Punto 9: Cumplen con su deber solo para distinguirse a sí mismos y satisfacer sus propios intereses y ambiciones; nunca consideran los intereses de la casa de Dios, e incluso los venden y los intercambian por gloria personal (VI)
II. Los intereses de los anticristos
La última vez nos ocupamos en el punto nueve de las diversas manifestaciones de los anticristos: cumplen con su deber solo para distinguirse a sí mismos y satisfacer sus propios intereses y ambiciones; nunca consideran los intereses de la casa de Dios, e incluso los venden y los intercambian por gloria personal. Luego dividimos los intereses de los anticristos en diversos puntos. El primero es su propia seguridad, el segundo su reputación y estatus y el tercero intrigar en beneficio propio. ¿En qué consisten los beneficios que quieren obtener? (El primero es malversar los bienes de la casa de Dios, el segundo es usar a los hermanos y hermanas para que los sirvan y trabajen para ellos y el tercero es servirse de su posición para adquirir fraudulentamente alimentos, bebidas y otras cosas deseables con el pretexto de creer en Dios). Estas “otras cosas” incluyen un trato especial, encargarse de sus asuntos personales y demás, ¿verdad? (Sí). ¿Os confunde que compartamos de esta manera, dividiendo los grandes temas en subtemas y los subtemas en diversos aspectos de los que hablar? (No). De hecho, mientras más se comparta de esta manera, más claras deberían quedar las cosas. Hemos hablado sobre tres puntos de los intereses de los anticristos, pero hay otro, el más importante; el cuarto de los intereses de los anticristos, sus expectativas y su porvenir. Las expectativas y el porvenir son probablemente el principal objetivo que albergan los anticristos en su fe en Dios. Son además los mayores sueños que poseen en su fuero interno y lo más elevado que buscan en el fondo de su corazón. Es muy probable que estés familiarizado con el tema de las expectativas y el porvenir. Está relacionado con dónde va a acabar la gente, dónde va a ir o qué rumbo tomará en el futuro o en la próxima era; en resumen, con su destino futuro. ¿No es esta la cosa más grande e importante en el corazón de todos y cada uno de los creyentes en Dios? (Sí). Las expectativas y el porvenir son increíblemente importantes para todos los que creen en Dios. Por tanto, no hace falta decir que, para los anticristos, la parte más fundamental de sus intereses debe ser la de sus expectativas y su porvenir, o sea su destino.
D. Sus expectativas y su porvenir
Vamos a hablar sobre las expectativas y el porvenir en el marco de los intereses de los anticristos desde diversos ángulos y perspectivas, de modo que las cosas van a quedar relativamente claras. Los diversos intereses de los anticristos que hemos compartido antes incluyen tanto los intereses materiales como los no materiales. Por ejemplo, la propia seguridad, reputación y estatus de alguien son todos intereses no materiales; son cosas intangibles en sus mundos espirituales. Mientras que los intereses materiales incluyen los bienes, la comida y la bebida, además de un tratamiento especial, placeres materiales y demás. Por tanto, ¿qué implican las expectativas y el porvenir de la charla de hoy? Si las observamos desde la perspectiva de las nociones humanas, ¿son cosas tangibles o intangibles? (Son intangibles). Por tanto, han de ser cosas que existen en los mundos espirituales de las personas, en sus nociones y figuraciones, y en su mente. Para ellas, estas cosas son una especie de esperanza y sustento, y lo que se pasan toda la vida buscando. Aunque les resulten invisibles e intangibles, ocupan una posición preponderante en su corazón, dominan su vida entera, además de controlar sus pensamientos y acciones, sus intenciones y el rumbo de sus búsquedas. Por tanto, ¡las expectativas y el porvenir son increíblemente importantes para todo el mundo! Si bien las expectativas y el porvenir son importantes, los anticristos los buscan de una manera completamente diferente a la de las personas normales y corrientes. ¿Cuál es exactamente la diferencia? ¿Qué aspectos demuestran este hecho y permiten a las personas ver con claridad y discernir que se trata del método de búsqueda y la característica de un anticristo? ¿No vale la pena discutir y compartir esto? Por supuesto, hay muchas similitudes entre las manifestaciones de muchas personas con las de los auténticos anticristos, así como con las de aquellos que tienen esencia de anticristos. Sin embargo, aunque sus manifestaciones y actitudes sean las mismas, sus esencias son diferentes. Vamos a compartir desde diversos aspectos el cuarto de los intereses de los anticristos: sus expectativas y su porvenir.
¿Cómo podemos diseccionar las expectativas y el porvenir? ¿Qué clase de método y qué ejemplos podemos usar para diseccionar que las expectativas y el porvenir en los intereses de los anticristos no concuerdan con la verdad y se trata de revelaciones de la esencia de los anticristos? ¿A partir de qué aspectos se pueden diseccionar? Esto requiere una cuidadosa investigación. Dividámoslo en varias grandes categorías para que las personas puedan entender la esencia de los anticristos con mayor precisión y claridad. La primera es cómo consideran los anticristos las palabras de Dios, la segunda es cómo consideran los anticristos el deber, la tercera es cómo consideran los anticristos recibir la poda, la cuarta es cómo consideran los anticristos el título de “servidor” y la quinta es cómo abordan los anticristos su estatus en la iglesia. ¿Por qué estas cinco categorías? Tratad de comprenderlo. ¿Podéis obtener un poco de entendimiento de cada una? ¿Podéis encontrar algunas manifestaciones o actitudes que se correspondan con las de los anticristos? ¿Qué se debería diseccionar en concreto sobre la base de estas cinco categorías? En relación con estas categorías, ¿cuáles son las principales características de los anticristos y las principales actitudes que muestran, y cuáles son las manifestaciones de los buscadores normales de la verdad y de las personas corruptas corrientes? ¿Cuáles son las diferencias entre los anticristos y las personas corruptas corrientes? ¿Dónde radican estas diferencias? ¿Qué diferencia hay entre las sendas que han elegido? ¿Cuál es la diferencia en sus manifestaciones? ¿Conocéis de alguna forma estas categorías? (En estas cinco categorías, los anticristos no contemplan fundamentalmente las cosas basándose en la verdad de las palabras de Dios. Siempre utilizan la apariencia superficial de ciertas cosas o su propia situación para suponer las intenciones de Dios según sus propias nociones y figuraciones, para observar si tienen expectativas y porvenir. Por ejemplo, en lo que se refiere a su deber, si pueden ser el centro de atención y satisfacer sus deseos, vanidad y orgullo, sentirán que son útiles en la casa de Dios y que cuentan con expectativas y un porvenir. En cuanto reciban la poda, sentirán que Dios está descontento e insatisfecho con ellos, y se desanimarán y estarán decepcionados respecto a creer en Dios, y surgirá en ellos la negatividad y la oposición). Este resumen aporta algo de luz y trata un poco la verdad sobre este asunto. A juzgar por el significado general de lo que habéis dicho, es probable que tengáis una comprensión básica de estas cinco categorías. A continuación, hablaremos de ellas una a una.
1. Cómo consideran los anticristos las palabras de Dios
La primera categoría es cómo consideran los anticristos las palabras de Dios. Los anticristos son personas que también creen en Dios y lo siguen; tienen en sus manos las palabras de Dios, escuchan sermones, asisten a reuniones y tienen una vida espiritual normal. Para los anticristos, leer las palabras de Dios es también una parte de sus vidas y lo hacen a menudo. Aunque los dos leen las palabras de Dios, los anticristos son diferentes de aquellos que persiguen la verdad. Adoptan una postura totalmente diferente hacia las palabras de Dios. ¿Cómo consideran los anticristos las palabras de Dios? Primero investigan y analizan las palabras de Dios, las estudian desde una perspectiva y un punto de vista extraños. ¿Por qué lo llamo “estudiar”? Según la situación objetiva, los anticristos tienen que admitir que son palabras de Dios y además sienten en su corazón que las palabras de Dios son tan elevadas que la gente corriente no podría expresarlas ni encontrarlas en ningún otro lugar. Al partir de esta base, no tienen otra opción que no sea admitir que estas son las palabras de Dios, ¿pero acaso aceptan que son la verdad? No. ¿Por qué leen todavía los anticristos las palabras de Dios? Porque en las palabras de Dios hay cosas que necesitan, que quieren saber y que los sustentan en sus mundos espirituales. ¿Cuáles son estas cosas? Por supuesto, están estrechamente relacionadas con las expectativas y el porvenir de los anticristos. Cuando los anticristos estudian las palabras de Dios, buscan constantemente las palabras relacionadas con los destinos, los desenlaces, dónde acabará la gente en el futuro, etcétera. Por tanto, la lectura de los anticristos de las palabras de Dios se llama “estudiar”, pues investigan, analizan y hacen juicios sobre ellas mientras las leen. Investigan Sus palabras al tiempo que las leen: “Según el tono de dios, parece que no le gustan las personas de esta clase. ¿Por qué siento que soy uno de ellos? Debería averiguar qué destino les reserva dios a estas personas”. Cuando ven a Dios hablar sobre arrojarlas de una patada al pozo sin fondo, piensan para sí: “Esto no es bueno. Que te arrojen de una patada al pozo sin fondo significa que estás acabado, ¿no? Este tipo de gente no tiene expectativas ni un buen destino, ¿qué debería hacer yo entonces?”. Sienten un dolor sordo, intranquilidad e incomodidad en su corazón. “¿De veras es así como trata dios a estas personas? No, no puedo rendirme”. De esta manera, continúan buscando las palabras de Dios. Cuando ven las que dicen: “Hijo mío, haré esto o aquello por ti, y te sucederá tal o cual”, ya no se sentirán mal. “Las palabras de dios me templan el corazón, son maravillosas. Soy uno de los ‘hijos’ de los que habla dios”. Luego ven que en las palabras de Dios se menciona a los “hijos primogénitos” y se dice “reinar como reyes” y piensan: “¡Genial! Hay beneficios y un futuro prometedor en creer en dios. He escogido la senda correcta. He realizado la apuesta acertada. He de ser diligente en mi fe y aferrarme a las vestiduras de dios. ¡No debo rendirme, ni siquiera en el último momento!”. A medida que siguen leyendo, ven que en las palabras de Dios se menciona que “el que sigue hasta el final sin duda será salvado”. Para los anticristos, leer esto es como agarrarse a un salvavidas. “Practicaré de acuerdo con estas palabras. No importa cuándo y dónde, y no importa lo que suceda, aunque se sequen los mares y las piedras se conviertan en polvo, aunque los mares azules se tornen verdes campos, estas palabras no van a cambiar. Aunque perezca el cielo y la tierra, estas palabras no lo harán. Mientras me ciña a estas palabras, ¿acaso no tendré un buen desenlace, un buen destino? ¿Acaso mis expectativas y mi porvenir no se asentarán? ‘¡Genial! ¡He de ser uno de los que siguen hasta el final!’”. Al buscar una y otra vez, al investigar de esta forma y analizar de aquella otra, encuentran al fin un salvavidas en las palabras de Dios y descubren el mayor “secreto”. Están eufóricos: “Por fin no tengo que preocuparme porque me descarten, no me tengo que preocupar de acabar en el lago de fuego y azufre ni tampoco en el infierno. He encontrado al fin mi destino y un pasaje al cielo, el hermoso destino de la especie humana, ¡qué maravilla!”. Sin embargo, esto no dura mucho, y cuando leen el capítulo de las palabras de Dios, “Acerca del destino”, piensan: “¿Qué dicen estas palabras sobre el destino? Dios no parece que hable de manera muy específica sobre los destinos de los diversos tipos de personas. ¿Qué quiere decir dios exactamente? ¿Qué debería hacer yo? No debería preocuparme, he de seguir leyendo”. Entonces, cuando ven que Dios dice “prepara suficientes buenas obras para tu destino”, piensan un poco más sobre ello. “Si quiero tener un buen destino, he de preparar suficientes buenas obras. Ahora que dios ha planteado las condiciones, esto facilita las cosas. No tengo que seguir haciendo esfuerzos inútiles ni afanándome en vano; ahora sé en qué debo esforzarme”. Por medio de la charla, los anticristos aprenden qué son las buenas obras, encuentran un “camino” y tienen una solución. “Resulta que era muy simple. Dar limosna y ofrendas es una buena obra. Predicar el evangelio y ganar más personas es una buena obra. Apoyar a los hermanos y hermanas es una buena obra. Regalar las cosas que valoro es una buena obra. Voy a apostarlo todo a mi destino; ¡voy a donar todas estas cosas!”. Pero luego piensan: “No. Si entrego todo mi dinero y mis posesiones materiales, ¿cómo voy a vivir en el futuro? Debería leer las palabras de dios para así ver primero cuándo va a terminar esta obra y nadie va a necesitar ya estas cosas en su vida terrenal. No debería precipitarme. Sin embargo, si no ofrendo esas cosas, ¿cómo puedo preparar buenas obras? Una forma sencilla es ser anfitrión de los hermanos y hermanas y predicar el evangelio para ganarse a las personas. Puedo conseguirlo”. Mientras preparan buenas obras, en su corazón cuentan constantemente cuántas buenas obras han preparado y si será posible lograr un buen destino. “He preparado muchas buenas obras, ¿pero por qué no me da dios una declaración de resolución? La obra de dios todavía no ha terminado, ¿qué debería hacer entonces? No, he de ver qué más dicen las palabras de dios sobre las expectativas y el porvenir y qué otras explicaciones específicas contienen”. Continúan investigando las palabras de Dios una y otra vez. Si encuentran algo que beneficie a sus expectativas y su porvenir, se sienten felices; si encuentran algo que entra en conflicto con sus expectativas y su porvenir, se sienten dolidos. De esta forma, durante los años que leen las palabras de Dios, se sienten repetidas veces negativos y débiles debido a las palabras de Dios, así como también muchas veces positivos, felices y sobreexcitados por ellas. Sin embargo, da igual qué estados o emociones generen, no pueden escapar de su obsesión por el destino, las expectativas y el porvenir, y continúan buscando las palabras de Dios sobre las determinaciones y los enunciados relativos a los desenlaces de diversos tipos de personas. En resumen, dedican todo el esfuerzo que pueden a las palabras de Dios. Da igual cómo las lean, desconocen que la verdad, el camino y la vida están en las palabras de Dios. Solo saben que en Sus palabras pueden encontrar su destino, el de la especie humana, y una manera de evitar ir al infierno y quedarse sin destino. Así que, tras leer las palabras de Dios de esta manera durante muchos años, ¿qué han obtenido? Pueden hablar sobre muchas doctrinas y teorías espirituales correctas, pero no pueden en ningún caso conectar las palabras de Dios con su esencia de oponerse a Dios, rebelarse contra Él, no practicar la verdad y no amarla en absoluto.
Los anticristos investigan y buscan a menudo en las palabras de Dios Sus revelaciones sobre misterios. Además, buscan en Sus palabras nuevos términos, aspectos y enunciados, llegan hasta el punto de buscar algunos misterios que son desconocidos para cualquier persona, ya sea espiritual o no, como qué es la higuera, cuál es el significado de los 144000 hijos varones y qué es un vencedor, así como algunos enunciados y términos en el Apocalipsis que se han investigado durante muchos años sin alcanzar la comprensión. Trabajan con especial afán en estas cosas y buscan e investigan constantemente respecto a si existe en estas palabras algún enunciado sobre los destinos de las personas y sobre si hay alguna explicación clara relativa a dicho destino. Sin embargo, por mucho que busquen, sus esfuerzos son siempre inútiles. Por tanto, mientras los anticristos leen las palabras de Dios, siguen a Dios y se dejan llevar por la corriente en la iglesia, siempre se sienten intranquilos en el fondo de su corazón. A menudo se preguntan: “¿Puedo recibir bendiciones? ¿Cuáles son mis expectativas y mi porvenir? ¿Habrá un lugar para mí en el reino de dios? Cuando llegue mi destino, ¿contemplaré un cielo azul o me hallaré en un mundo tan oscuro que ni siquiera podré verme la mano? ¿Cuál es mi destino pues?”. A medida que se siguen cuestionando a sí mismos de esta forma en su corazón, además cuestionan a Dios en silencio en su fuero interno: “¿Estoy cualificado para entrar en el reino de los cielos? ¿Puedo evitar ir al infierno? ¿Puedo entrar en el reino de los cielos si busco así? ¿Puedo recibir bendiciones futuras? ¿Entraré en el mundo venidero? ¿Cuál es la postura de dios? ¿Por qué dios no hace un enunciado preciso y específico sobre este asunto para que pueda encontrar paz mental? ¿Cuál es mi desenlace?”. ¿No es esto lo que los anticristos piensan en el fondo de su corazón mientras estudian las palabras de Dios y se dejan llevar por la corriente y no les queda otra opción que no sea seguir adelante? Esta es la actitud que albergan hacia las expectativas y el porvenir en el fondo de su ser. Su mente se preocupa constantemente por estas cosas, se aferran con desesperación y se niegan a desprenderse de ellas.
Cuando los anticristos estudian la palabra de Dios, hay algo que les interesa más que investigar sobre su destino o sobre misterios: cuándo va a dejar la tierra Dios encarnado, cuándo terminará Su ministerio, cuándo se completará Su gran empresa, cuándo finalizará Su obra, cuándo van aquellos que lo siguen a disfrutar de grandes bendiciones y a ver a Su auténtica persona. Para ellos también es su mayor preocupación si podrán ver a Dios abandonar la tierra. Aparte del día en el que el plan de gestión de Dios se va a completar con éxito, les interesa incluso más cuándo va a abandonar Cristo la tierra, qué sucederá cuando eso ocurra, qué edad tienen ahora, si estarán todavía vivos para ver a Cristo dejar la tierra en 10 o 20 años, qué ocurrirá si lo ven y qué sucederá si no; hacen estos cálculos en su mente. Algunos reflexionan: “Ya tengo sesenta años. Si sigo vivo dentro de diez, podré ver a cristo abandonar la tierra, pero si ya estoy muerto cuando acabe la obra de dios dentro de diez años, ¿qué sentido tiene creer en dios? Aunque dios me ha ordenado nacer en esta época, si yo, como seguidor de dios, me pierdo la ocasión de ser testigo de tan gran acontecimiento, ¡no se me puede considerar una persona bendecida y no habré recibido grandes bendiciones!”. Semejantes pensamientos generan infelicidad e insatisfacción en ellos. ¿Hasta qué punto están insatisfechos? “Ya soy muy viejo; ¿por qué dios no ha abandonado todavía la tierra? ¿Por qué no ha acabado todavía la obra de dios? ¿Cuándo acabaremos de difundir el evangelio? ¡Que la obra de dios termine pronto, que complete rápido esta gran empresa! ¡que los desastres desciendan rápido, que dios se apresure y destruya a Satanás y castigue a las personas malvadas!”. ¿Qué están haciendo? ¿Acaso no hacen exigencias a Dios basadas en su voluntad personal, con la esperanza de hacerlo actuar de acuerdo con esta? ¿No están sus intereses personales contenidos en su voluntad? Debido a sus propios intereses, esperan con ansia que Dios complete Su gran empresa, que los desastres desciendan rápido, que Dios se dé prisa y castigue a los malvados y recompense a los buenos, y que Dios sea glorificado. ¿Qué motivos albergan en su corazón? ¿Tienen en cuenta las intenciones de Dios? (No). ¿Qué están haciendo? (Esperan recibir bendiciones). Quieren que el plan de gestión de la obra de Dios gire alrededor de su destino, en beneficio de sus propios destinos e intereses. ¿Acaso no es esto despreciable y desvergonzado? ¿Qué esencia exhiben los anticristos en todos los asuntos? Colocan sus intereses por encima de todo lo demás y dejan que se impongan a todo. Es decir, no permiten que nada entre en conflicto con sus intereses, ni siquiera el plan de gestión de Dios. Cuándo va a terminar la obra de Dios, cuándo se va a completar su gran empresa, cuándo va a recibir gloria y cuándo va a destruir a la raza humana; todo ello ha de girar en torno a sus intereses y su destino, todo se debe vincular a su destino. De lo contrario, negarán a Dios, renunciarán a su fe en Él e incluso lo maldecirán.
Una de las principales manifestaciones sobre cómo consideran los anticristos la palabra de Dios es estudiarla. Esta es la actitud con la que un auténtico incrédulo considera la palabra de dios. ¿Qué es lo que estudian? No estudian la verdad ni lo que Dios requiere de la humanidad, tampoco Sus palabras que dejan en evidencia a la especie humana ni las que la juzgan, y desde luego no estudian Sus intenciones, estudian sus propias expectativas y su porvenir. No importa qué parte de la palabra de Dios lean, si contiene frases relacionadas con sus expectativas y su porvenir —lo cual es lo que más les preocupa— estudiarán esas partes con cuidado y las señalarán como importantes. Por ejemplo, cuando ven palabras de Dios que dejan en evidencia y diseccionan a las personas como ellos, o caracterizaciones o enunciados sobre personas semejantes, estudiarán tales palabras a fondo y las leerán una y otra vez. ¿Qué buscan? ¿Buscan ver cómo pueden entender las intenciones de Dios y encontrar los principios de práctica? ¿Buscan averiguar cómo pueden entenderse a través de la palabra de Dios? No. Buscan leer entre líneas, de modo que puedan percibir con claridad la actitud que Dios alberga hacia las personas como ellos detrás de estas palabras, si Dios las odia y detesta o si Él las va a salvar. Escrutan no solo el contenido de estas palabras de Dios, sino también el tono y la actitud de Sus palabras y de los pensamientos que hay detrás. Una vez que han recopilado todas las partes de la palabra de Dios relacionadas con los destinos de los que son como ellos, y han descubierto que Su actitud es de desdén y no de salvación, su actitud respecto a creer en Él se enfriará de inmediato en un 80 o 90 por ciento. La incredulidad surgirá enseguida en su corazón y su actitud sufrirá un cambio de 180 grados. ¿Cuál es el alcance de este cambio? Ya no desearán hacer los deberes que planearon hacer ni renunciar a lo que planeaban renunciar. Aunque en principio querían predicar el evangelio a sus familias, no volverán a hacerlo, pues ya no creen ni tampoco tiene sentido que lo hagan los miembros de su familia. En resumen, destruirán todos sus planes originales y renunciarán a ellos. ¿Acaso no se trata de una actitud esencial que los anticristos albergan hacia la palabra de Dios? Su objetivo al estudiar la palabra de Dios no es perseguir la verdad ni buscar los principios para poner la verdad en práctica, de modo que puedan entender Sus intenciones y serle leales; su objetivo es encontrar un enunciado preciso sobre cómo determina Dios los resultados y los destinos de las personas como ellos. Cuando encuentran un destello de esperanza, se aferran a él como si les fuera la vida en ello; por este destello de esperanza, serán capaces de renunciar a todo y su actitud cambiará drásticamente. Sin embargo, cuando quede destrozada toda esperanza de recibir bendiciones, su actitud volverá a cambiar de manera radical, hasta el punto de perder su fe y recurrir a la traición e incluso maldecir a Dios en su corazón. Estas son las manifestaciones de los anticristos.
Por supuesto, los anticristos también usarán las palabras de Dios para conseguir beneficios personales mientras las estudian. ¿Qué clase de beneficios? Mientras estudian las palabras de Dios, resumen cuáles son las reglas del discurso de Dios, cuál es Su tono cuándo poda a las personas, cuál es Su manera de hablar cuando deja en evidencia a la humanidad, cómo la consuela y exhorta, qué métodos usa y qué sabiduría posee. Los anticristos se especializan en aprender e imitar cómo habla y obra Dios; al mismo tiempo, usan las palabras que Dios pronuncia habitualmente para hablar y compartir con otros. Mientras estudian las palabras de Dios, se equipan constantemente con las palabras de las diversas verdades que hay en ellos, las tornan propias, usan estas palabras de Dios para trabajar y acumular capital. ¿A qué se refiere capital en este contexto? Por ejemplo, creen que[a] en una reunión, el que sea más capaz de pronunciar las palabras y doctrinas adecuadas, el que memorice, cite y explique más palabras de Dios puede ser la clase de persona de la iglesia con más posibilidades de recibir la salvación. Hagan lo que hagan los anticristos, está vinculado a sus expectativas y a su porvenir. Nunca practicarán simplemente las palabras de Dios como la verdad ni sufrirán o pagarán un precio en aras de practicarlas. En cambio, usan las palabras de Dios para desorientar a las personas, para elevar su propia reputación y para preparar condiciones suficientes para su salvación. Por tanto, la esencia de cómo los anticristos tratan la palabra de Dios es que nunca consideran la palabra de Dios como la verdad o como un camino que la gente deba seguir. Aunque los anticristos defienden las palabras de Dios y las leen todos los días, y aunque escuchan las lecturas de Sus palabras, una cosa es segura: no practican las palabras de Dios. Cuando llega el momento de practicar Sus palabras, su sinceridad desaparece; conspiran solo por sus propias expectativas y porvenir. Presentan una fachada de amar las palabras de Dios y anhelarlas. Sin embargo, en realidad, al leer y acumular las palabras de Dios todos los días, su objetivo es lograr las condiciones para su salvación; hacen esto con la esperanza de causar a cambio una buena impresión a Dios. No creen que Él escrute el corazón de las personas; solo saben que las personas solo se fijan en las apariencias, por lo que deducen que Dios también debe fijarse solo en la apariencia exterior, y en estos asuntos las personas recurren así al disfraz y el engaño, a la estafa. Piensan: “Solo necesito hacer esto de cara al exterior. No importa lo que piense en mi fuero interno; la gente no puede verlo y dios tampoco. De hecho, lea cómo lea las palabras de dios, no lo hago para convertirme en una especie de auténtico ser creado. Si mis expectativas y mi porvenir no se vieran implicados, ¡no sufriría esta adversidad ni soportaría este agravio!”. En su mente, por muy bien que suenen las palabras de Dios, no es posible que se hagan realidad, y la gente posiblemente no puede vivirlas. Incluso si un puñado de personas viven un poco las palabras de Dios, también lo deben hacer para sus propios fines. Como dicen los no creyentes: “No existen los almuerzos gratis”. Piensan para sí mismos: “Soportamos tales adversidades por nuestra creencia en dios, leemos y escuchamos sus palabras todos los días, vivimos de acuerdo con sus palabras, ¿todo para qué? ¿No es solo para ese único propósito? Todo el mundo es bien consciente en su fuero interno de que todo es por el bien de sus expectativas y su porvenir; de lo contrario, ¿por qué renunciaríamos a los maravillosos momentos de perseguir el mundo solo para sufrir aquí?”. Respecto a este asunto, ¿qué hecho han negado? La palabra de Dios es la verdad, y la verdad puede salvar a las personas, cambiarlas y ayudarlas a desechar sus actitudes corruptas. ¿Acaso no es este el resultado que puede acarrear la palabra de Dios? (Sí). ¿Admiten los anticristos este hecho? Lo niegan, dicen: “Todo el mundo asegura que la palabra de dios puede salvar a las personas, ¿pero a quién ha salvado? ¿Quién ha visto que ocurra? ¿Por qué no me lo creo?”. ¿Por qué se dice que la palabra de Dios puede salvar a las personas, cambiarlas y ayudarlas a liberarse del carácter corrupto de Satanás? Porque la palabra de Dios es la verdad y puede ser la vida de las personas. Cuando tienen la palabra de Dios como su vida, se pueden salvar; se convierten en las que se salvan. Los anticristos no reconocen este hecho. Los anticristos creen que las personas solo han llegado donde están ahora a fin de conseguir bendiciones y un buen destino, y que esa es la única razón por la que llevan a cabo su deber en la casa de Dios. Niegan los frutos de la palabra de Dios, niegan los resultados que la verdad logra en las personas y niegan que la verdad pueda conquistarlas, cambiarlas y salvarlas. Creen que la gente sigue a Dios solo por preocupación y en busca de sus propias expectativas y porvenir. No creen que la palabra de Dios pueda cambiar a las personas, volverlas leales a Dios, hacerlas someterse a Él incondicionalmente o que realicen sus deberes en la casa de Dios como seres creados; no creen nada de esto. Por tanto, los anticristos, que anteponen sus intereses, no persiguen la verdad; si bien consideran las palabras de Dios como una especie de retórica, una especie de enunciado, no creen que estas puedan salvar a las personas. Creen que todos aquellos que son sinceros y leales a Dios son falsos y obedecen a sus propios intereses. Por muchas palabras de Dios y sermones que oigan, lo que al final queda en su corazón son solo dos palabras, las expectativas y el porvenir. Es decir, las palabras de Dios, Su obra y Su plan de gestión pueden conllevar buenas expectativas y buen porvenir para las personas, y un buen destino para ellos. Para los anticristos, esto es lo más auténtico, la verdad más suprema. Si no fuera por esto, en primer lugar, no creerían en Dios. En segundo lugar, no soportarían agravios para permanecer en la casa de Dios. En tercero, no harían ningún deber en la casa de Dios; en cuarto, no sufrirían ninguna adversidad en ella, y en quinto, ya haría mucho tiempo que habrían regresado a la vida mundana para entregarse a la riqueza y la gloria, buscar el mundo, buscar la fama y la ganancia, buscar dinero y buscar tendencias perversas. Ahora empiezan a residir de manera temporal en la casa de Dios solo porque se ven afectadas sus expectativas y su porvenir. Tienen una actitud decidida para asegurar sus expectativas y su porvenir, mientras que solo tienen la mentalidad de darse una oportunidad, con la esperanza de que cuando termine la obra de Dios, se hallarán entre aquellos que entren en el reino de los cielos y reciban grandes bendiciones. ¿Qué clase de mentalidad es esta? Quieren obtener beneficios de Dios para lograr sus objetivos, sin embargo, no quieren someterse a Él; es más, ni siquiera creen todas las palabras que Dios ha dicho ni que Dios sea soberano sobre todas las cosas. ¿No es esto un poco perverso? En lo que respecta a su actitud de estudiar la palabra de Dios, son incrédulos. El hecho de que los anticristos puedan servirse de esa actitud para investigar, leer y considerar las palabras de Dios muestra que son unos incrédulos de manual, de la cabeza a los pies. Por tanto, ¿por qué pueden todavía hacer algo de trabajo superficial en la obra de la casa de Dios y siguen sin abandonar? Aunque se les pode mucho, ¿cómo es que pueden permanecer e incluso participar en la vida de iglesia, y siguen escuchando y leyendo las palabras de Dios? ¿Por qué? (Quieren recibir bendiciones). Es porque quieren recibir bendiciones. Como dicen los incrédulos: “Quien me dé dinero es mi padre, y quien me alimente, mi madre”. ¿Qué clase de lógica es esta? ¿No está llena de la filosofía de Satanás para los asuntos mundanos? Creen en Dios debido a la influencia de esta filosofía satánica: “No me importa qué clase de trabajo extraordinario hayas hecho; ni cuál sea tu carácter o esencia, mientras puedas concederme bendiciones, un buen destino y un buen futuro, y me permitas recibir grandes bendiciones, por ahora te seguiré y te consideraré dios”. ¿Hay aquí algún componente de auténtica fe? (No). Por consiguiente, en cuanto a cómo consideran las palabras de Dios, ¡describir a estas personas como anticristos e incrédulos es muy acertado!
Los anticristos tienen una actitud de estudio hacia las palabras de Dios. Nunca consideran que la palabra de Dios sea tal, ¿qué consideran que es? ¿Una recopilación de misterios? ¿Una historia fantástica? ¿Textos oscuros e incomprensibles? Cuando leen las palabras de Dios, no buscan Sus intenciones ni intentan entender dichas intenciones o Su carácter. Tampoco quieren conocer a Dios, ni mucho menos ser considerados con Sus intenciones. Cuando leen estas palabras de Dios: “Mi deseo urgente ahora es buscar a un grupo de personas que sean capaces de ser completamente consideradas con Mis intenciones”, ¿se conmueven? Dicen: “¿Qué significa todo esto de buscar a personas que sean consideradas con las intenciones de dios? ¿De qué sirve ser considerado con tus intenciones? ¿Es que hacer esto me va a dar de comer o me hará ganar dinero? ¿Ser considerado con las intenciones de dios conduce a un buen destino? ¿Puede acarrearme grandes bendiciones? Si no es así, olvídalo; no me hace falta ser considerado. Busco una senda para evitar que me arrojen al infierno y para asegurarme el destino. Si ser considerado con tus intenciones puede brindarme bendiciones, seré considerado. Solo has de decirme cómo”. ¿Pensáis que pueden satisfacer los requerimientos que plantea Dios? (No). Dios solo propone uno: seguir la voluntad de Dios, temer a Dios y evitar el mal. Al hacer esto, estás siendo considerado con Sus intenciones y puedes recibir grandes bendiciones. Cuando los anticristos oyen semejante cosa, piensan: “Me he precipitado, no se puede tomar en serio. No soy capaz de ser considerado con las intenciones de dios, olvídalo. Así no va a funcionar; buscaré otra manera”. Luego empiezan a dedicar esfuerzo a otros aspectos de las palabras de Dios. Dedican sus esfuerzos a investigar y analizar otros aspectos, pero después de todo el análisis, lo único que sacan en claro son unas cuantas palabras y doctrinas. Como no aman la verdad, y dado que consideran sus propios intereses, expectativas y porvenir como las metas de toda su vida, las palabras de Dios se han convertido en meras frases hechas para ellos. Nunca han disfrutado de la obra de Dios ni de la guía del Espíritu Santo. Cuando leen las palabras de Dios, no ven la luz ni obtienen esclarecimiento ni sustento. Lo único que obtienen son unas pocas palabras y doctrinas y algunas revelaciones y dichos relativos a misterios y destinos. Cuando consideran estos dichos y doctrinas como capital, les parece que han asumido el control de sus propios destinos, que los han asegurado. Sin embargo, en medio de la continua exposición, juicio y castigo de las palabras de Dios o entre las exigencias de Dios al hombre en diferentes etapas, les parece haber perdido su destino y que no pueden salvarse. Durante este período, siempre se sienten mal en su interior; están constantemente enzarzados en luchas mentales en lo más profundo de sí mismos con el fin de garantizarse un buen destino. Se esforzarán debido a una de las frases de Dios, se volverán negativos por otra y se sentirán felices por una tercera. Sin embargo, tanto si se sienten felices como si se aferran a un salvavidas, para estas personas esto no es más que efímero. Así que, al final, algunos anticristos sienten que las personas como ellos no pueden salvarse; perciben en las palabras de Dios que a Él no parecen gustarle las personas como ellos. ¿Pueden recibir bendiciones o no? ¿Cuáles son sus expectativas y su porvenir? Les parecen incógnitas, no tienen certeza sobre ellos. Llegados a este punto, ¿qué van a hacer? ¿Son capaces de arrepentirse? ¿Pueden, como el pueblo de Nínive, abandonar la maldad que tienen entre manos, dar marcha atrás para confesar y arrepentirse ante Dios, aceptar Sus palabras como su vida y aceptar las palabras de Dios como la base de su existencia? No. Por tanto, después de muchos años de búsqueda, muchos años de esperanza y de estudiar las palabras de Dios, si llegan a la conclusión de que los que son como ellos simplemente no pueden recibir bendiciones, no cuentan con ninguna esperanza, no son en absoluto los que Dios va a salvar ni pueden conseguir lo que quieren, ¿qué es lo que harán? (Abandonar a Dios).
Hay un dicho espiritual que dice: “Renuevo mi juramento de amar a Dios: a Él le dedico mi cuerpo y mi corazón”. Este dicho es muy “grande”. La primera vez que oí estas palabras sentí muy hondo la “grandeza” del lenguaje humano en Mi corazón. La gente considera muy valiosos sus juramentos, tan puros e inmaculados; considera su dedicación de amor muy pura y sagrada. ¿Son capaces los anticristos de renovar sus juramentos para amar a Dios y dedicarle a Él su cuerpo y su corazón? (No). ¿Por qué no? Algunas personas dicen: “Después de leer tantas palabras de Dios, cuando veo que mi forma de pensar no funciona ni obtiene resultados, me limito a renovar mi juramento de amar a Dios y a reiterar el que le hice en un principio. ¿No es esto dar marcha atrás? No es difícil”. ¿Pueden hacer tal cosa los anticristos? (No). ¿Por qué no? ¿No es “renuevo mi juramento de amar a Dios” la afirmación más sabia del hombre? ¿Acaso no es el amor más grande y puro del ser humano? Así pues, ¿por qué los anticristos son incapaces de gestionarlo? (Los anticristos no tienen entendimiento de Dios, menos aún del auténtico amor. Todo su amor es falso y se basa en sus intereses. Una vez que no haya posibilidad de obtener beneficios, se darán la vuelta y se irán). Cuando los anticristos llegan a este punto, les parece que algo ha ido mal y que han apostado al caballo equivocado. Para animarse, han de servirse de una consigna o teoría que apoye sus mundos espirituales, ¿qué clase de consigna? “Renuevo mi juramento de amar a Dios: a Él le dedico mi cuerpo y mi corazón”. Esto significa que van a volver a empezar. De lo contrario, no serán capaces de continuar viviendo y terminará su creencia en Dios. Él habla a diario durante Su obra, y cada vez que lo hace, Sus palabras tratan sobre la verdad; son todas palabras que dejan en evidencia las actitudes corruptas del hombre, que reivindican cómo deberían entrar las personas en las realidades-verdad y entender los principios-verdad; se trata de todas estas palabras. Y así, los anticristos piensan: “¿Por qué ninguna de estas palabras habla sobre destinos o menciona asuntos que tengan que ver con obtener bendiciones? ¿No significa esto que, en manos de dios, nuestras expectativas y nuestro porvenir han quedado en nada? ¿Ya no existe para nosotros la promesa de dios? Si dios nunca menciona estas cosas, entonces tal vez nuestras esperanzas van a verse frustradas. Si nuestras esperanzas se truncan, ¿qué deberíamos hacer? Eso es fácil. Si las palabras de dios no dicen nada sobre estos asuntos, vamos a usar un método humano: ¡renovemos nuestros juramentos de amar a dios!”. ¿Cómo es que tenían las personas un entusiasmo, un amor y una fe tan grandes cuando empezaron a creer en Dios? Cuando estos sentimientos alcanzaron su clímax, tomaron determinaciones ante Dios e hicieron juramentos, dijeron: “No importa cuándo y dónde me halle en esta vida, me esforzaré por Dios y me dedicaré a Él sin quejas ni remordimientos. Llueva o nieve, al margen de los altibajos, de si estoy enfermo y de las tribulaciones, lo seguiré hasta el final, hasta que los mares se sequen y las rocas se tornen polvo. Si vulnero este juramento, me caerá un rayo del cielo y no tendré un buen destino”. ¿Por qué han desaparecido ahora sus juramentos? Sienten que es porque ha pasado demasiado tiempo y su fe y su amor se han desgastado. En su fuero interno, piensan: “No, tengo que elevar mi espíritu. He de estar tan fresco y vivo, y tener tanta fe y entusiasmo como tenía entonces. He de recuperar mis ideales, mi destino y mi deseo de recibir bendiciones. De este modo, ¿acaso no serán mi fe en dios y mi amor por él tan grandes como antes? ¿No será mi verdadera dedicación a él igual que antes?”. Sin embargo, por mucho que una persona que no persigue la verdad en absoluto luche en el fondo de su corazón o por mucho que recuerde su fe y entusiasmo originales por Dios, no puede cambiar su situación actual. ¿Cuál es esta situación? Cuando sus expectativas y su porvenir quedan en nada, cuando se alejan más y más de ellos, cuando su deseo de recibir bendiciones está casi destruido, y cuando todos sus pensamientos esperanzadores y todos sus deseos no se pueden materializar, se les hace muy difícil persistir; para ellos resulta muy doloroso perseverar de esta manera en el fondo de su corazón. A menudo experimentan un estado y humor tal que parece que no pueden aguantar más. A menudo aguardan con impaciencia que la obra de Dios llegue a su fin para poder disfrutar de las bendiciones del reino de los cielos. Algunos incluso esperan “que termine pronto la obra de dios, que desciendan pronto los grandes desastres; si se cae el cielo, todo el mundo morirá, nadie debería esperar buenos resultados. Si yo no puedo obtener bendiciones, ¡nadie debería!”. En el fondo de su corazón, no esperan que llegue el reino de Dios, no esperan que se complete la gran empresa de Dios, y no esperan que el plan de gestión de seis mil años de Dios se acabe glorificando, o que Dios gane vencedores entre la humanidad y la conduzca a un hermoso destino: son cosas que no esperan. Por el contrario, cuando todos sus deseos de bendiciones se enfrentan a la destrucción, maldicen la obra de Dios en su fuero interno, sienten aversión por ella y, más aún, sienten aversión por Sus palabras.
Algunas personas, ahora, después de escuchar tantos años de sermones; mientras más escuchan, más entienden, más transparente se vuelve su corazón y más quieren oír. Por contra, otras personas sienten una mayor repulsión cuanto más escuchan los sermones. Nada más oír las palabras de Dios, su aspecto demoniaco se revela. En cuanto escuchan a Dios compartir la verdad y esta afecta a las actitudes corruptas del ser humano, surge su mentalidad rebelde y su repulsión sale a la luz a raudales; ¿hasta dónde llegan? Algunos maldicen por dentro: maldicen a Dios, a la verdad, a los líderes y obreros de la iglesia, y maldicen a aquellos que más persiguen la verdad. Cuando ven a esa clase de personas, les desagradan y desean atacarlas. Cuando ven a estas personas predicar las palabras de Dios, reflexionar sobre ellas y compartirlas, maldicen en su corazón hasta que se cansan y les entra sueño. Por tanto, los ojos de algunas personas se iluminan en cuanto oyen que se comparten las palabras de Dios, mientras que cuando otras oyen hablar sobre las palabras de Dios o que alguien dice que ha recibido una especie de luz de las palabras de Dios, su mente se queda confusa, sus pensamientos pierden claridad y su ánimo se hunde. Su corazón se sofoca tanto que no pueden respirar y siempre ansían salir a tomar aire fresco. Sin embargo, cuando hablas sobre cosas como expectativas y porvenir, bendiciones de Dios, sobre cuándo va a terminar la obra de Dios y sobre misterios, por pequeña que sea la habitación o por viciado que esté el aire, ellos no salen a airearse ni dan una cabezada, sino que agudizan el oído y escuchan. Da igual cuánto tiempo te pases hablando, incluso si tienen que estar sin dormir o sin comer. Cuando algunos nuevos creyentes se pusieron en contacto conmigo, hablé con ellos sobre los estados de las personas y cómo deberían perseguir la verdad, pero no lo entendieron, y me preguntaron si les podía hablar sobre algunos misterios. Dije: “¿Quieres saber sobre misterios? Déjame que primero te cuente un hecho. Los que preguntan sistemáticamente sobre los misterios y siempre prestan atención a investigarlos en las palabras de Dios no son buenos. Todos son incrédulos y fariseos”. Los nuevos creyentes se quedaron estupefactos ante Mi respuesta y demasiado avergonzados para indagar más, pero tuvieron oportunidad de preguntar después y Yo les respondí de la misma manera. ¿Qué pensáis sobre cómo les respondí? (Estuvo bien. Podría ayudarlos a reflexionar sobre sí mismos). ¿Acaso lo harán? No. Entonces, ¿cómo podéis ayudarlos? No tenéis más que decirles: “Los misterios no son la vida ni la verdad. No importa cuántos misterios entiendas, no es equivalente a que entiendas la verdad. Incluso descifrar todos los misterios no significa que puedas ir al cielo o que tengas un buen destino”. ¿Qué pensáis sobre ayudarlos con estas palabras? ¿Acaso no explican el asunto a la perfección? Cuando la gente tiene entendimiento espiritual, ama la verdad y la persigue, oye estas palabras y dice: “Pensaba que los misterios eran la vida, pero ahora que sé que no lo son, no los voy a volver a investigar. Pero, ¿qué es la vida en realidad?”. Esto demuestra que han entendido un poco. ¿Ayuda a los anticristos oír estas palabras? ¿Se transforman? No son capaces de cambiar. No hallan beneficio en estas palabras, creen que no hay bendiciones en ellas, que no afectan a sus expectativas y su porvenir, que no guardan relación ni están conectadas con ellos, que son inútiles, así que no pueden aceptarlas. Por tanto, ¿qué charla está relacionada con sus expectativas y su porvenir? Puedes decir, por ejemplo: “Hoy en día, se dan muchos fenómenos extraños en el mundo. En algunos lugares han aparecido cuatro lunas y se ha visto en varias ocasiones una luna de sangre. A menudo ocurren extraños fenómenos celestiales. Varias plagas y desastres han aparecido también en el mundo humano y en algunos lugares la gente ha caído en el canibalismo. Al fijarnos en la situación, ya hemos llegado al momento de las copas y las plagas que se profetizaron en el Apocalipsis”. Cuando los anticristos oyen estas palabras, se les iluminan los ojos y se les agudizan los oídos. Se regocijan: “Es bueno que naciera en esta época. Puedo recibir grandes bendiciones. ¡Soy realmente inteligente! No elegí perseguir las cosas mundanas. Renuncié a mis expectativas mundanas y a mi familia para seguir esta etapa de la obra de dios; estoy muy contento de haber sido capaz de seguir hasta este momento. El día de dios está cerca. Según están las cosas, parece que podré llegar antes de morir al día en el que se complete la obra de dios. Estoy seguro de que seré uno de los que se salven ese día. ¡Qué maravilla!”. En su corazón, se regocijan en secreto por haber escogido la senda correcta, por encontrar la puerta correcta y pagar algunos precios. Se regocijan además de que han seguido hasta este punto sin rendirse, de que todavía están en la casa de Dios y no han causado ningún problema ni se los ha echado o expulsado. Por tanto, de ahí en adelante, ¿practicarán la verdad o continuarán aferrados a las mismas esperanzas? Su actitud interior no va a cambiar. Cuando encuentran una parte de las palabras de Dios que creen que se han cumplido, se sienten como si hubieran encontrado un tesoro. Enseguida se sienten afortunados, sienten que han elegido la senda correcta, que han entrado por la puerta adecuada y han escogido al Dios correcto, y que son personas sabias y vírgenes prudentes. “Menos mal que renuncié a mi trabajo en aquel momento. Tomé la decisión adecuada. ¿Cómo puedo ser tan listo? Si no hubiera tenido tanto cuidado entonces, podría haberme perdido las bendiciones ahora. He de continuar siendo cuidadoso en el futuro y dedicar mi vida a luchar por mis expectativas y mi porvenir”. ¿Qué esencia de los anticristos veis en este asunto? ¿Acaso no son oportunistas estas personas? No creen realmente en Dios ni en Sus palabras o Su obra. Son oportunistas, personas que se han colado en la casa de Dios. Por tanto, lo único que hacen en la casa de Dios es calentar asientos, pasan sus días sin rumbo. Cuentan los años que han seguido a Dios, los precios que han pagado, las grandes cosas que han hecho, la obra de Dios que han experimentado en persona y los pasos de la obra de Dios de los que tienen algo de entendimiento. Calculan estas cosas todo el día en su corazón, una y otra vez, olvidando asuntos más importantes que pertenecen a la verdad y a la vida. Solo creen en Dios para recibir bendiciones; esto es oportunismo. Ninguna de las palabras de Dios ni el conocimiento vivencial de nadie puede cambiar su actitud oportunista. Así son los anticristos. Nunca harán ninguna concesión respecto a sus propios intereses; nunca rectificarán sus puntos de vista, no alterarán el rumbo ni los objetivos de la senda por la que caminan, ni cambiarán sus principios de comportamiento por el bien de sus expectativas y de su porvenir. No pondrán en práctica ninguna de las palabras de Dios para sus expectativas y su porvenir, ni una sola. Algunos dicen: “En ocasiones ponen en práctica algunas palabras, como cuando renuncian a cosas o se esfuerzan”. Da igual lo que pongan en práctica, lo hacen bajo la premisa de que obtendrán expectativas y porvenir y pueden recibir bendiciones. No importa qué verdad pongan en práctica, está adulterada y la han realizado con una intención y un objetivo. Esto difiere completamente de la práctica requerida por Dios.
Cuando los anticristos leen las palabras de Dios, las utilizan principalmente para buscar su destino y buscar misterios, así como el contenido relacionado con cuándo finalizará la obra y el plan de gestión de Dios, y cuándo descenderán los desastres y demás. En aras de su propio destino, se pueden esforzar mucho y hacer muchas cosas. Así que, lo que quieren saber y lo que les importa sobre cuando la obra de Dios termine y desciendan los grandes desastres es si lo que han hecho, el precio que han pagado y las cosas que han abandonado se pueden intercambiar por las bendiciones que desean, y si pueden evitar el sufrimiento de los desastres. Durante todo el proceso de estudiar las palabras de Dios, por muchos años que les lleve, lo único que les importa son sus propias expectativas y su porvenir. Por consiguiente, su enfoque al leer las palabras de Dios y el contenido que buscan en ellas presentan algunas señales y características especiales. En general, en los primeros seis meses o un año, los nuevos creyentes buscan estos temas en las palabras de Dios. Sin embargo, después de seis meses o un año, algunas personas se dan cuenta de que ya han leído todas estas partes, y descubren que no tiene sentido profundizar más en ellas, ya que no pueden capacitar a las personas para entrar en la verdad, y que incluso pueden afectarlas y perturbar su entrada en la verdad, así que ya no vuelven a leer dichas partes. Para ellos basta con echarles un vistazo de vez en cuando y comprenderlas. El resto del tiempo reflexionan: “¿Cómo puedo entrar en la verdad? Hay muchas palabras de Dios que desenmascaran a la humanidad. Dejan en evidencia los engaños, la rebeldía y las actitudes arrogantes de la gente, al igual que sus diversas nociones religiosas y actitudes hacia Dios. Es más, ponen al descubierto las diversas manifestaciones de humanidad anormal de las personas. Así pues, ¿cómo puedo encontrar en las palabras de Dios lo que la gente debe practicar?”. Los que aman y persiguen la verdad dedican sus esfuerzos a estas cosas. A menudo preguntan sobre problemas reales que han de comprender y en los que han de entrar en su vida real como: “¿Qué hemos de hacer a continuación y cómo hemos de practicar? Una vez que creamos en Dios, seguro que seremos diferentes de los no creyentes y de los que tienen convicciones religiosas, así que ¿qué cambios cualitativos deberían producirse en nuestras vidas? En cuanto a nuestra conducta y nuestro trato con el mundo, ¿cómo debemos hablar y actuar, relacionarnos con los demás y poner la verdad en práctica?”. Sin embargo, aunque los anticristos crean durante 10, 20 o 30 años, nunca se harán estas preguntas. Ellos estudian las palabras de Dios y buscan en ellas la esperanza de recibir bendiciones y sus destinos, y, aunque busquen durante 20 o 30 años, no se van a hartar de hacerlo. En cuanto aparece la más mínima señal de problemas, buscan rápidamente contenidos relacionados con su destino en las palabras de Dios, y luego evalúan cuál podría ser la actitud de Dios hacia ellos en función de su creencia actual. Parecen juzgar su destino en función de los ciclos y los periodos. Nunca van a cambiar sus pensamientos y actitudes con el fin de perseguir la verdad a causa de los cambios en la manera de obrar de Dios o en la expresión de Su intención urgente hacia la especie humana. Nunca harán tal cosa. Por tanto, algunas personas que llevan creyendo 20 o 30 años siguen dedicando sus esfuerzos a aquellos misterios y a aquellos temas que mencionó Dios y que afectan al porvenir y al destino de la especie humana. ¿Hasta qué punto se esfuerzan algunas personas? Dicen: “Cuando comparé cada parte de las palabras de dios, descubrí el mayor de los misterios. Cuando cristo deje la tierra, será primavera”. ¿Cómo pensáis que me siento después de oír esto? ¿Me siento feliz o triste? No me siento ni una cosa ni la otra, creo que es ridículo. Hay personas que dedican sus esfuerzos a esto, hasta tal punto que saben la estación concreta. Si pueden ir más allá y averiguar el momento específico, hasta el punto de averiguar el minuto y el segundo, ¡serían unos auténticos “genios”! Que tales “genios” puedan descubrir algo que ni siquiera Yo sé, en realidad es tan ridículo como exasperante. ¿Por qué es ridículo? Nadie sabe el momento exacto en el que Dios se hizo carne, ni siquiera Satanás lo sabe. ¿Dejaría Dios que alguien supiera algo que ni siquiera sabe Satanás? Por supuesto que no. De igual modo, en lo que respecta al momento en el que Dios va a completar Su gran empresa y a cuándo terminará Su cuerpo carnal la obra en la tierra y va a marcharse, ¿le diría Dios esto a alguien? ¿Existe alguna razón para que todo el mundo lo sepa? (No). ¿Permitirá Dios que se le escape algo al hablar que no quiere que la gente sepa? En absoluto. Sin embargo, hay quienes dicen que han encontrado en Sus palabras el momento en el que Dios va a abandonar la tierra. Incluso dicen que será en primavera. ¿Acaso no es extraño? ¿No es ridículo? ¿En qué palabras de Dios basan su afirmación? Cuando Dios habló sobre hacer algo en primavera, se podría haber estado refiriendo a cualquier otra cosa. ¿Podría estar hablando de esto? ¿Cómo podrían proyectarlo en esto? Dios les contará de manera clara y explícita lo que Él quiera que sepan. Nadie será capaz de entender aquello que Él no quiere que se sepa, por mucha investigación que hagan; es algo imposible de saber para la humanidad. Esta gente dice que lo sabe y que sus investigaciones han dado resultados. Dan incluso una hora concreta. ¿Acaso no dicen tonterías? Esto es desorientar a las personas, perturbar su mente y trastornar su visión. Proviene de Satanás y no es en absoluto el esclarecimiento de Dios. Él no esclarecería a la gente respecto a esto. Es inútil que lo sepan. A Dios jamás se le escaparía de manera accidental algo que Él no quiere que se sepa. Por eso digo que es ridículo. Pero ¿por qué es exasperante? (Dios expresa la verdad de modo que las personas puedan cambiar sus actitudes corruptas por medio de estas palabras, y para permitirles perseguir y obtener la verdad, pero los anticristos se sirven de Sus palabras para investigar destinos y misterios). Esto es también un poco exasperante, pero ¿cuál es la verdadera razón de Mi exasperación? Por ejemplo, si un padre rico gana mucho dinero para sus hijos cuando estos son todavía pequeños y han de depender de su progenitor para que los críe, y su sustento depende por completo de este, ¿tendrán esos hijos la esperanza de que su progenitor muera pronto? ¿Buscarán a un adivino para que haga un cálculo rápido de cuándo va a morir? ¿Acaso alguien actúa así? (No). Si fuera así, ¿no resultaría exasperante? ¡Lo sería! ¡Tales personas son odiosas! Ahora que Dios ha llegado a la tierra y aunque Su cuerpo carnal pueda vivir más de cien años y obrar a lo largo de ese tiempo, las verdades que la gente puede entender son limitadas. Pensadlo, a partir de la encarnación del Señor Jesús y hasta la etapa actual de la obra de Dios, ¿cuántas verdades ha obtenido la humanidad en estos dos mil años? Básicamente, la humanidad no entiende la verdad. En esta etapa, Dios ha obrado durante 30 años y ha hablado durante casi 30. Los que más tiempo llevan leyendo las palabras de Dios lo han hecho durante 30 años. ¿Cuántas verdades han llegado a entender? Su entendimiento es muy limitado. La especie humana entra en la verdad a escasa velocidad. Es decir, obrar la verdad en las personas y que se convierta en su vida es bastante difícil y muy lento. Sin embargo, incluso a esa velocidad, todavía hay personas que tienen esperanzas: “¿Cuándo dejará dios la tierra? ¿Cuándo terminará la obra de dios?”. ¿Las beneficiaría que Dios dejara la tierra y Su obra terminara? El día que Dios abandone la tierra, morirán. Estarán condenadas a muerte. ¿De qué tienen que alegrarse? ¿Qué tipo de persona es esta? ¿Acaso no carece de moral? La gente del mundo los llama malos hijos. Nosotros los llamamos incrédulos y anticristos, y no son nada bueno.
Cuando se expresó el contenido de La Palabra manifestada en carne, muchos creyeron que “Dios encarnado solo hace obra. Él lleva a cabo unas cuantas fases de la obra, tiene diversas maneras de obrar y de hablar, y eso es todo, después su obra terminará. Una vez finalizada su obra, la encarnación perderá su utilidad y no habrá necesidad de que diga nada más. Habremos ganado algo y solo hace falta que esperemos con ansia el día que se complete la obra de dios. Cuando podamos hablar y predicar estas palabras de dios, tendremos un destino y recibiremos grandes bendiciones”. Hay quienes albergan esta actitud. Entonces compartí muchas más palabras, en concreto las palabras Sobre conocer a Dios, así como las que estoy compartiendo durante este periodo de tiempo. Al verlo, hubo personas que pensaron: “¿No están todas las palabras de dios contenidas en La Palabra manifestada en carne? ¿Por qué ha comunicado ahora el volumen Sobre conocer a Dios? ¿Por qué dios sigue pronunciando más y más palabras? A partir de ahora debería hablar sobre algunos misterios, sobre algunas cuestiones sobre el cielo y sobre cómo la gente caminará con dios en el cielo en el futuro. ¡Hablar sobre estas cosas nos pone realmente de buen humor!”. ¿Qué clase de personas tenían estos pensamientos? (Los anticristos). ¿Por qué desarrollaron estos pensamientos? Porque la verdad no les interesa en absoluto. Pensaron: “Hemos seguido a dios muchos años. Sabemos cómo obraba dios al principio. Hemos experimentado personalmente varios pasos de la obra de dios. También hemos experimentado en persona las maneras de hablar de dios y las hemos visto con nuestros propios ojos. Somos los testigos de dios y la generación más digna de recibir bendiciones”. No seguían a Dios porque Él hablara y expresara la verdad, sino por Su predestinación. Dios los condujo a experimentar varios pasos de la obra y ellos lo siguieron con pasividad. Luego, cuando la obra de Dios continuó progresando, Él escogió a más personas que pudieran mantener el ritmo de Su fase actual de obra. Los destinatarios a los que Dios enfocaba Su obra crecían y cambiaban continuamente. Algunas personas que seguían a Dios al principio fueron descartadas gradualmente porque no perseguían la verdad, porque habían llegado a tener diversas nociones y malinterpretaciones sobre Dios, y porque habían surgido en ellas diversas clases de desobediencia e insatisfacción respecto a Dios. Existían razones tanto subjetivas como objetivas para descartar a estas personas. Subjetivamente, porque no perseguían la verdad y se tomaban las palabras de Dios como doctrinas y las predicaban por todas partes, igual que los fariseos. Incluso ahora, algunas personas todavía no entienden qué son las realidades-verdad; es como si estuvieran muertas. Objetivamente, las que fueron descartadas eran personas que experimentaron por sí mismas el comienzo de la nueva obra de Dios, pero debido a su calidad humana, su búsqueda y su calibre, no estaban cualificadas para la próxima y más reciente obra de Dios. Así las cosas, a estas personas se las descartó rápido y se las expulsó según los pasos de la obra de Dios. Se puede decir que durante un periodo de tiempo anterior a que se expresaran las palabras Sobre conocer a Dios, muchos se regocijaron en secreto en lo más profundo de su corazón, dijeron: “Aquel al que me opuse y al que condené, al final no tiene nada que decir. Por fin se han completado los pasos de esta obra. Tenía nociones sobre él en el pasado, lo desobedecía y me sentía insatisfecho con él, y además lo condené y me opuse a él. Yo tenía razón, claro. Él no es dios; él no es cristo. Da igual cómo lo considere yo, porque no es dios. Solo es el canal de dios, su portavoz”. Es más, hay quienes incluso dicen: “Esta encarnación no es diferente a nosotros. Es el espíritu en su interior el que habla y hace obra; no tiene nada que ver con este cuerpo carnal”. Algunas personas condenaron y blasfemaron en secreto contra Cristo de esta manera audaz. Cuando se expresaron las verdades de La Palabra manifestada en carne Vol. II. Sobre conocer a Dios, aquellos que condenaron a Cristo y blasfemaron contra Él se sintieron intranquilos en su fuero interno. ¿Cuál era el motivo de este desasosiego? Por una parte, contaban con nociones arraigadas en su interior, se habían opuesto a aquel que expresaba la verdad. Habían desobedecido a Cristo y se sentían insatisfechos con Él e incluso lo condenaron y blasfemaron contra Él. Por otra parte, las palabras que expresó Dios después de 2013 revelaron muchos misterios hasta entonces desconocidos para la humanidad. Estos misterios ocasionaron cierto efecto de fortalecimiento de la fe de los nuevos creyentes que todavía tenían que sentar bases sólidas, y trajeron en un instante certeza a sus corazones dubitativos. En cambio, para aquellos que habían creído en Dios durante muchos años, pero se opusieron, condenaron y blasfemaron previamente contra Cristo, estos misterios les supusieron un golpe directo, los hicieron sentir incluso más inquietos. Pensaron: “Ahora estamos completamente acabados. Dios nos ha descartado. No nos quiere. Dios expresó antes muchas palabras, pero siempre lo hemos considerado un ser humano. Pensábamos que después de que se completaran los pasos de su obra, el resto no tendría nada que ver con él, que esta persona habría finalizado su servicio y, a partir de entonces, interactuaríamos con el dios en el cielo y creeríamos en él. Teníamos nociones sobre el dios en la tierra. Lo desobedecíamos y desdeñábamos”. A través de las palabras expresadas durante el periodo de 2013, la audacia de estas personas disminuyó bastante. Antes de esto, a algunos les entraron dudas sobre la obra de Dios. Se resistieron y blasfemaron contra Su encarnación, y algunos incluso abandonaron su fe. ¿Por qué sucedió eso? Porque desarrollaron nociones. No solo negaron a Dios encarnado y la obra de Dios, sino también la existencia de Dios. Basándonos en la actitud de estas personas hacia Dios, ¿qué desenlace deberían tener? Según su actitud y su punto de vista hacia Dios, ¿cuál es su esencia? (La de un incrédulo). La primera característica principal de los incrédulos es el oportunismo. Una vez que encuentren sus propios intereses en la palabra de Dios, se aferrarán a ellos, se negarán a desprenderse de ellos e intentarán beneficiarse de Sus palabras. La segunda es que son capaces de blasfemar contra Dios y de desarrollar nociones sobre Él en cualquier momento y lugar, y cuando una pequeña cosa no concuerda con sus nociones, son capaces de juzgar, condenar y oponerse a Dios. No lo temen en absoluto. Todas estas personas tienen la esencia de los anticristos; todas son anticristos. ¿Cuál es su otra característica? Estas personas no tienen en absoluto amor por la verdad. Fueron las primeras en recibir las palabras de Dios, las primeras en oírlas, y fueron además las que experimentaron en persona los pasos y métodos de la obra de Dios. Ya hace 30 años que creen, pero la gran mayoría de ellas no pueden hacer ningún deber en la casa de Dios ni tienen experiencias de las que hablar. Vayan donde vayan, solo hablan sobre esas palabras y doctrinas muertas. ¿Cuál es su característica más obvia? Han creído en Dios durante 30 años, pero sus actitudes no han cambiado en absoluto y no temen a Dios ni tienen entendimiento de Él. Son capaces de juzgar de forma despreocupada al Dios encarnado en secreto, e incluso de armar alboroto y condenar a Dios sin el menor temor ni miedo. No aman la verdad, sienten aversión por ella y se oponen a esta. En lo que respecta a Dios encarnado, se atreven a decir cualquier cosa, a evaluar y juzgarlo todo, y cada vez que desarrollan nociones, se atreven a difundirlas. ¿Acaso no son aborrecibles? (Sí). ¿Son personas de Dios? Han creído en Dios durante 30 años, pero no poseen realidades y sus actitudes no han cambiado en absoluto; ¿acaso no son como muertos? ¿No pueden aquellos que de verdad persiguen la verdad y poseen humanidad normal entender y entrar en algunas verdades tras creer en Dios durante solo tres años? (Pueden). Sin embargo, hay personas que han creído en Dios durante 30 años sin tener experiencias de ningún tipo. Si les pides que hablen sobre sus experiencias, solo pronunciarán doctrinas, consignas y palabras para sermonear. Así pues, ¿qué esfuerzo han puesto en las palabras de Dios en los últimos 30 años? ¿Qué han ganado? No hace falta decir que no aceptan las palabras de Dios. Aceptan las palabras de Dios sobre dar bendiciones y hacer promesas a la humanidad, Sus palabras agradables, las de consuelo y exhortación, y las que suenan bien, pero no aceptan ninguna de las verdades expresadas por Dios o ninguno de Sus requerimientos para la especie humana. No aceptan ni uno solo. ¿No se debería descartar a estas personas? (Sí). ¿Es descartar a tales personas una injusticia? (No). Eso es porque pecan deliberadamente, a pesar de que está claro que conocen la verdad.
Dios ha hecho mucha obra y ha dicho muchas palabras en los últimos días, y la gente ha experimentado y ha sido testigo de cada paso de la obra de Dios con sus propios ojos. No importa desde qué perspectiva se contemple, es indiscutible que Dios expresa muchas verdades y salva a mucha gente y nadie lo debería cuestionar. Por muy normal y corriente que sea Dios encarnado, por muy poco noticiable que le parezca al hombre, la gente debería aceptar Sus palabras como la verdad. Algunos dicen: “Como dios encarnado es tan insignificante y corriente, y para nada es grande, ¿cómo podríamos admirarlo? ¿Sería capaz de cualquier gran obra un cuerpo carnal normal y corriente? ¿Podemos de verdad recibir grandes bendiciones de él? No lo sabemos; lo único que podemos hacer es considerarlo una persona corriente”. Otros dicen: “Debido a que algunas de las cosas que has hecho nos han dejado poco convencidos y algunas nos han proporcionado nociones y algunas nos resultan incomprensibles, y porque has dicho algunas cosas que son inaceptables para nosotros, no puedes representar al dios del cielo, y por eso debemos luchar contra ti hasta el final. Si nos pides que difundamos el evangelio, no lo haremos; si nos pides que cumplamos nuestro deber, no lo haremos; y si nos pides que aceptemos la verdad, tampoco lo haremos. Lucharemos hasta el final contra la persona que eres; a ver qué puedes hacernos tú a nosotros”. En los corazones de estas personas que en absoluto aceptan la verdad, hay mil —diez mil— razones para negar la obra de Dios, para negar que las palabras de Dios son la verdad y para negar Su encarnación. Pero hay una cosa que puede que no tengan tan clara: da igual cuántas razones tengan, si no aceptan estas verdades, no se salvarán. Está bien que no aceptes la persona que soy ni te sometas a la obra de Dios, no te voy a obligar. Sin embargo, si no reconoces estas palabras de Dios como la verdad y las pones en práctica como tal, te digo con toda honestidad que nunca te salvarás ni pasarás jamás por la puerta del reino de los cielos. Si eludes estas palabras de Dios, estas verdades y a este Cristo que obra y salva a la humanidad, entonces da igual cuánta doctrina entiendas o lo grandes que sean las adversidades que sufras, no obtendrás la verdad; no eres más que un pedazo de basura. No importa tu razón para creer en Dios, ni tampoco tu objetivo al hacer tu deber, no se te puede salvar. Y si no te puedes salvar, ¿qué bendiciones puedes recibir? Algunos compiten con el Dios en el cielo, otros con el Dios de la tierra, y se atreven a disputar las palabras de Dios y la verdad, hasta el punto de que ni siquiera les importa cómo serán su desenlace y su destino. ¿No es esto una vileza? ¡Estos degenerados son tremendamente perversos! Todos y cada uno de ellos son personas malvadas. Son todos incrédulos, oportunistas, sinvergüenzas, y esta es la esencia de los anticristos.
Acabo de hablar sobre la actitud de los anticristos hacia las palabras de Dios. Cuando los anticristos abordan las palabras de Dios, no buscan la verdad ni los principios de práctica que hay en ellas. No buscan entender, a partir de las palabras de Dios, cómo lograr temer a Dios y evitar el mal y, desde luego, no buscan comprender las intenciones de Dios, de modo que puedan convertirse en personas que satisfagan dichas intenciones. En cambio, quieren encontrar en las palabras de Dios su destino deseado, así como los diversos beneficios que quieren, entre los que se incluyen recibir bendiciones y cómo pueden recibir más gracia en esta vida y si pueden recibir un céntuplo en el mundo venidero, entre otras cosas. Esto es lo que buscan en las palabras de Dios. Por tanto, no importa desde qué perspectiva lo mires, los anticristos nunca consideran las palabras de Dios como la verdad ni creen que lo son ni que la humanidad debe aceptarlas. Su actitud hacia las palabras de Dios es usarlas para conseguir sus bendiciones y el destino que desean. Quieren servirse de las palabras de Dios como trampolín para obtener las cosas que persiguen y lograr sus objetivos. Según su búsqueda, la senda que toman y su actitud hacia las palabras de Dios, estas personas son una panda de incrédulos, de oportunistas. Cuando los anticristos no pueden encontrar en las palabras de Dios los beneficios ni el destino deseados, o cuando, en el proceso de estudiar las palabras de Dios, Sus palabras sobre las expectativas y el porvenir o las promesas a la especie humana los decepcionan, y sus deseos no se pueden ver satisfechos, de manera poco ceremoniosa y sin dudarlo, dejan de lado las palabras de Dios que sostienen en sus manos, renuncian y abandonan a Dios, y persiguen la vida que desean. No acuden ante Dios para aceptar Su salvación. Cuando leen las palabras de Dios, no las consideran la verdad; en cambio, quieren servirse de las palabras de Dios para lograr sus objetivos personales y satisfacer sus deseos y ambiciones personales. Por ello, buscan sin descanso en las palabras de Dios su desenlace y su destino. Buscan lo que Dios dice sobre los desastres, Sus revelaciones sobre misterios, sobre el desarrollo de la especie humana y algunas informaciones entre bastidores sobre Su obra. Estos son los contenidos que les importan. No les interesa nada fuera de este ámbito. Con frecuencia incluso desprecian y se resisten a algunos de los requerimientos de Dios a la humanidad corrupta. Llegan a sentir aversión por cómo desenmascara Dios a la especie humana corrupta. A menudo encuentran fallos en la redacción y el tono que se usa en las palabras de Dios, e intentan encontrar algo que usar contra Él. Por ejemplo, cuando Dios expone la especie humana como “rameras” y “prostitutas”, dicen: “¿Cómo es posible que estas sean palabras de dios? ¡Él no hablaría así! Dios debería hablar de manera refinada, amable y considerada”. En lo que respecta a algunas de las palabras de Dios que no concuerdan con las nociones humanas ni con la gramática humana ni se corresponden con el razonamiento convencional de los humanos corruptos, piensan: “Estas no son palabras de dios, ¡él no hablaría así! Dios es supremo, grande e insondable, ¿cómo podrían ser tan ordinarias sus palabras? ¿Cómo podrían estar tan alejadas del razonamiento convencional? Si las palabras de dios son la verdad, se deberían pronunciar de tal manera que todo el mundo las tuviera en alta consideración, las adorara y las admirara. Todas deberían ser insondables; ¡así es como deberían ser las palabras de Dios!”. En lo que respecta a las palabras de Dios, tienen diversas nociones, delimitaciones e incluso requerimientos. En función de sus requerimientos y delimitaciones, se puede observar que la esencia de los anticristos es la misma que la de Satanás. Su actitud hacia Dios y Sus palabras es la de investigar, resistirse, juzgar, buscar algo que usar en contra de Dios y encontrar defectos. No dedican ningún esfuerzo a la verdad en las palabras de Dios ni tampoco se someten a ella, ni la aceptan ni la practican. Por tanto, la esencia de los anticristos es la de Satanás y los espíritus malignos. La forma en que los anticristos ven las palabras de Dios es también la forma en la que consideran a Dios. Las palabras de Dios representan a Dios mismo. Todas las verdades expresadas por Dios representan Su carácter, Su esencia y, más si cabe, Su identidad y estatus. No importa si estas palabras las expresa la encarnación de Dios o Su Espíritu, tampoco qué contenido exprese Él, no cabe duda de que representan a Dios. Por tanto, que los anticristos investiguen y analicen las palabras de Dios y desarrollen nociones al respecto es equiparable a desarrollar nociones respecto a Él. Están escrutando a Dios. No creen las palabras de Dios ni las aceptan, lo que significa que no creen en la existencia de Dios; desde luego no creen que Sus palabras sean la verdad y mucho menos pueden someterse a Él. Esta es la esencia de los anticristos.
Algunos dicen: “Dios encarnado es demasiado insignificante y corriente. Sus palabras y acciones provocan en mí que a menudo desarrolle nociones, y no están en absoluto de acuerdo con mis figuraciones. Veo que dios encarnado es solo una persona corriente. No representa a dios, así que, por muchas verdades que exprese en sus palabras y su obra, no es como dios”. ¿De dónde vienen estas palabras? ¿Qué representan? ¿Acaso no representan a Satanás? De principio a fin, Satanás nunca ha reconocido la identidad y el estatus de Dios. Nunca ha creído que las palabras de Dios sean la verdad y desde luego nunca las ha aceptado. Así las cosas, cuando Satanás habla con Dios, quiere hacerlo de igual a igual. Su forma de hablar tiene como fin ridiculizar y burlarse de Dios, engañarlo, en su corazón no hay hueco para Él. Y las cosas que los anticristos hacen y las palabras que dicen son exactamente las mismas que las de Satanás. Su esencia es la misma, excepto que Satanás es invisible para la humanidad, mientras que los anticristos son visibles y tangibles; son satanases ataviados con piel humana. Si no fueran satanases, no serían capaces de hacer ni decir tales cosas. Satanás miente a menudo y cree que las palabras de Dios también son mentiras. Satanás engaña a menudo a las personas y es retorcido, falso y perverso, y cree que Dios habla de la misma manera. Diga lo que diga Dios, los anticristos siempre añadirán algo a Sus palabras, añadirán su propio significado y ofrecerán explicaciones arbitrarias. Es más, piensan incluso que algunas de las palabras de Dios no son tan brillantes como las suyas, no están a la altura de su nivel ni de su elevado estándar y no bastan para conquistar a la corrupta especie humana. Por tanto, quieren presentar los métodos, el tono y el contenido de las palabras de Dios ante algunas personas para analizarlas y juzgarlas, e incluso para criticarlas y condenarlas. ¿Cuál es su propósito al hacer esto? Mientras siguen a Dios, anhelan obtener de Él las expectativas y el porvenir que desean, y aguardan a obtener el destino que desean de Dios. Entonces, ¿por qué siguen actuando así? ¿No es lanzar piedras contra su propio tejado? Solo hay una razón. A sus ojos, las palabras que pronuncia ese Dios son demasiado comunes y corrientes y Sus acciones también lo son. Ese Dios no es el que quieren venerar ni el que conciben en su imaginación y no es compatible con ellos. Si siguen a un Dios así, su destino, sus expectativas y su porvenir pueden venirse abajo. Por este motivo, desafían a ese Dios con vehemencia. Lo juzgan, lo socavan y tratan de sabotear, perturbar y arruinar Su obra para que Él no pueda realizarla. De esta forma lograrán su propósito. Hay quien dice: “Si logran su propósito, ¿acaso no se habrán quedado sin su destino?”. Este tipo de personas simplemente no reconocen la existencia de Dios ni Su encarnación, y mucho menos el hecho de que Su obra de gestión salva a la humanidad. Se limitan a apostar y jugar. Si de veras se derriba a este Dios, podrán hacer lo que quieran y ya no tendrán que sufrir tantas penurias en la casa de Dios. Podrán sentirse tranquilos de regresar al mundo, a las tendencias perversas y a lo que ellos llaman una vida normal. No tendrán que padecer ningún desastre, no tendrán que someterse a ningún tipo de refinamiento y, desde luego, no tendrán que soportar el juicio y el castigo de las palabras de Dios. Todo esto dejará de existir y el mundo continuará como siempre. Esto es lo que ansían en sus sueños. ¿Acaso no son malas estas personas? ¿Cuál es la razón de que sean tan malas? (Su esencia es Satanás, por eso odian a Dios). De hecho, en el fondo del corazón de estos demonios anticristos, en su espíritu, pueden sentirlo: saben cómo percibe Dios a la gente como ellos. Dios odia a la gente así. Son incompatibles con Él. Dios detesta su humanidad y su esencia-naturaleza. Por tanto, por mucho que trabajen y deseen recibir bendiciones, su resultado final no dependerá de su voluntad. Es imposible que cambien ninguno de los hechos. Son incompatibles con Dios. Son incompatibles con las palabras de Dios. Son incompatibles con Cristo. Así, ¿al final cómo acabarán? Están todos destinados a perecer. Tienen una débil comprensión de este resultado en su corazón, así que ¿por qué todavía permanecen en la casa de Dios? Simplemente no están dispuestos a renunciar a una oportunidad tan buena de recibir bendiciones, por lo que quieren arriesgar: “Si apuesto por esto, tal vez todavía pueda recibir bendiciones. Tal vez pueda pasar desapercibido y sobrevivir. Tal vez si dios no es cuidadoso y no presta atención, pueda colarme por la puerta del reino de los cielos”. Con este pensamiento ilusorio de “tal vez”, continúan a la deriva en la casa de Dios, pero su punto de vista y su actitud hacia Él nunca cambian. Desprecian las palabras de Dios, la verdad y todas las cosas positivas.
Dios requiere que las personas sean honestas. Al oír esto, algunos piensan: “¿No es este un nivel muy bajo? Ya hemos creído en dios durante muchos años, ¿por qué nos dice ahora que ‘seamos honestos’? Si esta es la palabra de dios, debería ser profunda, debería ser cada vez más elevada, más impenetrable, más fuera del alcance del ser humano. Lo que necesitamos son estándares más altos en los requisitos, no estos que son corrientes, intrascendentes, de bajo nivel”. Tales personas no entienden qué es la realidad-verdad. Cuando los que no entienden la verdad oyen esta predicación, se sienten molestos, pero, tras la charla, la experiencia y un periodo pasando por esto, llegan a darse cuenta de que estas palabras de Dios son las que necesitan los humanos. ¿Por qué son las que necesitan? Satanás ha corrompido al ser humano hasta lo más profundo, así que ninguna persona es honesta; este mundo está lleno de mentiras y esto también se aplica a aquellos que creen en Dios. La gente dice una mentira tras otra a diario; su discurso está lleno hasta los topes de las mentiras y los engaños de Satanás. Por eso, Dios ha planteado el requisito más simple y directo a los humanos: ser honestos. Con el tiempo y la experiencia, la gente desarrolla un entendimiento de las palabras de Dios y una comprensión de Sus exigencias e intenciones; con la guía y dirección de Sus palabras, poco a poco llegan a darse cuenta de lo prácticas que son Sus palabras, cómo se debería entender cada una y cómo se debería entrar en ellas. Se dan cuenta de que ninguna de Sus palabras está vacía, que todas son lo que la humanidad necesita, perciben cómo comprende Dios a la gente en profundidad y puede desentrañarla, y que Él entiende muy bien su corrupción. Este es el trayecto que transita una persona corriente. Sin embargo, cuando los anticristos ven esta frase donde Dios exige a las personas que sean honestas, la menosprecian con una actitud de desdén, burla y sarcasmo, e incluso de resistencia. Después de formarse una opinión sobre esta frase, la relegan al fondo de su mente, aumenta su desprecio hacia Dios, y lo miran a Él y a Su palabra con creciente desdén, hasta tal punto que ya ni siquiera estudian Su palabra. Cuando algunas personas hablan de sus experiencias respecto a cómo revelaron su carácter falso y cómo se arrepintieron e intentaron ser honestos, en la mente de estos anticristos surgen resistencia, repulsión y desprecio. No solo rehúsan aceptar lo que dicen esas personas, sino que sienten resistencia y repulsión hacia la experiencia y el conocimiento que compartieron los hermanos y hermanas, hasta el punto de que sienten odio y desdén por aquellos que compartieron más y poseen un mejor conocimiento. Piensan: “Sois idiotas. Dios os dice que seáis honestos y lo sois sin más. ¿Cómo podéis ser tan obedientes? ¿Por qué no prestáis atención a las palabras que digo? Miradme, ninguno de vosotros sabe cuál es mi verdadero estado, nadie sabe lo falso y astuto que soy. Y no voy a hablaros de esas cosas; ¿creéis que merecéis oírlas?”. Esta es la actitud que tienen hacia el requerimiento de Dios; no solo rehúsan aceptarlo, sino que se resisten a él y lo condenan. ¿No son estas las manifestaciones de los incrédulos? Son incrédulos estándar. En apariencia, no han condenado abiertamente la palabra de Dios, no han lanzado libros de Su palabra al fuego para quemarlos. De cara al exterior, leen la palabra de Dios y escuchan sermones todos los días y comparten durante las reuniones, pero en realidad, ha surgido en lo más hondo de su ser un profundo aborrecimiento, resistencia y rechazo hacia la palabra de Dios. En otras palabras, en el momento exacto que desarrollaron nociones sobre la palabra de Dios, ya la habían rechazado. Algunas personas dicen: “¿Ya han rechazado estos anticristos la palabra de Dios antes de que Él dijera estas cosas?”. En ese punto, todavía no la habían rechazado. ¿Y eso por qué? Porque tenían muchas nociones y figuraciones sobre Dios y estas les hacían estimarlo y admirarlo, además de considerarlo un gran hombre. No obstante, cuando Dios expresó Sus palabras, su punto de vista sobre Él cambió por completo y dijeron: “¡En realidad las palabras que dice dios son corrientes! Son muy simples, muy directas, muy fáciles de entender; ¡yo mismo puedo decir esas palabras! ¿No asegura todo el mundo que dios es grande? ¿Por qué nos diría entonces que fuéramos honestos? Si dios es tan grande, si es de veras supremo, ¡no le debería poner a la gente unos requerimientos tan pequeños y bajos!”. Cuando leyeron la palabra de Dios y sintieron que era superficial y que no coincidía con las nociones de las personas ni concordaba con la gran imagen e identidad de Dios, desarrollaron nociones sobre las palabras de Dios. Al desarrollar estas nociones, surgió dentro de ellos un profundo aborrecimiento a las palabras de Dios, y, como resultado, el dique en el fondo de sus corazones que refrenaba sus figuraciones y nociones sobre Dios se derrumbó por completo. ¿Cuál fue el resultado de este derrumbe? En lo más hondo de su corazón, rechazaron y condenaron la palabra de Dios. Así, ¿qué pasa por la mente de los anticristos cuando la gente predica la palabra de Dios? Son como espectadores que observan desde la barrera. Cuando escuchan a alguien alabar las palabras de Dios o compartir su experiencia relativa a ellas, estos anticristos también son espectadores que se mantienen al margen, y nunca dicen “amén” en lo profundo de su corazón. A veces incluso se burlan, dicen: “¿Qué has ganado siendo honesto? Aunque intentes ser honesto, dios no va necesariamente a salvarte ni tampoco vas a ser bendecido. Pocas personas recibirán bendiciones. Si yo no las obtengo, ¡entonces ninguno de vosotros lo hará!”. La esencia-naturaleza de un anticristo se opone a la palabra de Dios y a Dios mismo, y debido a esto, el anticristo es incapaz de aceptar la palabra de Dios y menos aún de someterse a ella. Si no acepta ni se somete a la palabra de Dios, ¿puede obtener experiencia de ella? No, ¿cuál es entonces el conocimiento personal del que habla? No son más que imaginaciones, inferencias, doctrinas o teorías, o, a veces, incluso solo algunas palabras agradables que son el eco de las de otros, y, de esta forma, es imposible que surja en el anticristo ninguna experiencia o conocimiento de las palabras de Dios. Por tanto, debido a las diversas actitudes que los anticristos albergan hacia Dios y Su palabra, y debido a su esencia-naturaleza, con independencia de si han creído en Dios durante 10, 20 o más años, a día de hoy nunca habrás oído de su boca ni visto en ellos experiencia alguna de la palabra de Dios y todavía menos verás el más mínimo conocimiento de Dios. En su discurso, no oirás que tienen nociones ni que malinterpretan a Dios, ni que el desenmascaramiento de Dios los esclarece, ni que, al final, alcanzan el punto en el que ya no malinterpretan a Dios ni albergan nociones sobre Él. No tienen esta experiencia ni este conocimiento. Esta es la razón por la que los anticristos no pueden obtener la verdad ni hablar sobre experiencia o conocimiento personales en absoluto, por mucho esfuerzo que pongan en estudiar la palabra de Dios. Se limitan a seguir leyendo y memorizando algunos pasajes famosos de la palabra de Dios que los hermanos y hermanas citan a menudo; actúan por inercia y siguen la corriente, y luego continúan pensando de la misma manera que lo han hecho siempre. No resuelven las nociones que nacen en ellos acerca de Dios, o los conflictos y problemas que surgen entre ellos y Dios, por muy significativos que sean. Estas nociones y problemas siempre los persiguen. ¿Cuáles son las consecuencias de que no resuelvan estos problemas? El resentimiento en su corazón se vuelve cada vez más profundo y su odio a Dios se torna cada vez más y más grande. De seguir así, ¿qué consecuencias habrá cuanto más tiempo crean en Dios? ¿Pueden estos resentimientos acumulados y estas nociones hacer que abandonen sus expectativas, su porvenir y su intención de obtener bendiciones? (No). Si estos problemas no se resuelven, ¿cuál será el resultado final? (Estallarán). La palabra “estallar” es bastante directa. ¿Cómo estallarán? ¿Cuántas maneras hay? (Me vienen a la memoria unas palabras de Dios que leí antes: “Incluso, en el transcurso de una sola noche pueden pasar de ser una persona sonriente y ‘de buen corazón’ a un asesino de aspecto espantoso y feroz” [La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. La obra de Dios y la práctica del hombre]). ¿Cuál es el trasfondo de que se conviertan en asesinos? Cuando se destroza su deseo de obtener bendiciones, se ponen en pie de guerra y dicen: “Ninguno de nosotros lo va a tener fácil, así que no tengo que ocultar ni esconder que creo en dios solo para obtener bendiciones. Si hubiera sabido que no iba a obtener bendiciones, ¡me habría marchado hace mucho!”. Expresan todas las palabras que hay en su corazón y no tienen miedo de que los condenen. ¿Por qué no temen la condena? ¿Por qué son capaces de desechar toda pretensión de civismo y estallan? Porque ya no quieren creer más y desean marcharse. Han estado soportando la humillación y las penurias en aras de sus objetivos durante todos estos años, y practican de acuerdo con estas estrategias y se sirven de ellas como apoyo espiritual. Hoy, cuando ven que no hay esperanza de obtener bendiciones, les parece que pueden abandonar toda pretensión de civismo y decir abiertamente: “Solo soy un incrédulo. No me gustan las cosas positivas. Me gusta perseguir las cosas mundanas y me gustan las tendencias perversas. Dicen que las palabras de dios son la verdad y que pueden cambiar a las personas y salvarlas. ¿Por qué yo no he visto eso? ¿Por qué no puedo experimentarlo ni sentirlo? ¿Qué cambios ha producido la palabra de dios en las personas? Creo que las palabras de dios no son nada. Solo hay una cosa que tiene los beneficios más tangibles, y es que aquellos que siguen a dios van a ser bendecidos y a entrar en el reino de los cielos. Estas palabras son verdad. ¡No creería en dios si no fuera para obtener bendiciones! ¿Dónde está dios? Si dios pudiera salvar a las personas, ¿por qué lo crucificaron? ¡Ni siquiera pudo salvarse a sí mismo!”. Dicen lo que piensan de verdad, ¿acaso no se revela en esto su lado demoniaco? Las nociones y los resentimientos acumulados a lo largo de los años estallan en ellos. Así es como los anticristos muestran al fin su verdadera cara.
Hay algunos anticristos que dicen a menudo cosas como: “Renuncié a mi familia y mi carrera, me esforcé y sufrí mucho por creer en dios, ¿y de qué me ha servido? ¿Acaso dios no es un dios que bendice a las personas? ¿No es un dios que da gracia a las personas? ¿De qué me ha servido?”. Dios ha proporcionado al hombre muchas verdades y ha dado mucho sin pedir nada; aunque la gente se opone y se rebela tanto contra Dios, Él esto no lo recuerda y sigue viniendo a salvar al ser humano. Los anticristos no pueden ver cuánto ha obtenido el hombre de Dios. ¿A qué se refieren en realidad al preguntarse: “¿De qué me ha servido?”? (A las bendiciones). Los anticristos lo quieren todo. Son capaces de renunciar a todo para creer en Dios y seguirlo, y creen que, al hacer esto, dispondrán de una oportunidad de tener éxito y que les merecerá la pena. Renuncian al mundo y a sus expectativas, y en el futuro quieren ser dueños del mundo entero. Lo que quieren a cambio debe valer más que las cosas a las que han renunciado. Ha de ser más valioso que esas cosas y aportarles mayores ventajas, solo entonces harán el intercambio. ¿Creéis que los anticristos dicen estas palabras en un momento de ira durante sus estallidos? (No). Sin duda retienen estas palabras durante mucho tiempo hasta que al final estallan. Tras esto, todo lo que los anticristos han estado pensando y persiguiendo a lo largo de los años queda al descubierto, se les caen todas las caretas. ¿Cuál es el punto fundamental de lo que dicen? “Creí en dios y lo seguí todos estos años, ¿y de qué me ha servido?”. Lo que quieren obtener no es la verdad. No quieren la verdad. No quieren vida, no quieren un cambio de carácter, no quieren la salvación de Dios. Creen que son personas perfectas y no quieren obtener estas cosas. Quieren ganar algo adicional, mayores bendiciones de las que se pueden obtener en este mundo. Es decir, quieren intercambiar las cosas del mundo a las que han renunciado por las bendiciones que ha prometido Dios. Quieren recibir las mayores bendiciones de Dios. Cuando ven que no pueden lograr sus deseos y que se ha perdido toda esperanza, han de rendirse. Sin embargo, cuando llega el momento de hacerlo, teniendo en cuenta su carácter, ¿podrán parar? No. Hay algunas familias en las que todos son creyentes y de ellas surgen anticristos. Cuando estos anticristos se dan cuenta de que no van a recibir bendiciones, empiezan a perturbar a sus familias para impedirles creer. ¿Siguen siendo familias? En cuanto a las relaciones físicas o de sangre, parecen familias muy unidas. Sin embargo, cuando nos fijamos en la senda que sigue cada miembro, aunque todos han creído en Dios durante 10 años, algunos se revelan como anticristos, otros persiguen la verdad y hacen sus deberes bastante bien, y unos cuantos persiguen la verdad hasta un nivel promedio; sus esencias-naturaleza se revelan a partir de ahí. Por supuesto, los peores son anticristos, a los que el ser humano debería rechazar y expulsar de la casa de Dios. Por tanto, ¿se trata de familias? ¿Son así las familias reales? ¡No son siquiera el mismo tipo de personas! Algunas han vivido con diablos durante muchos años y todavía los consideran miembros de su familia. No pueden abandonarlos e incluso creen tontamente que son sus seres queridos. ¿Qué clase de seres queridos son estos? Después de mostrarse, los anticristos hacen todo tipo de maldades. Puede que incluso persigan a los verdaderos creyentes de su familia. Peor aún, puede que entreguen a miembros de su familia a gobiernos perversos. Algunos padres venden a sus hijos, y algunos hijos venden a sus padres. Por muy cercana o íntima que sea su relación, no hay nada que los anticristos no vayan a hacer. Algunos anticristos pueden vender y perseguir a los auténticos creyentes en su familia, ¿acaso no significa esto que son enemigos? (Sí). El surgimiento de uno o dos anticristos en la iglesia significa que hay peligro para los hermanos y hermanas. En cuanto los anticristos ven que no van a recibir bendiciones, se autoexcluyen, se olvidan de la cautela, se ponen en pie de guerra y empiezan a pensar en perturbar a otros hermanos y hermanas. Algunos hermanos y hermanas son débiles, pequeños de estatura, y no entienden la verdad. Los anticristos muestran a estos hermanos y hermanas algunos rumores en internet, y luego avivan las llamas añadiendo sus propias adornadas explicaciones, con las que perturban y desorientan a esos hermanos y hermanas y los acaban malogrando. Por supuesto, algunos de los hermanos y hermanas tienen discernimiento y reconocen de inmediato a los anticristos. Si lidian con ellos de manera pública, eso causará problemas, así que basta con que encuentren una manera sabia de aislarlos para que no puedan perturbar o asolar a los demás. A la hora de lidiar con los satanases, la gente ha de actuar con sabiduría.
Los anticristos creen en Dios y lo siguen por el bien de sus expectativas y su porvenir. Se aferran a su deseo de bendiciones y se llevan con ellos sus ambiciones cuando entran en la casa de Dios y leen, aceptan y predican la palabra de Dios. Hacen concesiones, sufren humillaciones y soportan toda clase de adversidades en la casa de Dios en aras de sus expectativas y su porvenir. Y tras muchos años de espera y observación, cuando sus esperanzas se hacen añicos, dejan también la iglesia y la casa de Dios debido a sus expectativas y su porvenir, porque su deseo e intención de obtener bendiciones no pueden hacerse realidad. ¿Cuál es el desenlace de tales personas? Se las va a descartar. ¿Y por qué se las va a descartar? ¿Decide Dios no salvarlas desde el momento que entran en Su casa o es que tienen algunos problemas propios? (Tienen problemas propios). Cuando los anticristos entran en la casa de Dios, se mimetizan como la cizaña entre el trigo. Algunas personas preguntan: “¿Pero no sabe Dios nada de esto?”. Dios lo sabe, Dios lo escruta todo. La gente así no puede cambiar. Aunque hayan leído todas las palabras de Dios, aunque hayan leído sobre los misterios, el destino del ser humano y las diversas actitudes corruptas de este que Dios ha revelado y otras palabras semejantes, no sirve de nada, ya que no aceptan la verdad. Las palabras que dice Dios van dirigidas a toda la especie humana. No se ocultan a nadie y se otorgan a todos por igual. Cualquiera puede leer y oír las palabras de Dios, pero al final, los anticristos nunca las van a obtener, dado que son anticristos, diablos y satanases. Satanás no cambió después de tantos años al lado de Dios, así que ¿no será igual con los anticristos? Aunque les hagas leer a diario la palabra de Dios, no la van a obtener, dado que son anticristos y tienen la esencia de un anticristo. No es posible hacer que los anticristos renuncien a sus propios intereses o a sus expectativas y su porvenir. Es como hacer a un cerdo escalar un árbol. Es una tarea imposible. Los anticristos quieren ver beneficios inmediatos y también quieren conseguir beneficios eternos en el futuro. Si no pueden lograr ni satisfacer uno de estos objetivos, se volverán hostiles de inmediato y podrían marcharse en cualquier momento. Los anticristos leen entre líneas en las palabras de Dios, escuchan su tono y su inflexión, intentan adivinar el significado y la intención de Sus palabras, para poder medir estos varios beneficios que les preocupan y que desean obtener. ¿Será posible para ellos entender la verdad cuando aborden la palabra de Dios con esta actitud? (No). Por tanto, en cualquier caso, los anticristos se oponen a Dios y Su palabra, son Sus enemigos mortales. Hay gente que dice: “Fulano de tal solía ser realmente bueno. ¿Por qué actúa así ahora? Después de que se le compartiera la palabra de Dios, dijo que la entendía y prometió trabajar duro para llevar a cabo sus deberes, ¿por qué no puede cambiar entonces?”. Te diré la verdad. No es solo que ahora no pueda cambiar; no podrá cambiar tampoco en el futuro. ¿Por qué? Porque no tiene intención alguna de cambiar. Piénsalo, si un lobo no puede encontrar ovejas que comerse, cuando se esté muriendo de hambre comerá un poco de hierba y beberá algo de agua para aliviar el hambre. Sin embargo, ¿significa esto que haya cambiado su naturaleza? (No). Por tanto, cuando los anticristos no hacen nada malvado y temporalmente exhiben algunas buenas conductas, no significa que hayan cambiado ni aceptado la verdad. En cuanto se los haya podado en serio, de una manera que afecte a su poder y estatus, y vean que no tienen esperanzas, que seguro que los van a descartar, se volverán negativos de inmediato y abandonarán su trabajo, y saldrá a la luz su auténtico rostro, el original. ¿Quién puede cambiar a las personas así? Dios no planea salvarlas. Solo usa los hechos para ponerlas en evidencia y descartarlas. Por tanto, todo el mundo ha de discernir y rechazar a estos siervos de Satanás.
Discernir a los anticristos es como discernir a las personas malvadas y a Satanás, y diseccionar a los anticristos es como diseccionar al invisible Satanás y a los diablos. El ser humano puede ver a los anticristos que estamos diseccionando hoy. Puedes ver lo que hacen y oír lo que dicen; puedes observar todas estas manifestaciones y descubrir sus intenciones. No puedes ver ni tocar a Satanás o a los diablos del reino espiritual, así que para ti siempre serán poco menos que un concepto y un nombre. Sin embargo, los anticristos que diseccionamos hoy son diferentes. Son diablos y satanases vivientes. Son diablos y satanases tangibles de carne y hueso. Estos diablos y satanases se oponen a Dios y lo rechazan en el reino espiritual, y sienten aversión por cada palabra que Dios haya dicho. Cuando vienen a la iglesia, siguen haciendo estas cosas. Siguen oponiéndose, sienten aversión por las palabras de Dios y las rechazan como hacían antes. Incluso desprecian a menudo las palabras de Dios. En cuanto sale de boca de Dios, incluso la cosa más mínima les planteará muchas preguntas en su fuero interno. La investigarán, la analizarán y la procesarán en su mente. Para los anticristos las palabras de Dios no son el objeto de su creencia. Nunca creen las palabras de Dios. No importa lo prácticas, ciertas o fieles que sean las palabras de Dios, no creen en ellas. Por tanto, a juzgar por estos puntos, ¿acaso no son los anticristos enemigos de Dios? ¿No está su naturaleza innata enemistada con la verdad? Esta clase de personas ya nacieron enemigas de Dios, nacieron con aversión por la verdad. Nunca tratarán o se aferrarán a las palabras de Dios como la verdad. Debido a su esencia, sus diversas manifestaciones hacia Dios y sus varias actitudes hacia las palabras de Dios, al final las palabras de Dios condenan a estas personas y Él las desdeña. ¿Podrán obtener el mayor beneficio que persiguen, sus expectativas y su porvenir? Nunca. ¿A quién le habla Dios de las promesas y bendiciones que va a darle a la humanidad y del destino que ha preparado para ella? ¿Les corresponde a los anticristos una parte de estas cosas? (No). El maravilloso destino del que habló Dios y que se le prometió a la especie humana se otorga a los que son objeto de Su salvación, a aquellos que creen en las palabras de Dios y las aceptan como la verdad. No se les da a los anticristos que se muestran antagónicos con Dios y que consideran Su palabra las mentiras de un embaucador.
11 de abril de 2020
Nota al pie:
a. El texto original no contiene la frase “creen que”.