151 Congregarse en Sion
I
Cristo de los últimos días expresa la verdad y aparece en la tierra en Oriente.
Todos los pueblos se arrodillan y lo adoran, sus bocas cantan alabanzas a Dios.
Todo el universo será renovado; el mundo entero se llena de alabanza.
El mundo está lleno de la justicia de Dios, ya que ha sido el cielo y la tierra de Dios.
¡Oh, Sion! ¡Oh, Sion! Morada de Dios, un lugar hermoso y feliz.
Qué alegría incomparable es congregarnos; disfrutaremos de la dicha familiar para siempre con Dios.
II
El rostro de Dios brilla con una felicidad radiante; ha llegado Su día.
Todas las nubes blancas del cielo le dan la bienvenida, porque ha regresado triunfante.
El corazón de Dios está muy alegre y aliviado; Dios está muy emocionado.
Dios ha regresado a Su morada y disfruta nuevamente del calor familiar.
¡Oh, Sion! ¡Oh, Sion! Morada de Dios, un lugar hermoso y feliz.
Qué alegría incomparable es congregarnos; disfrutaremos de la dicha familiar para siempre con Dios.
III
La gloria de Dios se eleva y resplandece; las montañas celebran y las aguas ríen.
El sol, la luna y las estrellas giran y se alinean para darle la bienvenida.
Dios completa Su plan de gestión de seis mil años y ha regresado triunfante.
Celebramos y saltamos de alegría, ya que Dios ejerce Su soberanía sobre la tierra.
¡Oh, Sion! ¡Oh, Sion! Morada de Dios, un lugar hermoso y feliz.
Qué alegría incomparable es congregarnos; disfrutaremos de la dicha familiar para siempre con Dios.