12. Cómo abordar a los anticristos y lidiar con ellos

Palabras de Dios Todopoderoso de los últimos días

¿Cómo tendría que tratar a los anticristos el pueblo escogido de Dios? Debe discernirlos, desenmascararlos, denunciarlos y desdeñarlos. Solo entonces se asegurará de poder seguir a Dios hasta el final y entrar en el camino correcto de la fe en Dios. Los anticristos no son tus líderes, por mucho que hayan desorientado a otros para que los elijan como tales. No los reconozcas ni aceptes su liderazgo; debes discernirlos y desdeñarlos, porque no pueden ayudarte a comprender la verdad, ni pueden apoyarte ni proveerte. Estos son los hechos. Si no pueden guiarte a la realidad-verdad, no son aptos para ser líderes ni obreros. Si no pueden llevarte a comprender la verdad y experimentar la obra de Dios, entonces ellos son quienes se oponen a Dios y debes discernirlos, desenmascararlos y desdeñarlos. Todo cuanto hacen es con el fin de desorientarte para que los sigas y de introducirte en su grupo para socavar y perturbar la obra de la iglesia, para persuadirte de que transites la senda de los anticristos, como ellos. ¡Quieren arrastrarte al infierno! Si no puedes identificarlos como lo que son y crees que, como son tus líderes, tienes que obedecerlos y hacerles concesiones, es que eres alguien que traiciona tanto a la verdad como a Dios, y semejantes individuos no pueden salvarse. Si quieres salvarte, no solo debes superar el obstáculo del gran dragón rojo, no solo debes ser capaz de discernirlo, de ver más allá de su horrible semblante y rebelarte completamente contra él; también tienes que superar el obstáculo de los anticristos. En la iglesia, un anticristo no solo es el enemigo de Dios, sino también el de Su pueblo escogido. Si no consigues discernir a los anticristos, eres susceptible de dejarte desorientar y conquistar, de transitar la senda de un anticristo y de ser maldecido y castigado por Dios. Si eso ocurre, tu fe en Dios ha fallado por completo. ¿Qué ha de poseer una persona para que le concedan la salvación? En primer lugar, debe comprender un gran número de verdades y ser capaz de discernir la esencia, el carácter y la senda de un anticristo. No hay otra manera de asegurarse de no idolatrar ni seguir a una persona al mismo tiempo que uno cree en Dios; es la única manera de seguir a Dios hasta el final. Solo quienes son capaces de discernir a un anticristo podrán creer verdaderamente en Dios, seguirlo y dar testimonio de Él. Habrá entonces quien diga: “¿Qué hago si en este momento no poseo la verdad para ello?”. Debes equiparte con la verdad a toda prisa; debes aprender a ver el interior de las personas y de las cosas. Discernir a un anticristo no es un asunto sencillo, y exige la capacidad de ver claramente su esencia, y distinguir las intrigas, los trucos, las intenciones y los objetivos detrás de todo lo que hacen. De esta manera no te dejarás desorientar o controlar por ellos, y podrás mantenerte firme, perseguir la verdad de forma segura y continuar en la senda de la búsqueda de la verdad y la obtención de la salvación. Si no puedes superar el obstáculo de los anticristos, entonces se puede decir que estás en gran peligro y que eres susceptible de que te desoriente y capture un anticristo y vivir bajo la influencia de Satanás. Es posible que haya algunos entre vosotros que obstaculicen y pongan trabas a las personas que persiguen la verdad y sean sus enemigos. ¿Aceptáis esto? Hay algunos que no se atreven a enfrentarse a este hecho ni a aceptarlo. Pero que los anticristos desorienten a las personas es algo que ocurre de verdad en la iglesia, y ocurre a menudo, es solo que la gente no puede discernirlo. Si no puedes pasar esta prueba, la de los anticristos, entonces o te desorientan y controlan los anticristos, o te hacen sufrir, te torturan, te expulsan, te suprimen y abusan de ti. En última instancia, tu pequeña y miserable vida no lo resistirá durante mucho tiempo y se marchitará; ya no tendrás fe en Dios y dirás: “¡Dios no es siquiera justo! ¿Dónde está dios? No hay rectitud ni luz en este mundo, y no existe la salvación de la humanidad por parte de dios. ¡Podríamos pasarnos los días yendo a trabajar y ganando dinero!”. Niegas a Dios, te alejas de él y ya no crees que exista; cualquier esperanza de obtener la salvación ha desaparecido por completo. Así que, si quieres llegar a donde te pueden conceder la salvación, la primera prueba que debes pasar es la de percibir y calar a Satanás, y también debes tener el coraje de levantarte, desenmascararlo y abandonarlo. ¿Dónde está Satanás entonces? Está a tu lado y a tu alrededor; incluso podría estar viviendo dentro de tu corazón. Si estás viviendo en el carácter de Satanás, se puede decir que le perteneces. No puedes ver ni tocar al Satanás ni a los espíritus malvados del reino espiritual, pero los satanases y los demonios vivientes que existen en la vida real están en todas partes. Toda persona que siente aversión por la verdad es malvada, y todo líder u obrero que no acepta la verdad es un anticristo o un falso líder. ¿Acaso no son esas personas satanases y demonios vivientes? Estas personas pueden ser las mismas que adoras y respetas; pueden ser las que te guían o las que has admirado, en las que has confiado, de las que has dependido y las que has esperado en tu corazón durante mucho tiempo. De hecho, sin embargo, son obstáculos que se interponen en tu camino y te impiden perseguir la verdad y obtener la salvación: son falsos líderes y anticristos. Pueden tomar el control de tu vida y de la senda que recorres, y pueden arruinar tu oportunidad de obtener la salvación. Si no los disciernes y los descubres, puede que te desorienten o que te capturen en cualquier momento. Por lo tanto, te encuentras en gran peligro. Si no puedes librarte de este peligro, te conviertes en la víctima sacrificial de Satanás.

La Palabra, Vol. IV. Desenmascarar a los anticristos. Punto 3: Excluyen y atacan a quienes persiguen la verdad

¿Qué actitud deberías tener ante los anticristos? Debes desenmascararlos y combatirlos. Si no sois más que uno o dos y sois demasiado débiles para enfrentaros a ellos vosotros solos, tendrás que unir fuerzas con varias personas que comprendan la verdad para denunciar y exponer a estos anticristos, y tendrás que seguir hasta que los echen. Me he enterado de que, en los dos últimos años, el pueblo escogido de Dios de varias zonas pastorales de la China continental se ha unido para destituir a falsos líderes y anticristos de su cargo; algunos de estos incluso dirigían grupos con capacidad de decisión, a pesar de lo cual el pueblo escogido de Dios los destituyó igualmente. El pueblo escogido de Dios no tuvo que esperar a la aprobación de lo Alto; basándose en los principios-verdad, fueron capaces de identificar a estos falsos líderes y anticristos —que no llevaban a cabo ningún trabajo real, siempre estaban atormentando a los hermanos y hermanas, actuaban salvajemente y perturbaban la obra de la casa de Dios— y se encargaron de ellos con prontitud. A algunos los expulsaron de los grupos con capacidad de decisión; a otros los echaron de la iglesia, ¡lo cual es estupendo! Esto demuestra que el pueblo escogido de Dios ya tiene un pie en el camino correcto de la fe en Dios. Algunos de sus miembros ya han comprendido la verdad y ahora poseen algo de estatura, ya no están controlados ni embaucados por Satanás, se atreven a alzarse y combatir contra las fuerzas malignas de Satanás. Asimismo, esto demuestra que las fuerzas de los falsos líderes y anticristos de la iglesia han dejado de tener la sartén por el mango. Por eso, ya no se atreven a que sus palabras y acciones sean tan flagrantes. En cuanto delaten su juego, habrá alguien allí para supervisarlos, discernirlos y rechazarlos. Es decir, en el corazón de quienes comprenden realmente la verdad, no tienen una posición dominante el estatus, la reputación y el poder del hombre. Dichas personas no dan ningún crédito a esas cuestiones. Cuando alguien busca proactivamente la verdad y habla sobre ella; cuando empieza a recapacitar y reflexionar sobre la senda que deberían transitar los creyentes en Dios, así como la manera en que deberían tratar a líderes y obreros; cuando empieza a sopesar a quién debería seguir la gente, qué comportamientos corresponden a quien sigue a un hombre y cuáles a quien sigue a Dios; y luego, tras haber buscado a tientas estas verdades y haberlas experimentado en el transcurso de varios años, cuando haya llegado, sin saberlo, a comprender algunas verdades y tener discernimiento, habrá ganado entonces un poco de estatura. Ser capaz de buscar la verdad en todas las cosas significa haber entrado en el camino correcto de la fe en Dios.

La Palabra, Vol. IV. Desenmascarar a los anticristos. Punto 3: Excluyen y atacan a quienes persiguen la verdad

Los anticristos tienen actitudes extremadamente crueles. Si intentas podarlos o dejarlos en evidencia, te odiarán y te clavarán los dientes como si fueran serpientes venenosas y, por mucho que lo intentes, no podrás desprenderte de ellos ni quitártelos de encima. ¿Sentís temor cuando os encontráis con tales anticristos? Algunas personas sienten temor y dicen: “No me atrevo a podarlos. Son tan feroces como serpientes venenosas y, si se enroscan en mí, estaré acabado”. ¿Qué clase de personas son estas? Tienen una estatura demasiado pequeña, no sirven para nada, no son los buenos soldados de Cristo y no pueden dar testimonio de Dios. Entonces, ¿qué debéis hacer cuando os encontráis con tales anticristos? Si te amenazan o intentan quitarte la vida, ¿tendrías miedo? En esas situaciones, debes aliarte rápidamente con tus hermanos y hermanas y levantaros, investigar, reunir pruebas y dejar en evidencia al anticristo hasta que se lo eche de la iglesia. Eso resuelve el problema en su totalidad. Cuando descubres a un anticristo y reconoces claramente que tiene las características de una persona malvada y que es capaz de castigar a otros y tomar represalias contra ellos, no esperes a que haga el mal y reúne pruebas antes de ocuparte de él. Esta es una actitud pasiva, y para entonces ya habrá provocado algunas pérdidas. Cuando los anticristos muestran que tienen las características de una persona malvada y revelan su carácter insidioso y malévolo, y están a punto de actuar, es mejor encargarse de ellos, afrontarlos, echarlos y expulsarlos. Esta es la estrategia más prudente. Algunas personas temen que los anticristos tomen represalias y por eso no se atreven a exponerlos. ¿No es una necedad? No eres capaz de proteger los intereses de la casa de Dios, lo que demuestra intrínsecamente que eres desleal a Dios. Te preocupa que un anticristo pueda encontrar algo que usar en tu contra para vengarse de ti: ¿cuál es el problema? ¿Puede ser que no confíes en la justicia de Dios? ¿No sabes que en Su casa reina la verdad? Incluso si un anticristo consigue encontrar algunos problemas de corrupción en ti y monta un escándalo sobre ellos, no debes preocuparte. En la casa de Dios, los problemas se resuelven en base a los principios-verdad. Que una persona incurra en transgresiones no significa que sea una persona malvada, y la casa de Dios nunca se encarga de alguien por una revelación momentánea de corrupción o por una transgresión ocasional. La casa de Dios se encarga de aquellos anticristos y personas malvadas que causan perturbaciones y hacen el mal de manera sistemática y que no aceptan ni siquiera una pizca de la verdad. La casa de Dios jamás agravia a una buena persona; trata a todos con justicia. Incluso si los falsos líderes o los anticristos acusan falsamente a una buena persona, la casa de Dios la vindicará. La iglesia jamás echa ni se encarga de una buena persona que puede desenmascarar anticristos y que tiene un sentido de la rectitud. Las personas temen todo el tiempo que los anticristos encuentren algo que usar en su contra para vengarse de ellas. Pero ¿no teméis ofender a Dios y provocar Su desdén? Si temes que un anticristo encuentre algo que usar en tu contra para vengarse de ti, ¿por qué no buscas pruebas de las acciones malvadas de ese anticristo para reportarlo y desenmascararlo? Con eso ganarás la aprobación y el apoyo del pueblo escogido de Dios y, más importante aún, Dios recordará tus buenas obras y acciones rectas. ¿Por qué no hacer eso, entonces? El pueblo escogido de Dios siempre debe tener presente la comisión de Dios. La depuración de las personas malvadas y de los anticristos es siempre la parte más decisiva de la batalla contra Satanás; si se gana esa batalla, se convertirá en el testimonio de un vencedor. La batalla contra los diablos y satanases es un testimonio vivencial que el pueblo escogido de Dios debe tener, y una realidad-verdad que los vencedores deben poseer. Dios les ha concedido mucha verdad a las personas; te ha guiado durante mucho tiempo y te ha proporcionado tanto con el objetivo de que des testimonio y protejas la obra de la iglesia. Resulta que, cuando las personas malvadas y los anticristos llevan a cabo acciones malvadas y perturban la obra de la iglesia, te vuelves asustadizo y retrocedes, huyendo y cubriéndote la cabeza con las manos. Eres un bueno para nada. No puedes vencer a los satanases, no has dado testimonio y Dios te detesta. En este momento crucial debes levantarte y librar una guerra contra los satanases, sacar a la luz las acciones malvadas de los anticristos, condenarlos y maldecirlos, dejarlos sin un lugar donde esconderse y depurarlos de la iglesia. Solo eso se puede considerar vencer a los satanases y sellar su sino. Eres un miembro del pueblo escogido de Dios, un seguidor de Dios. No puedes temer a los desafíos; debes actuar de acuerdo con los principios-verdad. Eso es lo que significa ser un vencedor. Si temes a los desafíos y transiges porque tienes miedo de que las personas malvadas o los anticristos tomen represalias, entonces, no eres un seguidor de Dios ni un miembro de Su pueblo escogido. Eres un bueno para nada, eres incluso inferior a la mano de obra. Algunos cobardes podrían decir: “Los anticristos son tremendos, son capaces de cualquier cosa. ¿Y si se vengan de mí?”. Esas son palabras atolondradas. Si temes que los anticristos tomen represalias, ¿dónde está tu fe en Dios? ¿Acaso Él no te ha protegido durante muchos años de tu vida? ¿Acaso los anticristos no están también en las manos de Dios? ¿Qué pueden hacerte ellos si Dios no lo permite? Además, sin importar lo malvados que sean los anticristos, ¿de qué son capaces realmente? ¿No es demasiado fácil para el pueblo escogido de Dios aliarse y desenmascararlos y encargarse de ellos? Entonces, ¿por qué temerlos? Tales personas son buenas para nada y no merecen seguir a Dios. Volved a vuestras casas, criad a vuestros hijos y vivid vuestra vida. Frente a los anticristos que perturban la obra de la iglesia y perjudican al pueblo escogido de Dios, ¿cómo debería responder Su pueblo escogido a las acciones malvadas de estos? ¿Cómo deberían mantenerse firmes en su testimonio aquellos que siguen a Dios? ¿Cómo deberían luchar contra las fuerzas de Satanás y los anticristos? Cuando los anticristos perturban, hacen el mal y se oponen a Dios, queda totalmente en evidencia si tú te sometes y eres leal a Él o si permaneces al margen y lo traicionas. Si no eres una persona que se somete a Dios y es leal a Él, entonces eres una persona que lo traiciona. No hay otra opción. Algunos individuos atolondrados y aquellos que carecen de discernimiento toman una postura neutral y se convierten en observadores neutrales. A ojos de Dios, esas personas no tienen lealtad hacia Él y lo han traicionado. Algunos individuos atolondrados, a causa de su cobardía, tienen miedo del castigo de los anticristos y, en su corazón, se preguntan de manera incesante: “¿Qué voy a hacer?”. Esa no es la pregunta que deberías hacerte. ¿Qué deberías hacer? (Cumplir nuestros propios deberes, exponer por completo las acciones malvadas de los anticristos, permitir que nuestros hermanos y hermanas aprendan a poner en práctica el discernimiento, y rechazar a los anticristos. No deberíamos preocuparnos por nuestra seguridad personal. Lo más importante que debemos tener en cuenta es cómo llevar a cabo nuestro deber cuando las personas malvadas perturban la obra de la iglesia). ¿Y si esto afecta a tu familia? (Debemos cumplir nuestro deber sin vacilar. No debemos dejarlo de lado ni dejar de estar firmes en nuestro testimonio por preocupaciones afectuosas relativas a la seguridad de nuestra familia). Correcto. Antes que nada, debes mantenerte firme en tu testimonio y luchar contra los anticristos y las personas malvadas hasta el fin, de manera tal que no tengan lugar en la casa de Dios. Si ellos están dispuestos a ser mano de obra, deja que lo hagan de acuerdo con las reglas, y que hagan lo que sean capaces de hacer. Si no están dispuestos a ser mano de obra, entonces todo el mundo debe unirse y expulsarlos para que no puedan perturbar, trastornar o arruinar la obra de la iglesia en la casa de Dios. Esto es lo primero que debes hacer y el testimonio en el que debes afirmarte. Además, debes comprender que tu familia y tu vida están en manos de Dios, y Satanás no se atreve a actuar precipitadamente. Dios ha dicho: “Sin el permiso de Dios, le resulta difícil incluso tocar una gota de agua o un grano de arena sobre la tierra; ni siquiera es libre para mover a las hormigas sobre la tierra, y mucho menos a la humanidad creada por Dios”. ¿Hasta qué punto eres capaz de creer en estas palabras? Luchar contra los anticristos y las personas malvadas revela el tamaño de tu fe. Si tu creencia en Dios es genuina, entonces tienes una fe verdadera. Si solo crees un poco, y esa creencia es vaga y vacía, entonces no tienes una fe verdadera. Si no crees que Dios puede tener soberanía sobre todo esto y que Satanás está bajo Su dominio; si sigues temiendo a los anticristos y a las personas malvadas y puedes tolerar que cometan maldades en la iglesia y que perturben y arruinen la obra de esta; si puedes ceder ante Satanás o suplicarle piedad para protegerte a ti mismo y no te atreves a alzarte y enfrentarte a ellos y te has convertido en un desertor, en alguien complaciente y en un espectador, entonces no tienes una creencia genuina en Dios. ¡Tu creencia en Dios se vuelve un interrogante, lo que la convierte en algo tremendamente patético! Cuando ves que los anticristos y las personas malvadas están provocando perturbaciones y trastornos en la casa de Dios, pero te mantienes indiferente; cuando traicionas los intereses de la casa de Dios y de Su pueblo escogido para proteger tu propia vida, a tu familia y todos tus intereses personales, te conviertes en un traidor, en un judas. Esto es simple y claro. A menudo hablamos sobre los anticristos y las personas malvadas y los diseccionamos, y comentamos cómo discernirlos y reconocerlos, todo con la finalidad de hablar claramente sobre la verdad y de dotar a la gente de discernimiento hacia ellos para que puedan desenmascararlos. De esta manera, el pueblo escogido de Dios ya no estará desorientado ni perturbado por los anticristos y podrá librarse de la influencia y las ataduras de Satanás. Algunas personas, de todos modos, albergan todavía en su corazón filosofías para los asuntos mundanos. No intentan discernir a las personas malvadas y a los anticristos, sino que cumplen el rol de complacientes. No luchan contra los anticristos, no les ponen límites claros y toman una postura debilitada, neutral, para proteger sus propios intereses. Permiten que esos diablos —estas personas malvadas y anticristos— permanezcan en la casa de Dios, invitando al peligro al promover a diablos. Permiten que estos diablos perturben de manera descontrolada la obra de la iglesia y el cumplimiento del deber de los hermanos y hermanas. ¿Qué papel cumplen estas personas? Se convierten en un escudo de los anticristos y en sus cómplices. Aunque tal vez no hagas las mismas cosas que ellos ni cometas las mismas acciones malvadas, participas en ellas: estás condenado. Toleras y das refugio a los anticristos, permitiendo que siembren el caos a tu alrededor sin que tomes ninguna acción ni hagas nada. ¿Acaso no estás participando en la maldad de los anticristos? Esa es la razón por la que algunos falsos líderes y personas complacientes se convierten en cómplices de los anticristos. Cualquiera que presencie cómo los anticristos perturban la obra de la iglesia, pero no los exponga ni les trace límites claros, se convierte en su lacayo y en su cómplice. No es sumiso ni leal a Dios. En los momentos cruciales de la batalla entre Dios y Satanás, se pone del lado de Satanás, protege a los anticristos y traiciona a Dios. Dios detesta a tales personas.

La Palabra, Vol. IV. Desenmascarar a los anticristos. Punto 9 (VIII)

Cuando descubras a un anticristo, déjame decirte que, si ejerce una influencia considerable y muchos líderes y obreros lo escuchan a él y no a ti, y si bien podrían aislarte o echarte al desenmascararlo, debes meditar cuidadosamente tu estrategia. No te enfrentes a él en solitario; tienes las de perder. Empieza por ponerte en contacto con unas pocas personas que comprendan la verdad y posean discernimiento, y busca compartir con ellas. Si alcanzáis un consenso, dirígete a otros dos líderes u obreros que sean capaces de aceptar la verdad y de llegar a un acuerdo. Entre varias personas juntas, desenmascarad al anticristo y lidiad con él. De esta forma, tendréis una posibilidad de éxito. Si su influencia es muy grande, también podéis enviar una carta de denuncia a lo Alto. Esta es la mejor opción. Si algunos líderes y obreros intentan reprimiros de verdad, podéis decirles: “¡Si no aceptáis nuestro desenmascaramiento y nuestra denuncia, elevaremos el asunto a lo Alto y dejaremos que este se ocupe de vosotros!”. Esto aumentará vuestras posibilidades de éxito, pues no se atreverán a ir contra vosotros. Cuando trates con un anticristo, debes adoptar una táctica fiable: nunca luches solo. Si no cuentas con el apoyo de varios líderes y obreros, tus esfuerzos se verán abocados al fracaso a menos que puedas escribir una carta de denuncia y entregársela a lo Alto. Los anticristos son insidiosos y arteros en grado sumo. Si no cuentas con pruebas suficientes, abstente de ir contra un anticristo. Resulta inútil razonar o debatir con él, o intentar cambiarlo dándole muestras de amor; compartir la verdad tampoco funcionará; no lograrás cambiarlo. En una situación en la que no puedes cambiarlo, la mejor manera de proceder no consiste en tener una charla de corazón con él, ni razonar con él, ni esperar a que se arrepienta. En vez de eso, desenmascáralo y denúncialo sin que se entere, deja que lo Alto se encargue de él y anima a más gente a desenmascararlo, denunciarlo y rechazarlo, lo cual conducirá a que, a la larga, sea extirpado de la iglesia. ¿No se trata de una buena estrategia? Si pretende sonsacarte tus pensamientos más íntimos, sondearte y averiguar si tienes algún discernimiento hacia él, ¿qué deberías hacer si ya lo has identificado como un anticristo? (No debería hablar con él con sinceridad, sino seguirle la corriente por el momento, sin dejar que descubra mi discernimiento, y luego debería desenmascararlo y denunciarlo en privado). ¿Qué te parece este enfoque? (Bien). Tienes que calar las artimañas de los diablos y satanases para evitar activar sus trampas o caer en sus fosos. Cuando trates con satanases y diablos, debes usar tu sabiduría y abstenerte de hablar con ellos con sinceridad, pues esto solo puedes hacerlo con Dios y con los verdaderos hermanos y hermanas. Nunca debes sincerarte con satanases, ni con diablos, ni con anticristos. Solo Dios es digno de comprender lo que reside en tu corazón, de escrutarlo y de ejercer la soberanía sobre él. Nadie, y en especial los diablos y satanases, está capacitado para controlar o escrutar tu corazón. Por lo tanto, si los diablos y satanases intentan sonsacarte la verdad, tienes derecho a decir “no”, a negarte a responder y a callarte información; ese es tu derecho. Si dices: “Diablo, quieres sonsacarme mis palabras, pero no te hablaré con sinceridad, no te las diré. Te denunciaré, ¿qué vas a hacerme? Si te atreves a atormentarme, te denunciaré; si me atormentas, ¡Dios te maldecirá y te castigará!”. ¿Esto funciona? (No). La Biblia dice: “Sed astutos como las serpientes e inocentes como las palomas” (Mateo 10:16). En tales situaciones, debes ser tan astuto como las serpientes; deberías ser astuto. Nuestro corazón solamente puede escrutarlo y poseerlo Dios, solo debemos entregárselo a Él. Solo Dios es digno de nuestro corazón, ¡los satanases y diablos no son merecedores de él! Por lo tanto, ¿los anticristos tienen derecho a saber lo que reside en nuestro corazón o lo que pensamos? No tienen ese derecho. ¿Qué propósito persiguen cuando tratan de sonsacarte la verdad y sondearte? Pretenden apoderarse de ti; debes reconocerlo claramente. Así pues, no les hables con sinceridad. Tienes que ingeniártelas para unir a más hermanos y hermanas, de modo que juntos podáis desenmascararlos y rechazarlos, derrocarlos e impedir que triunfen jamás. Desarraigarlos de la iglesia y negarles cualquier opción de volver a perturbar la casa de Dios y ejercer el poder allí.

La Palabra, Vol. IV. Desenmascarar a los anticristos. Punto 14: Tratan la casa de Dios como su propio dominio personal

Habrá gente que diga: “Los anticristos no son más que personas con un carácter corrupto. Las personas tienen sentimientos humanos. Si apelas a sus emociones, les explicas las cosas con lógica y les aclaras los pros y los contras, quizá, cuando comprendan el razonamiento, no actúen así. Quizá admitan sus errores, se arrepientan y abandonen la senda de los anticristos. Quizá no establezcan su propio dominio dentro de la casa de Dios, ni atraigan a sus seguidores acérrimos para monopolizar el poder en esta, ni se involucren en este tipo de actos que no son conformes a la humanidad y la moral”. ¿Se puede influir así en los anticristos? (No). ¿Alguien ha llegado a cambiar a un anticristo? Hay quien dice: “Quizá su madre no lo educó de pequeño como era debido, quizá lo malcriaron. Pero, si su madre hablara con él ahora, o si el miembro de su familia que tenga mayor prestigio, o el que sea creyente desde hace más tiempo, razonara con él, quizá dejaría de hacer las cosas que hacen los anticristos”. ¿Se sostiene esto? (No). ¿Por qué no? (Razonar con ellos no funciona; cuantas más cosas les digas, más resentidos estarán. Si luego los desenmascaras y los podas, te odiarán). Correcto. ¿No han oído ya bastante la verdad y las palabras de Dios? Algunos anticristos han sido creyentes durante diez o veinte años y no han experimentado ninguna transformación. Han leído mucho las palabras de Dios, pero ¿por qué no se ha producido ningún cambio? Es porque sus corazones rebosan de maldad; si ni siquiera Dios los salva, ¿cómo van a cambiarlos los humanos con el poco conocimiento y la poca doctrina que poseen? En la sociedad humana, los países cuentan con una educación y, además, existen leyes, todo lo cual fomenta que la gente aprenda a ser buena y evite cometer delitos. Pero ¿por qué las personas no cambian? ¿Han tenido los sistemas y la educación nacionales algún efecto positivo en la sociedad? ¿Tienen estas cosas promovidas por la nación alguna transcendencia o valor educativos para la especie humana? ¿Han sido eficaces? (No). Y las instituciones jurídicas de cada país, como los reformatorios de menores y las cárceles, que son los lugares más altos y estrictos para disciplinar a la gente, ¿han cambiado la esencia de los individuos? Por ejemplo, ciertos violadores, ladrones y maleantes entran y salen de la cárcel tantas veces que se han convertido en delincuentes habituales, pero ¿se rehabilitan al final? No, nadie puede cambiarlos. La esencia de una persona es inalterable. Lo mismo ocurre con la de los anticristos. La práctica de monopolizar el poder representa su esencia, la cual no puede cambiarse. ¿Cuál es la actitud de Dios hacia este tipo de personas inmutables? ¿Es la de hacer todo lo posible para cambiarlos y salvarlos, para luego lograr una transformación de su naturaleza? ¿Hace Dios esta labor? (No). Ahora que entendéis que Dios no obra de esta forma, ¿cómo deberíais lidiar con los anticristos? (Rechazándolos). Primero, discerniéndolos y diseccionándolos, y, una vez que los tengáis calados, rechazándolos. No rechaces a nadie basándote solo en tus nociones y figuraciones, por considerar que es arrogante y sentencioso y que es como un anticristo. Esto no servirá; no te ciegues. A través del trato, la investigación y el discernimiento, establece y confirma de manera gradual que alguien es un anticristo. Primero, comunícalo y disecciónalo ante todos, disciérnelo, y luego únete a los miembros de la iglesia que persiguen la verdad y poseen un sentido de la rectitud para rechazarlos. El mejor método para lidiar con los anticristos es primero discernirlos y diseccionarlos, y luego rechazarlos.

La Palabra, Vol. IV. Desenmascarar a los anticristos. Punto 14: Tratan la casa de Dios como su propio dominio personal

¿Por qué quiere la casa de Dios expulsar a los anticristos? ¿Sería lo correcto mantenerlos y permitir que rindan servicio? ¿Sería lo correcto darles la oportunidad de arrepentirse? (No). ¿Existe alguna posibilidad de que puedan perseguir la verdad? (Los anticristos no pueden perseguir la verdad). Ahora habéis descubierto que los anticristos son personas malvadas que pertenecen a Satanás y no pueden arrepentirse, que es la razón por la que han sido expulsados. No se expulsa a nadie a la ligera. La casa de Dios ejerce la paciencia una y otra vez, les da repetidas ocasiones de arrepentirse y les da margen, de modo que no se acuse erróneamente a las buenas personas ni se expulse ni malogre a nadie a la ligera. No es cosa fácil creer en Dios durante tantos años; la casa de Dios es tolerante con cualquiera hasta que se le desentraña y se le revela por completo. Sin embargo, ¿pueden arrepentirse los anticristos? No. El papel que desempeñan en la casa de Dios es el de lacayos de Satanás, desmantelan, trastornan y perturban la obra de la casa de Dios. Aunque tienen algunos dones y talento, no podrían trabajar arduamente para hacer bien su deber ni embarcarse en la senda correcta. Aunque los anticristos tengan algunos aspectos útiles, no van a hacer de ninguna manera una contribución positiva a la obra de Dios en Su casa. No hacen otra cosa que no sea trastornar, perturbar y socavar la obra de Dios, y no hacen cosas buenas. Los mantuviste para observarlos y darles la oportunidad de arrepentirse, pero se mostraron incapaces de ello. Al final, la solución que se adoptó fue la de expulsarlos. Antes de hacerlo, ya habías desentrañado el hecho de que esta clase de persona era un anticristo que preferiría morir antes que arrepentirse, que eran antagonistas respecto a Dios y la verdad. En consecuencia, fueron expulsados. De tratarse de buenas personas, ¿los habrían expulsado? ¿Los habrían expulsado si hubieran podido aceptar la verdad y arrepentirse? Como mucho, los habrían cesado de su deber y enviado a prácticas devocionales espirituales y a la reflexión, no se los habría expulsado. Una vez que la casa de Dios decide expulsar a alguien, significa que esta persona supondría un gran daño para la casa de Dios si se le permitiera quedarse. No haría cosas buenas, solo causaría trastornos y perturbaciones y haría toda clase de cosas malas. Sea cual sea la iglesia en la que se encuentre, esta se vería perturbada por ella hasta el punto de dispersarse como la arena, de que el trabajo se estanque, la mayoría de la gente se sienta muy abatida y pierda la fe en Dios, y de que algunos incluso quieran poner fin a su fe y no puedan continuar haciendo su deber. ¿A qué se debe esto? Lo causan las perturbaciones de los anticristos. Hay que ocuparse de los anticristos, hay que echarlos y expulsarlos para que la iglesia tenga algo de esperanza, para que la vida de iglesia se vuelva normal y el pueblo escogido de Dios entre en el camino correcto de creer en Dios. Hay quien dice: “Dios es amor, así que también deberíamos darles a los anticristos la oportunidad de arrepentirse”. Estas palabras suenan muy bien, pero ¿de verdad son así las cosas? Observad con atención, ¿qué anticristos y personas malvadas llegaron a conocerse a sí mismos después de que los expulsaran y fueron capaces de perseguir la verdad y de amarla? ¿Cuáles se arrepintieron? Ninguno se arrepintió y todos rechazaron con obstinación confesar sus pecados y, sin embargo, muchos años después los vuelves a ver, siguen iguales, todavía se aferran a esas cosas que pasaron entonces y no las dejan ir, tratan de justificarse y explicarse. Su carácter no ha cambiado en absoluto. Si admites que vuelvan y les permites retomar la vida de iglesia y hacer su deber, seguirán trastornando y perturbando la obra de la iglesia. Igual que Pablo, cometerán los mismos viejos errores, se exaltarán y darán testimonio de sí mismos. No pueden en absoluto caminar por la senda de perseguir la verdad y emprenderán la vieja senda, la de un anticristo, la senda de Pablo. Esta es la base para expulsar a los anticristos.

La Palabra, Vol. IV. Desenmascarar a los anticristos. Punto 9 (VIII)

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