27. El miedo a asumir responsabilidades reveló lo egoísta y despreciable que era

Por Liu Cheng, China

En 2023 desempeñaba en la iglesia el deber relacionado con textos. En junio, el supervisor Yang Feng me dijo que los líderes estaban planificando asignarlo a otro lugar para que desempeñara su deber y que me harían supervisor a mí. Al oír esto, me sentí abrumado de inmediato, pensé: “¿Hacerme supervisor? ¡Cómo puede ser posible! Desde que encontré a Dios y empecé a hacer mi deber, siempre he sido un miembro corriente de la iglesia. Nunca he sido supervisor. Los supervisores tienen muchas responsabilidade y el alcance de su trabajo es amplio. No solo son responsables del trabajo profesional, sino que además tienen que resolver los estados de los hermanos y hermanas y solucionar los diversos problemas que surgen en el trabajo. Este trabajo es mucho más complejo que el de los miembros corrientes. En general, no se me da bien comunicarme con los demás y me falta discernimiento. Además, en cuanto al trabajo que le corresponde hacer a un supervisor, hay mucho que no entiendo ni sé hacer. ¿Acaso este deber no es demasiado para mí? Asimismo, las responsabilidades de un supervisor son mucho mayores que las de un miembro corriente. Cuando acababa de empezar a hacer deberes relacionados con textos, había una supervisora que no hacía criba de los artículos conforme a los principios y siempre descartaba artículos de testimonio vivencial de los hermanos y hermanas en función de sus preferencias personales. Esto trastornaba y perturbaba el trabajo y condujo a su despido. Si yo desempeñaba este deber y los resultados eran malos o surgía algún problema, tendría que cargar con la responsabilidad. En el mejor de los casos, solo se me podaría, pero en el peor, si se trastornaba y perturbaba el trabajo, podría acabar siendo depurado de la iglesia. Si eso ocurría, ¡sería el fin de mi futuro y mi porvenir!”. Mientras más lo pensaba, más sentía que este deber era difícil de hacer, así que le dije a Yang Feng: “No puedo hacer este deber. ¿Es posible trasladar a un supervisor desde otro lugar?”. Yang Feng dijo que no había encontrado a una persona apropiada en aquel momento. Me di cuenta de que esta situación la había permitido Dios y que estaba mal por mi parte limitarme a querer rechazarla y carecer de una actitud de sumisión. Por tanto, primero decidí someterme. Aunque acepté encargarme del deber de supervisor, cuando pensaba en que no había entrado en contacto con mucho trabajo aparte del profesional, sentía mucha presión y no sabía cómo debería hacer el trabajo de ahí en adelante y solo esperaba que los líderes designaran a alguien más para que asuma como supervisor.

Luego, empecé a preguntarme: “Nunca he hecho este deber antes, y hay mucho que no entiendo respecto a esto, así que, ¿por qué Dios dispuso esta situación para mí? ¿Y cómo debería lidiar con este asunto?”. Justo cuando estaba pensando en estas cosas, de repente se me vino a la cabeza un pasaje de las palabras de Dios: “Cuando alguien acaba de ser ascendido, no sabe qué tareas debería hacer ni cómo, y está un poco desconcertado. Esto es normal, ¿quién ha nacido con la capacidad de hacerlo todo? Si pudieras hacer cualquier cosa, sin duda serías una persona de lo más arrogante y vanidosa, y no cederías ante nadie; en cuyo caso, ¿podrías aún aceptar la verdad? Si pudieras hacerlo todo, ¿te seguirías amparando en Dios y admirándolo? ¿Seguirías buscando la verdad para resolver los problemas de tu propia corrupción? Desde luego que no lo harías. Por el contrario, serías arrogante y vanidoso, y caminarías por la senda de los anticristos, lucharías por poder y estatus y no cederías ante nadie, y desorientarías y atraparías a las personas, además de trastornar y perturbar el trabajo de la iglesia; en cuyo caso, ¿podría aún usarte la casa de Dios? Si sabes que tienes muchos defectos, deberías aprender a obedecer y someterte, así como hacer bien las diversas tareas de acuerdo con los requerimientos de la casa de Dios; esto permitirá que poco a poco alcances el punto donde puedas hacer tu deber cumpliendo con el estándar(La Palabra, Vol. V. Las responsabilidades de los líderes y obreros. Las responsabilidades de los líderes y obreros (5)). Las palabras de Dios trajeron claridad a mi corazón de inmediato, y empecé a entender un poco mejor la intención de Dios. Me di cuenta de que tenía un punto de vista equivocado en mi fuero interno. Pensaba que solo aquellos que lo sabían todo y podían hacer cualquier cosa estaban cualificados para el ascenso y para desempeñar el deber de supervisor. De hecho, la casa de Dios había ascendido y cultivado a muchas personas y no todas ellas lo entendían todo cuando empezaron, sino que, en vez de eso, captaron los principios poco a poco por medio de una formación progresiva. Es normal no entender ni saberlo todo cuando empiezas un nuevo deber, y yo tenía que adoptar una actitud correcta hacia este asunto. Al echar la vista atrás, ¿acaso no había sido lo mismo para mí a lo largo de estos años de hacer mis deberes? Hiciera el deber que hiciera, cuando empecé a formarme no lo entendía todo, pero se me encargó que me formara porque era capaz de entender algunos principios. Luego, gracias al esclarecimiento de Dios y a la ayuda de mis hermanos y hermanas, junto por pasar por algunos fracasos, ser puesto en evidencia, resumir y reflexionar, poco a poco llegué a entender y captar algunos principios. Esta vez la iglesia había dispuesto que yo hiciera el deber de un supervisor y, aunque al principio no sabría cómo hacerlo y tendría algunas dificultades, esto era perfectamente normal, y tenía que empezar a someterme y confiar en Dios para formarme. También me di cuenta a partir de las palabras de Dios de que mis muchos defectos en este deber podrían ayudarme a mantener un perfil bajo y, cuando me enfrentara a problemas, podía buscar más la opinión de los demás, lo que me permitiría evitar trastornar y perturbar mis deberes debido a la arrogancia y la vanidad, así como no aferrarme a mis propios puntos de vista. Como era bastante arrogante y pensaba que tenía algo de inteligencia y calibre, además de entender algunos principios-verdad, seguí menospreciando a los demás. Cuando me encontraba con opiniones divergentes, pensaba que yo tenía razón y, por tanto, a menudo me aferraba a mis propios puntos de vista. Esto trastornó y perturbó el trabajo y casi condujo a mi despido. Si yo sabía todo y podía hacer todo, en efecto tendería a hacer las cosas según mi carácter arrogante. Pero esta vez, en el deber de supervisor, tenía carencias en muchos ámbitos y no podría actuar con arrogancia ni aunque quisiera. De hecho, para mí era una protección.

Luego leí otro pasaje de las palabras de Dios: “Cuando la casa de Dios asciende y cultiva a una persona para que sea líder, le da una mayor carga para formarla, para que se ampare en Dios y se esfuerce en pos de la verdad; será entonces cuando su estatura crezca lo más rápido posible. Cuanto mayor es la carga que se le impone, más presión se ejerce sobre ella y más se la obliga a buscar la verdad y ampararse en Dios. En definitiva, podrá hacer su trabajo correctamente y seguir la voluntad de Dios, con lo que habrá entrado en el camino correcto para ser salvada y perfeccionada; este es el resultado que se logra cuando la casa de Dios asciende y cultiva a las personas. Si no hicieran estas tareas específicas, no sabrían lo que les falta, no sabrían hacer las cosas según los principios y no sabrían lo que significa tener la realidad-verdad. Por tanto, hacer trabajo específico les sirve para descubrir sus defectos, y comprobar que, aparte de sus dones, están desprovistas de realidad-verdad; las ayuda a percibir lo pobres y miserables que son; lo cual les hace ver que, si no confían en Dios ni buscan la verdad, no sabrán hacer ningún trabajo; hace que de veras se conozcan a sí mismas y vean con claridad que si no persiguen la verdad y la transformación del carácter, les resultará imposible ser aptas para que las utilice Dios. Todos estos son los resultados que se deben conseguir cuando se cultiva y forma a líderes y obreros. Solo al entender estos aspectos puede la gente perseguir la verdad con ambos pies en la tierra, comportarse con discreción, garantizar que ya no presumen de sí mismos cuando hacen su trabajo, exaltar a Dios y dar testimonio de Él de manera consistente al hacer su deber, y entrar paso a paso en la realidad-verdad. […] Mientras existan más oportunidades para la formación, más abundantes serán las experiencias de las personas, más amplias sus perspectivas y más rápido empezarán a crecer. Sin embargo, si las personas no hacen el trabajo de liderazgo, solo hallarán y experimentarán la existencia y las experiencias personales, y solo reconocerán actitudes corruptas individuales y varios estados personales; todo lo cual solo está relacionado con ellas mismas. Una vez que estos individuos se convierten en líderes, se encuentran a más personas, más acontecimientos y entornos, lo cual los alienta a acudir a menudo ante Dios para buscar los principios-verdad. Para ellos, estas personas, acontecimientos y cosas forman una carga invisible, y de manera natural crean además condiciones altamente favorables para su entrada en la realidad-verdad, lo cual es bueno. Y así, alguien que posee calibre, lleva una carga y tiene capacidad de trabajo entrará despacio, como creyente ordinario, y más rápido como líder u obrero(La Palabra, Vol. V. Las responsabilidades de los líderes y obreros. Las responsabilidades de los líderes y obreros (5)). Después de leer las palabras de Dios empecé a entender un poco sobre el significado de ascender y cultivar a las personas en la casa de Dios. El ascenso y cultivo de las personas en la casa de Dios no se hace para ponerlas en evidencia ni descartarlas, sino para concederles una carga y proporcionarles más oportunidades de formarse. Con mayores responsabilidades, aumentan los problemas que se afrontan en el trabajo, y la poda, los reveses y los fracasos también serán más frecuentes. Puede parecer que la carne tiene que soportar algún sufrimiento, pero Dios usa precisamente tales situaciones para ayudarnos a conocer nuestras actitudes corruptas, descubrir nuestros defectos y carencias y forzarnos a confiar más en Él y a buscar la verdad. Esto es beneficioso para que nos entendamos a nosotros mismos, entremos en las realidades-verdad y logremos la salvación. Si experimentamos menos y no nos topamos con ninguna dificultad, entonces la revelación de nuestras actitudes corruptas será escasa, de modo que se nos hará difícil ver nuestros defectos con claridad y se limitará el entendimiento de nuestras actitudes corruptas, lo que aminorará nuestro crecimiento en todas las áreas. Mientras más lo pensaba, más me daba cuenta de que, el hecho de que la casa de Dios ascendiera y cultivara a una persona contiene las meticulosas intenciones de Dios. La iglesia no dispuso que me encargara del deber de supervisor para complicarme las cosas adrede ni para ponerme en evidencia o descartarme, sino para permitirme obtener más formación, entrar en las realidades-verdad más rápido y además hacer mejor mis deberes. Sin embargo, no entendía la intención de Dios y todavía me quejaba y me resistía. ¡Carecía de veras de humanidad y razón!

Más adelante, pensé un poco más: “¿Por qué no estaba dispuesto a encargarme del deber de supervisor? Aparte de tener puntos de vista incorrectos, ¿qué otras actitudes corruptas había detrás de esto?”. Durante mi reflexión, leí más de las palabras de Dios: “Algunas personas tienen miedo de asumir responsabilidades en el cumplimiento de su deber. Si la iglesia les da un trabajo que hacer, consideran primero si el trabajo requiere asumir responsabilidad y, si es así, no lo aceptan. Sus condiciones para cumplir con un deber son, primero, que debe ser un trabajo ligero; segundo, que no sea cansado ni les quite tiempo; y tercero que, hagan lo que hagan, no asuman ninguna responsabilidad. Ese es el único deber que aceptan. ¿Qué clase de persona es esta? ¿Acaso no es una persona esquiva y taimada? No quieren asumir siquiera la menor responsabilidad. Incluso tienen miedo de que las hojas de los árboles les caigan encima y les abran la cabeza. ¿Qué deber puede cumplir una persona así? ¿Qué utilidad puede tener en la casa de Dios? La obra de la casa de Dios tiene que ver con la tarea de batallar contra Satanás, además de difundir el evangelio del reino. ¿Qué deber no conlleva responsabilidades? ¿Diríais que ser líder requiere responsabilidad? ¿Acaso sus responsabilidades no son aun mayores y no deben asumirlas en mayor medida? Por mucho que difundas el evangelio, des testimonio, hagas vídeos y cosas así, sea cual sea el trabajo que hagas, siempre que esté relacionado con los principios-verdad, conlleva responsabilidades. Si tu cumplimiento del deber no tiene principios, afectará a la obra de la casa de Dios, y si tienes miedo de asumir responsabilidad, entonces no puedes cumplir con ningún deber. ¿Es cobarde alguien que teme asumir responsabilidades al cumplir con su deber o es que existe un problema con su carácter? Hay que saber diferenciarlo. El hecho es que no se trata de una cuestión de cobardía. Si esa persona fuera en busca de riquezas o estuviera haciendo algo en su propio interés, ¿cómo no habría de ser tan valiente? Asumiría cualquier riesgo. Pero cuando hacen cosas por la iglesia, por la casa de Dios, no asumen ninguno. Tales personas son egoístas y viles, las más traicioneras de todas. […] Si te proteges cada vez que te acontece algo y buscas una vía de escape, una puerta trasera, ¿estás poniendo en práctica la verdad? Eso no es practicar la verdad, sino que es ser esquivo. Ahora cumples con el deber en la casa de Dios. ¿Cuál es el primer principio del cumplimiento de un deber? Cumplir primero con él de todo corazón, sin escatimar esfuerzos, y proteger los intereses de la casa de Dios. Este es un principio-verdad que has de poner en práctica. Protegerse a uno mismo buscándose una vía de escape, una puerta trasera, es el principio de práctica que siguen los no creyentes, y su filosofía más elevada. ¿Acaso no es ser un no creyente pensar primero en uno mismo en todas las cosas y anteponer los propios intereses a todo lo demás sin consideración por nadie, sin ninguna vinculación con los intereses de la casa de Dios ni con los intereses de los demás, pensar primero en los propios intereses y luego en buscar una vía de escape? Eso es precisamente lo que es un no creyente. Este tipo de persona no está en condiciones de cumplir con un deber(La Palabra, Vol. IV. Desenmascarar a los anticristos. Punto 8: Quieren que los demás se sometan solo a ellos, no a la verdad ni a Dios (I)). A partir de las palabras de Dios, vi que, al hacer mis deberes, primero debería considerar cómo dedicarme de corazón y con fuerza y cómo defender los intereses de la iglesia. Dios dice que, si la gente teme continuamente asumir responsabilidades, siempre planea según sus intereses personales y con estos en mente y rehúsa y evita sus deberes, es porque es traicionera, egoísta, despreciable y no se diferencia de los no creyentes. Dios detesta a tales personas y le provocan aversión. En principio pensaba que, dado que nunca había hecho el deber de un supervisor y no tenía experiencia, para mí lo normal sería rechazar este deber, y no era un tema grave, pero ahora me daba cuenta de que solo se trataba de mis nociones y figuraciones y que no estaba de acuerdo a la verdad. Rememoré el momento en que me enteré de que me iban a hacer supervisor. No me pareció que esto fuera la elevación de Dios ni pensé en cómo hacer bien este deber. En su lugar, mis primeros pensamientos se enfocaron en las muchas responsabilidades que tendría que asumir como supervisor, en que me podarían si no me iba bien, y en que, si causaba algún trastorno y perturbación, mi futuro y mi porvenir podrían darse por concluidos. Me pareció que estaría más a salvo como un mero miembro corriente del equipo, dado que de esta manera no tendría que asumir muchas responsabilidades y correría menos riesgo de que se me pusiera en evidencia o descartara. Luego, aunque me encargué del deber, lo hice con grandes reticencias y siempre esperaba que los líderes encontraran a otro para ocupar mi puesto. Pensé en cómo los no creyentes siempre se protegen de los demás al interactuar, siempre temen que los demás puedan actuar en contra de sus intereses, así que siempre intentan tener algo bajo la manga. Sin embargo, aunque había encontrado a Dios y estaba haciendo mis deberes, todavía me protegía de Él constantemente. Si me parecía que los deberes que la iglesia me había encargado no suponían una amenaza para mi futuro, entonces estaba dispuesto a pagar un precio y a desempeñarlos, pero en cuanto percibía que estos deberes podrían conllevar algún tipo de riesgo, no quería hacerlos. Aseguraba a menudo que debería considerar las intenciones de Dios, pero cuando afrontaba un deber que necesitaba de mi cooperación, solo consideraba mi futuro y mi porvenir personales. Me serví de mi falta de experiencia como excusa para evitar mis deberes, sin ninguna consideración en absoluto hacia Dios. Vi que había sido sumamente egoísta, despreciable, descuidado y falso. Los no creyentes priorizan los intereses personales por encima de todo y, ¿acaso no eran estos pensamientos míos y las cosas que revelaba iguales a las de los no creyentes? Descubrí que carecía de veras de conciencia y razón. Aunque había muchas cosas que no entendía como supervisor, primero debería formarme y ver cómo iban las cosas. Si me esforzaba, aunque todavía no estuviera a la altura de mis deberes, entonces no tendría ningún remordimiento. Más adelante, Yang Feng me llevó para que conociera el trabajo de los diferentes grupos. Al principio estaba realmente confundido y no sabía qué hacer ni cómo hacerlo, pero luego, a medida que lo hacía mientras tanteaba el terreno, encontré una senda hacia delante.

No mucho después, el PCCh lanzó otra campaña de arrestos a gran escala contra los creyentes, y tuvimos que mudarnos con urgencia, ya que el lugar donde vivíamos se había vuelto inseguro. La situación también era mala en otros sitios. Los líderes superiores requirieron que las iglesias de varios lugares aportaran personal con buen calibre para los deberes relacionados con textos. Pensé para mis adentros: “En la situación extrema en la que nos hallamos, ya es difícil poner en marcha parte del trabajo de la iglesia. Si se acaba trasladando a la gente de buen calibre, ¿cómo podemos esperar que el trabajo sea eficaz en adelante? Si Yang Feng también se marcha en este momento crítico, si el trabajo es ineficaz o surge cualquier problema, tendré que cargar yo con la responsabilidad. Si las cosas se ponen realmente mal, podrían despedirme o descartarme y, entonces, no tendré un buen futuro ni un buen porvenir”. Con esto en mente, lamenté haber aceptado este deber. Resultaba que Yang Feng no podía dejar la región de momento debido a cuestiones de seguridad, y pensé: “Si no se marcha, entonces seguirá siendo responsable del trabajo. Aunque yo sea supervisor, solo seré su asistente. Si algo fuera realmente mal, los líderes seguirían acudiendo a él”. Durante esa época, usaba como excusa el estar ocupado con el trabajo que tenía entre manos y no prestaba mucha atención al trabajo general. Pensé: “Como Yang Feng no se ha marchado todavía, puede lidiar con cualquier problema que surja”. No mucho después, los líderes entendieron mi estado y me enviaron unos cuantos pasajes de las palabras de Dios. Dios dice: “Un anticristo considera que ser bendecido es más grande que los propios cielos, más grande que la vida, más importante que perseguir la verdad, que el cambio de carácter o la salvación personal y más relevante que desempeñar bien su deber y convertirse en un ser creado de calidad razonable. Les parece que convertirse en un ser creado dentro de lo normal, cumplir bien su deber y lograr la salvación son cosas nimias que ni merece la pena mencionar o comentar, mientras que obtener bendiciones es la única cosa en toda su vida que no se ha de descuidar. Todo lo que encuentran, sea grande o pequeño, lo relacionan con ser bendecidos, se muestran increíblemente precavidos y atentos y siempre se aseguran de tener un plan B(La Palabra, Vol. IV. Desenmascarar a los anticristos. Punto 12: Quieren retirarse cuando no tienen estatus ni esperanza de recibir bendiciones). “En concreto, hay algunas personas que, cuando les piden que asuman la responsabilidad de cierta labor, no se plantean cómo ofrecer su lealtad ni cómo cumplir este deber y desempeñar bien esta labor. En lugar de eso, se plantean cómo eludir la responsabilidad, cómo evitar que las poden, cómo evitar asumir cualquier responsabilidad y cómo salir indemnes cuando surjan problemas o errores. Lo primero que se plantean es su propia vía de escape y cómo satisfacer las preferencias e intereses propios, no cómo desempeñar bien los deberes y ofrecer su lealtad. […] Entonces, ¿qué clase de personas cumplen sus deberes de esta manera? ¿Son personas que persiguen la verdad? En primer lugar, una cosa es segura: la gente de este tipo no persigue la verdad. Busca gozar de algunas bendiciones, hacerse famosa y acaparar la atención en la casa de Dios, igual que cuando se desenvolvían en sociedad. En términos de esencia, ¿qué clase de personas son estas? Son incrédulos(La Palabra, Vol. IV. Desenmascarar a los anticristos. Punto 8: Quieren que los demás se sometan solo a ellos, no a la verdad ni a Dios (I)). “Si la gente no comprende la verdad, nada le resultará más complicado que renunciar a sus intereses. Eso se debe a que sus filosofías de vida son ‘Cada hombre para sí mismo, y sálvese quien pueda’ y ‘El hombre muere por la riqueza como las aves por el alimento’. Obviamente, vive para sus intereses. La gente piensa que, sin sus intereses, si los perdiera, no podría sobrevivir. Es como si su supervivencia fuera inseparable de ellos; por eso la mayoría de la gente está ciega a todo lo que no sean sus intereses. Los considera superiores a todo lo demás, vive para sus intereses, y conseguir que renuncie a ellos es como pedirle que renuncie a su propia vida(La Palabra, Vol. III. Discursos de Cristo de los últimos días. El conocimiento del propio carácter es la base de su transformación). Dios expone que los anticristos ven el recibir bendiciones como el objetivo de creer en Dios. No dedican esfuerzo a perseguir la verdad y vinculan todo lo que ocurre con recibir bendiciones. En cuanto a los deberes asignados por la iglesia en particular, siempre tienen miedo de asumir responsabilidades o transgredir por retrasar el trabajo, además de siempre estarse protegiendo de Dios por miedo a que los descarte y pierdan la oportunidad de recibir bendiciones. ¡Esto es realmente perverso y falso por su parte! Vi que mi comportamiento era igual que el de un anticristo. Desde que se me asignó el deber de supervisor, en lo único que podía pensar era en que no hacerlo bien podía dañar el trabajo y posiblemente conllevara que quedara expuesto, me descartaran, y perdería la oportunidad de obtener bendiciones. No centraba mis pensamientos en cómo familiarizarme con el trabajo rápidamente ni en cómo resolver los diversos problemas en el trabajo. Solo consideraba mis intereses personales. Al reflexionar sobre mi comportamiento, me di cuenta de que me controlaba el veneno de Satanás de: “Cada hombre para sí mismo, y sálvese quien pueda”. Todo lo que hacía y decía se basaba en los principios del interés propio y fui sumamente egoísta y despreciable. Era muy consciente de que, cuando se reasignara a Yang Feng, nadie supervisaría el trabajo relacionado con textos de diversas iglesias y que este se vería afectado, pero me seguían preocupando mis intereses personales y era reacio a aceptar este deber. Aunque había leído algunas de las palabras de Dios y entendía que, cuando la iglesia asciende a alguien, la intención de Dios es que se forme y entienda la verdad, no ponerlo en evidencia ni descartarlo, todavía me sentía inseguro y no tenía valor para confiárselo todo a Dios. En particular, después de los arrestos del PCCh, el trabajo se enfrentó a diversas dificultades, y una persona con conciencia y razón habría asumido la responsabilidad activamente. Sin embargo, en lo único que pensaba era en mi propio futuro y en cómo podía tener yo un plan alternativo. Para evitar cargar con la responsabilidad, puse como excusa el estar ocupado con mi deber actual para no participar en el trabajo general e incluso pensaba que, ya que Yang Feng corría riesgos, no sería conveniente que siguiera haciendo su deber en otro lugar, de modo que yo no tuviera que ser supervisor ni exponerme al riesgo. Solo pensé en mis intereses personales y no consideré en absoluto el trabajo de la iglesia. Incluso deseé el mal a los demás y revelé pensamientos malévolos. ¿Qué clase de humanidad tenía? Vi que solo creía en Dios para recibir bendiciones y recompensas y que, incluso cuando podía hacer algunos deberes, solo intentaba negociar con Dios. Cuando era realmente necesario asumir la responsabilidad, me escondía lejos. ¡No era sincero con Dios ni tenía mi deber en el corazón! No paraba de decir cosas como: “Haré mis deberes adecuadamente y consideraré las intenciones de Dios”, pero no eran más que palabras vacías. Solo decía cosas que sonaban bien para intentar ganarme el favor de Dios, de modo que Él me concediera un buen destino en el futuro. ¿Acaso no estaba intentando engañar y usar a Dios? Me di cuenta de que no solo era egoísta y despreciable, sino de que también tenía un carácter realmente perverso. Mientras más reflexionaba, más sentía que las cosas que había revelado eran repulsivas y detestables para Dios. Pensé en lo limitadas que eran mi estatura y mi experiencia y vi que Dios me había congraciado al darme la oportunidad de formarme en el deber de un supervisor y que esto fue así para que pudiera captar principios y entrar en las realidades-verdad rápidamente. Sin embargo, no aprecié esta oportunidad que me había dado Dios ni pensé en cómo hacer bien mi deber y retribuirle Su amor. En su lugar, rechacé mi deber y lo evité. ¡De veras carecía de conciencia y razón y no podía distinguir el bien del mal! Al darme cuenta de esto, me invadieron sentimientos de culpa y deuda y quería aprovechar la oportunidad de aprender tanto como podía de Yang Feng mientras estuviera aquí. No mucho después, la policía arrestó a Yang Feng y a varios hermanos y hermanas y todo el trabajo recayó sobre mis hombros. Aunque existía algo de presión, sabía que no podía escapar de esta situación y debía asumir mi deber, de modo que colaboré con mis hermanos y hermanas para hacer los deberes.

En cierta ocasión, descarté un artículo de testimonio vivencial a causa de mis propias nociones y figuraciones y los líderes superiores enviaron una carta para hacer seguimiento e indagar sobre el asunto. Pensé: “No es un tema menor. Puede que esto no solo sea cuestión de que me poden y, en el peor de los casos, puede que hasta me despidan”. Reflexioné sobre las razones para este problema mientras esperaba que los líderes lidiaran con él. Los líderes averiguaron que era la primera vez que teníamos tal problema, así que no nos lo tuvieron en cuenta, sino que nos animaron a reflexionar y resumir más. En ese momento, pensé: “La responsabilidad de este deber es demasiado grande. ¿Por qué no me limito a decirles a los líderes que no puedo hacer este deber y en su lugar les pido asumir uno que requiera menos responsabilidad?”. Mientras consideraba esto, me di cuenta de que tales pensamientos eran equivocados y recordé estas palabras de Dios: “¿Crees tú que Dios lo escruta todo? Todo el mundo comete errores. Si una persona de intención correcta carece de experiencia y no se ha ocupado anteriormente de algún tipo de asunto, pero lo ha hecho lo mejor posible, eso es visible para Dios. Debes creer que Dios escudriña todas las cosas y el corazón del hombre. Si uno ni siquiera cree esto, ¿no es un incrédulo?(La Palabra, Vol. IV. Desenmascarar a los anticristos. Punto 8: Quieren que los demás se sometan solo a ellos, no a la verdad ni a Dios (I)). Las palabras de Dios me hicieron entender que Él no nos trata solo en función del desenlace de los acontecimientos, sino que además considera nuestras intenciones en los deberes y el contexto en el que surgen los problemas. Por ejemplo, algunas personas pueden haber asumido un deber y, dado que no se han formado durante mucho tiempo y tienen un entendimiento limitado de los principios, pueden darse desviaciones en sus deberes, y primero se les debería dar enseñanza y ayuda. Si después de un periodo de formación, todavía no han mejorado debido a su relativo escaso calibre, entonces se les debería reasignar a un deber más apropiado. Sin embargo, si su calibre es aceptable, pero confían constantemente en sus propias intenciones y en su carácter corrupto para los deberes y vulneran los principios y causan trastornos y perturbaciones, entonces hay que podarlos. Y si siguen sin arrepentirse, se les ha de despedir y descartar. En la casa de Dios, a la gente se la trata conforme a los principios, con independencia de qué deber hagan o de si son supervisores o no. Igual que al supervisor que vi que despedían cuando empecé a hacer deberes relacionados con textos, aquel que había estado viviendo en un estado erróneo durante mucho tiempo y haciendo su deber de manera arrogante y sentenciosa, sin buscar los principios, y que había trastornado el trabajo gravemente. Esto había conducido a su despido. Sin embargo, la casa de Dios no lo expulsó por eso, y, cuando empezó a reflexionar y a conocerse a sí mismo y estuvo dispuesto a arrepentirse, la casa de Dios le dio otra oportunidad, y todavía desempeña su deber hoy en día. Por otro lado, algunas personas se desbocaron haciendo cosas malas en sus deberes y trastornaron y perturbaron el trabajo y se negaron a arrepentirse. Tales personas, aunque carguen con poca responsabilidad o no sean supervisores o líderes y obreros, también serán descartados. Al darme cuenta de esto, obtuve algo de entendimiento del carácter justo de Dios. Con anterioridad, contemplaba a Dios como a un funcionario del gobierno que atormentaría y reprimiría a la gente si notaba que hacía algo mal y afectaba a sus intereses, que no consideraba el contexto de las situaciones en absoluto y mucho menos trataba a las personas según su esencia. Pensaba que, si alguien solo decía cosas equivocadas o hacía algo ligeramente contrario a sus deseos, entonces podría usar su poder para encargarse de esa persona. ¡Juzgar a Dios desde ese punto de vista es una calumnia y una blasfemia contra Él! Al darme cuenta de esto, me desprendí de mi cautela hacia Dios y de mis malinterpretaciones de Él y me vi capaz de afrontar mis deberes con calma. Cuando me encargaba del trabajo o revisaba artículos, me tomaba las cosas más en serio y hacía lo que podía, al igual que, si de veras surgía un problema del que tenía que responsabilizarme, me sometía, lo afrontaba y lo experimentaba.

Cuando ahora hago mis deberes, a veces sigo considerando mi futuro y mi sino, con miedo a que, si lo hago mal, cause trastornos y perturbaciones, y puede que se me revele y descarte, pero soy capaz de orar a Dios, rebelarme contra estos pensamientos y hacer mis deberes con normalidad. Puede que a veces no vea las cosas con claridad ni haga mis deberes a conciencia, lo cual conlleva problemas, pero no me limito a vivir sumido en la cautela y el malentendido. En cambio, puedo tratar las cosas de la manera correcta, reflexionar sobre mí mismo y encontrar a tiempo las razones de estos problemas y revertirlos con prontitud al descubrirlos. Al practicar de esta manera, siento paz y calma en el corazón. ¡Gracias a Dios!

Anterior: 25. Reflexiones después de admitir la responsabilidad y renunciar

Siguiente: 28. Lo que gané de que me persiguiera mi familia

Ahora ya han aparecido varios desastres inusuales, y según las profecías de la Biblia, habrá desastres aún mayores en el futuro. Entonces, ¿cómo obtener la protección de Dios en medio de los grandes desastres? Contáctanos, y te mostraremos el camino.

Contenido relacionado

45. Vivir ante Dios

Por Yongsui, Corea del SurDios Todopoderoso dice: “Para entrar en la realidad, uno debe enfocar todo hacia la vida real. Si, al creer en...

23. Dar mi corazón a Dios

Por Xinche, Corea del SurEn junio de 2018, me uní a los ensayos para la actuación coral “Himno del Reino”. Pensaba que subiría al escenario...

Ajustes

  • Texto
  • Temas

Colores lisos

Temas

Fuente

Tamaño de fuente

Interlineado

Interlineado

Ancho de página

Índice

Buscar

  • Buscar en este texto
  • Buscar en este libro

Introduce tus palabras clave de búsqueda

Índice
Ajustes
Libros
Buscar
Vídeos