42. Lo que gané por discernir a una persona malvada

Por Neil, Japón

En agosto de 2015, supe que habían sustituido a la hermana Nicole, principalmente porque no hacía trabajo real y competía con los demás por reputación y estatus, y porque criticaba a su compañera frente a otros hermanos y hermanas, todo lo cual trastornó la obra de la iglesia. Tras la destitución de Nicole, gracias a la comunicación y a la poda, ella pudo entender un poco sus transgresiones y sus actitudes corruptas. Mostró mucho remordimiento y se culpó a sí misma, y estuvo dispuesta a arrepentirse. Alina, una de mis compañeras, había sido compañera de Nicole. Cuando supo que Nicole había sido catalogada de falsa líder, dijo: “Cuando Nicole se convirtió en líder, se ponía por encima de todos los demás. Era bastante distante conmigo y altanera, y era muy arrogante. También formaba camarillas y mantenía disputas por celos para ganar estatus. Solo un anticristo podría hacer esas cosas. No alcanza con llamarla falsa líder; debería ser catalogada de anticristo”. Asimismo, planeaba pedirles a los líderes superiores que volvieran a catalogar a Nicole. Otra compañera, Rachel, tras oír lo que dijo Alina, coincidió. En el momento, pensé: “Nicole es engreída y distante, y su carácter arrogante es grave, pero no hizo ninguna gran maldad, y no estuvo causando perturbaciones y trastornos constantes. Tras su reemplazo, fue capaz de arrepentirse, reflexionar y conocerse a sí misma. No es de los que no aceptan la verdad para nada. Catalogarla de anticristo solo por la escasa corrupción que ha revelado y por una o dos transgresiones pasajeras, ¿no sería demasiado? Catalogarla equivocadamente sería tratar en forma injusta a una buena persona”. Por eso, compartí mi punto de vista. Pero Alina no solo no lo aceptó, sino que agregó: “No entiendes algunas conductas de Nicole. Debemos atenernos a los principios. No podemos exculpar a ningún anticristo”. En ese momento, me sentí un poco incómodo, pero lo siguiente que hizo Alina me sorprendió aun más.

Un día, Alina hizo que Rachel consiguiera evaluaciones de Nicole, y sin consultar a los líderes superiores, organizó una reunión en privado para que los hermanos y hermanas discernieran y diseccionaran a Nicole. En la reunión, Alina reiteró en extenso que Nicole se había comportado de modo arrogante, y en particular remarcó que había actuado arbitrariamente, pero no dijo si era un comportamiento habitual o un caso de corrupción pasajera. Tampoco mencionó si Nicole después había sido capaz de aceptar la verdad y si luego se había arrepentido. Una hermana sintió que esta reunión parecía orientada a reprimir y condenar a Nicole, y entonces le advirtió a Rachel: “¿Qué intentas lograr realmente con esto? ¿Esto concuerda con la intención de Dios? No puedes catalogar a la gente sin pruebas suficientes. Eso puede ofender a Dios”. Rachel tuvo un poco de miedo tras escuchar eso, y también sintió que tratar así a Nicole podía ser un poco excesivo, por lo que habló conmigo y con Alina sobre sus dudas. Alina respondió enojada: “Cada vez que queremos practicar la verdad, Satanás perturba las cosas”. Al final, volvió a diseccionar la conducta de Nicole y remarcó que como Nicole estaba celosa de su compañera, había formado una camarilla, la había juzgado y reprimido. También dijo que Nicole actuaba arbitrariamente y sin consultar con otros, y que destituía gente a su voluntad. En vista de la gravedad de la conducta que Alina mencionaba, Rachel se convenció y se puso del lado de Alina de nuevo. En ese momento, yo también dudé un poco. ¿Y si Alina y Rachel tenían razón? Cuando oí a Alina compartir con tanta contundencia sobre las palabras de Dios que revelan la formación de camarillas por parte de los anticristos, me sentí aun más confundido y sentí que su análisis podía ser correcto. ¿Podía ser que los líderes superiores no hubieran identificado adecuadamente a Nicole, con lo que confundieron a un anticristo con una falsa líder y dejaron que permaneciera? Y si así fuera, ¿no me había convertido yo en alguien que defendía a un anticristo sin discernirlo? En tal caso, podría perder mi puesto. Podrían acusarme de defender a un anticristo y acabar totalmente desacreditado. Tal vez me convendría ponerme de parte de Alina y Rachel. Así, si estaba equivocado, no sería solo culpa mía. Eso sería mejor, y no que se revelara mi equivocación y cargar con toda la culpa. En cuanto me disponía a acordar con su punto de vista, me sentí un poco incómodo. Pensé que, ya que aún las cosas no estaban claras, no podía aceptar a la ligera la opinión de otra persona. Si Nicole no era un anticristo, y yo seguía a ciegas a los demás para catalogarla, estaría condenando a alguien arbitrariamente, algo que ofendería a Dios. Semejante transgresión no se puede borrar jamás una vez cometida. Presionado por mi conciencia, decidí no seguir a Alina.

Después, busqué la verdad sobre cómo discernir a los anticristos. En la palabra de Dios, leí: “Una persona que solo tiene el carácter de un anticristo no puede ser catalogada como un anticristo en esencia. Solo quienes tienen la esencia-naturaleza de los anticristos son auténticos anticristos. Sin duda, aparecen diferencias en la humanidad de los dos, y bajo el control de diferentes tipos de humanidad, las posturas que esas personas albergan hacia la verdad tampoco son las mismas, y cuando las posturas que la gente alberga hacia la verdad no son las mismas, los caminos que eligen son diferentes; y cuando los caminos que elige la gente son diferentes, los principios y las consecuencias resultantes de sus acciones también tienen sus diferencias. Debido a que una persona que solo posee el carácter de un anticristo dispone de una conciencia que funciona, tiene razón y sentido del honor y, relativamente hablando, ama la verdad, cuando revela su carácter corrupto, en su corazón surge un reproche. En esos momentos, puede reflexionar sobre sí misma y conocerse, y puede admitir su carácter corrupto y su revelación de corrupción, lo que le permite rebelarse contra la carne y su carácter corrupto, para así llegar a practicar la verdad y someterse a Dios. Sin embargo, con un anticristo, este no es el caso. Debido a que no les funciona la conciencia ni tienen conocimiento de ella, y menos aún poseen sentido del honor, cuando revelan su carácter corrupto, no miden con el referente de las palabras de Dios si su revelación es correcta o incorrecta, o si su carácter es corrupto o corresponde a una humanidad normal, o si está de acuerdo con la verdad. Nunca reflexionan sobre estas cosas. Entonces, ¿cómo se comportan? Sostienen en todo momento que el carácter corrupto que revelan y el camino que eligen son los correctos. Creen que todo lo que hacen es correcto y que todo lo que dicen también lo es; se empeñan en mantener sus puntos de vista. Y entonces, por muy grande que sea el mal que hagan, por muy grave que sea el carácter corrupto que revelen, no reconocerán la gravedad del asunto, y ciertamente no comprenderán el carácter corrupto que han revelado. Por supuesto, tampoco dejarán de lado sus deseos ni se rebelarán contra su ambición ni contra su carácter corrupto para elegir una senda que sea la de la sumisión a Dios y a la verdad. De estos dos resultados diferentes se desprende que, si una persona con el carácter de un anticristo ama en su corazón la verdad, tiene la posibilidad de lograr comprenderla y de ponerla en práctica, y de alcanzar así la salvación. Por otro lado, el tipo de persona que posee la esencia de un anticristo no puede comprender la verdad ni ponerla en práctica, ni tampoco puede alcanzar la salvación. Esa es la diferencia entre ambos(La Palabra, Vol. IV. Desenmascarar a los anticristos. Digresión cinco: Resumen de la calidad humana de los anticristos y de su esencia-carácter (II)). “Algunos líderes y obreros han revelado a menudo en el pasado las actitudes de un anticristo: eran libertinos y arbitrarios, y siempre era a su manera o nada. Sin embargo, no cometían ninguna maldad evidente y su humanidad no era tan mala. Al ser podados, al recibir ayuda de los hermanos y hermanas, o al ser transferidos o reemplazados, tras ser negativos durante algún tiempo, finalmente se dan cuenta de que lo que antes revelaban eran actitudes corruptas, están dispuestos a arrepentirse e incluso piensan: ‘Lo que más importa es continuar realizando mi deber, pase lo que pase. Aunque estaba caminando por la senda de un anticristo, no fui clasificado como tal. Esa es la misericordia de Dios, así que debo trabajar en mi fe y en mi búsqueda con ahínco. En el camino de la búsqueda de la verdad, nada es incorrecto’. Poco a poco dan un giro, y acaban arrepintiéndose. Existen buenas manifestaciones en ellos, cuando llevan a cabo su deber, son capaces de buscar los principios-verdad, y también los buscan cuando se relacionan con otros. En todos los aspectos, entran en una dirección positiva. ¿Acaso no han cambiado? Han pasado de caminar por la senda de los anticristos a caminar por la senda de la práctica y la búsqueda de la verdad. Les queda esperanza y una oportunidad de poder alcanzar la salvación. ¿Puedes clasificar a tales personas como anticristos porque una vez exhibieron ciertas manifestaciones de un anticristo o caminaron la senda de estos? No. Los anticristos prefieren morir a arrepentirse. No tienen sentido de la vergüenza; además, son crueles, de carácter perverso, y sienten aversión por la verdad al extremo. ¿Puede alguien que siente aversión por la verdad ponerla en práctica o arrepentirse? Eso sería imposible. Que sienta una aversión tan absoluta por la verdad significa que jamás se arrepentirá(La Palabra, Vol. IV. Desenmascarar a los anticristos. Punto 8: Quieren que los demás se sometan solo a ellos, no a la verdad ni a Dios (I)). Los verdaderos anticristos tienen un carácter cruel, una naturaleza malévola, y son personas malvadas. Carecen de conciencia, razón y vergüenza, y no importa cuánta maldad hagan, o cuánto dañen la obra de la iglesia o la entrada en la vida de los hermanos y hermanas, no tienen sentido de la conciencia. Además, son profundamente reacias a la verdad y la detestan. Nunca aceptan la mínima verdad y jamás admiten sus errores ni se arrepienten, sin importar cuánta maldad hagan. Pero la gente con carácter de anticristo no tiene una naturaleza malvada; no es persona malvada en esencia. A veces exhiben una conducta de anticristo, como ser díscolos y temerarios, actuar de modo dominante y excluir a los que no concuerdan con ellos, pero a través de la poda, de la destitución o el traslado, pueden buscar la verdad y reflexionar sobre sí mismos, sentir remordimiento por sus acciones malvadas, y, después, arrepentirse sinceramente y cambiar. Al igual que algunos falsos líderes que, haciendo introspección tras varias destituciones, finalmente son capaces de recorrer la senda de perseguir la verdad. Es muy posible agraviar a alguien catalogándolo de anticristo cuando algunas de sus conductas se asemejan a las de un anticristo. Posteriormente, releí lo que Alina y los demás habían recabado sobre la conducta de Nicole, y descubrí que en general eran conductas que revelaban corrupción, como un carácter arrogante, despreciar a otros, actuar por capricho, transferir gente sin consultarlo con los colaboradores, y cosas así. Además, ella hizo que otros hermanos y hermanas juzgaran a su compañera, lo que perturbó la vida de la iglesia. Eso sí era una acción malvada, pero no era algo que ella hiciera habitualmente. En el pasado, nunca había reprimido ni juzgado a otros. Tras su destitución, pudo reflexionar y reconocer sus transgresiones y su carácter corrupto, y se detestó y se arrepintió. A partir de esto, se puede ver ella no era alguien que negara la verdad o que jamás se arrepentiría. Visto así, tenía algunas conductas de anticristo, pero no era un anticristo en esencia. Catalogarla de anticristo por tales transgresiones habría sido desproporcionado y no habría concordado con el principio-verdad. Habría sido reprimirla y condenarla, lo que era una acción malvada.

Posteriormente, los líderes superiores nos hablaron sobre la diferencia entre la conducta corrupta y la esencia-naturaleza. Pensé: “Ahora Alina debería entender y dejar de hablar de esto”. Inesperadamente, después de la reunión, Alina nos dijo: “Los líderes superiores protegen a Nicole. No ven el problema según la esencia de la conducta de Nicole. No sé si la protegen porque tiene algo de aptitud”. Pensé: “¿Cómo puede ser que Alina se aferre a una transgresión de Nicole y no la perdone? ¿Acaso los líderes no compartieron con mucha claridad? La conducta de Nicole solo mostraba corrupción. Fue una transgresión temporal. No se la puede catalogar de anticristo realmente”. Pero Alina y los demás no lo aceptaban y dijeron que recurrirían a una instancia superior si los líderes no se ocupaban de Nicole. La actitud de Alina era muy terca y los otros dos compañeros también estaban de su lado. Yo era el único que no estaba de acuerdo con ella. Me sentí muy perturbado. Si seguía consintiendo cómo los líderes lidiaban con las cosas, ¿dirían Alina y los demás que yo adoraba el estatus, que carecía de discernimiento y que repetía todo lo que decían los líderes? Pero si acordaba con su punto de vista, ¿eso no sería condenar a alguien al azar? Quizá debería decir que yo no sabía discernir. Así, no conocerían mis verdaderas opiniones y no dirían que carecía de discernimiento o que estaba del lado de un anticristo. Así pues, dije con tono vacilante: “No sé lo suficiente sobre la conducta de Nicole, así que no sé cómo clasificarla”. La expresión de Alina cambió de inmediato al ver que no la seguía. Después, me evitaban a propósito cuando debatían sobre denunciar a Nicole. Yo sentía que me estaban aislando, lo que me hizo sentir mal. “¿Hice algo mal? ¿Por qué me tratan así?”. Eso me perturbó mucho, y estaba intranquilo en mi deber. Sospechaba que a mis espaldas dirían que mi comprensión de la verdad era demasiado superficial y que carecía de discernimiento. ¿Seguirían excluyéndome a partir de ahora? Me sentí aun más desanimado, y pensé: “Está bien, si no escuchan mis sugerencias y no quieren que me involucre, me ahorraré muchos problemas y evitaré ofenderlos para que no inventen una acusación y me hagan destituir. Que hagan como quieran; de todos modos, no es asunto mío”. Pero tras decidir eso, me lo reproché: “¿No estoy huyendo? No estoy defendiendo la obra de la iglesia”. Después, me sinceré y hablé sobre mi estado con los líderes, y ellos me recordaron que buscara la intención de Dios y que defendiera la obra de la iglesia, y agregaron que, si me volvía negativo y daba marcha atrás o pensaba en huir porque Alina y los demás me aislaban, estaría eludiendo mi responsabilidad. Al oír lo que dijeron los líderes, me di cuenta de que solo consideraba mis intereses personales. Vi que reprimían a alguien del pueblo escogido de Dios, pero me comportaba como si no fuera asunto mío. Incluso quería escapar para evitar que me excluyeran. ¡Era muy egoísta y despreciable!

Después, leí un pasaje de las palabras de Dios, y recién entonces vi mi esencia-naturaleza con un poco más de claridad. Dios dice: “Cuando la gente no se responsabiliza de sus deberes, los hace de una manera superficial, actúa con complacencia y no defiende los intereses de la casa de Dios, ¿de qué carácter se trata? Esto es astucia, es el carácter de Satanás. El aspecto más notable de las filosofías del hombre para los asuntos mundanos es la astucia. La gente cree que, si no es taimada, ofenderá al prójimo con facilidad y no será capaz de protegerse a sí misma; cree que debe ser tan taimada como para no herir ni ofender a nadie, con lo que se mantiene a salvo, conserva su medio de vida y consigue un firme apoyo entre los demás. Todos los no creyentes viven según las filosofías de Satanás. Todos ellos son hombres complacientes y no ofenden a nadie. Has venido a la casa de Dios, has leído la palabra de Dios y has escuchado los sermones de la casa de Dios; por lo tanto, ¿por qué no puedes practicar la verdad, hablar de corazón y ser honesto? ¿Por qué eres siempre complaciente? Los complacientes solo protegen sus propios intereses, y no los de la iglesia. Cuando ven que alguien hace el mal y perjudica los intereses de la iglesia, lo ignoran. Les gusta ser complacientes y no ofender a nadie. Esto es irresponsable, y se trata de un tipo de persona demasiado taimada y poco fiable. Para proteger su propia vanidad y orgullo, y mantener su reputación y estatus, algunas personas son felices ayudando a los demás y sacrificándose por sus amigos sin importar el precio. Pero cuando han de proteger los intereses de la casa de Dios, la verdad y la justicia, sus buenas intenciones se van, pues estas han desaparecido por completo. Cuando deberían practicar la verdad, no lo hacen en absoluto. ¿Qué es lo que ocurre? Para proteger su propia dignidad y orgullo, pagarán cualquier precio y soportarán cualquier sufrimiento. Pero, cuando tienen que hacer un trabajo real y manejar asuntos prácticos, salvaguardar la obra de la iglesia y los aspectos positivos, y proteger y proveer al pueblo escogido de Dios, ¿por qué han perdido la fuerza para pagar cualquier precio y soportar cualquier sufrimiento? Resulta inconcebible. En realidad, tienen un tipo de carácter que siente aversión por la verdad. ¿Por qué digo que su carácter siente aversión por la verdad? Porque cada vez que se trata de dar testimonio de Dios, de practicar la verdad, de proteger al pueblo escogido de Dios, de luchar contra las maquinaciones de Satanás o de proteger la obra de la iglesia, huyen y se esconden, y no atienden a ningún asunto apropiado. ¿Dónde quedan su heroísmo y su espíritu para soportar el sufrimiento? ¿Dónde aplican estas cosas? Eso es fácil de ver. Incluso si alguien los reprende diciéndoles que no deberían ser tan egoístas y despreciables ni protegerse a sí mismos, y que deben proteger el trabajo de la iglesia, en realidad no les importa. Se dicen: ‘Yo no hago esas cosas y no tienen nada que ver conmigo. ¿De qué serviría actuar así por mi búsqueda de la fama, la ganancia y el estatus?’. No son personas que persigan la verdad. Solo les gusta buscar fama, ganancia y estatus, y sencillamente no hacen en absoluto el trabajo que Dios les ha encomendado. Así que, cuando se les requiere para hacer el trabajo de la iglesia, simplemente optan por huir. Esto significa que, en su corazón, no les gustan las cosas positivas, y no están interesados en la verdad. Esto es una clara manifestación de que sienten aversión por la verdad. Solo aquellos que aman la verdad y poseen la realidad-verdad pueden dar un paso adelante cuando la obra de la casa de Dios y los escogidos de Dios lo requieran, solo ellos pueden levantarse, con valentía y obligados por el deber, para dar testimonio de Dios y compartir la verdad, conduciendo a los escogidos de Dios por la senda correcta, permitiéndoles lograr la sumisión de la obra de Dios. Solo esto es una actitud de responsabilidad y una manifestación de mostrar consideración hacia las intenciones de Dios(La Palabra, Vol. III. Discursos de Cristo de los últimos días. Tercera parte). Al compararme con las palabras de Dios, vi que yo era sumamente falso y astuto. Alina y los demás querían catalogar a Nicole de anticristo. Era obvio que yo no estaba de acuerdo con ellos, y también sabía que estaban tratando injustamente a Nicole al condenarla arbitrariamente, pero me preocupaba ofenderlos y que me condenaran o me destituyeran. Para proteger mi estatus y mi reputación, evité decir lo que realmente pensaba y dije algo ambiguo. No tuve el valor de sostener el punto de vista correcto. Siempre consideraba mis propios intereses y priorizaba preservarme a mí mismo, y no hacía absolutamente nada por proteger los intereses de la iglesia. Tampoco consideraba cuánto ellos podían complicar la obra de la iglesia haciendo eso. En una cuestión importante que involucraba la obra de la iglesia y la entrada en la vida de los hermanos y hermanas, yo fingía ignorancia para que nadie resultara ofendido o herido, y, para mantener mi posición, seguí la corriente y hablé contra los principios. Era demasiado taimado. No solo era taimado, sino que sentía aversión por la verdad. Entendía que practicar la verdad y proteger la obra de la iglesia es algo recto y positivo, pero no la practiqué cuando creí que mis propios intereses podrían resultar perjudicados. Incluso pensé que podría sufrir por defender lo correcto. ¿Eso no demostraba que me desagradaban las cosas positivas y que sentía aversión por la verdad? Sentí muchos remordimientos y mucha culpa.

Después de eso, los líderes superiores me recordaron que tras la destitución de Nicole esta vez, Alina había continuado denunciándola como un anticristo, y no se detuvo hasta que la expulsaron. Esto ya no era una manifestación de corrupción normal. Si la intención de Alina era de verdad discernir a un anticristo y proteger la obra de la iglesia, pero sencillamente no discernía con precisión, tras la charla de los líderes de acuerdo con los principios-verdad, ella habría podido ver sus errores y tratar la transgresión de Nicole correctamente. Pero no aceptó para nada la charla, se mantuvo en su postura e insistía, lo que denotaba reprimir y castigar a alguien. Los líderes me pidieron que investigara a Alina y descubriera la verdad sobre el asunto, y yo accedí. Pero cuando iba a preguntarles a otros sobre esto, otra vez comencé a echarme atrás. “Ahora, ya no es solo Rachel la que no discierne a Alina. Incluso algunos de los hermanos y las hermanas en la iglesia se están poniendo de su lado. Si intento descubrir la verdad del asunto en privado y ellos le cuentan a Alina al respecto, ¿ella y los demás me harán despedir?”. Al pensar eso, empecé a sentirme en conflicto otra vez. Después, recordé las palabras de Dios: “Todos vosotros decís que tenéis consideración por la carga de Dios y defenderéis el testimonio de la iglesia, pero ¿quién de vosotros ha considerado realmente la carga de Dios? Hazte esta pregunta: ¿Eres alguien que ha mostrado consideración por Su carga? ¿Puedes tú practicar la justicia por Él? ¿Puedes levantarte y hablar por Mí? ¿Puedes poner firmemente en práctica la verdad? ¿Eres lo bastante valiente para luchar contra todos los hechos de Satanás? ¿Serías capaz de dejar de lado tus sentimientos y dejar a Satanás al descubierto por causa de Mi verdad? ¿Puedes permitir que Mis intenciones se satisfagan en ti? ¿Has ofrecido tu corazón en el momento más crucial? ¿Eres alguien que sigue Mi voluntad? Hazte estas preguntas y piensa en ellas a menudo(La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Declaraciones de Cristo en el principio, Capítulo 13). Las palabras de Dios sacudieron mi corazón. Enfrentado a las preguntas de Dios, vi que era cobarde y tímido, temeroso de los problemas. Siempre quería rehuirlos. No consideraba la carga de Dios para nada. No protegía la obra de la iglesia por miedo a así ofender a otros y perjudicarme. ¡Era muy egoísta y despreciable! Las palabras de Dios me despertaron. La conducta de Alina perturbaba la vida de la iglesia. Si no la defendía ahora, sería demasiado tarde cuando ella causara un daño incluso mayor a la obra de la iglesia. Mi cobardía y mi miedo eran falta de fe en Dios. No creía que todo estaba en Sus manos, por eso siempre temía que los demás me reprimieran. Dios es justo, la verdad gobierna en la casa de Dios. Al final, la gente negativa y las personas malvadas no tienen asidero aquí, pero mi fe era muy poca. Por eso, fui ante Dios a orar: “Dios mío, tengo miedo y cobardía en mi corazón. Por favor, dame la fe para defender y salvaguardar la obra de la iglesia”. Tras orar, pensé en un líder de grupo que era recto y tenía algo de discernimiento. Acudí a él y le pedí que trabajara conmigo para investigar el asunto. Al verificar las denuncias de Alina sobre las conductas de anticristo de Nicole, nos espantamos. Descubrimos que algunas de las acusaciones eran falsas, y que otras se relacionaban con conductas que simplemente revelaban corrupción y que no eran problemas de fondo. Al condenar a Nicole como anticristo con base en tales conductas, ¿Alina no estaba tergiversando los hechos para reprimir a Nicole? El diácono de asuntos generales también había visto que Alina era implacable con Nicole y le advirtió que no cometiera el mal, pero Alina no se inmutó y siguió clamando para condenar a Nicole como anticristo. Vimos que Alina sentía un odio particular hacia Nicole y que estaba decidida a hacer que la expulsaran. Nos enteramos de la situación cuando Alina y Nicole eran compañeras, y descubrimos que los líderes superiores le habían dado mucho trabajo importante a Nicole en ese momento porque su aptitud y su capacidad de trabajo eran superiores a los de Alina. Alina pensaba que Nicole le robaba el protagonismo, y por eso estaba celosa e insatisfecha. Además, Nicole solía señalar problemas en su trabajo, por eso Alina sentía que Nicole la despreciaba. Alina guardaba resentimiento hacia Nicole y siempre buscaba la oportunidad de vengarse. En esta ocasión, cuando Nicole vulneró los principios y se demostró que era una falsa líder, Alina quiso aprovechar la oportunidad para catalogarla de anticristo y expulsarla. Al principio, creí que ella condenaba a Nicole porque no comprendía la verdad. Ahora, vi que el deseo de venganza de Alina era tan fuerte que, a fin de ajustar cuentas, distorsionaba los hechos para desorientar a los demás y que se pusieran de su lado en la condena de Nicole. ¡Era de una naturaleza absolutamente abominable!

Un día, gracias a la revelación de la palabra de Dios, vi la esencia de Alina con más claridad. Dios dice: “¿Qué es un disidente? ¿Quiénes son las personas que el anticristo percibe como disidentes? Como mínimo, son aquellos que no se toman en serio al anticristo como líder; es decir, que no le admiran ni le adoran, sino que le tratan como a una persona corriente. Ese es uno de los tipos. Luego están los que aman la verdad, la persiguen, buscan un cambio en su carácter y buscan el amor a Dios; toman un camino diferente al del anticristo, y son disidentes a ojos de este. ¿Hay algún otro? (Los que siempre hacen sugerencias a los anticristos y se atreven a dejarlos en evidencia). Cualquiera que se atreva a ofrecer al anticristo sus sugerencias y desenmascararlo, o cuyos puntos de vista sean diferentes a los suyos, es visto por ellos como un disidente. Y existe otro tipo: aquellos cuyo calibre y habilidad son iguales a los del anticristo, cuya capacidad para hablar y actuar es similar a la suya, o a los que ven por encima de ellos y son capaces de distinguirlos. Para un anticristo, esto es algo inaceptable, una amenaza para su estatus. Tales personas son los mayores disidentes para el anticristo. El anticristo no se atreve a ignorar a estas personas ni a aflojar en lo más mínimo. Las considera como piedras en el zapato, una irritación constante, se mantiene vigilante y en guardia frente a ellas en todo momento y las evita en todo lo que hace. Sobre todo cuando el anticristo ve que un disidente va a distinguirlo y exponerlo, se apodera de él un pánico extraordinario; están desesperados por excluir y atacar a dicho disidente, de tal manera que no quedarán satisfechos hasta que lo hayan echado de la iglesia. […] Para un anticristo, el disidente es una amenaza a su estatus y poder. Sea quien sea el que amenace su estatus y poder, no importa, los anticristos harán todo lo posible para ‘encargarse’ de ellos. Si de verdad no pueden someter o reclutar a tales personas, entonces las harán caer o las echarán. Al final, los anticristos alcanzarán su objetivo de tener el poder absoluto y ser una ley en sí mismos. Esta es una de las técnicas que los anticristos utilizan habitualmente para mantener su estatus y poder: atacan y excluyen a los disidentes(La Palabra, Vol. IV. Desenmascarar a los anticristos. Punto 2: Atacan y excluyen a los disidentes). “Cuando una persona cruel se enfrenta a cualquier clase de exhortación, acusación, enseñanza o ayuda bienintencionada, su actitud no es mostrarse agradecido ni aceptarlo con humildad, sino enrabietarse de la vergüenza y sentir una extrema hostilidad, odio e incluso tomar represalias. […] Por supuesto, cuando toman represalias contra alguien motivadas por el odio, no es que tengan un viejo rencor contra esa persona o que la odien, sino que esa persona ha puesto al descubierto sus errores. Esto demuestra que el simple hecho de desenmascarar a un anticristo, independientemente de quién lo haga y de su relación con el anticristo, puede desencadenar su odio e instigar su venganza. Da igual quién sea, si entiende la verdad, o si es un líder o un obrero o un miembro ordinario del pueblo escogido de Dios, siempre y cuando alguien desenmascare y pode al anticristo, considerará a esa persona como un enemigo. Incluso dirá abiertamente: ‘Le daré duro a quien me pode. Si alguien me poda, saca a la luz mis secretos ocultos, hace que me expulsen de la casa de dios y me priva de mi parte de las bendiciones, no lo dejaré en paz jamás. Así soy yo en el mundo secular: nadie se atreve a causarme problemas. ¡Todavía no ha nacido quien se atreva a molestarme!’. Este es el tipo de palabras implacables que sueltan los anticristos cuando se enfrentan a la poda. Cuando sueltan estas palabras implacables, no es para intimidar a los demás, ni tampoco se trata de desfogarse con intención de protegerse. Son realmente capaces de hacer el mal, y recurrirán a cualquier medio a su alcance para cumplirlas. Tal es el carácter cruel de los anticristos(La Palabra, Vol. IV. Desenmascarar a los anticristos. Punto 9 (VIII)). Fue solo a través de la revelación de la palabra de Dios que vi con claridad los motivos de Alina. Ella insistía con que quería salvaguardar la obra de la iglesia y no podía exculpar a ningún anticristo, pero en realidad estaba ejerciendo una venganza personal. Sentía rencor solo porque Nicole había señalado los errores en su trabajo. Utilizó la destitución de Nicole para hacer un gran escándalo, y aprovechó la transgresión pasajera de Nicole para catalogarla de anticristo. Después de que nuestros líderes compartieran enseñanzas claras sobre la diferencia entre tener corrupción y cometer maldades, ella insistía, y seguía haciendo todo lo posible para presentar información sesgada sobre Nicole. Hizo acusaciones exageradas y desorientó a los hermanos y hermanas para que se unieran a ella en la condena de Nicole, como parte de un esfuerzo tendiente a echar a quienes tenían opiniones diferentes. Cuando los líderes no lidiaron con Nicole como ella quería, se sintió insatisfecha, y les dijo a los colaboradores que los líderes protegían a Nicole, con lo cual los desorientó para que se pusieran de su lado y tuvieran prejuicios contra los líderes. Cuando yo expresé una opinión diferente sobre los asuntos de Nicole, me excluyó y me aisló. Cuando algunos hermanos y hermanas le advirtieron sobre lo que estaba haciendo, se negó a aceptarlo y dijo que esa era la perturbación de Satanás. De estos hechos, podemos ver que Alina odiaba la verdad y tenía un carácter muy cruel. Si alguien la discernía o presentaba una amenaza a su estatus, ella lo trataba como un enemigo al cual atacar, excluir y castigar como venganza. Alina era una persona malvada. Después, informé de los hechos que sabía a los líderes. Ellos luego destituyeron a Alina, la aislaron y observaron su conducta, y si causaba más perturbaciones, sería expulsada. Gracias a la charla, Rachel también ganó discernimiento sobre Alina. Cuando vio que había seguido a Alina en hacer el mal, la embargó el remordimiento y se odió a sí misma.

Aunque esto pasó hace mucho tiempo, me avergüenza pensar que, todo ese tiempo y por mi propio interés, no me importó en absoluto si se resentía la obra de la iglesia. De no haber sido por el esclarecimiento y la guía de las palabras de Dios, ni siquiera habría tenido el valor de resguardar la obra de la iglesia. Las palabras de Dios me dieron los principios de práctica. Sin importar cuánto entienda de la verdad, siempre que los intereses de la iglesia están en juego, debo alzarme en su defensa. Esa es una responsabilidad inquebrantable.

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