11. La diferencia entre el carácter y la esencia de los anticristos
Palabras de Dios Todopoderoso de los últimos días
Una persona que solo tiene el carácter de un anticristo no puede ser catalogada como un anticristo en esencia. Solo quienes tienen la esencia-naturaleza de los anticristos son auténticos anticristos. Sin duda, aparecen diferencias en la humanidad de los dos, y bajo el control de diferentes tipos de humanidad, las posturas que esas personas albergan hacia la verdad tampoco son las mismas, y cuando las posturas que la gente alberga hacia la verdad no son las mismas, los caminos que eligen son diferentes; y cuando los caminos que elige la gente son diferentes, los principios y las consecuencias resultantes de sus acciones también tienen sus diferencias. Debido a que una persona que solo posee el carácter de un anticristo dispone de una conciencia que funciona, tiene razón y sentido del honor y, relativamente hablando, ama la verdad, cuando revela su carácter corrupto, en su corazón surge un reproche. En esos momentos, puede reflexionar sobre sí misma y conocerse, y puede admitir su carácter corrupto y su revelación de corrupción, lo que le permite rebelarse contra la carne y su carácter corrupto, para así llegar a practicar la verdad y someterse a Dios. Sin embargo, con un anticristo, este no es el caso. Debido a que no les funciona la conciencia ni tienen conocimiento de ella, y menos aún poseen sentido del honor, cuando revelan su carácter corrupto, no miden con el referente de las palabras de Dios si su revelación es correcta o incorrecta, o si su carácter es corrupto o corresponde a una humanidad normal, o si está de acuerdo con la verdad. Nunca reflexionan sobre estas cosas. Entonces, ¿cómo se comportan? Sostienen en todo momento que el carácter corrupto que revelan y el camino que eligen son los correctos. Creen que todo lo que hacen es correcto y que todo lo que dicen también lo es; se empeñan en mantener sus puntos de vista. Y entonces, por muy grande que sea el mal que hagan, por muy grave que sea el carácter corrupto que revelen, no reconocerán la gravedad del asunto, y ciertamente no comprenderán el carácter corrupto que han revelado. Por supuesto, tampoco dejarán de lado sus deseos ni se rebelarán contra su ambición ni contra su carácter corrupto para elegir una senda que sea la de la sumisión a Dios y a la verdad. De estos dos resultados diferentes se desprende que, si una persona con el carácter de un anticristo ama en su corazón la verdad, tiene la posibilidad de lograr comprenderla y de ponerla en práctica, y de alcanzar así la salvación. Por otro lado, el tipo de persona que posee la esencia de un anticristo no puede comprender la verdad ni ponerla en práctica, ni tampoco puede alcanzar la salvación. Esa es la diferencia entre ambos.
La Palabra, Vol. IV. Desenmascarar a los anticristos. Digresión cinco: Resumen de la calidad humana de los anticristos y de su esencia-carácter (II)
¿Qué es una enfermedad mortal: tener la esencia de un anticristo o el carácter de uno? (Tener la esencia de un anticristo). ¿Es así? (Sí). Piénsalo detenidamente y luego vuelve a responder. (Tanto tener la esencia de un anticristo como el carácter de uno son enfermedades mortales). ¿Y eso por qué? (Porque las personas con la esencia de un anticristo no perseguirán la verdad, y lo mismo sucede con las personas con el carácter de un anticristo. Sea cual sea el problema con el que se encuentren, aquellos con el carácter de un anticristo nunca se centran en perseguir la verdad y no tienen siquiera un mínimo de humanidad y razón; la gente así es incapaz de obtener la verdad y de lograr la salvación; esto también es una enfermedad mortal). ¿A quién más le gustaría hablar? (Mi comprensión es que ninguna de esas dos cosas es una enfermedad mortal, pero el hecho de que alguien no persiga la verdad sí que lo es). Es una manera interesante de verlo. Sin embargo, hay una condición previa para ello, que es la esencia de un anticristo. Aquellos que poseen la esencia de un anticristo simplemente no persiguen la verdad, son incrédulos. Poseer la esencia de un anticristo es de lo más peligroso. ¿Qué significa tener la esencia de un anticristo? Significa que esa gente simplemente no persigue la verdad, solo el estatus, son los enemigos de Dios por naturaleza, son anticristos, son la personificación de Satanás, son diablos de nacimiento, no tienen humanidad, son materialistas, son incrédulos estándar, y tales personas sienten aversión por la verdad. ¿Qué significa que “sienten aversión por la verdad”? Significa que no creen que Dios sea la verdad, no reconocen el hecho de que Dios sea el Creador, y mucho menos reconocen que Él tenga soberanía sobre todas las cosas y sobre todo. Por tanto, cuando a tales personas se les da la oportunidad de perseguir la verdad, ¿pueden hacerlo? (No). Dado que no pueden perseguirla y son siempre los enemigos de la verdad y de Dios, nunca podrán obtener la verdad. Ser siempre incapaz de obtener la verdad es una enfermedad mortal. Y todos aquellos que poseen el carácter de un anticristo comparten similitudes en cuanto al carácter con aquellos que poseen la esencia de un anticristo: exhiben las mismas manifestaciones, las mismas revelaciones, e incluso la manera en la que exhiben estas manifestaciones y revelaciones, su modo de pensar y sus nociones y figuraciones sobre Dios son los mismos. Sin embargo, para los que poseen el carácter de un anticristo, con independencia de si pueden aceptar la verdad y reconocer el hecho de que Dios es el Creador, mientras no persigan la verdad, su carácter de anticristo se convierte en una enfermedad mortal y por eso su desenlace será el mismo que el de aquellos con la esencia de un anticristo. Sin embargo, por fortuna hay algunos entre aquellos con el carácter de un anticristo que poseen humanidad, razón, conciencia y sentido de la vergüenza, que aman las cosas positivas y que poseen las condiciones para que Dios los salve. Como persiguen la verdad, esta gente logra el cambio de carácter, desecha sus actitudes corruptas y su carácter de anticristo, de modo que su carácter de anticristo deja de ser una enfermedad mortal para ellos y existe una posibilidad de que se salven. ¿En qué circunstancias se puede decir que poseer el carácter de un anticristo es una enfermedad mortal? Hay un requisito previo para esto, el de que, aunque estas personas reconozcan la existencia de Dios, crean en Su soberanía, crean y reconozcan todo lo que Dios dice y sean capaces de llevar a cabo su deber, siga faltándoles una cosa: nunca practican la verdad ni la persiguen. Así que su carácter de anticristo se vuelve fatal para ellas y puede costarles la vida. En lo que respecta a los que tienen la esencia de un anticristo, sean cuales sean las circunstancias, para estas personas no es posible amar la verdad ni aceptarla, y tampoco pueden obtenerla nunca. ¿Lo entiendes? (Sí). Lo entiendes. Repítemelo. (Aquellos con la esencia de un anticristo son los enemigos de Dios por naturaleza. No son en absoluto personas que amen y puedan aceptar la verdad, y es imposible que la obtengan jamás, así que para ellos su carácter de anticristo es una enfermedad mortal. En cambio, ciertas personas que poseen el carácter de un anticristo, si presentan el requisito previo de tener humanidad, razón, conciencia y sentido de la vergüenza, así como de amar las cosas positivas y perseguir la verdad, y luego logran un cambio de carácter por medio de la búsqueda de la verdad, sí están siguiendo la senda correcta y, para ellas, su carácter de anticristo no es una enfermedad mortal. Todo esto lo determina la esencia de esas personas y la senda que siguen). Es decir, no es posible que alguien con la esencia de un anticristo persiga nunca la verdad ni pueda alcanzar la salvación, mientras que aquellos con el carácter de un anticristo se pueden clasificar en dos clases: una persigue la verdad y puede lograr la salvación, y la otra no persigue la verdad en absoluto ni puede lograr la salvación. Aquellos que no pueden lograr la salvación son todos mano de obra, ciertos contribuyentes de mano de obra leales pueden perdurar y es posible que obtengan un resultado diferente.
¿Por qué no puede la gente con la esencia de un anticristo lograr la salvación? Porque esas personas no reconocen la verdad ni reconocen que Dios sea la verdad. No reconocen que haya cosas positivas ni las aman. En cambio, aman las cosas perversas y las negativas, son la personificación de todo lo que es perverso y negativo, y son los que expresan todas las cosas negativas y perversas, y por eso sienten aversión por la verdad, son hostiles a ella y la odian. ¿Pueden perseguir la verdad con una esencia tal? (No). Por tanto, es imposible que persigan la verdad. ¿Es posible transformar a un animal en otra especie? Por ejemplo, ¿se puede convertir a un gato en un perro o en un ratón? (No). Un ratón siempre será un ratón, a menudo se ocultará en agujeros y vivirá en las sombras. Un gato siempre será el enemigo natural de un ratón, y eso no se puede cambiar; siempre será así. Sin embargo, hay algunos entre aquellos con el carácter de un anticristo que aman la verdad y las cosas positivas, que están dispuestos a darlo todo por practicar y perseguir la verdad. Practican cualquier cosa que diga Dios, lo siguen sea cual sea Su guía, hacen cualquier cosa que Dios les pida, la senda que siguen se conforma por completo a la senda que requiere Dios, y persiguen de acuerdo con el rumbo y los objetivos indicados por Él. Respecto a los otros, aparte del hecho de que no persiguen la verdad, también siguen la senda del anticristo y no es complicado imaginar cuál será el desenlace de esas personas. No solo no obtendrán la verdad, sino que también perderán la ocasión de salvarse, ¡qué lamentables son! Dios les concede oportunidades y además les aporta la verdad y la vida, pero no aprecian esas cosas y no siguen la senda de ser hechos perfectos. No es que Dios favorezca a algunos más que a otros y no les dé oportunidades a esas personas, sino que la razón de que pierdan la ocasión de salvarse es que no aprecian tales ocasiones ni actúan como Dios lo requiere. Por tanto, su carácter de anticristo se convierte en fatal y provoca que pierdan la vida. Creen que entender algunas doctrinas y exhibir algunas acciones externas y un buen comportamiento significa que Dios no indagará en el asunto de su carácter de anticristo, que pueden ocultarlo y que, por consiguiente, no hace falta evidentemente que practiquen la verdad y pueden hacer cualquier cosa que quieran, así como obrar conforme a su propio entendimiento, métodos y deseos. Al final, no importa qué oportunidades les conceda Dios, insisten en aferrarse a su propio rumbo, siguen la senda de un anticristo y se convierten en los enemigos de Dios. No se convierten en enemigos de Dios porque Él los definiera como tal desde el comienzo; al principio Dios no los definió de ninguna manera, porque a Sus ojos no eran Sus enemigos ni personas con la esencia de un anticristo, sino que más bien eran solo personas con actitudes satánicas y corruptas. Por muchas verdades que exprese Dios, ellos siguen sin esforzarse por la verdad en su búsqueda. No pueden emprender la senda de la salvación y, en su lugar, siguen la senda de un anticristo, por lo que al final pierden la oportunidad de salvarse. ¿No es eso una vergüenza? ¡Es una enorme vergüenza! Estas personas son muy lamentables. ¿Por qué son lamentables? Al entender unas pocas palabras y doctrinas ya piensan que entienden la verdad; pagan un pequeño precio y exhiben algo de buen comportamiento en el cumplimiento de su deber y piensan que están practicando la verdad; tienen algo de talento, calibre y dones y pueden pronunciar algunas palabras y doctrinas, hacer algo de trabajo, realizar algunos deberes especiales, y con eso creen que han obtenido vida; pueden padecer un poco de sufrimiento y pagar un módico precio y piensan erróneamente que son capaces de someterse a Dios y de darlo todo por Él. Se sirven de su buen comportamiento externo, de sus dones y de las palabras y doctrinas con las que se han provisto para suplantar la práctica de la verdad; ese es su mayor problema, su punto fatal. Eso les hace creer erróneamente que ya se han embarcado en la senda de la salvación y que poseen estatura y vida. En cualquier caso, si al final no son capaces de lograr la salvación, no tienen a nadie a quien culpar más que a sí mismos. Esto se debe a que no se centran en la verdad, no la persiguen y están más que dispuestos a seguir la senda de los anticristos.
La Palabra, Vol. IV. Desenmascarar a los anticristos. Punto 9 (IV)
Todos los que transitan la senda de los anticristos son personas con el carácter de un anticristo, y lo que transitan quienes tienen el carácter de un anticristo es la senda de los anticristos. Sin embargo, hay una pequeña diferencia entre la gente con el carácter de un anticristo y los anticristos. Que alguien tenga el carácter de un anticristo y transite su senda no indica necesariamente que sea uno de ellos. Pero si no se arrepiente y no puede aceptar la verdad, podría transformarse en uno. Aún hay esperanza y una oportunidad de que las personas que transitan la senda de los anticristos se arrepientan, porque todavía no se han convertido en anticristos. Si hacen cosas malvadas de toda clase y se las clasifica como anticristos y, por tanto, se las echa y se las expulsa de inmediato, ya no tendrán la oportunidad de arrepentirse. Si alguien que transita la senda de los anticristos no ha hecho aún muchas cosas malvadas, eso al menos demuestra que todavía no es una persona malvada. Si puede aceptar la verdad, hay un rayo de esperanza para él. Si no la acepta, pase lo que pase, entonces será muy difícil que sea salvada, aunque no haya cometido todo tipo de maldades. ¿Por qué no pueden ser salvados los anticristos? Porque no aceptan la verdad en lo más mínimo. Por mucho que la casa de Dios hable sobre ser una persona honesta, acerca de cómo uno debe ser abierto y franco, presentarse y decir lo que uno tiene que decir y no engañar, no pueden aceptarlo. Todo el tiempo sienten que la gente sale perdiendo al ser honesta y que es una necedad decir la verdad. Están empecinados en no ser personas honestas. Esta es la naturaleza de los anticristos, que siente aversión por la verdad y la odia. ¿Cómo puede ser salvada una persona si no acepta la verdad en lo más mínimo? Si alguien que transita la senda de los anticristos puede aceptar la verdad, hay una diferencia clara entre él y los anticristos. Todos los anticristos son personas que no aceptan ni un ápice de la verdad. No importa cuántas cosas incorrectas o malvadas hayan hecho ni cuánto hayan perjudicado la obra de la iglesia y los intereses de la casa de Dios, jamás reflexionan ni se conocen a ellos mismos. Incluso si se los poda, no aceptan ninguna verdad en absoluto; es por eso que la iglesia los clasifica como personas malvadas, como anticristos. Un anticristo, como mucho, únicamente admitirá que sus acciones vulneran los principios y no están de acuerdo con la verdad, pero nunca jamás admitirá que hace el mal a propósito o que se opone a Dios a propósito. Solo reconocerá sus errores, pero no aceptará la verdad y, después, continuará haciendo el mal como antes, sin practicar verdad alguna. A partir del hecho de que un anticristo nunca acepta la verdad, se puede ver que la esencia-naturaleza de los anticristos es la de sentir aversión por la verdad y odiarla. Continúan siendo personas que se resisten a Dios como siempre, independientemente de cuántos años lleven creyendo en Él. La especie humana corriente y corrupta, por otra parte, puede tener, en su totalidad, el carácter de un anticristo, pero hay una diferencia entre los humanos y los anticristos. Hay cierto número de personas que pueden comprometerse de corazón con las palabras de Dios sobre el juicio y el desenmascaramiento después de haberlas escuchado, sopesarlas repetidas veces y reflexionar sobre sí mismas. Puede que entonces observen: “Así que este es el carácter de un anticristo; esto es transitar la senda de los anticristos. ¡Es un asunto serio! Yo tengo esos estados y comportamientos, tengo esa clase de esencia; ¡yo soy ese tipo de persona!”. Entonces piensan en cómo pueden despojarse de ese carácter de anticristo y se arrepienten de verdad, y a partir de ahí pueden proponerse no transitar la senda de los anticristos. En su trabajo y en su vida, en su actitud hacia las personas, los acontecimientos y las cosas y hacia la comisión de Dios, pueden reflexionar sobre sus propias acciones y comportamientos, sobre por qué no pueden someterse a Dios, por qué viven siempre regidas por un carácter satánico, por qué no pueden rebelarse contra la carne y contra Satanás. Por lo tanto, oran a Dios, aceptan Su juicio y castigo y le imploran que las salve de su carácter corrupto y de la influencia de Satanás. Que tengan la resolución de hacer esto demuestra que pueden aceptar la verdad. Asimismo, estas personas revelan un carácter corrupto y actúan según su voluntad; la diferencia es que un anticristo no solo tiene la ambición y el deseo de establecer un reino independiente, sino que tampoco aceptará la verdad pase lo que pase. Ese es el talón de Aquiles de un anticristo. Si, por otro lado, una persona con el carácter de un anticristo puede aceptar la verdad y orar a Dios y confiar en Él, y si desea despojarse del carácter corrupto de Satanás y transitar la senda de la búsqueda de la verdad, entonces, ¿de qué forma esa oración y esa resolución beneficiarán su entrada en la vida? Como mínimo, hará que reflexione sobre sí misma y se conozca mientras cumple su deber; hará que use la verdad para resolver problemas, de tal manera que pueda llevar a cabo su deber de manera satisfactoria. Esa es una de las formas en las que la beneficiarán. Más allá de eso, con el entrenamiento que le proporciona el cumplimiento de su deber, será capaz de tomar la senda de la búsqueda de la verdad. Ante cualquier dificultad que encuentre, podrá buscar la verdad, concentrarse en aceptarla y practicarla; será capaz de despojarse gradualmente de su carácter satánico y de llegar a someterse a Dios y adorarlo. Puede alcanzar la salvación de Dios practicando de esa manera. Las personas con el carácter de un anticristo pueden revelar corrupción de vez en cuando, puede que sigan hablando y actuando en pos de su fama, ganancia y estatus a pesar de sí mismas y que continúen trabajando según su propia voluntad, pero en cuanto se dan cuenta de que están revelando su carácter corrupto, sienten remordimiento y oran a Dios. Esto demuestra que son personas que pueden aceptar la verdad, que se someten a la obra de Dios; demuestra que persiguen la entrada en la vida. No importa cuántos años tenga de experiencia una persona ni cuánta corrupción haya revelado, al final será capaz de aceptar la verdad y de entrar en la realidad-verdad. Es alguien que se somete a la obra de Dios. Y al hacer todo eso, queda demostrado que ya ha sentado las bases en el camino verdadero. Sin embargo, algunos de los que transitan la senda de los anticristos no pueden aceptar la verdad. Para ellos, la salvación será igual de difícil de alcanzar que para los anticristos. Las personas así no sienten nada cuando escuchan palabras de Dios que desenmascaran a los anticristos, sino que se muestran indiferentes e impasibles. Cuando la enseñanza se dirige hacia el tema del carácter de los anticristos, admiten que tienen el carácter de uno y que están transitando la senda de los anticristos. Hablan muy bien sobre ello. No obstante, cuando llega el momento de practicar la verdad, seguirán negándose a hacerlo; actuarán según su propia voluntad, apoyándose en su carácter de anticristos. Si les preguntas: “¿Tienes una lucha interna cuando revelas el carácter de un anticristo? ¿Sientes reprobación hacia ti mismo cuando hablas para proteger tu estatus? ¿Reflexionas y llegas a conocerte a ti mismo cuando revelas el carácter de un anticristo? ¿Sientes remordimientos en el corazón cuando descubres tu carácter corrupto? ¿Te arrepientes o haces algún cambio después?”, no sabrán qué responder, porque no han tenido ninguna experiencia ni encuentro parecidos. No podrán decir nada. Las personas así, ¿son capaces de arrepentirse de verdad? Sin duda no será fácil. Quienes realmente persiguen la verdad se sienten incómodos ante cualquier revelación del carácter de un anticristo en ellos mismos, se ponen nerviosos y llegan a pensar: “¿Por qué no puedo simplemente despojarme de este carácter satánico? ¿Por qué siempre revelo un carácter corrupto? ¿Por qué este carácter corrupto que tengo es tan obstinado e inextricable? ¿Por qué es tan difícil entrar en la realidad-verdad?”. Esto demuestra que su experiencia de vida es superficial y que aún no se ha resuelto gran parte de su carácter corrupto. Es por eso que la batalla en su corazón se propaga con tanta fuerza cuando algo les sobreviene y por eso también se llevan la peor parte de ese tormento. Aunque tienen la resolución de despojarse de su carácter satánico, seguramente no puedan evitar batallar contra él en su corazón; y ese estado de conflicto se intensifica cada día. Y cuanto más profundizan en su autoconocimiento y ven lo extremadamente corruptos que son, más ansían ganar la verdad y la valoran y podrán aceptar y practicar la verdad de manera ininterrumpida en el transcurso de ese proceso de conocerse a sí mismos y su carácter corrupto. Poco a poco, su estatura aumentará y su carácter-vida comenzará a cambiar de verdad. Si siguen intentando experimentar de esta manera, su situación mejorará año tras año y, al final, serán capaces de vencer a la carne y despojarse de su corrupción, de practicar la verdad con frecuencia y de alcanzar la sumisión a Dios. ¡La entrada en la vida no es fácil! Es como reanimar a alguien que está a punto de morir: la responsabilidad que uno puede cumplir es la de compartir la verdad, darle apoyo, proveer para él o podarlo. Si puede aceptarlo y someterse, hay esperanza para él; puede que tenga la suerte de escapar y las cosas se frenarán en seco antes de la muerte. Sin embargo, si se niega a aceptar la verdad y no sabe nada en absoluto sobre sí mismo, entonces está en peligro. Algunos anticristos pasan uno o dos años sin conocerse a sí mismos tras ser descartados y no reconocen sus errores. En ese caso, no hay señales de que quede algo de vida en ellos, y eso demuestra que ya no tienen oportunidad de ser salvados. ¿Puedes aceptar la verdad cuando vas a ser podado? (Sí). Entonces, hay esperanza. ¡Eso es algo bueno! Si puedes aceptar la verdad, tienes esperanza de ser salvado.
La Palabra, Vol. IV. Desenmascarar a los anticristos. Punto 8: Quieren que los demás se sometan solo a ellos, no a la verdad ni a Dios (II)
Algunos líderes y obreros han revelado a menudo en el pasado las actitudes de un anticristo: eran libertinos y arbitrarios, y siempre era a su manera o nada. Sin embargo, no cometían ninguna maldad evidente y su humanidad no era tan mala. Al ser podados, al recibir ayuda de los hermanos y hermanas, o al ser transferidos o reemplazados, tras ser negativos durante algún tiempo, finalmente se dan cuenta de que lo que antes revelaban eran actitudes corruptas, están dispuestos a arrepentirse e incluso piensan: “Lo que más importa es continuar realizando mi deber, pase lo que pase. Aunque estaba caminando por la senda de un anticristo, no fui clasificado como tal. Esa es la misericordia de Dios, así que debo trabajar en mi fe y en mi búsqueda con ahínco. En el camino de la búsqueda de la verdad, nada es incorrecto”. Poco a poco dan un giro, y acaban arrepintiéndose. Existen buenas manifestaciones en ellos, cuando llevan a cabo su deber, son capaces de buscar los principios-verdad, y también los buscan cuando se relacionan con otros. En todos los aspectos, entran en una dirección positiva. ¿Acaso no han cambiado? Han pasado de caminar por la senda de los anticristos a caminar por la senda de la práctica y la búsqueda de la verdad. Les queda esperanza y una oportunidad de poder alcanzar la salvación. ¿Puedes clasificar a tales personas como anticristos porque una vez exhibieron ciertas manifestaciones de un anticristo o caminaron la senda de estos? No. Los anticristos prefieren morir a arrepentirse. No tienen sentido de la vergüenza; además, son crueles, de carácter perverso, y sienten aversión por la verdad al extremo. ¿Puede alguien que siente aversión por la verdad ponerla en práctica o arrepentirse? Eso sería imposible. Que sienta una aversión tan absoluta por la verdad significa que jamás se arrepentirá. Existe algo innegable acerca de las personas que son capaces de arrepentirse y es que han cometido errores, pero pueden aceptar el juicio y castigo de las palabras de Dios, son capaces de aceptar la verdad y de intentar con todas sus fuerzas colaborar en el cumplimiento de sus deberes, tomando las palabras de Dios como sus máximas personales y convirtiéndolas en la realidad de sus vidas. Aceptan la verdad y, en el fondo, no sienten aversión por ella. ¿No es esta la diferencia? Lo es. Los anticristos, sin embargo, no se conforman con rehusarse a ser podados, sino que tampoco escuchan a nadie cuyas palabras se ajusten a la verdad, y no creen que las palabras de Dios sean la verdad ni las reconocen como tales. ¿Cuál es su naturaleza? La de sentir aversión por la verdad y odiarla hasta un grado extremo. Cuando cualquiera habla sobre la verdad o da su testimonio vivencial, sienten un profundo rechazo y son hostiles hacia él. Si alguien en la iglesia difunde diversos razonamientos ridículos y perversos y dice cosas absurdas e ilógicas, se sienten muy felices; se unen a ellos de inmediato y nadan en el lodazal con ellos en estrecha colaboración. Es un caso de “Dios los cría y el viento los amontona”, de “entre iguales se entienden”. Si escuchan al pueblo escogido de Dios hablar sobre la verdad o del testimonio vivencial de su autoconocimiento y de su arrepentimiento sincero, se ponen nerviosos hasta exasperarse y se ponen a pensar en cómo excluir y atacar a esa persona. En pocas palabras, no miran con cariño a nadie que persiga la verdad. Quieren excluirlo y ser su enemigo. Les agrada mucho cualquiera que tenga la habilidad de presumir predicando palabras y doctrinas y lo aprueban en gran medida, como si hubiesen encontrado un confidente, un compañero de viaje. Si alguien dijera: “Quien trabaje más y haga la contribución más grande será recompensado y coronado y reinará junto con dios”, se emocionarían sin fin y tendrían un ataque de fervor. Sentirían que son muy superiores al resto, que por fin sobresalen entre la multitud, que ahora hay lugar para que se muestren y exhiban su valor. Se sentirán entonces muy satisfechos. ¿No es eso sentir aversión por la verdad? Supón que les dices en una enseñanza: “A Dios no le gustan las personas como Pablo, y las que más le disgustan son las que transitan la senda de los anticristos y las que van por ahí diciendo: ‘Señor, Señor, ¿acaso no he trabajado mucho para Ti?’. No le agradan las personas que se pasan todo el día rogándole una recompensa y una corona”. Indudablemente, estas palabras son la verdad, pero ¿qué sentimiento les queda cuando escuchan dicha enseñanza? ¿Dicen “Amén” y aceptan tales palabras? ¿Cuál es su primera reacción? Repugnancia interna y renuencia a escuchar. Lo que quieren decir es: “¿Cómo puedes estar seguro de lo que estás diciendo? ¿Acaso tú tienes la última palabra? ¡No creo lo que estás diciendo! Haré lo que tenga que hacer. Seré como Pablo y le pediré una corona a dios. ¡Así podré ser bendecido y tener un buen destino!”. Insisten en afirmar los puntos de vista de Pablo. ¿No están luchando contra Dios de esa manera? ¿No es obvio que se oponen a Dios? Él ha puesto en evidencia y ha diseccionado la esencia de Pablo; ha dicho mucho sobre el tema y cada porción de eso es la verdad. Sin embargo, estos anticristos no aceptan la verdad o el hecho de que todas las acciones y comportamientos de Pablo se oponían a Dios. En su mente, todavía cuestionan: “Si tú dices algo, ¿quiere decir que es correcto? ¿Bajo qué fundamentos? Para mí, lo que Pablo dijo e hizo parece correcto. No hay nada incorrecto en ello. Estoy buscando una corona y una recompensa, ¡soy capaz de eso! ¿Puedes detenerme? Seguiré trabajando y, una vez que haya trabajado lo suficiente, tendré un capital. Habré hecho una contribución y entonces podré entrar en el reino de los cielos y ser recompensado. ¡No hay nada malo en eso!”. Así de obstinados son. No aceptan la verdad en lo más mínimo. Puedes hablarles de la verdad, pero no lograrás que lo entiendan, sienten aversión hacia ella. Esa es la actitud de los anticristos hacia las palabras de Dios, la verdad y también hacia Dios. Y así, ¿qué sentís cuando habéis escuchado la verdad? Sentís que no la estáis persiguiendo y que no la entendéis. Sentís que aún no estáis a su altura y que deberéis esmeraros en pos de la realidad-verdad. Y en cualquier momento en que os comparáis con las palabras de Dios, sentís que os falta mucho, que vuestro calibre es escaso y que carecéis de comprensión espiritual, que aún sois superficiales y que todavía hay perversidad en vosotros. Entonces, os volvéis negativos. ¿No es ese vuestro estado? Los anticristos, por otro lado, nunca se sienten negativos. Siempre están entusiasmados, jamás reflexionan sobre sí mismos ni se conocen, sino que piensan que no tienen problemas graves. Así son las personas que siempre son arrogantes y sentenciosas: en cuanto toman el poder en sus manos, se convierten en anticristos.
La Palabra, Vol. IV. Desenmascarar a los anticristos. Punto 8: Quieren que los demás se sometan solo a ellos, no a la verdad ni a Dios (I)
¿Existe alguien que no tenga ningún deseo de poder? ¿Hay alguien a quien no le guste el poder? ¿Hay alguien que no anhele los beneficios del estatus? No, no lo hay. ¿Cuál es el motivo? Que todas las personas han sido corrompidas por Satanás; todas tienen naturaleza satánica. Una cosa que todo el mundo tiene en común es que le gusta el poder y el estatus y disfrutar de los beneficios que este le brinda. Es un rasgo que todas las personas comparten. Entonces, ¿por qué a algunas se las considera anticristos, mientras que otras solo revelan el carácter corrupto propio de uno o caminan su misma senda? ¿Cuál es la diferencia entre esos dos grupos? Primero hablaré de la diferencia en su humanidad. Los anticristos ¿tienen humanidad? ¿Qué diferencias hay entre la humanidad de la gente que camina la senda de los anticristos y la de estos mismos? (Los anticristos no tienen conciencia ni razón, no tienen humanidad, mientras que la gente que camina la senda de los anticristos todavía conserva un poco de conciencia y de razón, aún puede aceptar la verdad y el juicio y castigo de Dios y mostrar arrepentimiento genuino). Mostrar arrepentimiento es una de las diferencias. ¿Los anticristos conocen el arrepentimiento? (No). Los anticristos no aceptan la verdad en lo más mínimo; aunque se toparan con una pared, no se arrepentirían. Jamás se conocerán a sí mismos. En lo referente a la humanidad, hay otra manera en la que las personas que caminan la senda de los anticristos se diferencian de ellos, y es la diferencia entre una persona buena promedio y una persona malvada. La gente buena dice y hace las cosas con conciencia y razón, mientras que las personas malvadas carecen de ambas. Cuando una persona malvada hace algo malo y queda en evidencia, no se comporta con docilidad: “Bah, aunque todos lo sepan, ¿qué pueden hacer al respecto? ¡Haré lo que yo quiera! No me importa quién me deje en evidencia o me critique. ¿Qué me pueden hacer realmente?”. Sin importar cuántas cosas malas haga una persona malvada, no siente vergüenza. Cuando una persona corriente hace algo malo, quiere disfrazarlo y esconderlo. Si alguien termina exponiéndola, se avergüenza tanto que es incapaz de enfrentar a nadie e incluso no quiere continuar viviendo: “Oh, ¿cómo pude hacer algo así? ¡Soy un verdadero sinvergüenza!”. Se muestran en extremo arrepentidos y hasta se maldicen, jurando que jamás volverán a hacer algo semejante. Ese tipo de comportamiento demuestra que tienen sentido de la vergüenza, que aún tienen un poco de humanidad. Una persona desvergonzada no tiene conciencia ni razón, y todas las personas malvadas son desvergonzadas. No importa qué clase de maldades cometa una persona malvada, su rostro no se sonrojará ni se acelerará su corazón, y defenderá sus acciones de manera poco escrupulosa, dándoles la vuelta a los aspectos negativos para que parezcan positivos y refiriéndose a las maldades como si fueran cosas buenas. ¿Tiene sentido de la vergüenza una persona así? (No). Si tiene esa clase de actitud, ¿se arrepentirá genuinamente en el futuro? No, continuará actuando como hasta el momento. Eso quiere decir que no tiene vergüenza, y la falta de vergüenza implica falta de conciencia y de razón. Las personas que tienen conciencia y razón se sienten demasiado avergonzadas como para enfrentar a nadie después de quedar en evidencia por haber hecho algo malo, y nunca vuelven a repetirlo. ¿Por qué? Porque sienten que lo que hicieron fue bochornoso y están tan avergonzadas que no pueden ni mirar a nadie a la cara. Hay un sentido de la vergüenza en su humanidad. ¿No es el nivel mínimo para una humanidad normal? (Así es). ¿Puede seguir denominándose humano alguien que ni siquiera siente vergüenza? No. ¿Tiene una mente normal una persona que no siente vergüenza? (No). No tiene una mente normal y mucho menos siente amor por las cosas positivas. Para ella, tener conciencia y razón es un nivel demasiado alto, uno que no puede alcanzar. Ahora, ¿cuál es la diferencia más básica entre los anticristos y aquellos que caminan la senda de los anticristos? Cuando una persona que posee la esencia de un anticristo y está compitiendo con Dios por estatus es desenmascarada por otra, no piensa que lo que ha hecho está mal. Luego, no solo no aprenderá la lección ni se volverá hacia Dios, sino que, en cuanto tenga la oportunidad de ser elegida líder u obrera, continuará compitiendo con Él por estatus, igual que antes; antes muerta que arrepentida. ¿Acaso tienen racionalidad esas personas? (No). ¿Y las personas sin racionalidad sienten vergüenza? (No). Son personas que no tienen racionalidad ni sentido de la vergüenza. Si alguien que tiene una humanidad normal, conciencia y razón, escucha que otro le dice que está compitiendo con Dios por estatus, pensará: “Vaya, ¡este es un asunto serio! ¡Soy un seguidor de Dios! ¿Cómo podría estar compitiendo con Él por estatus? ¡Qué bochornoso estar disputándole el estatus a Dios! ¡Qué adormecido, qué estúpido, qué irracional me he vuelto para hacer algo así! ¿Cómo puedo haber hecho una cosa como esa?”. Se sentirá abochornado y avergonzado por lo que hizo y, cuando se encuentre en situaciones parecidas, su sentido de la vergüenza hará que controle su comportamiento. La esencia-naturaleza de todas las personas es satánica, pero quienes poseen la razón de la humanidad normal tendrán sentido de la vergüenza y controlarán su comportamiento. A medida que una persona profundiza en la comprensión de la verdad, y su conocimiento y entendimiento de Dios y su sumisión a la verdad se vuelven más profundos, ese sentido de la vergüenza no se queda en el umbral mínimo. Estará cada vez más controlada por la verdad y su corazón temeroso de Dios. Seguirá mejorándose a sí misma y actuando cada vez más de acuerdo con la verdad. Los anticristos, en cambio, ¿perseguirán la verdad? Por supuesto que no. No poseen razón humana normal, no saben lo que significa perseguir la verdad y sienten aversión por ella, no la aman ni un poco, así que ¿cómo podrían perseguirla? Perseguir la verdad es una necesidad humana normal; solo aquellos con hambre y sed de justicia aman la verdad y la persiguen. Quienes no poseen una humanidad normal jamás perseguirán la verdad.
La Palabra, Vol. IV. Desenmascarar a los anticristos. Punto 2: Atacan y excluyen a los disidentes
Para los anticristos, que se les ataque y se les quite su reputación o estatus es algo incluso más grave que intentar quitarles la vida. Da igual cuántos sermones escuchen o cuántas palabras de Dios lean, no sienten tristeza o arrepentimiento por no haber practicado nunca la verdad y haber tomado la senda de los anticristos, ni por poseer la esencia-naturaleza de los anticristos. Por el contrario, siempre se devanan los sesos buscando formas de ganar estatus y mejorar su reputación. Se puede decir que todo lo que hacen los anticristos es para alardear delante de los demás, y no lo hacen ante Dios. ¿Por qué lo digo? Porque estas personas están tan enamoradas del estatus que lo consideran como su propia vida, como su objetivo en la vida. Además, como aman tanto el estatus, nunca creen en la existencia de la verdad, e incluso puede decirse que no albergan en absoluto ninguna creencia en la existencia de Dios. Por tanto, da igual cómo calculen para obtener reputación y estatus y cómo traten de usar las falsas apariencias para engañar a la gente y a Dios, en lo más profundo de su corazón no sienten ninguna consciencia o reproche, y mucho menos ansiedad alguna. En su búsqueda constante de reputación y estatus, también niegan deliberadamente lo que Dios ha hecho. ¿Por qué digo eso? En el fondo del corazón, los anticristos creen: “Toda la reputación y todo el estatus se obtienen mediante el propio esfuerzo. La única manera de gozar de las bendiciones de dios es logrando una posición firme entre las personas y obteniendo reputación y estatus. La vida solo tiene valor cuando la gente logra poder y estatus absolutos. Solo eso es vivir como un ser humano. Por el contrario, sería inútil vivir de la manera de la que habla la palabra de dios, someterse a la soberanía y las disposiciones de dios en todo, ponerse voluntariamente en la posición de un ser creado y vivir como una persona normal. Nadie admiraría a alguien así. El estatus, la reputación y la felicidad de una persona deben ser ganados a través de sus propias batallas, se debe luchar por ellos y acometerlos con una actitud positiva y proactiva. Nadie más te los va a dar, esperar de manera pasiva solo puede llevar al fracaso”. Así es como calculan los anticristos. Este es el carácter de los anticristos. Si esperas que acepten la verdad, admitan los errores y tengan verdadero arrepentimiento, eso es imposible; no lo pueden hacer de ninguna manera. Los anticristos poseen la esencia-naturaleza de Satanás y odian la verdad, así que, vayan donde vayan, aunque sea a los confines de la tierra, su ambición por buscar reputación y estatus jamás cambiará, así como tampoco lo harán sus puntos de vista sobre las cosas o la senda por la que caminan. Habrá quienes digan: “Hay unos pocos anticristos capaces de cambiar sus puntos de vista sobre esto”. ¿Es correcta esta afirmación? Si de veras pueden cambiar, ¿siguen siendo anticristos? Aquellos que tienen la naturaleza de un anticristo nunca cambiarán. Aquellos que poseen el carácter de un anticristo solo cambiarán si persiguen la verdad. Algunos de los que caminan por la senda de un anticristo hacen algún mal que perturba la obra de la iglesia, y aunque se los califica de anticristos, sienten verdadero arrepentimiento cuando son destituidos, por lo que deciden cambiar su comportamiento y después de un periodo de reflexión, autoconocimiento y arrepentimiento, experimentan un cambio real. En este caso, a esta gente no se la puede catalogar de anticristos; solo poseen el carácter de un anticristo. Si persiguen la verdad, pueden cambiar. Sin embargo, no cabe duda de que se puede decir que la mayoría de aquellos a los que se califica de anticristos, a los que se echa o expulsa de la iglesia, no se van a arrepentir de verdad ni tampoco van a cambiar. Si alguno lo hace, es que es un caso raro. Alguna gente pregunta: “¿Se ha hecho una clasificación equivocada de esos casos raros?”. Eso es imposible. Cometieron algunas maldades, después de todo, y eso no se puede borrar. Sin embargo, si de veras se pueden arrepentir, si están dispuestos a llevar a cabo un deber y poseen verdadero testimonio de su arrepentimiento, la iglesia todavía puede admitirlos. Si esta gente rehúsa por completo admitir la culpa o arrepentirse después de que se los clasifique como anticristos, y si no paran de intentar justificarse de cualquier manera posible, entonces es acertado y del todo correcto clasificarlos como anticristos. Si hubieran reconocido sus errores y sintieran auténtico remordimiento, ¿cómo los podría clasificar la iglesia como anticristos? Eso sería imposible. Sean quienes sean, por muchas maldades que cometan o muy graves que sean sus errores, que una persona esté determinada a ser un anticristo o posea el carácter de un anticristo depende de que sea capaz de aceptar la verdad y la poden y de que sus remordimientos sean auténticos. Si puede aceptar la verdad y que la poden, si cuenta con verdadero arrepentimiento y está dispuesta a pasar toda su vida siendo mano de obra para Dios, esos son indicativos veraces de algo de arrepentimiento. A una persona así no se la puede catalogar de anticristo. ¿Son capaces de aceptar realmente la verdad los auténticos anticristos? En absoluto. Precisamente porque no aman la verdad y sienten aversión por ella, no van a ser nunca capaces de desprenderse de la reputación y el estatus con el que están tan estrechamente vinculados durante toda su vida. Los anticristos creen firmemente en su corazón que solo con reputación y estatus tienen dignidad y son seres creados genuinos, y que solo con estatus se les recompensará y coronará, serán aptos para tener la aprobación de Dios, ganarlo todo y ser personas auténticas. ¿Cómo consideran los anticristos el estatus? Lo ven como la verdad, el objetivo más elevado que la gente debe buscar. ¿No es eso un problema? La gente que se puede obsesionar con el estatus de esta manera son auténticos anticristos. Son del mismo tipo de personas que Pablo. Creen que perseguir la verdad, la búsqueda de sumisión a Dios y la búsqueda de la honestidad son todos procesos que guían a uno al estatus más alto posible; son meros procesos, no el objetivo y el estándar de ser humano, y se hacen enteramente para que Dios los vea. ¡Esta concepción es absurda y ridícula! Solo los absurdos que odian la verdad pueden concebir una idea tan ridícula.
La Palabra, Vol. IV. Desenmascarar a los anticristos. Punto 9 (III)
Todos los seres humanos corruptos tienen un carácter perverso y poseen las revelaciones y manifestaciones de un carácter perverso. No obstante, las actitudes perversas de la gente corriente y las de los anticristos son diferentes. Aunque la gente corriente tiene un carácter perverso, en el corazón anhela y ama la verdad y es capaz de aceptarla durante el proceso de su fe en Dios y de cumplir sus deberes. A pesar de que la verdad que pueden poner en práctica es limitada, todavía pueden practicarla en parte, de modo que sus actitudes corruptas pueden purificarse poco a poco y cambiar realmente, y al final son capaces de someterse básicamente a Dios y alcanzar la salvación. Por otro lado, los anticristos no aman la verdad en absoluto ni la aceptan ni la ponen en práctica. Deberíais intentar observar y discernir según lo que digo aquí; tanto si se trata de un líder de iglesia, un obrero o un hermano o hermana corrientes, fijaos en si pueden poner en práctica las verdades que entran en el ámbito de lo que pueden entender. Por ejemplo, supongamos que alguien entiende un principio-verdad, pero llegado el momento de ponerlo en práctica, no lo hace en absoluto y, en cambio, hace lo que quiere y actúa sin control; esto es perversidad y es difícil salvar a una persona así. Algunos no entienden realmente la verdad, pero en su corazón quieren buscar qué deben hacer exactamente que sea conforme a las intenciones de Dios y a la verdad. En lo más íntimo del corazón, desean no ir en contra de la verdad. Debido solo a que no entienden la verdad, hablan y actúan de una forma que infringe los principios, cometen errores e incluso hacen cosas que causan trastornos y perturbaciones; ¿cuál es la naturaleza de esto? La naturaleza de esto no forma parte de hacer el mal; surge de la estupidez y de la ignorancia. La única razón por la que hacen estas cosas es porque no entienden la verdad, porque no son capaces de alcanzar los principios-verdad y porque, según sus nociones y figuraciones, piensan que está bien hacerlas, de modo que actúan de esa manera y, por tanto, Dios determina que son estúpidos e ignorantes y que les falta calibre; no es que entiendan la verdad y vayan en su contra a propósito. Por lo que respecta a los líderes y obreros que siempre hacen cosas según sus nociones y figuraciones y que suelen trastornar la obra de la casa de Dios porque no entienden la verdad, debéis practicar la manera de supervisarlos y de aplicarles restricciones y también debéis compartir más la verdad para resolver problemas. Si alguien tiene un calibre demasiado escaso y no puede entender los principios-verdad, es el momento de despedirlo como falso líder. Si puede entender la verdad y, aun así, va en contra de la verdad adrede, se le debe podar. Si sigue siendo incapaz de aceptar la verdad todo el tiempo y no muestra arrepentimiento, se le debe tratar como a una persona malvada y se le debería echar. No obstante, la naturaleza de los anticristos es mucho más grave que la de las personas malvadas o la de los falsos líderes, porque los anticristos perturban la obra de la iglesia a propósito. Aunque entiendan la verdad, no la practican ni escuchan a nadie, y si escuchan, no aceptan lo que oyen. Aunque aparentemente lo aceptan, se resisten a ello en lo más íntimo del corazón y, llegado el momento de actuar, siguen comportándose de acuerdo con sus preferencias sin ninguna consideración en absoluto hacia los intereses de la casa de Dios. Cuando están con otras personas, pronuncian algunas palabras humanas y tienen cierta semejanza humana, pero cuando actúan a espaldas de la gente, emerge su naturaleza demoníaca; estos son anticristos. Cuando adquieren estatus, algunos cometen todo tipo de maldades y se convierten en anticristos. Otros no tienen estatus; sin embargo, su esencia-naturaleza es la misma que la de los anticristos; ¿puedes decir que son buenas personas? En el momento en el que adquieren estatus, cometen todo tipo de maldades; son anticristos.
La Palabra, Vol. IV. Desenmascarar a los anticristos. Punto 7: Son perversos, insidiosos y falsos (I)
Todos deberíais compararos con las diversas revelaciones, manifestaciones y prácticas de los anticristos que Yo he expuesto; en el desempeño de vuestros deberes, sin duda exhibiréis algunas de estas manifestaciones, revelaciones y prácticas, ¿pero en qué sois diferentes de los anticristos? ¿Podéis aceptar de Dios las cosas que os suceden? (Sí). La capacidad de aceptar de Dios las cosas que os suceden es algo muy poco frecuente. ¿Podéis dar la vuelta si tomáis la senda equivocada, hacéis algo malo, hacéis cosas ignorantes o cometéis transgresiones? ¿Podéis arrepentiros? (Sí). Poder arrepentiros y volver atrás es la capacidad más rara y preciosa. Sin embargo, los anticristos carecen exactamente de esto. Solo lo tienen las personas a las que va a salvar Dios. ¿Qué cosas es más importante poseer? Lo primero es creer que Dios es la verdad; esto es lo más fundamental. ¿Podéis hacerlo? (Sí). Los anticristos no poseen algo tan fundamental. Lo segundo es aceptar que la palabra de Dios es la verdad; esto también puede considerarse como lo más fundamental. Lo tercero es someterse a la instrumentación y arreglos de Dios. Esto es inalcanzable para los anticristos, pero también es donde se os empieza a poner difícil. Lo cuarto es aceptarlo todo de Dios sin disputar, justificarse, aducir razones ni quejarse. Esto les resulta del todo imposible a los anticristos. Lo quinto es arrepentirse después de rebelarse o cometer transgresiones. Esto simplemente os resultará complicado. Es cuando, después de cometer transgresiones, la gente poco a poco obtiene algo de conocimiento de sus propias actitudes corruptas por medio de un periodo de reflexión y búsqueda, de tristeza, negatividad y debilidad. Por supuesto, esto requiere tiempo. Podrían ser uno o dos años o podría ser más. Uno solo puede arrepentirse de veras después de entender por completo sus actitudes corruptas y ceder de corazón. Aunque no sea fácil, al final las manifestaciones de arrepentimiento se pueden ver en aquellos que persiguen la verdad, en aquellos que pueden lograr la salvación de Dios. Sin embargo, los anticristos no poseen esto. Pensadlo, ¿qué anticristo no saca a relucir los pasados tres o cinco años, o incluso diez o veinte, después de hacer algo malo? Da igual el tiempo que haya pasado, después de volver a encontrarte con ellos, de lo único que hablan todavía es de sus argumentos. Siguen sin reconocer ni aceptar sus propias acciones malvadas y ni siquiera muestran el menor remordimiento. Esta es la distinción entre los anticristos y las personas corruptas corrientes. ¿Por qué los anticristos no muestran remordimientos? ¿Cuál es la causa subyacente? No creen que Dios sea la verdad, lo cual conduce a su incapacidad para aceptar la verdad. Esto es irremediable y lo determina la esencia de los anticristos. Cuando me oís diseccionar las diversas manifestaciones de los anticristos, pensáis: “Estoy acabado. Además, tengo el carácter de un anticristo, ¿acaso no soy también yo un anticristo?”. ¿No es esto falta de discernimiento? Es cierto que tienes el carácter de un anticristo, pero te distingues de ellos en cuanto a que todavía posees cosas positivas. Eres capaz de aceptar la verdad, confesar, arrepentirte y cambiar, y tales cosas positivas pueden permitirte desechar las actitudes de los anticristos y lograr purificar tus actitudes corruptas, así como alcanzar la salvación. ¿Acaso no significa esto que conservas la esperanza? ¡Todavía hay esperanza para ti!
La Palabra, Vol. IV. Desenmascarar a los anticristos. Punto 9 (VII)
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