Ⅰ

“Pongo Mi arco en las nubes

y será un símbolo del pacto entre la tierra y Yo”.

Estas son las palabras que el Creador dijo al hombre.

Y al hablar, un arcoíris creó que permanece hasta hoy.

El arcoíris es la promesa de Dios para las personas,

la continuidad del poder de Dios

después de las palabras que pronunció.

No necesita bases científicas,

no fue hecho por el hombre, nadie puede cambiarlo.

Dios es fiel a Su palabra, que se cumplirá,

y lo que Él logra dura por siempre.

Estas palabras se manifiestan aquí para que todos las vean

como una clara señal de Su autoridad.

Ⅱ

El Creador usó Su propio método

para mantener Su promesa

y el arcoíris usó como señal

de Su pacto con la humanidad.

Es una ley celestial que permanecerá sin cambiar,

ya sea respecto a la humanidad o respecto al Creador.

En esta ley se manifiesta Su poder,

de igual modo que al crear todas las cosas.

Su autoridad no tiene límite.

Ⅲ

Este arcoíris fue un acto más que Dios creó con Su palabra,

como señal de Su pacto con los humanos con Sus palabras.

Le dijo al hombre lo que lograría, y cómo resultaría.

Así se cumplió la promesa

según las palabras de la boca de Dios.

Sólo Dios tiene tal poder,

y hoy, miles de años después,

el hombre todavía ve el arcoíris de Dios.

Ⅳ

Por las palabras que Dios habló,

esto permanece sin cambiar hasta el día de hoy.

Nada puede el arcoíris quitar,

nadie puede sus leyes cambiar.

Existe sólo por Su palabra.

Esta es la autoridad de Dios.

Dios es fiel a Su palabra, que se cumplirá,

y lo que Él logra dura por siempre.

Estas palabras se manifiestan aquí para que todos las vean

como una clara señal de Su autoridad.

Adaptado de La Palabra, Vol. 2. Sobre conocer a Dios. Dios mismo, el único I