Si tuviéramos que seguir las concepciones y las imaginaciones de las personas al seleccionar líderes y trabajadores en la iglesia, naturalmente seleccionaríamos a padres y ancianos, ¿sería esto lo correcto? Porque sabemos que es costumbre coreana el respetar a los ancianos y cuidar a los jóvenes; para respetar a la generación pasada. Por lo tanto, al seleccionar los líderes, elegimos a los ancianos -quienquiera que sea el más viejo, tenga el pelo más blanco o el que ya tenga nietos, esos son los que escogemos- ¿está esto de acuerdo con la voluntad de Dios? El estándar establecido por la familia de Dios para seleccionar a los líderes, es elegir a aquellos que buscan la verdad y que tienen experiencia y conocimiento de la obra de Dios, sin importar la edad. De esta manera cumplimos con la voluntad de Dios. Ahora bien, ¿decide Dios el destino de una persona basado en su edad? No. Si los líderes que seleccionamos fueran jóvenes, y sin embargo estuvieran siempre siendo atados por sus padres y ancianos, si siempre vacilaran y se sintieran temerosos de hablar porque uno debe ser cortés delante de los ancianos y mantener la regla de que los niños no deberían hablar hasta que los ancianos no hayan hablado -si ellos siguieran estas reglas, ¿podrían aun así llevar a cabo su trabajo como líderes? ¿Serían todavía capaces de cumplir con sus obligaciones? Con toda certeza no podrían cumplir con sus deberes. Independientemente de que las costumbres y tradiciones de cada nación sean correctas o incorrectas, buenas o malas, no son la verdad. Es más, son el producto de las concepciones e imaginaciones de la gente, del conocimiento y del razonamiento de las personas – todo esto debe ser abandonado, sea correcto o incorrecto, bueno o malo. Todo esto debe suprimirse y abandonarse. Ahora bien, ¿cuál es la voluntad de Dios? Una pregunta: “¿Incluso las cosas buenas deben ser eliminadas?” Así es, las cosas buenas también. Estas cosas “buenas” o “correctas”, ¿son la verdad? No importa lo correctas o buenas que sean, no son la verdad. Sólo la palabra de Dios es la verdad. Simplemente enfócate en vivir según la palabra de Dios como la palabra de Dios te dice que vivas, así debes vivir. Todo lo que la palabra de Dios dice, eso es lo que debes hacer. Todo lo que Dios te pida, cumple con Su petición tal y como Él te lo pida. ¡Es así! Algunas personas preguntan: “Es correcto expresar devoción filial a los padres y respetar a los ancianos, así que ¿Qué dice la Palabra de Dios que debemos hacer?” La palabra de Dios dice que seguir la verdad y obedecer a Dios es lo más importante. Vive según la palabra de Dios -aquellos que no viven según la palabra de Dios no son encomendados por Dios. Ante Dios, todas las personas son iguales: Él no discrimina basado en la edad, o ni en quién es menor o mayor- todos somos hermanos y hermanas. ¿Hay alguna mención de distinguir entre la generación de los ancianos y la de jóvenes dentro de la palabra de Dios? No, no la hay. Algunas personas dicen: “Esto es claro, existen ancianos y existe una generación más joven”. Aún cuando esto sea un hecho, no es aceptable. Es una mera cuestión de haber nacido antes o después. La carne se distingue sobre la base de la posición en la jerarquía familiar, pero el alma no. Así que debemos calar la intención de estos hechos y vivir de acuerdo con la Palabra de Dios. Independientemente de que las personas digan que las culturas tradicionales de cada nación son buenas o malas, no son la verdad. No sigas estas tradiciones, no vale la pena ni tiene sentido hacerlo. ¿Hay algo que respalde lo que estoy diciendo? Estoy hablando sobre la base de la Palabra de Dios sobre la base de lo que Dios realmente hizo en los dos casos en que Él se hizo carne. Cuando Dios se hizo carne, abandonó todo para obedecer a Dios, incluso abandonó a Sus padres. Pedro fue perfeccionado por el Señor Jesús -él amaba a Dios y recibió el elogio de Dios- y él también se rebeló contra sus padres. Sus padres lo reprimieron y no le permitieron seguir a Jesús. Ellos querían que su hijo triunfara, que consiguiera una posición en el gobierno y que lograra riquezas para obtener el honor para su familia ancestral. Pedro, sin embargo, se negó a hacerlo e insistió en seguir a Jesús. Después de graduarse de la escuela secundaria no fue a la universidad pero comenzó a seguir a Jesús. Al final, Pedro fue perfeccionado mientras que sus padres fueron arrojados al infierno. Ahora bien, si Pedro hubiera sido filial a sus padres y los hubiese honrado, ¿habría podido seguir a Jesús? Con toda seguridad no hubiera podido hacerlo. Por lo tanto, ante Dios, primero hay que obedecer a Dios. No hay verdad en la obediencia o el respeto por los ancianos así que no practiques ni mantengas esto. Mantener esta tradición es inútil, si la mantienes, acabarás en el infierno. Cualquiera que se mantenga a estas tradiciones culturales irá al infierno. Por lo tanto, la persona que planteó esta pregunta dijo: “Los coreanos damos mucha importancia a la etiqueta, los jóvenes deben ser respetuosos con los ancianos”. Ella respeta a los ancianos y quiere que sus hermanos y hermanas sigan su ejemplo respetando a los ancianos. Al guiar a otros de esta manera, ¿va ella contra la palabra de Dios? ¿Está resistiendo a Dios? Un aspecto del juicio y del castigo de Dios a las personas, es exponer la cultura de cada país y exponer las concepciones de las personas. Satanás usa la cultura humana y todo tipo de falacias para corromper a la humanidad. La cultura coreana no es una excepción: al igual que la cultura china, la cultura coreana es una herramienta que Satanás utiliza para corromper a la humanidad. Utiliza las culturas que más se ajustan a las concepciones e imaginaciones de las personas para atarlas y encadenarlas, y para evitar que busquen a Dios y la verdad, logrando así su malvado propósito. Al final, estas personas reciben el juicio y el castigo de Dios y son destruidas. ¿No es esto el malvado plan de Satanás? La persona que planteó esta pregunta todavía respeta y sigue la cultura coreana. No mencionó una sola palabra acerca de cómo los elegidos de Dios deben rebelarse contra la cultura, recibir el juicio y el castigo de Dios y aceptar todas las verdades de Dios. ¿Por qué no mencionó nada de esto? En la superficie, todo lo que dijo es correcto y de acuerdo con las ideas de las personas. Pero, ¿no es la sustancia de lo que decía engañosa para las personas? ¿Acaso no es contraproducente? ¿No es un paso atrás? En cuanto a mí, podría ser que sea demasiado directo -yo digo lo que quiero decir- hablo con demasiada franqueza. A algunas personas les gusta y a otras no. Pero ¿le gusta a Dios que la gente hable con franqueza? Pedro habló con mucha franqueza, él era muy directo. Por lo tanto, si algunas de las cosas que digo no parecen adecuadas, os pido que me disculpéis. Estamos comunicando la verdad aquí: mientras podáis daros cuenta de la verdad, entonces está bien. Si algunas de las cosas que digo os parecen demasiado sinceras y os hacen sentir incómodos, entonces os pido que me disculpéis. ¡Me puedo poner un poco ansioso! Espero que mis hermanos y hermanas puedan tener un entendimiento claro de inmediato y que todos sean capaces de hacer distinciones. Hagáis lo que hagáis, no os dejéis engañar; éste es mi deseo.