Palabras diarias de Dios: Las tres etapas de la obra | Fragmento 37

4 Ago 2020

Dios realiza Su obra en todo el universo. Todos los que creen en Él deben aceptar Su palabra, comerla y beberla; nadie puede ser ganado por Dios mediante la contemplación de señales y maravillas manifestados por Dios. A lo largo de las eras, Dios siempre ha usado la palabra para perfeccionar al hombre. Por tanto, no deberíais dedicar toda vuestra atención a señales y prodigios, sino que deberíais buscar el ser perfeccionado por Dios. En la Era de la Ley del Antiguo Testamento, Dios pronunció algunas palabras, y en la Era de la Gracia, Jesús también habló muchas palabras. Después de que Jesús acabara de decir todo lo que dijo, los apóstoles y profetas que vinieron después hicieron que las personas practicaran según las leyes y los mandamientos establecidos por Jesús, e hicieron que experimentaran según los principios hablados por Jesús. El Dios de los últimos días usa, principalmente, la palabra para perfeccionar al hombre. No usa señales y prodigios para oprimir o convencer al hombre. Esto no puede manifestar con claridad el poder de Dios. Si Él sólo mostrara señales y prodigios, sería imposible dejar clara Su realidad y, por tanto, sería imposible perfeccionar al hombre. Dios no hace al hombre perfecto con señales y prodigios, sino que usa la palabra para regarlo y pastorearlo; después de esto se logra la completa obediencia del ser humano y su conocimiento de Dios. Este es el objetivo de la obra que Él hace y de las palabras que Él pronuncia. Dios no usa el método de la demostración de señales y prodigios para perfeccionar al hombre, sino que usa palabras y muchos métodos diferentes en Su obra para tal menester. Ya sea el refinamiento, el trato, la poda o la provisión de palabras, Dios habla desde muchas perspectivas diferentes para hacer al hombre perfecto y darle un mayor conocimiento de la obra, de la sabiduría y la maravilla de Dios. Cuando el hombre sea hecho completo en el tiempo en que Dios concluya la era en los últimos días, estará cualificado para contemplar señales y prodigios. Cuando tengas conocimiento de Dios y seas capaz de obedecerle, haga lo que haga, verás señales y prodigios, porque no tendrás ningunos conceptos sobre la realidad de Dios. Por el momento, eres corrupto e incapaz de obedecer por completo a Dios; ¿estás cualificado para ver señales y prodigios? El momento en que Él muestra señales y prodigios es cuando castiga al hombre, y también cuando se produce el cambio de era y, además, cuando la era concluya. Cuando la obra de Dios se lleva a cabo de un modo normal, Él no muestra señales y prodigios. Mostrar señales y prodigios es sumamente fácil, pero no es el principio de la obra de Dios ni tampoco el objetivo de la gestión divina del hombre. Si este viera señales y prodigios, y si el cuerpo espiritual de Dios tuviera que aparecérsele al hombre, ¿no creería todo el mundo en Dios? Ya he dicho antes que un grupo de vencedores será ganado del Este, vencedores que proceden de la gran tribulación. ¿Qué significan estas palabras? Quieren decir que estas personas que han sido ganadas sólo obedecieron de verdad después de pasar por el juicio y el castigo, de ser tratados y podados, y de todo tipo de refinamiento. La creencia de estas personas no es imprecisa ni abstracta, sino práctica. No han visto señales y prodigios ni milagros; no hablan de letras y doctrinas incomprensibles ni de percepciones profundas, sino que tienen realidad y las palabras de Dios, y un conocimiento verdadero de Su realidad. ¿Acaso no es más capaz un grupo así de dejar claro el poder de Dios? Su obra durante los últimos días es obra práctica. Durante la era de Jesús, Él no vino a perfeccionar al hombre, sino a redimirlo y, por tanto, manifestó algunos milagros para hacer que las personas le siguieran. Y es que Él vino principalmente a completar la obra de la crucifixión, y mostrar señales no formaba parte de la obra de Su ministerio. Aquellas señales y prodigios fue algo que hizo para que Su obra fuera más eficaz; era trabajo extra y no representaba la obra de toda la era. Durante la Era de la Ley del Antiguo Testamento, Dios también mostró algunas señales y prodigios, pero la obra que Dios realiza hoy es obra práctica, y desde luego no hará señales y prodigios ahora. Tan pronto como mostrara señales y prodigios, Su obra práctica caería en el desorden, y Él sería incapaz de hacer alguna obra más. Si Dios dijo que se usara la palabra para perfeccionar al hombre, pero también mostrara señales y prodigios, ¿quedaría claro que el hombre creyera de verdad en Él? Dios no hace, pues, tales cosas. En el hombre hay demasiado de religión; Dios ha venido durante los últimos días a expulsar todos los conceptos religiosos y las cosas sobrenaturales que hay en el hombre, y hacer que este conozca la realidad de Dios. Ha venido a quitar una imagen abstracta y fantasiosa de Dios; en otras palabras, una imagen que no existe en absoluto. ¡De modo que ahora, lo único valioso es que tengas conocimiento de la realidad! La verdad lo supera todo. ¿Cuánta verdad posees hoy? ¿Es Dios todo lo que muestra señales y maravillas? Los espíritus malignos también pueden hacer señales y prodigios; ¿son todos ellos Dios? En su creencia en Dios, lo que el hombre busca es la verdad, lo que persigue es la vida y no señales y prodigios. Este debería ser el objetivo de todos los que creen en Dios.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Todo se logra por la palabra de Dios

Dios ha completado un grupo de vencedores en China

I

Dios ha profetizado un grupo de vencedores en la tierra de Sinim; allí en el Este, se ganan vencedores. La segunda encarnación de Dios es en la tierra de Sinim. Allí, donde descansa el gran dragón rojo, el Dios encarnado ganará a sus descendientes, para derrotarlo y humillarlo por completo. Un grupo de vencedores se ganan en el Este, que salen de la gran tribulación. Ellos obedecen tras el juicio y castigo, la poda y el trato, y todo refinamiento.

II

Dios quiere despertar a los que sufren, que salgan de la niebla y rechacen al gran dragón rojo, despertarlos de su sueño. Dios quiere que conozcan la esencia del gran dragón rojo, que entreguen su corazón a Dios, que superen el tormento de las fuerzas oscuras, con la cabeza alta en el Este, la prueba de la victoria de Dios. ¡Sólo entonces Dios obtendrá toda la gloria! Un grupo de vencedores se ganan en el Este, que salen de la gran tribulación. Ellos obedecen tras el juicio y castigo, la poda y el trato, y todo refinamiento.

III

La fe de esa gente no es abstracta, es real, aunque no han visto maravillas o milagros, no tienen doctrinas complejas ni percepciones profundas. En cambio, tienen la realidad, las palabras de Dios y el conocimiento de la realidad de Dios. ¿No es un grupo así más capaz de dejar claro, dejar claro el poder de Dios? Un grupo de vencedores se ganan en el Este, que salen de la gran tribulación. Ellos obedecen tras el juicio y castigo, la poda y el trato, y todo refinamiento.

De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”

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