I

Os he hecho muchas advertencias y concedido muchas verdades con la intención de conquistaros. Espero que seáis capaces de creer todas Mis declaraciones y de apreciar las implicaciones profundas de Mis palabras. No dudéis lo que digo, menos aún, no recojáis Mis palabras a vuestro antojo y las apartéis a un lado como os parezca, esto lo considero intolerable. No juzguéis Mis palabras, y menos aún debéis tomarlas a la ligera ni decir que siempre os estoy verificando lo que sería peor, que lo que os he dicho no es certero. También considero intolerables estas cosas.

II

Como me tratáis a Mí y lo que digo con suspicacia y nunca aceptáis Mis palabras y me ignoráis, os digo a cada uno de vosotros con total seriedad: que no vinculéis lo que digo con la filosofía; no relacionéis Mis palabras con las mentiras de un embustero. Menos aún debéis responder a Mis palabras con desprecio.

de La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Las transgresiones conducirán al hombre al infierno