289 Dios experimenta las dificultades de la humanidad
Ⅰ
Dios mira Sus creaciones, vigila, día tras día, observa.
Con humildad, prueba, oculto, la vida, ve lo que el hombre hace aquí.
¿Quién se ofrece de corazón a Dios?
¿Quién prefiere buscar verdad?
¿Quién se aferra a Dios y cumple con Él,
con su promesa y deber?
¿Quién convive con Dios en su alma?
¿Quién lo ama tanto como a su propio vivir?
¿Quién ve Su divinidad relucir
o ha querido tocarlo y sentir?
Si las personas se ahogan, Dios vendrá.
Si no hay fe en su vida, Dios vendrá.
Él les da coraje para vivir, oportunidad de seguir.
Y si lo tocan, será su roca.
Si desobedecen, Dios hará que lo conozcan.
Si aún respiran para vivir, no les hará morir.
Ⅱ
Dios observa el carácter del hombre, día tras día, vigila.
Con piedad le ofrece la oportunidad de corregir y empezar.
¿Cuántos vieron las manos de Dios?
¿Y cuántos Su rostro de bondad?
¿O la sonrisa de Su cara brillar?
¿Ira o gran majestuosidad?
Si las personas se ahogan, Dios vendrá.
Si no hay fe en su vida, Dios vendrá.
Él les da coraje para vivir, oportunidad de seguir.
Y si lo tocan, será su roca.
Si desobedecen, Dios hará que lo conozcan.
Ⅲ
Aunque no lo conozcan, Dios no hiere en la llaga, no;
entiende sus dificultades, sí,
y sólo castiga a quien se aleja de Él.
Si las personas se ahogan, Dios vendrá.
Si no hay fe en su vida, Dios vendrá.
Él les da coraje para vivir, oportunidad de seguir.
Y si lo tocan, será su roca.
Si desobedecen, Dios hará que lo conozcan.
Adaptado de ‘Capítulo 14’ de Las palabras de Dios al universo entero en “La Palabra manifestada en carne”