de ellos. Incluso simulan decirles: “Aunque me hayáis elegido como líder y tenga la responsabilidad de guiaros, esta iglesia no me pertenece a mí solo. No puedo tomar decisiones por mi cuenta dentro de ella. Es necesario que vosotros también ayudéis. Si algo surge, vosotros también tenéis voz y voto, eso es lo que significa cooperar”. Les dicen eso a quienes son ricos, influyentes y les representan una ventaja, haciendo todo lo posible para atraer a esos individuos, hasta que llegue el punto en el cual puedan controlarlos. Por el contrario, harán lo que sea para excluir, atacar o simplemente ignorar a aquellos que creen en Dios genuinamente pero no tienen dinero, estatus social o alguna utilidad aparente. ¿Qué quiere decir su indiferencia? “Si estos pocos nos mantenemos unidos y nos convertimos en una fortaleza de hierro, calculo que vosotros, gente común, no podréis tener ningún impacto importante. Si te comportas de manera ingenua y escuchas lo que digo, te daré permiso para seguir creyendo. Pero, si sigues poniéndote quisquilloso, expresando tus opiniones sobre mí o reportándome a los superiores, ¡entonces te castigaré y te expulsaré!”. Ese es su plan. Algunas personas que no tienen discernimiento se asustan y dicen: “No debemos ofenderlo. Ha formado su propia facción y no podemos permitírnoslo. Nuestras palabras no tienen peso y si, por error, decimos algo que le molesta y el líder realmente nos expulsa, perderemos nuestra oportunidad de creer en Dios”. Esas personas están muertas de miedo. Detrás del comportamiento de los anticristos de atraer a la gente hay un carácter perverso, cruel y malévolo. ¿Cuál es su objetivo al atraer a la gente? Es también afianzar su posición. ¿Cuál es su objetivo al formar grupillos o pandillas? Extender el alcance de su fuerza, hacer que la gente los apoye, asegurando su poder y su estatus aún más. ¿Alguno de vosotros os habéis topado con tales asuntos? Cuando un anticristo controla una iglesia, cualquiera que tenga dinero, estatus o dominancia lo apoya, y toman el control juntos, formando una facción, una pandilla de cuatro, cinco o seis personas. Nadie tiene permitido poner al descubierto sus asuntos. El anticristo atrae a esas personas porque le resulta difícil controlarlas; debe tenerlas cerca, hacerlas sus asistentes para poder asegurar su posición. Además, ellas tienen un valor del que el anticristo puede aprovecharse. Su método para atraerlas es, en cierto sentido, una forma de apaciguarlas y evitar que sean una amenaza para su posición.
En relación con este aspecto de que los anticristos atraen a las personas, hemos mencionado dos manifestaciones. ¿Ese tipo de cosas suceden en vuestra iglesia? Decidme, ¿existen ese tipo de cosas? (Sí). Definitivamente. Entonces, entre todo lo relacionado con atraer a la gente, ¿qué otras manifestaciones poseen la misma naturaleza que cuando los anticristos atraen a personas? ¿Cuáles son las consecuencias de ello? ¿Por qué los anticristos quieren hacerlo? Si no lo hacen, ¿pueden lograr su objetivo de controlar a la gente? (No pueden). Deben traer ante ellos a personas que los escuchen y que estén de acuerdo con su voluntad para poder así ocupar una posición y tener objetos sobre los cuales ejercer su autoridad. Si no hay nadie cerca que los escuche, ¿no serán incapaces de satisfacer su ambición de estatus y poder? Por eso, solo cuando atraen a todos los tipos de personas posibles ganan una posición y poder. ¿Y cómo lidian con aquellos a los que no pueden atraer? (Los excluyen y los atacan). Comienzan a atacarlos y a excluirlos. ¿No ha habido anticristos que han convertido a aquellos miembros de la iglesia a los que no pudieron atraer en presuntos “oyentes”? No les dan los sermones, himnos y libros de las palabras de Dios publicados por la iglesia, o no se les informa de las reuniones durante un largo período de tiempo. En verdad existen estas cosas, y son todas acciones de los anticristos. Los nombres de quienes son atacados y excluidos por los anticristos no fueron tachados por la iglesia; ellos no se han ido por voluntad propia y no han dejado de asistir a las reuniones de manera voluntaria. Todos son creyentes sinceros, pero, dado que tienen cierto discernimiento respecto a los anticristos, a menudo son excluidos y no tienen acceso inmediato a los libros de las palabras de Dios o a los sermones, himnos y diversos arreglos del trabajo que la iglesia publica, y tampoco pueden comer y beber de las palabras de Dios. Por otro lado, quienes están por debajo de los anticristos, o sea, quienes son capaces de escucharlos, han sido atraídos y se han rendido a ellos, gozan de un tratamiento favorable al tener acceso prioritario a varios libros y vídeos que la casa de Dios distribuye. Así, la iglesia queda sumida en el caos y dividida a causa del comportamiento y las acciones de los anticristos, y hay agitación en el corazón de las personas.
¿Hay algún requisito que busquen los anticristos para atraer a la gente? ¿Atraen a aquellos que aman la verdad y se someten a Dios de manera genuina? (No). Quienes aman la verdad y se someten a Dios poseen cierto discernimiento, no pueden ser atraídos y no siguen a los anticristos. Entonces, ¿a quiénes atraen? En su interior, los anticristos prefieren a quienes son buenos halagando a la gente que tiene estatus, a los que son buenos congraciando y lisonjeando a los demás, y a algunos que han hecho cosas malas y temen ser expulsados, y que, a causa de eso, hacen todo lo posible para complacer a los anticristos. Los anticristos usan la situación de protegerlos para atraerlos y ganarse sus corazones, permitiéndoles acercarse. La mayoría de las personas a las que atraen, aparte de nuevos creyentes que no comprenden la verdad, son personas que no la aman. ¿Acaso alguno de esos que no aman la verdad posee consciencia y razón? Ninguno de ellos es bueno, y Dios no elige a la gente así. Los anticristos atraen a esas personas y las guían como payasos. Incluso ellas llegan a creer que han obtenido un puesto de alto cargo y que tienen estatus, y se sienten especialmente satisfechas en su interior. ¿No es eso un descaro? ¿A qué otro tipo de gente atraen los anticristos? (A personas con una humanidad relativamente malvada). Exacto, a personas malvadas. ¿Cómo tratan los anticristos a las personas malvadas? Las protegen. Supongamos, por ejemplo, que hay una persona malvada en la iglesia y todos los hermanos y hermanas denuncian que esa persona es particularmente mala, que causa agitación en la iglesia cuando está cerca, perturbando el cumplimiento del deber de todos y la obra de la iglesia. Siempre que la llevan para realizar un deber, la obra de la iglesia sufre pérdidas. Los anticristos, sin embargo, consideran útiles a esas personas y las atraen a su lado para que les sirvan. Ellos no expulsan a las personas malvadas, sino que las protegen, a no ser que alguna de ellas no los apoye o pueda discernirlos, en cuyo caso se encargarán de ella. Siempre que una persona malvada halague al anticristo, lo apoye y no se oponga a él, él la atraerá y se la ganará para potenciar su propia fuerza. Ahora, ¿cómo se llevan los anticristos con esas personas que no persiguen la verdad? Su manera de interactuar es, en esencia, adulación mutua y zalamería. A donde sea que vayan los anticristos, esas personas malvadas revolotean a su alrededor como moscas. Desde luego que no se juntan para hablar sobre la verdad, porque todos sienten aversión hacia ella y ninguno busca resolver los problemas hablando sobre ella. Lo único que dicen son cosas propias de los no creyentes, están sobre todo sembrando cizaña con rumores, menospreciando a otros y exaltándose a sí mismos, y asesorándose sobre formas de castigar a las personas. Además, estudian cómo guardarse de la casa de Dios, hablan sobre cómo hacer frente a lo Alto, cómo saber de antemano si alguien quiere informarle sobre sus cuestiones y cómo reaccionar una vez que se haya enterado. Esos son los asuntos de los que habla esa pandilla de personas malvadas. Cuando están juntas, nunca hablan sobre cosas como llevar a cabo sus deberes ni sobre usar la verdad para resolver problemas. Jamás tratan, por ejemplo, asuntos legítimos como brindar apoyo y ayuda a los hermanos y hermanas que se han vuelto negativos y débiles y no tienen energía para llevar a cabo sus deberes o encontrar soluciones y sendas para mejorar la efectividad de ciertos aspectos de la obra de la iglesia. Hablan de cómo engañar a lo Alto y a la casa de Dios, asegurándose de que esta no conozca la verdad sobre ellas. Una vez que se descubre que alguien se puso en contacto con lo Alto o ha informado sobre su situación, lo consideran una amenaza a su posición y una ruina para sus asuntos. Investigan de manera implacable quién es el responsable, buscando sospechosos, y, una vez que lo encuentran, aíslan a la persona, la transfieren a otra parte y luego emiten una orden que prohíbe que cualquier persona informe de su situación a lo Alto. Así se aseguran de que nadie se atreva a informar de ellos. Así es como los anticristos ganan el control total de la iglesia. Lo Alto no tiene forma de saber qué actos malvados cometen tras bastidores hasta que se entera de la situación y encuentra su punto débil; entonces ordena que se los investigue y, por último, los reemplaza o expulsa. Este grupo de anticristos y personas malvadas puede hacer un desastre en la obra de la iglesia en solo unos pocos meses y puede provocar que los hermanos y hermanas sospechen unos de otros, se desautoricen, se dejen en evidencia y se ataquen unos a otros, dividiendo la iglesia. Esa es la consecuencia cuando los anticristos desorientan a la gente y toman el control de la iglesia. De esa forma, los anticristos desorientan a todos aquellos que no persiguen la verdad e incluso atraen a algunas personas malvadas útiles para controlar a la iglesia, consolidando así su posición y su autoridad. Si las personas malvadas los escuchan, ellos las protegen. De lo contrario, se ocupan de ellas antes. Si las personas malvadas los siguen y pueden ser captadas y atraídas, ellos les permiten ser sus secuaces, sus manos y sus ojos para llevar a cabo malas acciones, infiltrándose entre los hermanos y hermanas y buscando quién tiene objeciones contra ellos, quién discierne sus acciones, cuáles de sus malas obras han sido descubiertas y quiénes siempre quieren contactar a lo Alto para informarles de sus problemas. Los anticristos y las personas malvadas investigan específicamente esos asuntos, que les preocupan mucho. A menudo conversan entre ellos sobre contraataques, tratando como enemigos a quienes pueden discernirlos o sospechan de ellos. Buscan excusas para castigar a una persona hoy, y mañana aprovechan para castigar a otra; incluso usan diversos razonamientos y excusas para instigar al pueblo escogido de Dios a expulsar y deshacerse de esos individuos. Una vez que los anticristos se convierten en líderes u obreros, realizan estos actos. En unos pocos meses, pueden sumir en el caos a la iglesia, llegando incluso a extinguir el fervor ardiente de una iglesia de nuevos creyentes como el agua apaga el fuego. Por eso los anticristos son verdaderamente enemigos de Dios y de Su pueblo escogido. No se trata de una exageración en lo más mínimo: ¡es increíblemente certero! Cuando los anticristos o las personas malvadas tienen poder, la atmósfera de la iglesia se vuelve repugnante. No hay vida de iglesia en absoluto, no se come y bebe de las palabras de Dios normalmente y no hay un ambiente de compartir la verdad. En cambio, está lleno de intriga y de mala conducta desenfrenada. Eso es lo que significa que el diablo tenga el control. ¿Puede surgir algo bueno de eso? Eso solo puede traer desastres al pueblo escogido de Dios; eso es cierto, sin ninguna duda.
Algunos anticristos, cuando llegan a una iglesia a tomar el rol de líderes, lo primero que hacen es investigar quién de allí ha informado de problemas a lo Alto a menudo en el pasado. Quieren mantener a esas personas lejos de ellos y no van a quedarse en sus casas, ni siquiera si ellas pueden acogerlos. Si alguien es bueno lamiendo botas y se mantiene constantemente orbitando alrededor del líder y se congracia con él, en la casa de esa persona será donde el anticristo planee quedarse. Alguien dice: “Están hospedando a dos hermanas”. El anticristo responde: “Eso no sirve. Haz que se muden a otro lado”. La persona replica: “No puedes simplemente trasladar a las personas de un lado a otro como te apetezca. Ese lugar es bastante apropiado para las dos hermanas; hacer que se muden podría afectar el desempeño de sus deberes”. Y él responde: “Como líder, se hace lo que yo digo, ¡debes obedecerme!”. Entonces, obliga a las dos hermanas a mudarse. ¿Por qué insiste en quedarse en esa casa? Es porque esa familia es ingenua y débil y no representa ninguna amenaza para él. No importa qué fechorías cometa ni lo desenfrenado que se vuelva el comportamiento que tiene a espaldas de la gente; esa familia no lo reportará. Por eso buscan ese tipo de lugares para quedarse. Después de un tiempo, llevan consigo a sus socios malvados y realizan sus malas obras allí, conversando sobre contraataques y conspirando sobre cómo castigar a tal o cual persona. Cuando un anticristo o una persona malvada aparece en la iglesia, antes que nada busca a personas que le agraden y de las cuales pueda aprovecharse para extender y afianzar su fuerza. Por el momento, no se meten con quienes comprenden la verdad para no arriesgar su propia posición. Aún no trastornan el orden actual de las cosas. Después de consolidar su posición y encontrar cómplices adecuados, comienzan a discutir contraataques para castigar y ocuparse de aquellos hermanos y hermanas que persiguen la verdad. ¿Cómo hacen para castigarlos y ocuparse de ellos? Primero, atraen a los que los aprueban, los que no los disciernen, los que pueden serles de utilidad. Si hay personas a las que no pueden atraer o que los disciernen, buscan una razón o excusa para aislarlos o deshacerse de ellos. ¿Qué tipo de carácter revela este comportamiento de los anticristos? (La crueldad). El ambiente de cualquier lugar en el que ellos adoptan puestos de liderazgo se vuelve repugnante. El orden de la vida de iglesia se trastorna. Si no los escuchas, te reprimirán, restringirán o incluso te echarán o expulsarán. Algunos anticristos actúan como matones, rufianes o arpías. Incluso después de creer en Dios, aún quieren ganar una posición, actuar con despotismo en la casa de Dios y controlar a Su pueblo escogido. De esa manera hacen un desastre con la iglesia. Si las personas no tienen discernimiento, serán desorientadas y controladas por ellos, lo que, al final, resultará en su propia destrucción.
Hemos terminado, más o menos, de hablar sobre cómo los anticristos atraen a las personas. Mientras me escuchabais hablar sobre estos temas, ¿sentisteis que son algo así como una rareza? Estáis asombrados, pensando “¿De verdad podría suceder eso? ¿No es imposible? ¿Cómo puede existir gente así entre los creyentes?”. Dejad que os diga algo: puede ponerse aún peor. Todo el mundo muestra una fachada de semejanza humana cuando está frente a otros, pero es su forma de ser tras bambalinas lo que revela su verdadero rostro. Sus palabras y acciones cuando están frente a otras personas no son más que un disfraz, una impresión falsa. Es lo que hacen y dicen tras bambalinas lo que refleja su verdadero ser. Si alguien aparenta una cosa delante de la gente y otra cuando no lo ven, deberíais ser capaces de discernir cuál es genuina y cuál es falsa, ¿verdad? Un anticristo puede verse muy amable delante de las personas, pero, si estas supieran lo que hace en privado, lo hallarían desagradable. Sentirían que es una deshonra tratar con él, que no es un hombre íntegro, sino malvado y mezquino. En ese caso, ¿puede el anticristo relacionarse con gente normal? No, no puede. No se trata de una persona normal que tiene algunos malos hábitos, sino que es una cuestión de carácter. En cuanto ves su carácter, te percatas de que no es humano sino una bestia, un diablo. Dime, ¿cómo se siente un humano cuando lidia con animales? Es como meter un cerdo dentro de la casa, limpiarlo, vestirlo con pequeñas prendas y tratarlo como a una mascota. Al día siguiente te encontrarás con que la casa se ha convertido en una pocilga; el cerdo come, bebe y hace sus necesidades allí sin ninguna consideración por la higiene. Es entonces cuando te das cuenta de que no se puede tener a los cerdos así: ¡son animales! Desde fuera, puede parecer que las personas como los anticristos tienen algo de calibre y educación, o puede que hayan sido alguna vez figuras prestigiosas en la sociedad y eso les haya ganado cierto respeto. Pero la mayoría son como animales sin siquiera conciencia ni razón. ¿Poseen una humanidad normal? (No). Sin humanidad normal, ¿pueden aún ser consideradas humanas? ¿Podríais aceptar su liderazgo? ¿Qué pasaría si los hermanos y hermanas cayeran en las manos de personas como esas? Serían desorientados y atraídos y sin duda sufrirían. Los anticristos son diablos y no tienen conciencia ni razón. En la superficie, parecen amorosos, comprensivos y empáticos con las dificultades, debilidades y necesidades emocionales de algunas personas. En realidad, esas son las personas a las que ellos prefieren y que los adulan. Pero, si ellas ponen en riesgo el estatus o la reputación de los anticristos, estos no solo no las tratarán con bondad, sino que usarán, sin ningún escrúpulo, métodos incluso más malévolos para lidiar con ellas sin mostrar un ápice de empatía o tolerancia. El amor y la tolerancia de los anticristos es tan solo una fachada y su objetivo no es, en ningún caso, llevar a la gente ante Dios, sino hacer que los adoren y sigan a ellos. Su propósito al atrapar a las personas de esta manera es afianzar su propia posición y ganar adoración y seguidores entre ellas. Sin importar los métodos que utilicen para desorientarlas y atraerlas, una cosa es cierta: se devanarán los sesos y emplearán cualquier medio que sea necesario en aras de su propio poder y estatus. Otra certeza es que, hagan lo que hagan, no lo hacen para cumplir con sus deberes, y sin duda tampoco para llevarlos a cabo adecuadamente; más bien lo hacen para lograr su objetivo de tener poder dentro de la iglesia. Además, sin importar lo que hagan, jamás tendrán en cuenta los intereses de la casa de Dios y desde luego tampoco los de Su pueblo escogido. En el diccionario de los anticristos, esas dos consideraciones no existen; están intrínsecamente desprovistos de ellas. Independientemente de su nivel de liderazgo, no muestran la más mínima preocupación por los intereses de la casa de Dios ni de Su pueblo escogido. En sus pensamientos y puntos de vista, la obra de la iglesia y los intereses de la casa de Dios son irrelevantes y están por debajo de ellos. Solo piensan en su propia posición e intereses. Esto deja ver que la esencia-naturaleza de los anticristos, aparte de ser perversa, es particularmente egoísta y despreciable. Solo actúan por el bien de su propia fama, ganancia y estatus, sin prestar la más mínima atención a la vida o muerte de los demás. Cualquiera que represente una amenaza para su posición es objeto de una represión y una exclusión sin escrúpulos y es castigado con la máxima severidad. A veces, cuando alguien los reporta por cometer demasiadas maldades y lo Alto los descubre, sienten que están a punto de perder su posición y comienzan a llorar lágrimas amargas. Por fuera, parece que se arrepienten y regresan a Dios, pero ¿cuál es la verdadera razón detrás de esas lágrimas? ¿Qué es lo que realmente lamentan? Se afligen y sufren porque han perdido el corazón de la gente y su propia posición y reputación. Eso es lo que encierran sus lágrimas. Al mismo tiempo, ya están tramando los próximos movimientos para afianzar su posición, aprender de sus errores y regresar. A juzgar por ese comportamiento de los anticristos, se ve que jamás sienten remordimiento ni sufren por sus transgresiones ni por las actitudes corruptas que han revelado, y no hay duda de que no se conocerán a ellos mismos ni se arrepentirán genuinamente. Puede que se arrodillen ante Dios, llorando amargamente, reflexionando y maldiciéndose a sí mismos, pero se trata de una fachada para desorientar a la gente, y puede que muchas personas hasta crean que es auténtico. Es posible que, en ese momento, sus sentimientos sean genuinos. Sin embargo, es necesario recordar que los anticristos nunca experimentarán verdadero remordimiento; no lo harán ni siquiera si un día son puestos en evidencia y descartados. Solo reconocerán su propio error, que han metido la pata y que han expuesto todas sus acciones malvadas. ¿Por qué lo digo? Porque, en base a la naturaleza de los anticristos de odiar la verdad y a Dios, ellos nunca aceptarán la verdad. Por lo tanto, su autoconocimiento es eternamente falso. Solo admitirán que perdieron los corazones de las personas porque no pudieron captar las oportunidades de hacerse con el poder y afianzar su posición. Esos son los motivos de su sufrimiento y remordimiento. También puede que derramen lágrimas cuando están angustiados, pero ¿por qué lloran? ¿Qué hay detrás de esas lágrimas? Lloran porque sus muchas acciones malvadas han quedado al descubierto y porque han perdido su posición. Si pudieran sentir verdadero remordimiento y llorar porque han hecho el mal y se sienten en deuda con Dios, no cometerían tantas múltiples maldades. Si carecen de una conciencia culpable y no admiten sus acciones malvadas, ¿cómo puede surgir en ellos un remordimiento genuino? Después de hacer el mal, no tienen remordimiento; rebosan de indiferencia y lo único que sienten es que han quedado mal y que han hecho el ridículo. Puede que su ánimo decaiga un poco. Aunque parezca desde fuera que todo está bien, en realidad, en el fondo, están como un mudo tomando condimentos amargos: sufriendo en silencio. Experimentan un torbellino de emociones en su corazón y derraman lágrimas amargas, pero no hay arrepentimiento genuino. Esa es la verdadera situación. A veces, los anticristos pueden decir algunas palabras agradables, como: “Fue por mi calibre pobre que no hice bien el trabajo y que cometí algunos actos que perturbaron y trastornaron; no pude dirigir y no soy digno de asumir el liderazgo. Que dios me discipline y me maldiga. Si decidís no volver a elegirme como líder en el futuro, no me quejaré”. Y enseguida romperán en llanto. Algunas personas sin discernimiento sentirán compasión y dirán: “No llores, te volveremos a elegir en el futuro”. Al oír eso, ellos dejarán de llorar de inmediato. ¿Ahora veis cómo son en realidad? Cuando dicen unas pocas palabras lindas es para ganarse el corazón de las personas, desorientarlas y timarlas, y algunas hasta les creen. Si los anticristos derraman lágrimas, sin duda hay intenciones ocultas detrás. Cuando aquellos que los adoran comienzan a cuestionarlos y su estatus se tambalea, lloran. Se sienten tan turbados que no pueden comer ni dormir y le dicen a su familia sin cesar: “¿Cómo puedo continuar si no tengo un puesto de líder?”. Ellos le responderán: “¿No vivías bien antes, cuando no tenías estatus? ¿Por qué no puedes seguir viviendo?”. Y él contestará: “Si no fuera por mi estatus, ¿habría recibido estos beneficios? ¿Seguiríamos siendo así de adinerados? ¿Por qué eres tan tonto?”. En casa, algunos dirán abiertamente: “¿Qué sentido tiene vivir sin estatus? ¿Cuál es el sentido de la vida? Nuestra familia tiene solo unos pocos miembros y en casa solo puedo estar a cargo de ellos. Solo soy cabeza de familia, mi estatus no es elevado. Debería ser un alto cargo de la iglesia; de lo contrario, habré desperdiciado mi vida. Además, sin esa posición en la iglesia, ¿podría nuestra familia gozar de una vida tan buena?”. Puertas adentro hablan con honestidad y sus ambiciones quedan al desnudo. ¿No son individuos descarados? La desorientación de los anticristos no es una transgresión ocasional, no es accidental. Si se tratara de malas acciones ocasionales y accidentales, no se los consideraría anticristos. Ellos desorientan a la gente de manera intencional, los rige el carácter satánico. Es por eso que desorientan a las personas constantemente, usando este método adrede para controlarlas y finalmente ganar poder. De hecho, el objetivo de un anticristo al desorientar y controlar a las personas es hacer que ellas lo escuchen, lo sigan y se distancien de Dios. Sus intenciones son muy claras: busca competir con Dios por las personas. Sus acciones no son revelaciones de corrupción pasajeras, no son fruto de un impulso ajeno a su voluntad y, sin duda, no son forzadas por circunstancias especiales. Son exclusivamente producto de su naturaleza perversa, de sus ambiciones y deseos desmesurados, de su carácter insidioso y de sus múltiples conspiraciones. Su capacidad de hacer esas cosas en el presente está determinada por su esencia-naturaleza: albergan esas intenciones y conspiraciones después de creer en Dios, esperando convertirse en líderes para comenzar a cumplir esos sueños y lograr sus objetivos. Ese es el verdadero estado del corazón de un anticristo, y no se desvía ni un milímetro.
A partir de lo conversado hasta aquí, deberíais comprender la verdad en la que es necesario que entréis. Por un lado, deberíais discernir a los anticristos y a las personas malvadas que muestran tales comportamientos y tal esencia-naturaleza. Por otro, también deberíais compararlo con vosotros mismos para ver si exhibís dichos comportamientos. Bien, si podéis encontrar coincidencias entre lo que decís y el discurso de los anticristos o si, en situaciones similares, ambos mostráis los mismos comportamientos, entonces, ¿podéis discernir las semejanzas que hay entre vosotros y los anticristos en el carácter que reveláis o en vuestra práctica? ¿Podéis captar, por medio de los ejemplos que os he dado o de los detalles, palabras y acciones descritos en esos ejemplos, la verdad de la que se ha hablado aquí? ¿O podéis entender las actitudes corruptas de las personas que se han puesto al descubierto aquí? ¿Podéis escuchar de esa manera? ¿Desde qué perspectiva estáis escuchando? Si discernís completamente esas actitudes y esencias de los anticristos y observáis sus comportamientos y prácticas desde la perspectiva de un espectador, ¿podéis ganar la verdad? (No). Entonces, ¿desde qué perspectiva deberíais escuchar? (Desde la comparación con uno mismo). Comparaos a vosotros mismos con esas cosas: eso es lo más básico. ¿Qué más? (Equiparse con la verdad). Correcto, debéis comprender la verdad que es necesario que comprendáis de cada ejemplo que os doy. Aquellos que no tienen entendimiento espiritual solo pueden comprender los hechos, mientras que quienes lo poseen y también tienen buen calibre pueden comprender y ganar la verdad a partir de ellos. ¿Podéis resumir las verdades que hay presentes en las historias y ejemplos de los que acabamos de hablar? Al hablar sobre ciertas historias o ejemplos se busca ayudar a las personas a conectarlas con la realidad, a comprender mejor varios problemas que se reflejan en ella y a profundizar la impresión que tienen de las distintas manifestaciones y esencias relacionadas con este aspecto de la verdad. En otras palabras, cuando se trate de ese aspecto de la verdad o de la esencia-naturaleza, pensarás en un ejemplo o caso específico. De esa manera, cuando te entiendas a ti mismo o disciernas a los demás, tendrás un entendimiento visual más fácil de comprender, práctico y concreto que la mera lectura de teoría o texto. Si solo es texto y no lo experimentas, tu comprensión del mismo podría quedar limitada a las propias palabras, siempre constreñida por tu propia experiencia limitada, y sin poder salir de ese rango. En cambio, si agrego ciertos ejemplos y combino algunas historias, algunas escenas, palabras y acciones específicas y comportamientos en mi enseñanza, eso tendrá un efecto auxiliar en tu comprensión de la verdad en ese aspecto. Si logro ese efecto, quiere decir que tú has entendido ese aspecto de la verdad. ¿Qué nivel de entendimiento debes alcanzar para que cuente como entendimiento? No tiene que ser el cien por ciento, pero tu comprensión, definición, concepto y conocimiento de ese aspecto de la verdad debería, al menos, haberse consolidado. ¿Qué significa esa consolidación? Que se vuelve relativamente puro; básicamente sin ningún conocimiento, nociones, figuraciones o especulaciones humanos en medio o con una cantidad menor de ellos. Esos son los efectos que tienen dichos ejemplos. Puede que conozcas a las personas o acontecimientos que menciono en esos ejemplos, o que hayas estado en contacto con esta gente y la conozcas bien; o puede que hayas tenido contacto con esos acontecimientos e incluso hayas sido testigo de todo el proceso cuando esas personas hicieron lo que hicieron. Pero ¿qué beneficios trajo eso a tu comprensión y reconocimiento de la verdad? Es posible que hayas vivido con esas personas, que hayas visto cómo se desarrollaban historias como estas y hayas experimentado por ti mismo todo lo que ocurrió en ellas, pero eso no necesariamente implica que entiendas ese aspecto de la verdad. ¿Qué quiero decir con esto? Que no des por sentado que, solo porque conozcas o tengas relación con la persona o el acontecimiento del que estoy hablando, no es necesario que escuches los detalles o la verdad y el contenido específico compartido aquí. Eso sería un grave error. Incluso si la persona es alguien a quien conoces íntimamente, no quiere decir que ya hayas comprendido y captado la verdad en cuestión. ¿Por qué os recuerdo esto? Es para evitar que os obsesionéis con los detalles. Siempre que veis a alguien haciendo cosas como esas y Dios los saca como ejemplo, os burláis de esa persona y la menospreciáis. ¿Es esa la actitud correcta hacia la verdad? (No). ¿Qué actitud es? ¿No es descarriarse? Esa es una comprensión tendenciosa. Es gracias a estos ejemplos gráficos, historias y personas y acontecimientos específicos que todos pueden apreciar cómo es que se revela el carácter corrupto de las personas, ser verdaderos testigos de la forma en que se revela el carácter corrupto y la esencia-naturaleza de la gente, qué es la esencia-naturaleza de una persona, qué es un carácter corrupto, qué tipo de senda toman las personas con un determinado tipo de carácter corrupto y de esencia-naturaleza, qué cosas aman, cuál es el alcance de sus emociones, cómo se comportan y lidian con el mundo y cuál es su actitud hacia la vida, cuáles son sus principios para lidiar con las cosas y cuál podría ser su actitud hacia Dios y la verdad. Es, precisamente, por estos ejemplos, estos individuos y acontecimientos concretos, que las personas pueden unir mejor la realidad-verdad con la revelación de la esencia humana por parte de Dios y lograr una mirada un poco más clara y precisa de ellas. Así que, ¿qué intento decir con estas palabras? Que no deberías subestimar estas historias. Sin importar qué tipo de historia cuente ni sobre quién o sobre qué tipo de persona sea, hay un solo objetivo y es ayudarte a comprender la verdad. Si ganas la verdad a partir de ella, entonces el objetivo deseado se habrá cumplido. Por eso, puede que estas historias solo te permitan entender algunas verdades superficiales la primera vez que las escuchas, que solo te permitan captar el sentido más superficial o la interpretación literal. Pero, a medida que tu estatura sigue creciendo, a medida que te haces más mayor y creces en la vida a raíz de distintas circunstancias, tu vida también madura poco a poco y tendrás distintos entendimientos de los acontecimientos en estas historias y de la esencia-naturaleza, el comportamiento y las manifestaciones de los distintos individuos representados en ellas. ¿De dónde vienen esos entendimientos? De las verdades involucradas en las historias, no de las historias en sí mismas. Si es solo contar una historia, como la de “Pedro y el lobo”, pero después de escucharla no hay nada más, entonces no se relaciona en nada con la verdad. Lo único que hace es enseñarle a la gente cómo actuar: es muy directa y superficial. Pero, cuando se trata de la verdad, la profundidad de la historia va más allá de los significados superficiales que una persona puede comprender enseguida. Involucra el carácter corrupto y la esencia-naturaleza de las personas, involucra cómo discernirlas, cómo elegir la senda de cada uno, cómo abordar la verdad y qué actitudes deberían tener las personas en respuesta a los requisitos de Dios. Involucra las cosas que la gente debería rechazar y las que debería abrazar. Si sois capaces de escuchar de esa manera, cada vez que oigáis sermones obtendréis algo, ganaréis más luz y entenderéis más principios relativos a varios aspectos de la verdad y experimentaréis algo de entrada en la vida. A medida que las personas crecen, que el tiempo pasa, que las circunstancias sociales se modifican y que las modas cambian, la verdad sigue obrando en el corazón de las personas, y ellas sabrán cómo practicar la verdad y cómo mirar a las personas y a las cosas en base a esta. Eso significa ganar la vida: la verdad puede convertirse en la vida de una persona. Por eso, sin importar cuándo se cuente una historia, no te limites a escucharla una vez y listo. Sigue escuchando y, si no comprendes, puedes hablar sobre ella. Si te cuesta captarla en la etapa en la que estás, podría ser porque tu estatura aún es insuficiente. En ese caso, escucha lo que puedas comprender y selecciona lo que se adapte a tu estatura actual. Si una historia parece clara cuando la escuchas, pero luego se ve profunda; si está más allá de tu comprensión o no se alinea con tus experiencias y circunstancias de vida en esta etapa, entonces guárdala en tu corazón y deja que se te grabe. Más adelante, cuando te topes con situaciones similares, lo que has guardado en tu interior podría reflejarse en la superficie. Es como el vocabulario y los términos que has estudiado o la información que tu cerebro ha asimilado. ¿Piensas en ellos todos los días? Es probable que no. Por lo general no te obsesionas con ellos, pero, cuando te encuentras en un ambiente en el que estos términos, vocabulario o información son relevantes, algunos de ellos vienen a tu cabeza. Las personas tienen memoria y almacenan, de forma natural, algunas cosas en la mente. Esas cosas son suficientes para que las uses en la vida cotidiana y pueden ser algo beneficiosas, pero, si intentas usarlas de manera deliberada y aplicas estrictamente preceptos, lo más probable es que cometas errores. Deberías escuchar selectivamente en función de tu propia estatura y de las circunstancias que hayas vivido. Así, tu progreso será más rápido. Aquellos que saben cómo escuchar ganarán más, mientras que los que no saben hacerlo ganarán menos o quizás nada de nada. Incluso podrían sentir que no quieren escuchar ninguna de esas historias, que en ninguna de ellas está la verdad, y preguntarse por qué no hablo de ella en lugar de ponerme a parlotear de nimiedades y a cotillear constantemente. ¿Qué tipo de gente revela ese comportamiento? (Los que no tienen entendimiento espiritual). Puede ser que las personas que no tienen entendimiento espiritual piensen así. Pueden pensar que, cuando doy sermones, solo hablo de esas cuestiones cotidianas. Bien, ellas pueden hacer lo mismo, así que, cuando no tienen nada mejor que hacer, se ponen a parlotear de nimiedades con otros. Puede que tú sepas más chismes que las historias que yo cuento, pero ¿lo que hablas contiene la verdad? (No). Si no la contiene, ten cuidado de no hablar de manera indiscriminada o podrías terminar hablando de cosas que nada tienen que ver con la verdad. Yo cuento historias para ayudar a la gente a entender la verdad. Vosotros no deberíais imitarme a ciegas. Debéis concentraros en buscar la verdad, en comprenderla y en hacer un esfuerzo para manejar los asuntos de acuerdo con los principios. Ya sea en vuestro discurso o en vuestras acciones, anteponed ajustaros a los principios-verdad. De esta manera, entraréis de a poco en la realidad-verdad.
III. Disección de cómo los anticristos amenazan a la gente
Hemos terminado de hablar sobre las dos manifestaciones de los anticristos de desorientar y atraer a las personas. Ahora, hablemos sobre cómo amenazan a la gente. Cada uno de estos métodos de los anticristos es más grave que el anterior. Comparado con desorientar y atraer, ¿el método de amenazar es más sofisticado o menos? (Menos). Si desorientar y atraer no dan resultado, recurren a las amenazas. ¿Cómo amenazan a las personas? ¿Por qué recurren a un método como ese? (Porque no se cumplieron sus objetivos). No se cumplieron sus objetivos. Las amenazas encierran otro significado; ¿qué frase se podría usar para expresarlo? (Revelar su verdadera cara). Eso no es del todo preciso. Probad con otra frase. (Enojarse a causa de la vergüenza). Os estáis acercando. ¿Hay alguna frase más adecuada? (Sentirse exasperado y furioso). Exacto, sentirse exasperado y furioso. Es como la expresión coloquial “perder los estribos”, el significado es: “Lo he intentado con palabras tanto amables como duras. En general, nunca te he tratado de manera injusta. ¿Por qué no me escuchas? Ya que no lo haces, tendrás tu merecido. Usaré esta táctica contigo: ¡las amenazas!”. Cambian de estrategia. Satanás tiene varias tácticas, todas ellas despreciables. Las amenazas a menudo están combinadas con tentación. Si solo usan amenazas, a algunas personas no las asusta y no los escuchan. Entonces no les queda otra opción y a veces pueden recurrir a tentarlos. Si una cosa no funciona, prueban otra; usan tácticas tanto suaves como duras. Entonces, ¿por qué los anticristos amenazan a la gente? ¿En qué circunstancias recurren a las amenazas? Si dos personas conviven de manera pacífica, cada una por su propia senda, sin conflictos de intereses entre ellas, ¿recurrirán a amenazas? (No). Entonces, ¿en qué situaciones empezará a surgir este comportamiento y esa práctica de amenazar? Por supuesto, cuando sus intereses o su reputación estén en juego, cuando no se estén cumpliendo sus objetivos. Sacarán la artillería pesada, pensando: “¿Así que no vas a escucharme? Entonces, ¡te mostraré las consecuencias!”. ¿Cuáles son esas consecuencias? Cualquier cosa a la que le temas. ¿Podéis recordar algún ejemplo de amenazas que hayáis presenciado? (Algunos anticristos, cuando ven que los hermanos y hermanas no se someten a ellos, comienzan a juzgarlos y a condenarlos, diciendo: “La falta de sometimiento a los líderes es falta de sometimiento a dios”, y usan eso para amenazarlos). (Se me ocurre otro ejemplo en el que, si alguien no escucha al líder, este usa su autoridad para reemplazarlo). En cualquier caso, quieren que las personas entiendan que no escucharlos traerá consecuencias. ¿Cuál es su fundamento para hacer que la gente los escuche? Suelen decir: “Someterse al líder es someterse a dios, porque dios es quien decreta el liderazgo. Debes someterte. No hacerlo o no escuchar a los líderes es ser arrogante, sentencioso y resistirse a dios, y la consecuencia de resistirse a dios es que te descarten. En casos leves, tal vez te aíslen para que reflexiones; en casos graves, ¡podrían expulsarte de la iglesia!”. Usan esas falacias creíbles para forzar a la gente a que se someta a ellos. Aparte de esto, ¿cómo amenazan a la gente ciertos otros anticristos? Incitando a otros a unirse en contra de aquellos que no se someten y a rechazarlos. Además, reemplazan a esos que no les obedecen o los reasignan a otros deberes. Algunos individuos, de hecho, temen no tener ningún deber que cumplir. Creen que llevar a cabo sus deberes les da una posibilidad de salvación, y que no hacerlo puede quitarles esa posibilidad. En su interior, los anticristos piensan: “Conozco tu punto débil. Si no me escuchas, te quitaré el derecho a llevar a cabo tu deber. ¡No te dejaré cumplirlo!”. ¿Acaso no les dejan realizar su deber porque esas personas no están capacitadas para hacerlo o porque hacerlo perjudica los intereses de la casa de Dios? (No). ¿Por qué lo hacen, entonces? Es para excluir a los disidentes; usan ese método para amenazar a las personas y hacer que escuchen. Cuando se trata de amenazar, no hay duda de que los anticristos no siguen los principios-verdad al tratar con personas o encargarse de asuntos. En cambio, utilizan la intimidación, la fuerza y la coerción para hacer que las personas se sometan obedientemente y los escuchen, y no les generen ningún problema ni arruinen sus asuntos.
Un anticristo no usa las amenazas solo porque la gente no lo obedece, no lo toma en serio o lo ignora: ese es solo un aspecto de la cuestión. Hay otra razón y es que, cuando otros descubren los problemas del anticristo y quieren ponerlos al descubierto o reportarlos a lo Alto, él teme que lo Alto o que más gente se enteren y entonces hace todo lo que está en su poder para cubrir esos problemas y reprimirlos, sin permitir jamás que los desenmascaren. ¿Qué pasaría si más gente lo descubriera? Rechazarían y maldecirían al anticristo; ya nadie lo adoraría y perdería su posición y su autoridad. Por eso, el objetivo del anticristo al usar el método de amenazar a las personas es también proteger su propia posición y su autoridad. Cree que, si no lo hace, los hermanos y hermanas comenzarán a discernirlo y no lo elegirán en las próximas elecciones, reduciéndolo a un creyente ordinario. ¿Qué significa para él ser un creyente ordinario? No tener autoridad, que nadie lo siga ni se convierta en su adepto y que se lo despoje de su posición y de su autoridad, dejando insatisfechos sus ambiciones y deseos. Como no quiere ser un creyente o seguidor ordinario, recurre al método de amenazar a la gente para intimidarla y forzarla a escucharlo y obedecerlo, lo que le permite seguir aferrándose a su autoridad y a su posición y seguir controlando a la gente y recibiendo cierto apoyo de ella. Todo lo que hace el anticristo gira alrededor de su posición. Cuando algo afecta a su posición, usará ciertos medios o métodos para salvaguardarla y protegerla enérgicamente. Incluso cuando lo Alto les pregunta a algunos de ellos sobre determinados asuntos, estos son capaces de mentirle descaradamente en el rostro. Si lo Alto le pregunta, por ejemplo, cuántas personas ganó la iglesia a través de la difusión del evangelio este mes, incluso aunque el anticristo sepa que no ganó ninguna, podría mentir y decir que fueron cinco. Cuando los hermanos y hermanas que saben la verdad lo confrontan, diciéndole: “Esas cinco personas solo estaban investigando. ¿Por qué dijiste que hemos ganado cinco personas? Deberías decir la verdad a lo Alto”, ¿qué responde el anticristo? “¿Por qué no podemos haber ganado cinco? Dije cinco personas, así que son cinco. Tu opinión no cuenta. Si decimos que no hemos ganado ni una sola persona, ¿cómo se lo explicaría a lo alto? Si quieres reportarlo, hazlo, pero si dices la verdad puede que lo alto te pode. Podría relegar a todos los que estáis involucrados en la difusión del evangelio e incluso desmantelar el equipo del evangelio. Entonces no podrías llevar a cabo tus deberes, y no sería culpa mía”. Al oír eso, la persona se queda atónita y no se atreve a reportarlo. ¿No se trata de una amenaza? (Sí). Es una amenaza descarada, dicha abiertamente. Algunas personas, al oírla, piensan: “Ser una persona honesta tiene consecuencias. Si soy honesto, no podré cumplir mi deber, así que no voy a reportarlo. Debemos informar que fueron cinco personas”. Otras se sentirán incómodas en su interior y dirán: “Si no nos ganamos a nadie, así fue. Deberíamos someternos a la manera en que lo Alto decida manejarnos”. ¿Cuál es la perspectiva del anticristo al escuchar eso? “¿Sumisión? Depende del contexto. ¿Acaso lo alto conoce las dificultades que afrontamos ahora cuando difundimos el evangelio? ¿Le importa eso?”. Cuando lo Alto indagó sobre la situación de la difusión del evangelio, no eran ajenos a los desafíos que involucra. Sabía cuántas personas pueden ganarse, como mínimo, cada mes, y jamás dijo que si el equipo del evangelio no se ganaba a nadie en un mes sería desmantelado. Entonces, ¿de dónde sacó el anticristo esa afirmación? (La inventó). Se la inventó él mismo para cubrir sus mentiras, para controlar a esa gente, para evitar que lo Alto o los hermanos y hermanas calen sus mentiras y para asegurar su posición para no ser reemplazado. Por eso se atrevió a inventar tales palabras endiabladas. Los individuos con discernimiento pueden desenmascararlo, pero los que no lo tienen son desorientados y piensan: “Ciertamente, este no es un deber fácil de conseguir. No podemos ser honestos con lo Alto. Si dices que fueron cinco personas, fueron cinco. Aunque no hayamos ganado cinco personas este mes, intentaremos hacerlo el mes que viene. Después de todo, si las ganamos el mes que viene, ya no será una mentira”. El anticristo entra en engaños, y con él quienes carecen de discernimiento; son un grupo de embusteros. ¿Cuál es el objetivo de un anticristo al amenazar a las personas? Hacer que lo obedezcan y escuchen. Miente y comete maldades, controla la iglesia, desorienta a las personas, lleva a cabo su obra sin cumplir con los principios ni los arreglos del trabajo y, por muy imprudente que sea, no permite que los hermanos y hermanas lo dejen en evidencia o lo reporten a lo Alto. En cuanto descubre que alguien está planeando reportarlo a lo Alto, recurre a las amenazas. ¿Cómo amenaza a esa persona? Dice: “Estamos trabajando abajo y la obra es difícil, incluso corremos el riesgo de ser arrestados por el gran dragón rojo. Lo alto siempre exige que nuestra práctica cumpla con los arreglos del trabajo. Soportamos grandes sufrimientos y corremos muchos riesgos al difundir el evangelio. Cuando los resultados son pobres, tú quieres aun así reportarlos a lo alto; te podará después de que lo hagas. Yo no temo que me reemplace como líder después de podarte, me preocupa que tú ya no tengas un deber que realizar. ¡Si te quedas sin un deber que cumplir, no me eches la culpa!”. ¡Suena tan razonable! También dice: “¿Quién quiere realmente reportarlo? Si queréis hacerlo, no os detendré; igualmente todos saben estas cosas. Si no lo reportáis a lo alto, no nos culpará. Pero, si lo hacéis, nos podarán. Decidid por vuestra cuenta. Si queréis reportarlo a lo alto, adelante. Ahora, quienes queráis reportarlo, alzad la mano”. Al oír su tono, todos comienzan a reflexionar: “¿Tengo permitido realmente reportar esto o no?”. Después de pensarlo, algunas personas alzan la mano. El anticristo lo ve y piensa: “¿Aún quieres reportarlo? ¿No estás buscándote un problema? Vale, no me olvidaré de ti”. Luego comienza a buscar oportunidades para castigar a esa persona. Encuentra una excusa y dice: “No has logrado ningún resultado cumpliendo tus deberes últimamente. A cualquier persona que no logre resultados al hacerlo durante tres meses se le revocará el derecho a llevar a cabo sus deberes. Si su desempeño no mejora, se la aislará. Si aun así no se arrepiente, ¡se la echará o expulsará!”. ¿Acaso ese tonto, ese cobarde, se atreve a reportarlo igual? Al escuchar eso, pensará: “No lo estoy reportando por mi propio beneficio. ¿Cuál es el sentido de hacerlo? Si lo hago y luego el líder me subyuga y toma represalias y mis hermanos y hermanas me rechazan, estaré aislado dentro de la iglesia. Es más importante que escuche al líder; ni siquiera sé dónde está dios, ¿puede a él importarle si vivo o muero?”. Así que no lo reporta. ¿No lo ha atemorizado el anticristo? (Sí). La persona piensa: “Pecar contra dios no es nada del otro mundo. Dios es amoroso, misericordioso, tolerante y paciente; no se enoja, maldice o castiga con facilidad a las personas. Sin embargo, si ofendo al líder tendré que sufrir. Reportar los problemas no me servirá de nada, todos me rechazarán. No puedo hacer una tontería como esa”. ¿No es eso ser un pusilánime? (Sí). ¿Cómo hay que lidiar con un pusilánime así? ¿Vale la pena sentir lástima por él? A semejante pusilánime deberían entregárselo a Satanás, al anticristo, para dejar que él lo castigue, pues se lo merece. Carecen de la fe, la determinación y la fuerza para practicar la verdad y someterse a Dios, pero, cuando se trata de someterse al anticristo, ganan una fuerza particular y están dispuestos a hacer lo que sea que se les pida llenas de entusiasmo. Cuando el anticristo los amenaza y los asusta, ya no se atreven a reportar los problemas. ¿No son cobardes? ¿Cuál es el término coloquial para eso? Ser un pelele y ceder frente al anticristo. ¡Hay un buen número de personas en la iglesia que se han convertido en peleles a causa de las amenazas de los anticristos! Esos individuos no saben cómo abordar la frase “Dios es soberano sobre todas las cosas”. Cuando el anticristo los amenaza, rechaza o aísla, sienten que no tienen apoyo, no creen en la soberanía de Dios sobre todas las cosas o en Su justicia y no creen que la vida de las personas está en Sus manos. Un par de palabras intimidantes o amenazantes del anticristo y se espantan, ceden y ya no se atreven a reportarlo.
Cuando un anticristo informa sobre su trabajo a lo Alto, le miente y engaña sin pudor. Algunos que conocen la verdad no pueden soportarlo y quieren reportar la situación a lo Alto, pero el anticristo controla férreamente a las personas y las observa atentamente. Puede detectar inmediatamente a cualquiera que pudiera sentirse inclinado a reportar un problema a lo Alto. Cuando no tiene otra cosa que hacer, se concentra en observar a las personas, sus palabras y expresiones faciales, en busca de aquellos que tienen opiniones sobre él, que no son leales, que no lo obedecen, que representan una amenaza para su posición, que le muestran indiferencia, que no lo tratan con seriedad, que no le dan el asiento de honor y que no lo dejan ser el primero en comer durante las comidas. Eso se traduce en peligro para esas personas. ¿Qué les hace el anticristo a esos individuos? Algunos anticristos que son insidiosos no revelan su verdadera cara enseguida: esperan una oportunidad para ocuparse de ti. Si eso no funciona, recurren a duras amenazas para hacerte sentir que tienen tu vida apretada en sus manos. Si como creyente, puedes ser salvado, si puedes llegar al final, si puedes permanecer en la iglesia: todo eso está en sus manos y depende de una sola palabra suya. Ellos tienen la última palabra. Si no escuchas, si no eres obediente a su control, si no los tomas en serio y sigues tratando de reportar sus problemas, entonces vas a sufrir. Comenzarán a planear cómo castigarte. ¿Cómo ve el anticristo el comportamiento de los hermanos y hermanas de reportar sus problemas a lo Alto? (Como una delación). Exacto, no lo ve como un simple informe de la situación, lo ve como que lo han delatado. ¿Qué significa delatar? Significa reportar cada una de las diversas cosas que hace el anticristo que van en contra de la verdad y todas sus acciones malvadas a lo Alto, o informarle de cosas sobre él que los demás no saben. A eso lo considera delatar. Y cuando descubre que alguien lo ha delatado, esa persona debe ser castigada. Algunas personas atolondradas y pusilánimes se atemorizan por las amenazas del anticristo y por sus modos dominantes y perversos. Cuando él pregunte quién tiene contacto con lo Alto, incluso antes de que llegue a ellas, aclararán rápidamente: “Yo no fui”. El anticristo preguntará: “Entonces, ¿cómo es que lo alto sabe de este asunto?”. Ellas lo pensarán y dirán: “Yo tampoco lo sé”. Los anticristos las castigan hasta el punto de que viven con temor constante, siempre en ascuas, preocupadas por que el anticristo pueda expulsarlas de la iglesia. Están nerviosas y asustadas a tal punto que hasta vivir el día a día les resulta difícil. ¿Estarían así de asustadas si el anticristo no las hubiese amenazado de esa manera? No, no lo estarían. Por otro lado, ¿tienen una fe genuina en Dios? No. Son atolondradas y pusilánimes. Se encogen de miedo al encontrarse con el anticristo. No tienen una verdadera fe en Dios, pero se doblegan voluntariamente ante el anticristo, listas para acatar órdenes. Son, por naturaleza, subordinadas de Satanás.
¿Qué otras prácticas usan los anticristos para amenazar a la gente? Algunos anticristos son hábiles a la hora de hablar de ciertas doctrinas correctas y atractivas para limitarte y constreñirte. Dicen: “¿No amas la verdad? Si lo haces, debes escucharme, porque soy el líder. Todo lo que digo está de acuerdo con la verdad. Debes obedecer a todo lo que diga: si digo que vayas al este, no debes ir al oeste. Cuando digo algo, no debes dudar ni tener opinión ni entrometerte ciegamente. Lo que yo digo es la verdad”. Si no los escuchas, puede que te odien y te condenen. ¿Qué tipo de condena? Dirán: “Tú en realidad no eres alguien que ame la verdad; si de verdad lo hicieras, ¿por qué no harías caso a mis palabras de líder, que son correctas?”. Los anticristos usan esas teorías y doctrinas aparentemente ciertas para controlarte y limitarte. Además, algunos hacen que las personas se encarguen de sus asuntos personales aduciendo: “Ahora soy un líder y no tengo tiempo para ciertas cuestiones personales. Además, al ser un líder, mis asuntos son los asuntos de la casa de dios, y también viceversa. Ya no se pueden distinguir tan claramente unos de otros. Por consiguiente, será necesario que compartáis algunas de las cargas de los asuntos de mi hogar, como cuidar a los niños, trabajar la tierra, vender vegetales o construir una casa y también cosas como el que no haya suficiente dinero. Esas cosas solían ser mi deber, pero ahora que soy un líder se han convertido en el vuestro, y debéis compartir la carga. De lo contrario, si estoy constantemente preocupándome y distrayéndome por los asuntos de mi hogar, ¿podré ser aun así un líder eficaz?”. Cuanto más hablan, más descarados se vuelven. Algunas personas los escuchan y piensan: “No supimos ser considerados con tu corazón, ¡fuimos unos verdaderos desalmados! No necesitas decir nada; de ahora en adelante nos ocuparemos de todas las tareas de tu hogar”. ¿Qué nombre agradable les dan estos anticristos a sus propios asuntos del hogar y a las cuestiones de su vida diaria? Los llaman “el deber del pueblo”. O sea que los anticristos toman gente para que trabaje para su familia, para que sirvan a los mayores y a los pequeños de su casa y manejen los asuntos de su vida personal, convirtiéndolos en asuntos de la casa de Dios. Dado que ahora son asuntos de la casa de Dios, todas las personas deben aportar su granito de arena, por lo que, si el líder quiere que hagas algo, se convierte en tu deber. ¿No suena correcto? Las personas sin discernimiento podrían pensar que lo es. Creen que, como el líder está demasiado ocupado para encargarse de sus propios asuntos en su hogar y ellas tienen un calibre bajo y no pueden llevar a cabo ningún deber, lo único que pueden hacer es ayudarlo con unas pocas tareas del hogar. Así que, cuando no están ocupadas, trabajan en la casa del líder, asistiéndolo en diversas tareas. ¿Se puede considerar como que están llevando a cabo su deber? Solo se puede tomar como asistir a la gente con entusiasmo. En el caso de una persona que realmente se entrega a Dios y sigue Su voluntad, cuando su familia afronta dificultades, la iglesia dispone que otras personas la ayuden y se ocupen de sus quehaceres domésticos. En esos casos, se puede considerar, hasta cierto punto, que estas están llevando a cabo su deber. ¿Ahora tiene sentido? El anticristo, ocupado desorientando y controlando a las personas en la iglesia, se encarga de que los hermanos y hermanas hagan sus quehaceres domésticos, afirmando que eso también es cumplir con su deber. Algunos de ellos, debido a su falta de comprensión de la verdad, son desorientados y aceptan las tareas voluntariamente, felices de hacerlo. Con el tiempo pueden incluso sentir que están en deuda con el líder y pensar: “El líder se ha sacrificado mucho por nosotros. No lo merecemos. Hemos trabajado mucho, sin embargo, ¿cómo es posible que aún no comprendamos ninguna verdad?”. Si estás ocupado todo el día trabajando para el líder y descuidas asistir a las reuniones o escuchar sermones, ¿podrás captar la verdad? Es totalmente imposible. ¡Eso es congraciarse con alguien hasta el último aliento! Es correr detrás del anticristo y descarriarse por una senda torcida. El anticristo a menudo emplea afirmaciones aparentemente correctas, las procesa y mete en un discurso correcto, haciendo que las personas crean erróneamente que esas palabras son efectivamente la verdad, que deberían seguirlas y ponerlas en práctica y que deberían aceptarlas. De esa manera, las personas no necesitan discernir si lo que el líder está haciendo está bien o mal o si lo que están siguiendo es correcto o no. ¿No es así? Eso se llama desorientar y también es amenazar a la gente. El anticristo usa esas teorías y afirmaciones en apariencia correctas para controlar a estas personas. ¿Hasta qué punto las controla? Ellas se esfuerzan por él de manera voluntaria, trabajan hasta la extenuación para él y le manejan todos los asuntos personales. Prefieren saltarse las reuniones, descuidar sus propios deberes, dejar de lado sus propias tareas y sacrificar el tiempo que dedicaban a la devoción espiritual, reuniéndose y comiendo y bebiendo de las palabras de Dios, solo para rendir servicio y trabajar hasta la extenuación para el anticristo a tiempo completo. ¿Por qué son capaces de trabajar así, hasta la extenuación? Hay un motivo para eso. ¿Cuál es? Que el anticristo les dice, deliberadamente: “Si ni siquiera puedes encargarte de estos asuntos de manera adecuada, ¿qué deber puedes llevar a cabo? Si no puedes cumplir tu deber, ¿sigues siendo un miembro de la casa de dios? Pues bien, entonces no te guiaré. Si no te guío, no formarás parte de la casa de dios. Dado que he sido elegido líder, soy la puerta de entrada a esta iglesia. Quien quiera entrar debe tener mi aprobación; nadie entra sin mi consentimiento. Incluso si la iglesia va a deshacerse de alguien, debe tener mi aprobación antes de que se vaya. Por lo tanto, el trabajo que os asigno y las tareas que os entrego constituyen vuestro deber. Si no cumplís vuestro deber adecuadamente, no tendréis posibilidad de salvación. ¡No formaréis parte de la casa de dios!”. ¿No se trata de una amenaza? (Sí). ¿Qué método está usando para amenazar a la gente? (Palabras correctas). Está usando palabras correctas, que parecen ajustarse a la verdad, para amenazar a la gente. Eso es mezclar churras con merinas. El anticristo usa el cumplimiento del deber como excusa para alcanzar sus objetivos personales. Pero ¿hacer cosas para él es realmente cumplir con un deber? Lo tergiversan para que parezca que lo es y que la gente debe llevarlo a cabo; y luego usan el principio y las normas de cumplir con el deber para exigir a los hermanos y hermanas que trabajen hasta la extenuación para ellos. Incluso amenazan con que, si no lo hacen, no tendrán posibilidad de salvación y serán echados de la iglesia y repudiados de la casa de Dios. Cuando estos individuos tontos y sin discernimiento escuchan la gravedad de las consecuencias, se apresuran a ocuparse de todos los quehaceres del hogar del líder y de su vida diaria, y sienten alivio cuando terminan de hacerlo. Complacidos con ellos mismos, hasta piensan: “Ahora he cumplido bien con mi deber. No he sido para nada perezoso y he sido considerado con la voluntad del líder; he hecho cada cosa que me ha indicado y hasta me he ocupado de todos los quehaceres de su casa. ¡Eso es lo que significa tener consideración hacia dios! El líder está satisfecho y dios también. ¡Ahora tengo esperanza de salvación!”. ¿Acaso a eso se lo llama esperanza? ¿No se han vuelto esclavos del anticristo? ¿No los ha descarriado? ¿Cuál es el papel del anticristo aquí? ¿Está actuando como un secuestrador? Tiene un carácter perverso, y la perversidad es, por supuesto, mucho más grave que la falsedad. Por lo tanto, sabe perfectamente qué decir y qué teorías usar para limitar a las personas, para lograr sus objetivos ocultos, para ganarse el corazón de las personas y para controlar su comportamiento y sus pensamientos. Es plenamente consciente de todo eso. Así es que los objetivos que busca alcanzar el anticristo por medio de todo lo que dice y hace están pensados en detalle y largamente premeditados. Definitivamente, no es cuestión de hacer o decir algo sin ser consciente y luego llegar a un resultado inesperado; no es así en absoluto. Así que aquellos que, de manera voluntaria, rinden servicio y trabajan hasta la extenuación por un anticristo, además de ser desorientados por sus palabras, también son amenazados y forzados por una especie de retórica que él posee. Quizás hacen esas cosas por él de manera voluntaria, pero ¿no hay un problema con esa “voluntariedad”? ¿No debería cuestionarse? (Sí). Esta no es, de ninguna manera, el cumplimiento genuino de un deber, sino más bien una consecuencia de haber sido desorientados por cierta teoría, argumento o retórica correctos y que suenan bien y desorientan a la gente. Como les preocupa no ser capaces de llevar a cabo su deber, ser expulsados y no ser salvados, aceptan voluntariamente las tareas que les indican los anticristos, incluso creyendo que están llevando a cabo su deber para Dios. ¡Qué atolondrados se han vuelto!
Las amenazas del anticristo permiten que la gente vea su verdadera cara. ¿Vosotros incurrís en ese tipo de amenazas? ¿Hay alguna diferencia entre amenazar y advertir o aconsejar? (Sí). ¿Podéis discernirla o no? ¿Dónde radica la diferencia? Encontradla y comprenderéis y seréis capaces de discernir. (Las intenciones son distintas). Las intenciones y motivaciones desde luego difieren. Entonces, ¿dónde se encuentra la diferencia exactamente? ¿Qué es una amenaza? Una amenaza utiliza palabras que pueden sonar buenas y correctas, que la gente no se siente demasiado ofendida al oírlas, pero cuyo propósito es una ganancia personal. Por otro lado, ¿cuál es el propósito de los consejos y las advertencias? Es ayudar a las personas, evitar que cometan errores, se desvíen de la senda o tomen un rodeo y sean desorientadas, y ayudarlas a reducir o evitar las pérdidas. El objetivo no es el beneficio personal, sino tan solo ayudar a los demás. ¿No es esa la diferencia? (Sí). Con respecto a eso, debéis aprender a discernir. Solo porque se haya hablado de la manifestación de los anticristos amenazando a la gente no quiere decir que, cuando estéis hablando con otros, no os debáis atrever a hacerles una advertencia si es necesario. Si es necesario, debéis hacerla. Las advertencias y los consejos no son lo mismo que las amenazas. Las advertencias tienen como objetivo genuino ayudar a la gente para que pueda cumplir con su deber adecuadamente, asegurándose de que no se ponga en riesgo la obra de la casa de Dios. El objetivo es legítimo. Las amenazas, por otro lado, tienen objetivos ocultos e ilegítimos que involucran ambiciones personales y deseos egoístas. Por ejemplo, cuando el anticristo hace que otras personas lleven a cabo los quehaceres de su casa, ¿cuál es su deseo egoísta? Simplemente quiere gozar de los beneficios del estatus, poniendo a otros a hacer el trabajo sucio y cansado mientras él no hace nada. Entonces, alguien debe incluso servirle tres comidas al día. Él cree que, ahora que tiene una posición, ya puede empezar a disfrutar. Sin embargo, como no es justificable pedirles directamente a las personas que hagan el trabajo por él, inventa una serie de excusas: “Ahora que soy un líder, estoy muy ocupado con mis deberes. Si tenéis una carga y tenéis humanidad, deberíais aprender a cooperar. ¿Qué podéis hacer? Lo único que podéis hacer es esforzaros, ¿no es cierto? No hay nadie que trabaje en la huerta de mi jardín ¡y vosotros no estáis ayudando! Si ayudáis, demostraréis que tenéis un corazón bueno, y en realidad estaréis haciendo vuestro deber al ayudarme con ese trabajo. Soy vuestro líder, ¿no son mis asuntos también vuestros? ¿No son vuestros asuntos cosas que deberíais estar haciendo, y a su vez no es eso vuestro deber?”. Cuando carga una responsabilidad así de grande sobre tus hombros y tú consideras que lo que dice tiene sentido, vas y haces su trabajo. ¿No has caído en una estafa? Un anticristo tiene sus propios objetivos y, antes de poder alcanzarlos, necesita encontrar excusas y teorías apropiadas para establecer un pretexto. Luego, quienes acepten esas teorías van y trabajan para él, que logra su propósito y entonces puede gozar de los beneficios del estatus. ¿No está viviendo, esa persona, de la iglesia? (Sí). Así es, de hecho. Es perezosa y no está dispuesta a trabajar; desea gozar de comodidades físicas y de los beneficios del estatus. Es un manipulador y, cuando no logra encontrar palabras adecuadas, extrae frases razonables y más fácilmente aceptadas de las palabras de Dios y de las doctrinas que entiende. Usa esas palabras para desorientar y limitar a quienes no captan la verdad y son ingenuos. Al hacerlo, logra sus objetivos ocultos, haciendo que la gente acepte su manipulación por propia voluntad. Algunas personas incluso creen que, si no hacen caso a las palabras del líder o no cumplen bien las tareas que les ha asignado, entonces no han cumplido su deber adecuadamente. Se sienten en deuda con Dios y hasta derraman lágrimas. ¿No es este un nivel profundo de atolondramiento? Es repugnante lo atolondrados que están.
Los anticristos a menudo hablan usando amenazas para lograr sus objetivos, pero a veces esas amenazas vienen en forma de palabras correctas y dichas con amabilidad, como si fuesen una serpiente que se enrosca lentamente a tu alrededor. Una vez que estás atrapado, están listos para pedirte tu vida. Otras veces, sus amenazas no son amables, sino duras y crueles, como si fueran un lobo que ve a una oveja y revela su rostro feroz. Su intención es decirle a la gente: “Si no me escuchas, tendrás tu merecido y, cuando surjan las consecuencias, ¡tú mismo tendrás que cargar con la responsabilidad!”. ¿Cuál es la típica baza que usan los anticristos en sus amenazas? Apuntan al destino de las personas, a su deber y hasta a su posición, y a continuar en la iglesia o irse de ella. Los anticristos usan esas tácticas y por supuesto también otras para amenazar a los individuos. Sin embargo, sus estrategias generalmente caen en una de estas dos categorías: a veces te persuadirán con palabras agradables y otras te atacarán por la fuerza y con crueldad. ¿Cuál es el propósito de las amenazas del anticristo? En primer lugar, quiere que las personas lo escuchen. Quiere cosechar beneficios de los demás, gozar de los beneficios del estatus y entregarse a las diversas ventajas y placeres que le trae. En segundo lugar, no quiere que nadie ponga en evidencia la situación real o cuestione su posición. No tolerará que nadie haga nada que ponga en riesgo su posición. Por ejemplo, si cierta persona quiere reportarlo a los superiores o si alguien lo discierne y quiere unir a los hermanos y hermanas para rechazarlo y destituirlo del cargo, el anticristo recurrirá a tácticas de amenaza. Uno de los aspectos del objetivo de amenazar es para gozar de los muchos beneficios que trae su posición, y el otro es asegurar esa posición. Esos son, precisamente, los dos objetivos que tienen los anticristos al amenazar a las personas: ambos giran alrededor de la posición. ¿De dónde vienen todos esos beneficios? También vienen de su posición. Algunos anticristos dicen: “¡Si no obedeces en este asunto, sufrirás las consecuencias!”. Si alguien los discierne y no quiere escucharlos, ¿buscan un modo de ocuparse de ello? No se resignarán sin más a lo que pueda venir. En tanto haya un hilo de esperanza de que puedan conservar su posición, pelearán por ella con uñas y dientes. Su afán por la posición sobrepasa el de la mayoría de la gente. Son como lobos al ver a una oveja: la boca les comienza a salivar incluso antes de empezar a comer; tan intenso es el deseo que hay un brillo feroz en sus ojos al pensar en comérsela. ¿No es esa su naturaleza? (Sí). El deseo de los anticristos por la posición es comparable al del lobo por una oveja: una necesidad dentro de su naturaleza malévola. Por eso, las amenazas hacia los demás les son indispensables.
IV. Disección de cómo los anticristos controlan a la gente
Controlar a la gente es una de las tácticas que emplean los anticristos. ¿Cómo lo hacen? Los anticristos tienen más de un conjunto de métodos para controlar a las personas; tienen varios. ¿Lo habéis experimentado alguna vez? Puede que algunos individuos no hayan servido como líderes jamás, pero albergan un deseo de controlar a otros, y esa es la semilla de un anticristo. Independientemente de su edad, ubicación o circunstancias, quieren ejercer control sobre la gente. Incluso en lo referido a la comida, al trabajo, en diversas áreas de especialización o en asuntos profesionales, quieren que las personas los escuchen y no toleran a nadie que no lo haga. Ni siquiera pueden controlar su deseo de tener poder dentro de la iglesia. Lo ven como su responsabilidad y obligación, pensando que están haciendo su parte, sin darse cuenta de que esas son sus ambiciones y deseos, su carácter corrupto. Entonces, ¿cómo controla un anticristo a las personas? Cuando lo escogen como líder, por ejemplo, en su primer día comienza a pensar: “Estas personas tienen hábitos alimenticios y rutinas diarias irregulares; hay mucho trabajo por hacer. Ser líder conlleva responsabilidades importantes, ¡es una carga pesada!”. El anticristo se pasa todo el día encerrado en su cuarto con dos o tres páginas de material. ¿Qué contiene ese material? En primer lugar, está relacionado con las comidas: se deben realizar en horarios, lugares y cantidades específicos. El desayuno a las seis y media de la mañana, el almuerzo a las doce y media del mediodía y la cena a las seis y media de la tarde; en esos tres horarios se deben realizar las comidas, ni un minuto antes ni un minuto después. No importan las circunstancias: debes ser puntual, aunque llueva o se avecine una tormenta y, si vulneras esas reglas, no te dan la comida. Luego está la cuestión de las rutinas diarias, que es muy importante. Debes levantarte a las seis cada mañana, sin importar lo tarde que te hayas ido a dormir la noche anterior. Debes hacer un descanso después del almuerzo, a la una, e irte a dormir a las diez, sin demora, todas las noches. Cuando termina de elaborar las reglas para las comidas y las rutinas diarias, aún quedan muchos otros preceptos concretos. Por ejemplo, debes comer en áreas designadas y sin hacer ruido, cada persona debe vestir con ropa específica, etcétera. Estas reglas son increíblemente detalladas, incluso más que los decretos administrativos de la casa de Dios. Esas pequeñeces cotidianas no tienen nada que ver con la verdad. Con seguir el principio de que la vida cotidiana y los hábitos alimenticios sean estructurados, adecuados y no dañen la salud, debería ser suficiente; no hay necesidad de unos preceptos tan detallados. Entonces, ¿por qué el anticristo elabora reglas con tantos detalles? Dice: “No es bueno para la gente no tener supervisión. Estas cuestiones no se mencionan en las palabras de dios y, sin esos detalles específicos, nuestras vidas carecerán de disciplina, de estructura y de semejanza humana. Ahora que soy el líder, todos podréis ser corregidos. Ya no sois ovejas errantes, existe alguien que se ocupa de vosotros”. Tanto las cuestiones importantes de la vida diaria como las insignificantes son meticulosamente reguladas, como la ropa, la comida, el cobijo y el transporte. Luego comparte contigo un “secreto”, diciendo: “Las palabras de Dios nunca mencionaron estos detalles concretos de la vida cotidiana. Pero solo porque dios no hablase de ellos no quiere decir que nosotros no debamos conocerlos. Los humanos debemos encargarnos de trabajar en todas esas cuestiones detalladas de las que él nunca habló”. Elabora un conjunto de reglas y preceptos exentos a las palabras de Dios, en apariencia detallados y claramente definidos con términos explícitos, para reemplazar la verdad y guiar a los demás. Una vez que se emiten estos preceptos tan específicos y claramente definidos, espera que la gente se atenga a esas supuestas reglas y, si alguien no las cumple, si las desobedece, ignora o vulnera, el anticristo lo poda. Después de podarlo, se asegura de que la persona acepte esas reglas y las acepte de Dios. Utiliza esas cosas para reemplazar a la verdad y guiar a la gente, así que ¿qué tipo de senda tomarán esas personas? Lo único que harán será observar preceptos y rituales, siguiendo un mero protocolo. Bajo un liderazgo así, la gente puede creer erróneamente, basándose en sus propias nociones: “Si puedo sostener los preceptos y formalidades externos, si puedo atenerme al horario de despertarme, dormirme y comer, ¿no quiere decir que estoy practicando la verdad? Por lo tanto, ¿no seré salvado?”. ¿Es tan sencilla realmente la salvación? ¿Es tan fácil obtener la verdad? ¿Acaso la verdad solo tiene que ver con el comportamiento humano? No. ¿Qué trato da el anticristo a los cambios en el carácter de las personas, a su entendimiento de la verdad y a su práctica de la verdad? Los trata como si fueran lo mismo que seguir el orden público o acatar las leyes del país. Incluso hace que la gente crea erróneamente que esas reglas y preceptos son más elevados, concretos y prácticos que las palabras de Dios. En realidad, usa esas cosas para desorientar y controlar a la gente, dirigiendo firmemente su comportamiento. No resuelve los problemas con la verdad ni anima a la gente a vivir, actuar y llevar a cabo sus deberes de acuerdo con los principios-verdad. Por el contrario, formula artificialmente un conjunto de reglas, preceptos y sistemas para que la gente siga. ¿Con qué propósito lo hace? Quiere que la gente lo admire, que crea que él es inteligente y que obedezca su liderazgo practicando y siguiendo esas reglas y preceptos. De esa manera, consigue sus objetivos. Busca lograr su objetivo de controlar todo lo de todos por medio de la limitación y la estandarización del comportamiento de las personas. Y quizás, con respecto a la motivación de sus acciones, puede no tener un deseo evidente de estatus, pero la consecuencia final es que controla a la gente y esta vive y actúa en completo acuerdo con las reglas y preceptos que él ha establecido. En una situación como esa, ¿la verdad aún ocupa un lugar en el corazón de las personas? No lo hace. Los anticristos no tienen entendimiento espiritual y no comprenden la verdad. Si compartes la vida de iglesia con ellos, te dirán que hoy hagas esto y mañana aquello, incapaces, en esencia, de hablar sobre los principios-verdad. En cambio, te darán un montón de preceptos para seguir. Puede que estés agotado de seguirlos, pero negarte a hacerlo no es una opción. No te dejarán actuar libremente. Esa es una de las formas que tienen de controlar a la gente.
¿Qué es lo principal que controlan los anticristos en las personas? (Sus pensamientos). Correcto, principalmente controlan los pensamientos de la gente. No se trata solo de controlar lo que las personas hacen y dicen. Bajo el pretexto de hablar sobre la verdad, usan teorías vacías y sofistería ingeniosa para desorientarte, con el objetivo de controlar tus pensamientos y hacer que los obedezcas y sigas su ejemplo. Eso es lo que significa desorientar y controlar a la gente. Si no sigues sus instrucciones, podrías sentir que estás yendo en contra de la verdad, e incluso que estás en deuda con ellos o que no puedes enfrentarlos. Esa es una señal de que ya estás bajo su control. Sin embargo, si no practicas la verdad ni te sometes a Dios, ¿te sientes en deuda con Él en tu interior? Si no lo haces, entonces no tienes conciencia ni humanidad. Si puedes obedecer al anticristo en lugar de practicar la verdad, sin ninguna sensación de inquietud en tu corazón o cargo de conciencia, quiere decir que estás bajo su control. El fenómeno más común del control del anticristo es que, dentro de su esfera de autoridad, solo él tiene la última palabra. Si no está presente, nadie se atreve a tomar decisiones o resolver un asunto. Sin él, los demás son como niños perdidos: no saben cómo orar, buscar ni deliberar unos con otros; se comportan como marionetas o personas muertas. Ahora no entraremos en detalles respecto a lo que dicen a menudo los anticristos para desorientar y controlar a las personas. Seguramente emplean muchas afirmaciones y tácticas, y las consecuencias resultantes se pueden ver desarrolladas en aquellos que son desorientados. Dejad que os dé un ejemplo. Hay unos pocos individuos de calibre promedio, no demasiado bajo, que llevan a cabo su deber con lealtad y raras veces son negativos. Sin embargo, después de trabajar con un anticristo cumpliendo su deber durante un tiempo, se vuelven dependientes de él. Prefieren seguirle en todo y él se convierte en su principal respaldo. En cuanto se los separa del anticristo, se vuelven ineficaces en todo lo que hacen. Si él no está presente, deja de haber avances en el desempeño de su deber e incluso, al enfrentarse con un problema, son incapaces de obtener resultados al compartir. Lo único que pueden hacer es esperar a que el anticristo regrese para que lo resuelva por ellos. En realidad, originalmente, antes de que los controlara el anticristo, estos individuos tenían la capacidad de manejar esas cuestiones gracias a su calibre, intelecto, experiencia y antecedentes, pero, después de ser controlados por el anticristo, ya no se atreven a tomar decisiones ni ofrecer soluciones claras para encargarse de los asuntos sin que él esté presente. Sus pensamientos parecen haber sido encarcelados y sus características se asemejan a las de una persona en estado semivegetativo. ¿Qué cosas ha hecho el anticristo que los controla para que muestren esos comportamientos? Sin duda debió haber algunos dichos o declaraciones explícitos para hacer que obedezcan en alma y mente. También debió haber ciertas declaraciones, puntos de vista o acciones con las que estas personas estuvieron de acuerdo. Sin embargo, los anticristos carecen por completo de realidad-verdad. Sus declaraciones y puntos de vista, incluso si son correctos, tienen la intención de desorientar a las personas y no representan ninguna realidad-verdad. Hay quienes admiran a los anticristos porque, de hecho, ellos poseen algunos dones y talentos, pero esas cualidades no significan que posean la realidad-verdad. Los que adoran a los anticristos lo hacen porque no poseen la verdad y no pueden discernir a las personas, por eso pueden adorar a los anticristos e incluso también a algunas grandes figuras espirituales famosas. Algunas personas pueden ser desorientadas por los anticristos, pero es solo algo temporal y, una vez que se den cuenta de que estos solo pueden hablar de teorías espirituales y no practican la verdad, de que no han hecho nada para salvaguardar la obra de la iglesia y de que son verdaderos fariseos hipócritas, los rechazarán y los odiarán. Hay muchos casos de anticristos que usan sus dones y su elocuencia para desorientar a quienes no comprenden la verdad. Por ejemplo, si haces una sugerencia razonable, todos deberían acoger esa propuesta certera y continuar hablando sobre ella, y esa es la senda correcta y demuestra lealtad y responsabilidad en su deber, pero el anticristo piensa en su interior: “¿Cómo es que no se me ocurrió esa propuesta a mí primero?”. Muy en el fondo, admite que la propuesta es adecuada, pero ¿puede aceptarla? Debido a su naturaleza, sin duda no aceptará tu sugerencia correcta. Hará todo lo posible para rechazarla y luego inventará un plan alternativo para hacerte sentir que tu propuesta es completamente inviable y que su plan es mejor. Quiere que pienses que no puedes prescindir de él y que, solo si trabaja él, pueden ser eficaces todos los demás. Sin él, ningún trabajo se puede llevar a cabo correctamente y todos se vuelven inútiles y no pueden lograr hacer nada. La estrategia del anticristo es parecer siempre innovador y único y hacer declaraciones grandilocuentes. Por muy correctas que sean las declaraciones de otras personas, las rechazará. Aunque las sugerencias de los demás sean coherentes con sus propias ideas, si él no las propuso primero, nunca las reconocerá ni las adoptará. En su lugar, hará todo lo que esté en su poder para menospreciar esas sugerencias, luego invalidarlas y condenarlas, criticándolas de manera persistente hasta que la persona que aportó la sugerencia sienta que se equivocó y admita su error. Solo entonces el anticristo lo dejará estar. Los anticristos disfrutan posicionándose mientras denigran a otros, buscando hacer que los adoren y los conviertan en el centro de atención. No permiten que brille nadie más que ellos, mientras que los demás solo pueden mantenerse en el fondo. Todo lo que hacen y dicen es correcto, y lo que hacen y dicen los demás está mal. A menudo proponen puntos de vista novedosos para invalidar los puntos de vista y las acciones de los otros, buscando fallas en sus sugerencias y trastornando y rechazando sus propuestas. De esa manera, las otras personas deben escucharlos y actuar de acuerdo con sus planes. Usan esos métodos y estrategias para socavarte, atacarte y hacerte sentir un incompetente de manera continua, haciéndote así cada vez más sumiso a ellos; haciendo que los admires más y los tengas en mayor estima. Así, terminas bajo su control pleno. Ese es el proceso mediante el que los anticristos subyugan y controlan a la gente.
Un anticristo emplea varios métodos para desorientar y controlar a las personas; no es en absoluto tan simple como un guiño o unas pocas palabras que hace que la gente lo siga. Ya se trate de controlar a las personas o de controlar un aspecto de la autoridad, como las decisiones sobre el personal, los asuntos financieros o tener la última palabra, usará diferentes tácticas, y de ninguna manera lo hará solo ocasionalmente, sino que hará un esfuerzo continuo para presumir y dar testimonio de sí mismo hasta que la gente lo admire, lo elija y, entonces, la autoridad sea suya. Le llevó un período de tiempo lograr ese objetivo. Otro método que utiliza para desorientar y controlar a la gente es presumir constantemente y hacer que todo el mundo lo conozca y que más gente esté al tanto de sus contribuciones a la casa de Dios. Podría decir, por ejemplo: “Anteriormente se me ocurrieron unos métodos para difundir el evangelio y eso ha aumentado su efectividad. Ahora, otras iglesias también están adoptándolos”. En realidad, son varias las iglesias que han acumulado una buena cantidad de experiencia en la difusión del evangelio, pero el anticristo se jacta constantemente de sus decisiones acertadas y de sus logros y le informa a la gente sobre ellos, recalcándolos y repitiéndolos dondequiera que va hasta que todo el mundo está al tanto. ¿Con qué objetivo lo hace? Para construir su propia imagen y su prestigio, para obtener elogios, apoyo y admiración de más personas y para hacer que acudan a él para todo. ¿No consigue así su objetivo de desorientar y controlar a la gente? La mayoría de los anticristos actúa de esta manera, encargándose de las funciones de desorientar, atrapar y controlar a las personas. Independientemente de la iglesia, el grupo social o el entorno laboral, siempre que aparece un anticristo, la mayoría de la gente comienza a adorarlo y a respetarlo inconscientemente. Cuando se enfrentan a dificultades con las que se sienten confundidas y necesitan quien las guíe, especialmente en situaciones críticas en que se debe tomar una decisión, las personas pensarán en el talentoso anticristo. En su corazón, piensan: “Si tan solo estuviese aquí, todo estaría bien. Solo él puede aconsejarnos y darnos sugerencias que nos ayuden a superar esta dificultad; él tiene la mayor parte de las ideas y soluciones, sus experiencias son las más ricas y su mente, la más ágil”. El hecho de que esta gente pueda alabar al anticristo a este nivel, ¿no se relaciona directamente con su forma habitual de presumir, presentarse y exhibirse por ahí? Si él manifestara solidez en sus palabras y sus acciones, si fuera alguien que bajase la cabeza y trabajase duro, si hablara menos y trabajara más, sin darse nunca a conocer ni alardear ni mucho menos fanfarronear, no sería capaz de desorientar a la gente y hacer que esta lo valore y lo admire. Entonces, ¿por qué ciertas personas que son relativamente honestas y pueden practicar la verdad y trabajar de forma diligente casi nunca son elegidas líderes y obreros? Porque la mayoría de la gente no posee la realidad-verdad y no tiene capacidad de discernimiento. La gente tiende a preferir a quienes poseen dones, elocuencia y una inclinación a presumir; envidia y aprueba especialmente a personas como esas y le encanta interactuar con ellas. Como consecuencia, los anticristos se convierten naturalmente en objeto de alabanza y admiración para la mayoría de la gente. Más allá de eso, los anticristos tienen un conjunto de métodos para controlar a la gente y no dudan en invertir tiempo y energía en mantener su estatus y su imagen en el corazón de la gente, todo con el objetivo final de ganar control sobre ella. ¿Qué hace un anticristo antes de lograr ese objetivo? ¿Qué actitud tiene hacia el estatus? No se trata de un afecto normal hacia él ni de envidia; es un plan a largo plazo, un intento deliberado por obtenerlo. Les da una particular importancia al poder y al estatus y ve a este último como un prerrequisito para lograr el objetivo de desorientar y controlar a la gente. Una vez que consigue el estatus, gozar de sus beneficios se le da naturalmente. Por lo tanto, la habilidad del anticristo de desorientar y controlar a la gente es el resultado de una gestión laboriosa. De ninguna manera toma esa senda por casualidad: todo lo que hace tiene un propósito, está premeditado y cuidadosamente calculado. Para los anticristos, obtener poder y lograr su objetivo de controlar a la gente es el premio, el resultado que más desean. Su búsqueda de poder y estatus tiene una motivación, un propósito y una intención, y está laboriosamente gestionada; es decir que, cuando habla o actúa, tiene un fuerte sentido de su propósito y su intención y un objetivo muy definido. Por ejemplo, se jacta de haber sido un líder u obrero de determinado nivel, de haber ganado cierta cantidad de personas difundiendo el evangelio o de haber desarrollado varios métodos clásicos para difundirlo; alardea de sus experiencias y cualificaciones. ¿Qué pensamientos tiene mientras alardea? ¿Cuál es su motivación subyacente? ¿Acaso no delibera sobre qué palabras debe usar y cómo debe mezclar lo cierto con lo que es falso? Sus palabras no son aleatorias; todo lo que dice tiene un propósito y no es en modo alguno una mera cuestión de autobombo. Sus palabras pueden parecer particularmente medidas y dirigidas y mostrar un marcado sentido del decoro. Por ejemplo, si se encuentra con personas que comprenden la verdad, su corazón estará alerta y, casualmente, no dirá ni hará cosas en su presencia por miedo a que lo disciernan. Será más disciplinado. Sin embargo, si está tratando con nuevos creyentes o creyentes comunes, pensará con cuidado qué decirles a esos individuos. Si está tratando con líderes y obreros, contemplará qué decirle a ese grupo. Si está tratando con quienes tienen conocimientos profesionales, tendrá en cuenta qué decirles a ellos. Es especialmente astuto en cuestiones externas y sabe a quiénes dirigirse con esas palabras y cómo transmitir su mensaje de manera efectiva; tiene muy claro todo eso. En otras palabras, los anticristos siempre tienen ciertas intenciones cuando actúan. Sus palabras, acciones y conducta, incluso las palabras específicas que eligen al hablar, son intencionales; no actúan a partir de una revelación momentánea de corrupción, pequeña estatura, estupidez o ignorancia, soltando sinsentidos dondequiera que van; no es así en absoluto. Al examinar sus métodos, su manera de hacer las cosas y las palabras que escogen, los anticristos resultan bastante retorcidos y perversos. En aras de su propio estatus y para lograr su objetivo de controlar a la gente, aprovechan cualquier ocasión para presumir, valiéndose de lo más mínimo y sin perder ni una sola oportunidad. Decidme, ¿esas personas revelarían esos rasgos frente a Mí? (Sí). ¿Por qué decís que lo harían? (Porque su esencia-naturaleza es presumir). ¿Presumir es el objetivo final del anticristo? ¿Cuál es su objetivo al presumir? Desea ganar estatus, y esto es lo que quiere decir: “¿Acaso no sabes quién soy? Mira las cosas que he hecho, yo soy quien ha hecho todas estas cosas buenas; he contribuido bastante a la casa de dios. Ahora que lo sabes, ¿no deberías darme trabajos más importantes? ¿No deberías tenerme en alta estima? ¿No deberías depender de mí para todo lo que hagas?”. ¿Acaso esto no es deliberado? Los anticristos quieren controlar a todos, sin importar quiénes sean. ¿Qué otro término hay para controlar? Manipular, jugar con uno; simplemente quieren dominarte. Por ejemplo, cuando los hermanos y hermanas elogian algo por estar bien hecho, un anticristo de inmediato dice que lo hizo él, consiguiendo que todo el mundo se lo agradezca. ¿Actuaría de esa manera una persona razonable? Por supuesto que no. Cuando los anticristos hacen un poco el bien, quieren que todo el mundo lo sepa, que los tengan en alta estima y los alaben; eso les da satisfacción. Sin importar lo que hagan, desean obtener la felicitación y adoración de la gente y están dispuestos a soportar lo que sea para conseguirlo. Por el estatus y el poder, los anticristos no dejarán pasar ni una oportunidad de presumir, incluso si hacerlo parece una estupidez o si sus métodos son vulgares y despiertan el menosprecio de los demás; no dejarán pasar la oportunidad aun así. De igual forma, emplean cualquier medio que sea necesario para lograr su objetivo de controlar a la gente y no escatiman esfuerzos para conseguirlo. Se afanan concienzudamente y se devanan los sesos para formular sus conspiraciones. Cuando hacen algo bueno, no paran de ostentarlo y exhibirlo en todas partes. Si alguien más ha hecho algo bueno, lo envidian y hacen todo lo posible por llevarse el crédito o dicen que participaron en ello para atribuirse el mérito. En resumen, los anticristos tienen tácticas para controlar a la gente. Sin duda no se trata de una falsedad momentánea ni de un par de acciones ocasionales. Por el contrario, hacen y dicen muchas cosas. Sus palabras son desorientadoras, así como sus acciones, y su objetivo final al hacer y decir esas cosas es controlar a la gente.
¿Cuál es el propósito de un anticristo al controlar a la gente? Ganar estatus y autoridad en el corazón de las personas. Una vez que los tiene, puede gozar de los beneficios del estatus y de los muchos privilegios que otorga. En tiempos de calor, por ejemplo, mientras otros se quedan en cuartos sin aire acondicionado, él puede quedarse en habitaciones donde sí lo hay. A la hora de comer, mientras otros obtienen una sola ración de vegetales y arroz, él recibe además un poco de carne y sopa. Cuando entra en una habitación en la que ya no hay asientos disponibles, otros tienen que sentarse en el suelo y dejar una única silla que está reservada para él. Este trato especial es producto de su estatus, y él disfruta entregándose a los beneficios que este otorga. Por supuesto que estos privilegios y disfrutes están lejos de ser suficientes para satisfacer sus ambiciones. No solo necesita esos beneficios materiales que el estatus le permite tener, sino la vanidad, la satisfacción y el sentido de seguridad que le aportan a su mundo interior. ¿Cuáles son los comportamientos de aquellos que han sido desorientados, atraídos y controlados por anticristos? Comparan entre sí su estatus, su poder, sus dones y sus habilidades, así como también sus familias y su contexto de clase, y compiten por a quién se le ocurren las ideas más perversas y quién tiene una mente más ágil. Los anticristos de la religión también compiten por quién ora durante más tiempo. Si una persona ora durante diez minutos, otra lo hará durante veinte y puede que, durante una reunión, no hagan nada más que orar sin cesar, murmurando sin pausa como si fueran esas personas que recitan las escrituras en un templo budista. ¿Dios escucha esas oraciones? A juzgar por la manera en que oran, el Espíritu Santo no obrará en ellas. Se fijan en quién puede orar más tiempo, quién puede hacerlo en voz más alta para vencer al resto. ¿No es eso una locura total? Sus acciones son increíbles e irracionales. Esas son las principales manifestaciones que se pueden ver en aquellos que han sido desorientados y controlados por los anticristos; ese es el resultado que se produce cuando los anticristos conducen a las personas. Por eso, si un anticristo te desorienta y te controla, lo respetarás, lo seguirás y le obedecerás en todo. No escucharás a nadie más, aunque sea Dios el que esté hablando. Esos serán los comportamientos que exhibirás. Cuando los anticristos controlan a la gente, es como si Satanás los estuviera gobernando. Si estás bajo el control de Satanás y hay un lugar en tu corazón para el hombre y otro para él, entonces el Espíritu Santo no obrará en ti, sino que te abandonará. ¿Acaso no te gusta seguir a los anticristos? ¿Acaso no te gusta respetarlos? ¿Acaso no te gusta aceptar su control y manipulación? Entonces serás entregado a ellos. Si crees que todo lo que dicen los anticristos es la verdad, entonces puedes escucharlos y seguirlos y serás entregado a ellos. Sin embargo, tendrás que hacerte responsable de las consecuencias. Si, llegado el día, no obtienes la salvación, no responsabilices a Dios ni te quejes de Él; esto no tiene nada que ver con Él. Ha sido tu propia elección y debes pagar el precio de tu decisión.
Hemos terminado, más o menos, de hablar sobre las manifestaciones del control de los anticristos sobre la gente. Las personas deben comprender lo que significa ser controladas. Por fuera, puede parecer que algunas personas están siguiendo a Dios, escuchando Sus sermones, comiendo y bebiendo de Sus palabras, viviendo la vida de iglesia y llevando a cabo sus deberes, y que no han dejado la casa de Dios. Entonces, ¿por qué las controlan los anticristos? En principio, porque no poseen la verdad. Primero, esas personas fueron desorientadas por los anticristos y luego, llegaron a admirarlos especialmente, lo que derivó en que fueran controladas por ellos. ¿Qué significa que sean controladas? Significa estar bajo su influencia y ser presa de ellos. Aunque estés llevando a cabo tus deberes, mientras estás buscando los principios-verdad al hacerlo, estás siendo desorientado por anticristos. Cuanto más coinciden sus declaraciones y puntos de vista con tus propias nociones y figuraciones, más correctos y de acuerdo con la verdad los consideras, y dejas de buscar los principios-verdad, ya no estás dispuesto a pensar de manera independiente ni basas tu práctica en las palabras de Dios. Crees que el punto de vista de los anticristos no está para nada equivocado y lo validas con todo tu corazón. Una vez que eso sucede, cuando realmente practicas conforme a las palabras de Dios, te sientes incómodo e inquieto. Sientes que les has fallado a los anticristos y que de ninguna manera puedes actuar así. ¿No eres totalmente presa de las declaraciones y puntos de vista del anticristo? Cuando haces cosas, no sabes cómo juzgar, buscar u obedecer en base a las palabras de Dios. No sabes cómo y tampoco te atreves a hacerlo. ¿Cómo es que no sabes hacerlo y por qué no te atreves? Los anticristos no han hablado todavía, no te han informado de una decisión ni han llegado a una conclusión, y no te han dicho el desenlace ni te han indicado dirección alguna. Por eso no te atreves a actuar de acuerdo con tu comprensión y te preocupa equivocarte de camino, hacer algo mal. ¿No estás siendo controlado? ¿Por qué siempre tienes tanto miedo? ¿De verdad no han sido claras las palabras de Dios? ¿Las palabras de Dios no te han dicho los principios o lo que debes hacer? ¿Por qué las ignoras e insistes en escuchar a los anticristos? Ellos te están desorientando y controlando. Por ejemplo, le dije a alguien que construyera una pared, especificándole la altura, longitud y ubicación. Entonces, el anticristo vino y dijo: “La altura de la pared está bien, pero hay un problema. Si la construyes así, ¿no se caerá cuando sople viento?”. Al oírlo, la persona dijo: “Bien visto. ¿Podría caerse? Dios no lo dijo, así que no la construiré todavía”. Cuando fui a verificarlo más tarde, le pregunté: “¿Por qué aún no has construido la pared? Han pasado varios días y sigue sin estar en pie; ¿no estás posponiendo las cosas?”. Me respondió que alguien había expresado su preocupación por el hecho de que la pared se pudiera caer con el viento. Le dije que, si le preocupaba el viento, usara una columna como soporte, y tomó nota mental. Más tarde, el anticristo volvió a perturbarlo, diciéndole: “¿Es suficiente una columna? ¿No deberías colocar dos?”. La persona reflexionó, pensando que Dios solo había dicho que pusiera una columna y no dos, y una vez más no supo qué hacer. Tras ser tan desorientada y perturbada por el anticristo, todas las palabras que yo le había dicho antes fueron en vano y no pudo continuar con su tarea. ¿No es eso lo mismo que ser controlado por el anticristo? ¿A quién debía escuchar en ese asunto? (A Dios). Entonces, ¿por qué no escuchó las palabras de Dios? ¿No quería hacerlo? Quería, pero fue desorientado por las herejías y falacias de uno de los anticristos. Una vez que fue desorientado, lo obedeció, lo cual es equivalente a ser secuestrado por él. Si su comportamiento y sus pensamientos son presa y prisioneros del anticristo, está bajo su control. Finalmente, esta persona no cumplió con su deber y no se sometió a Dios ni escuchó Sus palabras. ¿Quién ocasionó ese desenlace? Lo ocasionó su ignorancia, que es inseparable de la desorientación, la perturbación y el control por parte del anticristo. Entonces, ¿por qué el anticristo interfirió de esa manera? Quería demostrar su brillantez; y lo que realmente estaba diciendo era: “¿Por qué escuchaste ciegamente a dios cuando te dijo que construyeras esta pared aquí? ¿Por qué tienes un razonamiento tan simple? Si construyes esa pared aquí, ¿no se caerá en cuanto el viento empiece a soplar? Escuchar a dios no es tan preciso como escucharme a mí; debes escucharme a mí. Si lo haces, estaré complacido, pero, si escuchas a dios, no me sentará bien y no estaré satisfecho. No tienes que escuchar a dios, ¿dónde me deja eso a mí?”. No lo dijo directamente, sino que interfirió y trastocó las cosas a propósito. Después de entrometerse, la tarea no se pudo completar y él quedó como un sabio, lo que lo hizo feliz. Cuando Dios le ordena a alguien que construya una pared, esa persona debe hacerlo sin demora, pero en este caso el resultado fue que la pared no se levantó. ¿Quién provocó ese resultado? El anticristo: la persona fue desorientada, perturbada y controlada por él. Es similar a la manera en que la serpiente tentó a Adán y Eva. Dios les había dicho: “Del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque el día que de él comas, ciertamente morirás”. ¿Son la verdad esas palabras de Dios? Lo son, y no necesitas entender su significado, solo debes escucharlas y someterte. Sin importar la situación, la palabra de Dios no puede cambiar y, si Él quiere que hagas algo, entonces hazlo. No lo analices. Incluso si no lo entiendes, debes saber que la palabra de Dios es correcta; debes entender esa definición en tu corazón. En otras palabras, debes comprender esa verdad antes que nada. Coincidan o no las palabras de Dios con tus propias nociones, las entiendas o no, y por muy atolondrado que puedas estar, debes aferrarte a Sus palabras. Esa es tu responsabilidad y tu deber. Una vez que te lo hayas propuesto, ¿qué debes hacer cuando Satanás venga de nuevo a seducirte? Debes creer profundamente en las palabras de Dios y seguir Su camino; ese es el principio más importante. Ignora lo que diga Satanás. ¿Cuál fue el resultado final de que Adán y Eva escucharan las palabras de la serpiente? Fueron desorientados y controlados por Satanás. Con una sola frase de palabras engañosas, vagas y endiabladas, logró persuadir y controlar el comportamiento de Adán y Eva. Ese era un resultado que Dios no quería ver. ¿Cuál fue el propósito de la serpiente al decir esas palabras? A través de ellas, quiso confundir las ideas de la gente, influir en su comportamiento y hacer que dejasen de escuchar a Dios y abandonasen Sus palabras. En cuanto plantó ese pensamiento activo en su cabeza, ellos siguieron la senda señalada. ¿Cuál era el objetivo de Satanás? Decir: “No escuches lo que dios dice. Debes escucharme a mí; debes comer esta fruta”. Dios les dijo que no la comieran, pero Satanás les dijo que sí. Al final, ¿Adán y Eva lo hicieron? (Sí). Así es como Satanás controló a las personas. Cuando escuchas las palabras endiabladas de un anticristo, puedes desorientarte y perder el rumbo, y corres el riesgo de no acatar las palabras de Dios. ¿Acaso no quiere decir eso que tu comportamiento y pensamientos están influidos y controlados por ese anticristo? Eso es lo que significa el control. ¿Os habéis encontrado con situaciones similares? Algunas personas malintencionadas ven que estás completando una tarea sin ninguna complicación y que estás a punto de lograr resultados, de hacerte notar, y se dan cuenta de que no han estado muy implicadas en ese asunto. Si a ti te notan, a ellas no las notarán, así que proponen puntos de vista o preguntas en apariencia verosímiles para desorientarte, perturbarte y controlarte. Como resultado, te vuelves atolondrado y piensas que sus palabras también tienen sentido. Ya no sabes qué hacer y no puedes seguir adelante con tu deber, por lo que te detienes. ¿No es eso ingenuo? Inicialmente, antes de ser desorientado, estabas lúcido y sabías qué hacer, pero, en cuanto el anticristo te perturbó, te enredaste y ya no supiste cómo manejar las cosas de manera apropiada. ¿Cuál es el problema aquí? (Haber sido desorientado). Las personas que son fácilmente desorientadas y controladas por anticristos o por Satanás son individuos ignorantes y atolondrados. En cuanto a las manifestaciones de cómo los anticristos desorientan y controlan a las personas, ¿ha sido suficientemente específica nuestra enseñanza? Deberíais ser capaces de entender y, cuando las cosas os sucedan, deberíais cotejarlas con distintas verdades para reflexionar sobre vuestras palabras, acciones y esencia. Al mismo tiempo, deberíais intentar comprender y discernir las personas, los acontecimientos y las cosas que os rodean para ganar un entendimiento más claro de la verdad y una comprensión más precisa de la esencia-naturaleza de las diferentes personas.
En el presente, muchos de vosotros recién habéis entrado en contacto con los estados y manifestaciones específicos de diversas verdades. ¿Por qué digo que recién habéis entrado en contacto con ellos? Porque habéis llegado a comprender algunos detalles, pero aún queda distancia por recorrer antes de la verdadera entrada. Comprender no es lo mismo que entrada. Cuando comprendes, solo significa que, en tu mente, tu comprensión de los conceptos y definiciones de esas cuestiones es relativamente acertada y más coherente con la verdad, pero aún estás lejos de tener entrada personal. La comprensión y la capacidad de reconocer y de relacionar esas cuestiones con tu estado y con las personas, los acontecimientos y las cosas que te rodean no significan que tengas entrada. Esas son dos cosas diferentes. El que una persona sea salvada y logre un cambio de carácter comienza con la comprensión de cada una de las diversas verdades, y la entrada en la realidad-verdad comienza con la práctica de esas verdades. Si tuvierais una determinada base en tu comprensión y entrada en las distintas verdades, entonces, cuando os pregunto ejemplos, podríais pensar de inmediato en vuestras propias manifestaciones o en algunas cosas que hayáis visto y experimentado. Eso simplificaría mucho mi enseñanza y no tendría que hablar con tanto detalle porque vosotros ya habríais tenido experiencias y podríais llegar a ese nivel. Sin embargo, cuando os pregunto ahora, debéis pensar sobre la marcha y también tenéis que revolver y buscar en vuestra memoria. Cuando veo que no conocéis estas cosas y que no las habéis experimentado por vosotros mismos, debo explicároslas en detalle, aclarar los aspectos principales y centrales y los problemas esenciales de estos asuntos y daros un entendimiento básico de los detalles de las diversas verdades para que, al practicar, no confundáis aspectos relacionados con conceptos o definiciones y, para que no mezcléis churras con merinas ni penséis que estas cuestiones son demasiado complejas, sino que seáis capaces de diferenciar claramente los distintos aspectos. Así, la próxima vez que hable sobre estas cosas, será sencillo. En este momento aún no estáis a la altura, por eso siempre debo explicarlas en detalle. ¿Cuánto del contenido de las enseñanzas de nuestras reuniones podéis sopesar y digerir? Si es solo el diez por ciento, entonces apenas tenéis una estatura digna de mención y, si es el treinta por ciento, solo habéis entendido un poco. Si alcanzáis el cincuenta por ciento, tenéis cierta estatura y entrada, pero, si no llegáis a eso, no tenéis ninguna entrada. Lo entendéis, ¿verdad? Si cuando comparto de esta manera aún no podéis entender, quiere decir que vuestro calibre es demasiado bajo y no tenéis manera de comprender la verdad. Muy bien, así concluye nuestra enseñanza de hoy. ¡Hasta la próxima!
17 de abril de 2019