355 Qué bendición es asistir al banquete del reino celestial
I
Dios se ha hecho Hijo del hombre y ha venido al mundo;
Él es Dios Todopoderoso, Cristo de los últimos días.
Ha expresado muchas verdades y ha traído luz a la humanidad.
Oímos la voz de Dios y regresamos ante Él.
Cada día comemos, bebemos y disfrutamos de Su palabra.
El agua viva del trono nos riega y provee.
Asistimos al banquete del reino celestial
y nuestro corazón goza de una dulzura y alegría sin igual.
Poder encontrarnos cara a cara con Dios es más de lo que jamás habíamos soñado.
Oír la voz de Dios y regresar ante Él es Su gracia y bendición.
Al comer y beber Su palabra, entendemos innumerables verdades
y vemos claro que este mundo es oscuro y el hombre, muy corrupto.
Qué afortunados somos de seguir a Dios; esta es la mayor bendición.
Cumplimos bien el deber para satisfacer a Dios y devolver Su amor.
II
A través del juicio y el castigo de las palabras de Dios,
hemos llegado a conocer Su carácter justo.
Nos hemos arrepentido de verdad y nuestra corrupción es purificada.
Cumplimos bien el deber y con lealtad, dando un rotundo testimonio.
Es una verdadera bendición poder amar a Dios. Ganamos la verdad y vida.
Logramos someternos de verdad a Dios y recibimos Su aprobación y bendiciones.
Cumplimos bien el deber y con los pies en la tierra,
y completamos la comisión de Dios para satisfacerlo.
Ganamos Su salvación en los últimos días; qué fortuna es recibir Su promesa.
Oh, Dios Todopoderoso, te agradecemos y alabamos;
Tu palabra nos ha purificado y salvado.
A través de Tu palabra hemos ganado muchísimo
y te amaremos y daremos testimonio de Ti por toda la eternidad.