Palabras diarias de Dios: La entrada en la vida | Fragmento 547

22 Sep 2020

Aquellos que no tienen un entendimiento de Dios jamás pueden obedecerlo plenamente. Las personas como estas son hijas de la desobediencia. Son demasiado ambiciosas y hay demasiada rebeldía en ellas, así que se distancian de Dios y no están dispuestas a aceptar Su escrutinio. Las personas como estas no pueden ser fácilmente perfeccionadas. Algunas personas son selectivas en lo referente a cómo comen y beben las palabras de Dios y en cómo las aceptan. Aceptan ciertas porciones de las palabras de Dios que están de acuerdo con sus nociones, al tiempo que rechazan las que no lo están. ¿Acaso no es esta la rebeldía y resistencia más descarada contra Dios? Si alguien cree en Dios durante muchos años sin obtener siquiera un poco de entendimiento sobre Él, es un no creyente. Aquellos que están dispuestos a aceptar el escrutinio de Dios son los que buscan tener un entendimiento de Él, que están dispuestos a aceptar Sus palabras. Son quienes recibirán la herencia y las bendiciones de Dios y son los más bendecidos. Dios maldice a aquellos que no tienen un lugar para Él en su corazón, y castiga y abandona a esas personas. Si no amas a Dios, entonces Él te abandonará, y, si no escuchas lo que digo, te prometo que el Espíritu de Dios te abandonará. ¡Pruébalo, si no lo crees! Hoy te aclaro una senda de práctica, pero que lo pongas en práctica o no depende de ti. ¡Si no lo crees, si no lo pones en práctica, verás por ti mismo si el Espíritu Santo obra o no en ti! Si no buscas comprender a Dios, el Espíritu Santo no obrará en ti. Dios obra en aquellos que buscan y atesoran Sus palabras. Cuanto más atesores las palabras de Dios, más obrará Su Espíritu en ti. Cuanto más atesore una persona las palabras de Dios, mayor es su oportunidad de ser perfeccionada por Él. Dios perfecciona a aquellos que verdaderamente lo aman y a aquellos cuyo corazón está en paz delante de Él. Atesorar toda la obra de Dios, Su esclarecimiento, Su presencia, Su cuidado y protección, la forma como Sus palabras se convierten en tu realidad y proveen para tu vida; todo es más acorde con el corazón de Dios. Si atesoras la obra de Dios —es decir, si atesoras toda la obra que Él ha hecho en ti— Dios te bendecirá y hará que todo lo que es tuyo se multiplique. Si no atesoras las palabras de Dios, Él no obrará en ti, sino que sólo te otorgará una gracia insignificante para tu fe o te bendecirá con escasa riqueza y, a tu familia, con escasa seguridad. Debes esforzarte por hacer que las palabras de Dios sean tu realidad, y poder satisfacerlo y ser una persona conforme a Su corazón; no debes esforzarte simplemente por disfrutar de Su gracia. Nada es más importante para los creyentes que recibir la obra de Dios, alcanzar la perfección y convertirse en quienes hacen la voluntad de Dios. Esta es la meta que debes perseguir.

Todo lo que el hombre persiguió en la Era de la Gracia ahora ya es obsoleto, porque actualmente hay un estándar de búsqueda más elevado; lo que se busca es tanto más elevado como más práctico y puede satisfacer mejor lo que el hombre requiere en su interior. En eras pasadas, Dios no obró sobre las personas como lo hace hoy; Dios no les habló tanto como lo hace hoy y sus exigencias tampoco eran tan elevadas como lo son hoy. Que Dios os hable de estas cosas en estos momentos muestra que la intención final de Dios se centra en vosotros, en este grupo de personas. Si realmente deseas ser perfeccionado por Dios, entonces ve tras esto como tu meta central. No importa si vas de un lado a otro, si te desgastas, si cumples una función o si has recibido la comisión de Dios, la meta siempre es ser perfeccionado y satisfacer la voluntad de Dios para alcanzar estas metas. Si una persona dice que no busca ser perfeccionada por Dios o la entrada en la vida, sino que sólo busca la paz y la alegría carnales, entonces es la más ciega entre los hombres. Aquellos que no buscan la realidad de la vida, sino que sólo buscan la vida eterna en el más allá y la seguridad en este mundo, son los más ciegos entre los hombres. Así pues, todo lo que hagas debes hacerlo con el propósito de ser perfeccionado y ganado por Dios.

La obra que Dios lleva a cabo en las personas consiste en proveer para ellas con base en sus diferentes requerimientos. Cuanto más extensa es la vida de una persona, más requiere y más busca. Si en esta fase no estás buscando nada, esto prueba que el Espíritu Santo te ha abandonado. Todos los que buscan la vida jamás serán abandonados por el Espíritu Santo; esas personas siempre están buscando y siempre tienen anhelos en su corazón. Ese tipo de personas nunca están contentas con las cosas tal y como son en el presente. Cada fase de la obra del Espíritu Santo tiene como objetivo lograr un efecto en ti, pero si te vuelves cada vez más complaciente, si ya no tienes necesidades, si ya no aceptas la obra del Espíritu Santo, Él te abandonará. Las personas necesitan el escrutinio de Dios a diario; necesitan abundante provisión proveniente de Dios todos los días. ¿Pueden las personas arreglárselas sin comer ni beber la palabra de Dios todos los días? Si una persona siente siempre que no puede comer o beber lo suficiente de la palabra de Dios, si siempre la busca y tiene hambre y sed de ella, el Espíritu Santo siempre obrará en ella. Cuanto más anhela una persona, más cosas prácticas pueden surgir de su comunicación. Cuanto más intensamente busca la verdad una persona, más rápidamente madura en su vida, lo cual la hace rica en experiencia y la convierte en habitante acaudalada de la casa de Dios.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Dios perfecciona a quienes son conforme a Su corazón

BENDITOS LOS QUE ESTIMAN LA PALABRA DE DIOS

I

Los que aceptan la observación de Dios son aquellos que buscan conocerlo. Dispuestos a aceptar las palabras de Dios. Recibirán Su herencia y Sus bendiciones. Son los que están más bendecidos. Dios maldice a los que no tienen lugar para Él. Los castiga y los abandona. Si tú estimas toda la obra de Dios y Su esclarecimiento, si tú estimas Su presencia, y estimas Su protección y las palabras de Dios como tu realidad y tu provisión de vida, eres conforme al corazón de Dios. Si tú estimas la obra de Dios en ti, Él te bendecirá, y lo tuyo se multiplicará.

II

Dios obra en los que buscan Sus palabras, y obra en los que las aprecian. Cuanto más las atesores, más obra Él. Cuanto más atesores Su palabra, más oportunidad de perfección. Dios perfecciona a quien lo ama y tiene el corazón en paz ante Él. Si tú estimas toda la obra de Dios y Su esclarecimiento, si tú estimas Su presencia, y estimas Su protección y las palabras de Dios como tu realidad y tu provisión de vida, eres conforme al corazón de Dios. Si tú estimas la obra de Dios en ti, Él te bendecirá, y lo tuyo se multiplicará.

III

Haz que Su palabra sea tu realidad, satisfácelo, busca Su corazón. No te limites a gozar Su gracia. Toma Su obra y logra perfección, sé alguien que cumple con Su voluntad. Eso es lo más importante. Si tú estimas toda la obra de Dios y Su esclarecimiento, si tú estimas Su presencia, y estimas Su protección y las palabras de Dios como tu realidad y tu provisión de vida, eres conforme al corazón de Dios. Si tú estimas la obra de Dios en ti, Él te bendecirá, y lo tuyo se multiplicará.

De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”

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