Ⅰ

Primero debes resolver todas las dificultades que existen dentro de ti

mediante la confianza en Dios.

Ponle fin a tu carácter degenerado

y sé verdaderamente capaz de comprender tu propia condición

y de saber cómo debes actuar;

sigue compartiendo cualquier cosa que no entiendas.

Es inaceptable que una persona no se conozca a sí misma.

Sana primero tu propia enfermedad,

y, al comer y beber las palabras de Dios más a menudo y al contemplarlas,

vive tu vida y actúa con base en ellas;

ya sea que estés en casa o en algún otro lugar,

debes permitir que Dios tenga el control dentro de ti.

Desecha la carne y la naturalidad.

Siempre deja que las palabras de Dios tengan el dominio dentro de ti.

No tienes que preocuparte porque tu vida no esté cambiando;

con el tiempo, llegarás a sentir que tu carácter ha cambiado mucho.

Ⅱ

Lo que resulta vital ahora es enfocarse en la vida,

comer y beber más de las palabras de Dios,

experimentar Sus palabras, conocer Sus palabras,

hacer que Sus palabras se conviertan verdaderamente en tu vida;

esto es lo principal.

Si alguien no puede vivir según las palabras de Dios,

¿acaso puede madurar su vida?

Debes vivir según Sus palabras en todo momento

y que Sus palabras sean el código de conducta para tu vida,

de modo que sientas que Dios se deleita en que actúes de acuerdo con ese código,

y que actuar de una manera distinta es lo que Dios odia;

y poco a poco, llegarás a andar por el camino correcto.

de La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Declaraciones de Cristo en el principio, Capítulo 22