131-A8 Comunicación y predicación sobre la palabra de Dios “Los Verdaderamente Obedientes Seguramente Serán Ganados por Dios”
¿Cómo experimentáis ahora ser obedientes a Dios? Este también es un proceso similar. Es posible que al principio alguien declare: “Ahora mismo soy un poco obediente a Dios, ¿no has visto que he abandonado a mi familia y al mundo?”. Pero al final no están siendo obedientes a muchos aspectos de la verdad, no están siendo obedientes a muchas de las palabras de Dios. Superficialmente han cumplido todos los requisitos con todo el esfuerzo que pueden erogar, y de una manera básica los han cumplido todos. Sin embargo, todavía son insuficientes en cierta medida cuando se trata de ser obedientes a la palabra de Dios. Además, dentro de su obediencia se encuentran las concepciones e imaginaciones del hombre; pueden someterse un poco a las cosas que entienden, pueden someterse un poco a las cosas que están de acuerdo con sus concepciones, pero aún no pueden someterse a las cosas que no están alineadas con sus concepciones o que no entienden. Dicen: “Ay, todavía no conozco lo suficiente la realidad de la verdad cuando se trata de ser obediente a Dios”. Alguien pregunta: “En diez años has sido capaz de abandonarlo todo, has sido capaz de someterte a verdades generales y, básicamente, has sido capaz de someterte al trato y la poda de Dios. Entonces, ¿dónde te quedas corto?”. “Todavía me quedo corto cuando se trata de ser absolutamente obediente a la autoridad de Dios; todavía siento la desobediencia en mi interior”. “Si te acaecen grandes pruebas, Dios te entregará a Satanás, así que, ¿serás capaz de ser obediente?”. “Aun así no puedo ser completamente obediente, pero no me resisto. De todas formas, aunque no me resisto, siento quejas en mi interior”. “Eso no está bien, no puedes ser obediente hasta la muerte”. ¿Acaso no lleva toda la vida experimentar la verdad de ser obediente a Dios? Sí. ¡Esta es la verdad más profunda! No hay límite a la verdad de conocer a Dios, y la verdad de ser obediente a Dios es la más profunda.
También está la verdad de amar a Dios. Cuando empecé a creer en el Señor, confiaba completamente en mi entusiasmo. Difundía el evangelio para dar testimonio del Señor por dondequiera que fuera. También me encontraba con muchas barreras y hacía muchas cosas ignorantes. Ahora, al recordarlo, veo que difundía el evangelio a ciegas, sin basarlo en principios. Si oía que alguien con cáncer se acercaba a la muerte en alguna parte, pensaba: “Rápido, vamos a difundir el evangelio allí”. Si oía que alguien estaba poseído por espíritus malignos en algún sitio, pensaba: “Rápido, vamos a curarlo y a alejar a los demonios con nuestras oraciones”. ¿No era esto estúpido e ignorante? Por aquel entonces, yo no oraba para sentir la voluntad de Dios bajo la guía del Espíritu Santo. De este modo, me apoyaba en mi entusiasmo para trabajar por el Señor hasta que algún día fuera capaz de abandonar mi trabajo y a mi familia por el Señor; eso me hacía sentir como una persona que ama al Señor. Después de recibir la obra de Dios en los últimos días, experimenté el juicio y el castigo de la palabra de Dios, donde se descubren la naturaleza y la esencia del hombre. ¿Cómo me haría sentir eso? Que estaba paralizado por dentro y que ya no estaba dispuesto a decir que era una persona que ama a Dios ni estaba dispuesto a decir que era una persona que se somete a Dios. Antes de la revelación y del juicio de la palabra de Dios, sentí que no era digno de ello. Por fuera hacía pequeñas cosas por Dios porque pensaba que eso era amar a Dios, pero ¿es amar a Dios una cosa así de fácil de hacer? ¿Tienes tú un verdadero conocimiento de Dios? Para decirlo de la manera más sencilla posible, cuando se trata de la belleza de Dios, ¿cuánto puedes ver? ¿Cuánto sabes? ¿Cuánta obra lleva Dios a cabo para salvar al hombre? ¿Por qué debe Dios juzgar y castigar al hombre? ¿Por qué permite Dios que la humanidad pase por tanto sufrimiento, pruebas y refinamiento? Todas estas cosas comprenden el amor de Dios; todas son sopesadas seriamente por Dios. ¿Cuánto de todo esto es capaz de ver y conocer el hombre? Si un hombre no siente que Dios sea demasiado hermoso, entonces ¿será capaz de amar verdaderamente a Dios? Eso sería imposible. En este mundo no hay amor sin razón, y no hay odio sin razón. Así que, muchas personas que se esforzaron con entusiasmo por el Señor sentían que amaban al Señor, que se sometían a Él y que seguían Su voluntad. Al final, después de aceptar la obra de Dios, llegan a comprender la naturaleza y esencia del hombre a través de la palabra de Dios. Llegado este momento, finalmente ven que no tienen nada en absoluto, que son pobres y despreciables. Su comprensión previa de la palabra de Dios sólo eran palabras y doctrinas vacías; no era una comprensión basada en la experiencia. ¿Cómo podían tener la realidad de la verdad? Así pues, ser conquistado por Dios no es asunto sencillo. En la actualidad las personas piensan que son buenas en esto o aquello. Luego llegará un día en que hayan sufrido el juicio y castigo de la palabra de Dios durante un año aproximadamente, en que hayan pasado por el trato y la poda, y serán derribados por Dios todos a la vez. Y entonces verán que no tiene nada que los salve, y que son pobres y despreciables. Ya no creerán que obedecen a Dios, ni alardearán de que aman a Dios, ni alardearán como Pedro: “Quienquiera caerá, yo nunca caeré”.
Preguntas y respuestas
Pregunta 1: Cuando desempeño mi deber, actúo de una manera muy pasiva. Es un poco mejor cuando otros me estimulan, pero soy algo pasivo cuando no hay nadie que me estimule. A veces sólo me doy cuenta de que Dios dice que el hombre tiene una mentalidad esclava particularmente fuerte y que el hombre no siempre puede ser forzado a seguir llevando a cabo su deber. De modo que intento abandonar la carne a través de mis oraciones y coopero con Dios de manera consciente. A veces es un poco mejor, a veces parece que mi devoción no ha alcanzado la cima, pero nunca puedo dedicarme de manera activa a cumplir con mis obligaciones. Parece como si esta circunstancia no fuera solamente algo que yo experimento, sino algo que experimentan los hermanos y hermanas, pero no sé cómo resolver esta situación. Hermano, te pido por favor que hables de ello brevemente.
Respuesta: Hablemos sobre este estado. ¿Por qué es tan fuerte la mentalidad esclava del hombre? Hay dos situaciones. En primer lugar, el hombre no posee la verdad y no es consciente de las intenciones de Dios, de modo que no sabe qué hacer y se limita a esperar pasivamente. Es lo mismo que un niño comiendo: espera a que un adulto lo alimente y, si el adulto no lo alimenta, no puede hacer nada aparte de llorar y hacer ruido. No tiene otra opción. ¿No es así? Si un hombre ama la verdad y busca la verdad, entonces empezará a mejorarse a sí mismo activamente. No necesita que nadie lo empuje, lo arrastre, tire de él o lo lleve. ¿Qué edad diríais que tiene un niño habitualmente cuando toma conciencia de que tendrá que trabajar para ayudar a sus padres? Quizá, como mínimo cuando sea adolescente, ¿cierto? Así que, en cuanto a quienes cumplen con su deber de forma pasiva y no hacen nada si nadie les dice que lo hagan, sólo hacen algo cuando se les dice, están bien siempre y cuando alguien los guíe, pero no hacen nada cuando nadie los guía. Esa clase de gente no tiene vida. Acaban de empezar a creer en Dios y no han obtenido vida, de modo que no saben cómo esforzarse para avanzar hacia la verdad. Cuando una persona tiene su propia carga que soportar, y es la misma tanto si hay alguien más para ayudarla como si no, es una clase de hombre sensato y de estatura. Si hay alguien para ayudar, son capaces de cumplir sus obligaciones como de costumbre, y si no hay nadie para ayudar, aún saben qué deber tienen que desempeñar. Por ejemplo, imagina que un niño pequeño de cinco o seis años está solo en casa y sus padres están trabajando en la granja. ¿Será este niño capaz de detener a un ladrón si entra en casa? El ladrón entra y persuade al niño dándole algún caramelo, de manera que el niño lo mira y quiere llamarlo papá. Entonces el ladrón huye con sus cosas, pero el niño sigue mirándolo y queriendo llamarlo papá. ¿No es esto perturbador? Puesto que el niño es tan pequeño, no entiende las cosas. Algunos del pueblo elegido de Dios tampoco saben cómo proteger la obra en la casa de Dios ni cómo desempeñar sus obligaciones activamente. Además, son pasivos, pero desempeñan algunos de su deber cuando alguien los vigila y les pone restricciones; eso es porque son de baja estatura. Esta es una de las situaciones.
Ahora bien, algunas personas dicen que han creído durante al menos una década y que siempre han sido así. Es normal que algunos nuevos creyentes actúen de esta manera. Pero si hay personas que han creído durante una década y siguen así, son personas ignorantes que no buscan la verdad de ningún modo. Así es como son quienes no buscan la verdad en lo más mínimo; dicen: “Vengo a desempeñar mi deber. Cuando hago mi trabajo es un día y cuando no hago mi trabajo, también es un día. Simplemente dejo que las cosas sigan su curso y me dejo llevar a lo largo del día”. A estas personas no les importa si se realiza algún progreso en la obra de la casa de Dios; no les importa si hay resultados o no; no sentirán ningún remordimiento. ¿Es esta clase de persona alguien verdaderamente obediente a Dios? No es una persona verdaderamente obediente a Dios; no se esfuerza por avanzar. Así que, si estas personas nunca se han esforzado por mejorarse durante varios años de fe y nunca han progresado, ¿qué resultado pueden obtener? Sólo son hacedores de servicio. Si después de prestar servicio no son hacedores de servicios fieles, también morirán y no pueden sobrevivir. No tienen ninguna humanidad. Veis a algunas personas desempeñando su deber sin ningún interés en la palabra de Dios, no comen ni beben la palabra de Dios, y no se esfuerzan por avanzar hacia la verdad. Sólo pierden el tiempo durante todo el día, atiborrándose y esperando a morir. ¿Tiene vida esta clase de persona? Esta clase de persona no es un hombre en sí. No es un hombre en sí, y si desempeña sus obligaciones de esta manera, no crecerá ni tendrá vida. Si no se esfuerza por avanzar hacia la verdad, aquí es donde acabará su vida. Así que, parece que hay muchas personas que no entienden al espíritu y que no se esfuerzan por avanzar hacia la verdad. Si nunca se esfuerzan por avanzar hacia la verdad, entonces no son hombres amantes de la verdad sino hombres ignorantes. Si te esfuerzas por avanzar hacia la verdad, pasados unos pocos años recibirás recompensas, tendrás cambios, ¿no es eso correcto? Si una persona normal se esfuerza por avanzar hacia la verdad, ¿podrá sufrir una transformación después de unos años? Con toda certeza podrá sufrir cambios. De modo que si se esfuerza durante muchos años sin resultados, eso ciertamente sería un problema, y seguro que algo anda mal ahí.
Cuando hoy experimentamos la obra de Dios, si realmente somos hombres en busca de la verdad, realizaremos progresos pasado cierto tiempo. Si después de unos pocos años no se ha dado ningún progreso y alguien no ha llegado a entender nada, entonces esa clase de persona no ha experimentado la obra del Espíritu Santo. Un hombre que no tiene la obra del Espíritu Santo pero que sirve aquí, solamente es esclavo de Satanás, y no obtendrá nada. Si no busca la verdad, ¿acaso no pertenece a Satanás? Si el hombre busca la verdad todo irá bien, poco a poco será capaz de obtener la verdad. Si nunca busca la verdad, estará acabado y no obtendrá nada porque es un hombre ignorante. Si las personas cuidan de él o lo guían, él las seguirá por el mismo camino; si nadie lo cuida o lo guía, desaparecerá por sí solo. Los hombres que son verdaderamente considerados con las intenciones de Dios se concentrarán en buscar la verdad, independientemente de qué deber tengan que llevar a cabo siempre lo tendrán en mente: “¿Cómo puedo llevar a cabo mi deber de manera que satisfaga a Dios? ¿Cómo puedo llevar a cabo mis tareas siguiendo unos principios? ¿Cómo puedo desempeñar mis tareas como testimonio de Dios? ¿Cómo puedo desempeñar mis tareas de una manera que demuestre que soy verdaderamente obediente a Dios, que demuestre mi amor a Dios y que satisfaga a Dios?”. Si el hombre siempre piensa las cosas seriamente de este modo, progresará en la vida. Eso es lo que significa ser un hombre que verdaderamente piensa en las intenciones de Dios. Este es un hombre en busca de la verdad y esta es la clase de comportamiento que debería poner de manifiesto un hombre verdaderamente obediente a Dios.