917 Todo vive y perece por la autoridad de Dios
I
“La autoridad de Dios” significa que depende de Dios. Él tiene el derecho de decidir cómo hacer algo, y se hace de la forma que Él desea. La ley de todas las cosas depende de Dios y no del hombre; este tampoco puede alterarla. No puede cambiarla su voluntad, sino que la cambian los pensamientos de Dios, Su sabiduría y Sus preordinaciones; esta es una realidad innegable para cualquier hombre.
II
Los cielos y la tierra, y todas las cosas, el universo, el cielo estrellado, las cuatro estaciones del año, lo visible y lo invisible para el hombre, todo existe, funciona y cambia sin el más mínimo error, bajo la autoridad de Dios, según Sus preordinaciones, Sus mandamientos, y de acuerdo con las leyes del principio de la creación. Ni una sola persona u objeto puede cambiar sus leyes, o el curso inherente por el que funcionan; nacieron y perecen por la autoridad de Dios. Esta es Su autoridad misma.
de La Palabra, Vol. II. Sobre conocer a Dios. Dios mismo, el único I