Ⅰ

Cuando las personas atraviesan pruebas,

es normal que sean débiles, internamente negativas

o que carezcan de claridad sobre las intenciones de Dios

o su senda de práctica.

Pero en cualquier caso, debes tener fe en la obra de Dios,

y no debes negarlo, como Job, no debes negarlo, como Job.

Aunque Job era débil y maldijo el día de su propio nacimiento,

no negó que Jehová le concedió todas las cosas en la vida humana,

y que también es Él quien las quita.

Sin importar qué pruebas tuviera que atravesar, mantuvo esta creencia.

Ⅱ

En tu experiencia, da igual qué refinamiento atravieses

mediante las palabras de Dios,

lo que Él exige de la humanidad, en pocas palabras,

es su fe y su corazón amante de Dios.

Lo que Dios perfecciona al obrar de esa manera es la fe, el amor

y las aspiraciones de las personas, las aspiraciones de las personas.

Dios realiza la obra de perfección en la gente

y ellos no pueden verla ni sentirla;

es en tales circunstancias en las que se requiere tu fe.

Se exige la fe de las personas cuando algo no puede verse a simple vista,

cuando no puedes abandonar tus propias nociones.

Cuando no tienes clara la obra de Dios, lo que se requiere es tu fe

y que adoptes una posición firme y te mantengas firme en el testimonio.

Cuando Job alcanzó este punto,

Dios se le apareció y le habló.

Es decir, sólo podrás ver a Dios desde el interior de tu fe,

sólo podrás ver a Dios desde el interior de tu fe.

Cuando tengas fe, Dios te perfeccionará.

Cuando tengas fe, Dios te perfeccionará.

de La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Los que serán hechos perfectos deben someterse al refinamiento