I

Los seres humanos no saben cómo disfrutar

de sus bendiciones predestinadas en manos de Dios,

porque no saben exactamente qué significan las “bendiciones” y el “sufrimiento”.

Por esta razón, los seres humanos están muy lejos

de ser sinceros cuando buscan a Dios.

Si la mañana no existiera,

¿quién de vosotros, en Su presencia,

sería tan blanco como la nieve, sin mancha como el jade puro?

¿Podría ser, acaso, que vuestro amor por Él sea simplemente algo

que pueda intercambiarse por una deliciosa comida,

un traje elegante o un alto cargo con una atractiva remuneración?

¿Acaso puede intercambiarse por el amor que otros tienen por ti?

¿Podría ser que, de hecho, pasar por pruebas incentivará a las personas

a que abandonen su amor por Dios?

¿Acaso el sufrimiento y las tribulaciones

harán que se quejen de Sus disposiciones?

II

Nadie nunca ha apreciado de verdad la espada afilada de la boca de Dios;

ellos sólo conocen su significado superficial

y no comprenden realmente lo que implica.

Si los seres humanos en verdad fuesen capaces de ver el filo de Su espada,

correrían como ratas hacia sus agujeros, correrían como ratas hacia sus agujeros.

Debido a su insensibilidad, los seres humanos no entienden nada

sobre el significado real de Sus palabras

y, así, no tienen la menor idea de cuán formidables son Sus declaraciones

o cuánto revelan de la naturaleza humana

y cuánto de su propia corrupción ha sido juzgado por esas palabras.

Por esta razón, a causa de su conocimiento parcial sobre lo que Dios dice,

la mayoría de la gente ha asumido una tibia actitud.

de La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Las palabras de Dios al universo entero, Capítulo 15