296 La pena de la humanidad corrupta
I
El hombre ha seguido a Dios caminando a través de estos períodos, pero no sabe que Dios gobierna el destino de todas las cosas y de todos los seres vivos ni sabe cómo Dios instrumenta y dirige todas las cosas. Esto se le escapa al hombre, desde tiempos inmemoriales hasta el presente. En cuanto al porqué, no es porque los actos de Dios estén demasiado ocultos ni porque Su plan todavía tenga que materializarse, sino porque el corazón y el espíritu del hombre están muy alejados de Dios, al punto que el hombre sigue al servicio de Satanás, incluso al seguir a Dios, y aun así no lo sabe.
II
Nadie busca activamente las huellas de Dios y Su aparición, ni nadie está dispuesto a existir bajo el cuidado y la custodia de Dios. En lugar de ello, desean depender de la corrosión de Satanás, el maligno, con el fin de adaptarse a este mundo y a las reglas de vida que sigue la malvada humanidad. A estas alturas, el corazón y el espíritu del hombre se han convertido en el tributo del hombre a Satanás y en su alimento. Además, el corazón y el espíritu humanos se han convertido en un lugar donde Satanás puede residir y jugar a su voluntad.
III
Sin darse cuenta, el hombre pierde su comprensión de los principios del ser humano y del valor y el significado de la existencia humana. Las leyes de Dios y el pacto entre Dios y el hombre gradualmente se desvanecen en el corazón del hombre y este no busca más a Dios ni le pone atención. Con el paso del tiempo, el hombre ya no entiende por qué Dios lo creó ni entiende tampoco las palabras que salen de la boca de Dios, ni todo lo que proviene de Él. Entonces, el hombre comienza a resistirse a las leyes y decretos de Dios, y su corazón y su espíritu se adormecen… Dios pierde al hombre que originalmente creó y el hombre pierde la raíz que tenía originalmente. Esta es la pena de esta raza humana.
de La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Dios es la fuente de la vida del hombre