348 El amor de Dios es muy grande
I
Dios Todopoderoso ha venido a expresar la verdad y Sus ovejas oyen Su voz.
Hemos sido elevados ante el trono y disfrutamos de Sus palabras.
Entender la verdad nos ilumina el corazón y somos regados y provistos.
Cada día, nuestra vida crece y esto es realmente la bendición de Dios.
Al seguir a Dios, obtenemos la verdad; dar testimonio de Él es nuestro deber.
Cumplimos bien nuestros deberes para retribuir el amor de Dios
y damos un testimonio hermoso y rotundo.
Seguir a Dios es una gran bendición
y tenemos la obligación moral de difundir el evangelio.
No importa las dificultades, no retrocederemos
y nos mantendremos firmes en nuestro testimonio
para glorificar a Dios Todopoderoso.
II
El juicio y el desenmascaramiento de las palabras de Dios
nos penetran el corazón y el espíritu.
Vemos nuestra profunda corrupción y que no tenemos semejanza humana.
Al aceptar el juicio de Dios y despojarnos de nuestra corrupción,
somos purificados y vivimos ante Dios.
El juicio de Dios nos salva y vivimos a semejanza de personas nuevas.
Al seguir a Dios, obtenemos la verdad; dar testimonio de Él es nuestro deber.
Cumplimos bien nuestros deberes para retribuir el amor de Dios
y damos un testimonio hermoso y rotundo.
Seguir a Dios es una gran bendición
y tenemos la obligación moral de difundir el evangelio.
No importa las dificultades, no retrocederemos
y nos mantendremos firmes en nuestro testimonio
para glorificar a Dios Todopoderoso.
III
Dios nos riega y pastorea en persona, y dice y comparte la verdad cada día.
Nos provee de todo lo que necesitemos en cualquier momento
y se preocupa profundamente por nosotros.
Nos poda, nos pone a prueba y nos refina para que nuestro amor por Él sea más puro.
¡Hemos obtenido la gran salvación y alabaremos a Dios por siempre!
Al seguir a Dios, obtenemos la verdad; dar testimonio de Él es nuestro deber.
Cumplimos bien nuestros deberes para retribuir el amor de Dios
y damos un testimonio hermoso y rotundo.
Seguir a Dios es una gran bendición
y tenemos la obligación moral de difundir el evangelio.
No importa las dificultades, no retrocederemos
y nos mantendremos firmes en nuestro testimonio
para glorificar a Dios Todopoderoso.