I

Oigo la voz de Dios y finalmente regreso a Su casa.

Soy muy afortunado de ver al Dios práctico;

lo que anhelo desde hace años se ha hecho realidad.

Cada una de las declaraciones de Dios Todopoderoso es la realidad-verdad.

Al leer las palabras de Dios, he conseguido una senda a seguir

y entiendo cómo debería caminar como persona.

El agua viva de la vida me ha regado y mi vida ha crecido de a poco.

A través del juicio, me despojo de mi corrupción

y tengo la semejanza de una persona honesta.

Ya no sigo buscando; he entrado en la verdad y he sido salvado.

Las palabras de Dios penetran en el corazón de las personas;

comer y beber Su palabra es un placer sin igual.

II

He asistido al banquete del Cordero y he aceptado la formación práctica del reino.

Aunque he atravesado el valle de lágrimas,

el amor que he probado de Dios es muy real.

Las pruebas y tribulaciones atormentan mi corazón

y revelo mucha rebeldía y corrupción.

Se purgan las impurezas de mi fe

y mi corazón amante de Dios se vuelve cada vez más puro.

La fidelidad y la justicia de Dios me encantan y me cautivan.

El carácter de Dios es increíblemente amoroso,

está profundamente arraigado en mi corazón.

Mi amor por Dios aumenta cada día

y estoy satisfecho de que mi corazón pueda amarlo.

Dios es santo, justo y verdaderamente hermoso;

mi corazón se llena de cantos de alabanza.

III

Las estrellas me sonríen desde el cielo, el sol me saluda.

El sol brilla y las lluvias mojan,

y me fortalezco con las palabras de Dios a mi lado.

Sus palabras son incomparablemente ricas

y nuestro banquete es verdaderamente dulce.

La abundancia de Dios y Su completa provisión sacian y enriquecen mi espíritu.

La iglesia es el reino de Cristo. El pueblo de Dios lo ama y se somete a Él.

Todo el pueblo de Dios vive junto a Él,

y la vida en la tierra es como estar en el cielo.

No hay tristeza ni lágrimas y vivir ante Dios es una bendición sin igual.

Las palabras de Dios se han convertido en la base de mi existencia.

Nunca me volveré a alejar de Él.

IV

Dios habla y provee a las personas cada día. La vida en el reino es muy maravillosa.

Amado de mi corazón,

no tengo suficientes palabras para expresar Tu hermosura.

Tus palabras son muy dulces, enternecen mi corazón y despiertan mi amor.

Tu juicio es santo y justo, y limpia mi corazón corrupto.

He disfrutado mucho de Tu amor. Perseguiré la verdad y Te satisfaré.

Mi corazón te ama con dulzura y ese amor me hace bailar de alegría.

Estoy dispuesto a dedicarte toda mi vida

y el amor que te tengo llena mis días de alegría.

Cumpliré bien con mi deber y daré un buen testimonio.

Te amaré y te adoraré para siempre.

de Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos