14. Las consecuencias de ser huidizos en nuestro deber
En julio de 2023, yo hacía videos para la iglesia. Pero como no había practicado mucho tiempo y mis destrezas técnicas eran mediocres, mi compañera, la hermana Jiang Xin, hacía algunos de los videos difíciles, mientras que yo solo trabajaba en los videos simples y fáciles de hacer. Pensaba: “Recién comienzo, no conozco muchos principios y mis destrezas no son tan buenas, pero como Jiang Xin está aquí, aprenderé de a poco con el tiempo”. Después de estudiar un poco, hice algún progreso, pero siempre que veía un video que era difícil de hacer, buscaba una excusa para no hacerlo, porque pensaba: “Hacer esta clase de video será demasiado difícil, requiere mucho esfuerzo y tendré que pagar un precio alto”. Como solo elegía los videos que eran fáciles de hacer, el trabajo era relajado y no sentía presión. Veía que Jiang Xin constantemente investigaba, buscaba y reflexionaba, y pensaba: “Jiang Xin es más hábil que yo e incluso ella necesita investigar a veces. Si yo tuviera que hacer esos videos, tendría que pagar un precio aun más alto. ¡Eso sería tan difícil y agotador! Seguiré haciendo videos simples”. De esta manera, cumplí mi deber durante un tiempo sin sentir presión. Luego, cuando a Jiang Xin se le complicaba hacer videos, me pedía que investigara y hablara los problemas con ella. Me resultaba muy difícil y molesto, así que simplemente no ayudaba con eso. Le seguía dejando todos los videos difíciles a Jiang Xin, como era de esperar, y no intentaba desafiarme en absoluto. Cuando veía que a la hermana Jiang Xin se le acumulaba mucho trabajo y que estaba bajo mucha presión, no quería ayudarla. Con el tiempo, empecé a sentirme aletargada en mi deber y no hice ningún avance durante mucho tiempo. Sentía que mi estado no era bueno, y me preguntaba: “Siempre uso la excusa de que soy nueva y todavía no tengo claro este trabajo, y por eso me estoy acomodando todo el tiempo, y le dejo todos los videos difíciles a la hermana Jiang Xin, porque no quiero pagar el precio ni esforzarme. ¿No será que estoy escapando de las dificultades y rindiéndome frente a las adversidades?”.
Luego, busqué palabras de Dios relevantes. Dios dice: “Al hacer un deber, la gente siempre escoge el trabajo liviano, el menos cansado y que no implique desafiar a las condiciones climáticas a la intemperie. Eso implica elegir trabajos fáciles y eludir los complicados, y se trata de una manifestación de codicia de las comodidades de la carne. ¿Qué más? (Quejarse siempre cuando el deber es un poco duro, un poco agotador, cuando implica pagar un precio). (Preocuparse por la comida y la ropa, y por los placeres carnales). Todas estas son manifestaciones de codicia de las comodidades de la carne. Cuando una persona así ve que una tarea es demasiado laboriosa o arriesgada, se la endosa a otra; se limita a hacer el trabajo con tranquilidad, y pone excusas, dice que tiene escaso calibre, que le falta capacidad de trabajo y no puede emprender esta tarea, si bien el verdadero motivo es que codicia las comodidades de la carne. […] ¿Son las personas que se entregan a las comodidades de la carne aptas para desempeñar un deber? En cuanto alguien saca el tema de hacer su deber o habla de pagar un precio y de sufrir penurias, no paran de negar con la cabeza. Tienen demasiados problemas, les embargan las quejas y están llenas de negatividad. Esas personas son inútiles, no están cualificadas para hacer su deber y se las debería descartar” (La Palabra, Vol. V. Las responsabilidades de los líderes y obreros. Las responsabilidades de los líderes y obreros (2)). Dios expone que algunas personas siempre eligen los trabajos fáciles y eluden los difíciles al hacer su deber, y que siempre que ven un trabajo difícil, se lo pasan a otros, y solo eligen las tareas fáciles y simples para ellas. Esa gente disfruta de la comodidad física y es indigna de realizar un deber. Al reflexionar sobre mí misma, me di cuenta de que mostraba la misma conducta. Al trabajar con Jiang Xin, vi que hacer esos videos complejos requería buscar, meditar, investigar y pagar un precio, y esto me resultaba molesto y un verdadero dolor de cabeza, entonces usaba la excusa de ser inexperta para endosarle estas cosas a Jiang Xin. Solo elegía los videos simples y fáciles de hacer, de modo que no sentía presión y estaba relajada. Luego, cuando a Jiang Xin se le complicaba hacer los videos y necesitaba mi ayuda para investigar y hablar de las cosas, me resultaba irritante y no quería molestarme en hacer el esfuerzo. Al hacer mi deber, les endilgaba a otras personas las tareas que requerían esfuerzo y sacrificio, me entregaba a la comodidad y era huidiza y evasiva. Esa conducta me hizo perder toda mi integridad y dignidad. Cumplir mi deber de esta manera sin dudas haría que Dios me desdeñara y me descartara. Recién en este punto sentí un poco de miedo. No podía seguir desmotivada, negligente y preocupada con la carne.
Luego, mientras miraba un video de un testimonio vivencial, vi un pasaje de las palabras de Dios que encajaba bien con mi estado. Dios Todopoderoso dice: “El Señor Jesús dijo en una ocasión: ‘Porque a cualquiera que tiene, se le dará más, y tendrá en abundancia; pero a cualquiera que no tiene, aun lo que tiene se le quitará’ (Mateo 13:12). ¿Qué significan estas palabras? Significan que, si ni siquiera cumples ni te dedicas a tu deber o trabajo, Dios te quitará lo que antes era tuyo. ¿Qué significa ‘quitar’? ¿Qué tal hace sentir esto a la gente? Puede ser que no logres lo que tu aptitud y tus dones te hubieran permitido, no sientas nada y seas igual que un no creyente. En eso consiste que Dios te lo haya quitado todo. Si en el deber eres negligente, no pagas un precio y no eres sincero, Dios te quitará lo que antes era tuyo, te retirará tu derecho a cumplir con el deber, no te dará este derecho. Como Dios te otorgó dones y aptitud, pero tú no cumpliste adecuadamente con el deber, no te gastaste por Dios ni pagaste un precio y no te volcaste en ello, no solo es que Dios no te bendiga, sino que te quitará lo que antes tenías. Dios le otorga dones a la gente y le da habilidades especiales, así como inteligencia y sabiduría. ¿Cómo debe la gente utilizar estas cosas? Debes dedicar tus habilidades especiales, tus dones, tu inteligencia y tu sabiduría a tu deber. Debes utilizar tu corazón y aplicar a tu deber todo lo que sabes, todo lo que entiendes y todo lo que puedes lograr. Así recibirás bendiciones. ¿Qué implica recibir bendiciones de Dios? ¿Qué hace sentir esto a la gente? Que Dios le ha dado esclarecimiento y guía y que tiene una senda cuando cumple con el deber. A otra gente le puede parecer que tu aptitud y las cosas que has aprendido no te permiten hacer nada; pero si Dios obra y te da esclarecimiento, no solo podrás entender y hacer estas cosas, sino también hacerlas bien. Al final hasta te preguntarás: ‘No solía ser tan hábil, pero ahora hay muchas más cosas buenas dentro de mí, todas ellas positivas. Jamás estudié esas cosas, pero ahora, de pronto, las entiendo. ¿Cómo me he vuelto tan inteligente de repente? ¿Cómo es que ahora sé hacer tantas cosas?’. No lo vas a poder explicar. Se trata del esclarecimiento y la bendición de Dios; así bendice Dios a la gente. Si no sentís esto cuando cumplís con el deber o hacéis vuestro trabajo, entonces Dios no os ha bendecido. Si cumplir con el deber te parece siempre un sinsentido, si sientes que no hay nada que hacer y no te animas a contribuir, si nunca recibes esclarecimiento y crees no tener inteligencia ni sabiduría a la que darle uso, entonces eso supone un problema. Indica que no tienes la motivación ni la senda adecuadas para cumplir con el deber, Dios no da Su visto bueno y tu estado es anormal” (La Palabra, Vol. III. Discursos de Cristo de los últimos días. Solo una persona honesta puede vivir con auténtica semejanza humana). Después de leer las palabras de Dios, me di cuenta de que mi reciente falta de progreso al hacer videos era principalmente porque mi actitud hacia mi deber era incorrecta. Tenía miedo de tener que preocuparme y agotarme, y no estaba dispuesta a esforzarme en mi deber, por eso elegía solo las tareas fáciles. No ponía mi mente y mi energía en mi deber, y siempre era huidiza y evasiva. Dios aborrecía mi actitud hacia mi deber y me había quitado lo que tenía originalmente. No había hecho ningún progreso en mi deber, y ni siquiera podía hacer videos simples bien. Si no me arrepentía, podría perder mi deber por completo. Me puse a reflexionar en que cuando practicaba regar a los recién llegados, al principio, también había muchos principios que no captaba, pero la hermana con la que trabajaba habló conmigo y me ayudó. Le preguntaba siempre que encontraba alguna dificultad, y resumía cosas, estudiaba y muchas veces le oraba a Dios. En ese tiempo, progresaba rápidamente y era eficaz en mi deber. En comparación a ahora, aunque no había producido videos por mucho tiempo, había algunas técnicas que podía dominar si me aplicaba y las estudiaba. Pero había disfrutado de la comodidad física, no tenía deseos de progresar y no estaba dispuesta a pagar un precio, de modo que mis habilidades profesionales no habían mejorado y yo no podía ver la guía de Dios en el cumplimiento de mi deber. Dios es equitativo y justo con las personas. Si pagamos un precio y ponemos el corazón en nuestro deber, recibiremos el esclarecimiento y la guía de Dios, y progresaremos tanto en nuestra entrada en la vida como en nuestras habilidades profesionales. Pero si no ponemos el corazón en nuestro deber y somos huidizos y evasivos, tarde o temprano quedaremos en evidencia, y con el tiempo, no lograremos lo que de otro modo habríamos logrado. Al reflexionar sobre esto, sentí mucha culpa y remordimiento. La intención de Dios es que yo pague un precio y ponga mi corazón en mi deber, que ejercite mi función en mi deber y que haga mejores videos para divulgar el evangelio y dar testimonio de Dios. Pero yo había sido haragana y había disfrutado de la comodidad. No había pagado verdaderamente un precio en mi deber y no había hecho lo que debería haber hecho. Había decepcionado la esperanza de Dios. Había sido verdaderamente carente de humanidad e ignoraba lo que era bueno para mí. Al darme cuenta de esto, lloré y le oré a Dios: “Oh, Dios, no debería haber cumplido mi deber con esa actitud. Realmente soy muy poco confiable. Dios, estoy dispuesta a arrepentirme frente a Ti. Por favor, escruta mi corazón, guíame y ayúdame”.
Después, nuevamente busqué comprender por qué siempre me retraía cuando me enfrentaba a las dificultades. Leí estas palabras de Dios: “En la actualidad, aunque el siguiente paso de la obra de Dios todavía está por comenzar, no hay nada adicional acerca de las cosas que se te piden y lo que se te pide vivir. Hay tanta obra y tantas verdades; ¿no son dignas de que las conozcas? ¿Son el juicio y el castigo de Dios incapaces de despertar tu espíritu? ¿Son el castigo y el juicio de Dios incapaces de hacer que te odies? ¿Estás contento de vivir bajo la influencia de Satanás, en paz y disfrutando y con un poco de comodidad carnal? ¿No eres la más vil de todas las personas? Nadie es más insensato que los que han contemplado la salvación, pero no buscan ganarla; estas son personas que codician la carne y disfrutan a Satanás. Esperas que tu fe en Dios no acarree ningún reto o tribulación ni la más mínima dificultad. Siempre buscas aquellas cosas que no tienen valor y no le otorgas ningún valor a la vida, poniendo en cambio tus propios pensamientos extravagantes antes que la verdad. ¡Eres tan despreciable! Vives como un cerdo, ¿qué diferencia hay entre tú y los cerdos y los perros? ¿No son bestias todos los que no persiguen la verdad y, en cambio, aman la carne? ¿No son cadáveres vivientes todos esos muertos sin espíritu? ¿Cuántas palabras se han hablado entre vosotros? ¿Se ha hecho solo un poco de obra entre vosotros? ¿Cuánto he provisto entre vosotros? ¿Y por qué no lo has obtenido? ¿De qué tienes que quejarte? ¿No será que no has obtenido nada porque estás demasiado enamorado de la carne? ¿Y no es porque tus pensamientos son muy extravagantes? ¿No es porque eres muy estúpido? […] Un cobarde como tú, que siempre busca la carne, ¿tiene corazón, tiene espíritu? ¿No eres una bestia? Yo te doy el camino verdadero sin pedirte nada a cambio, pero no buscas. ¿Eres uno de los que creen en Dios? Te otorgo la vida humana real, pero no la buscas. ¿Acaso no eres igual a un cerdo o a un perro? Los cerdos no buscan la vida del hombre, no buscan ser limpiados y no entienden lo que es la vida. Cada día, después de hartarse de comer, simplemente se duermen. Te he dado el camino verdadero, pero no lo has obtenido: tienes las manos vacías. ¿Estás dispuesto a seguir en esta vida, la vida de un cerdo? ¿Qué significado tiene que tales personas estén vivas? Tu vida es despreciable y vil, vives en medio de la inmundicia y el libertinaje y no persigues ninguna meta; ¿no es tu vida la más innoble de todas? ¿Tienes las agallas para mirar a Dios? Si sigues teniendo esa clase de experiencia, ¿vas a conseguir algo? El camino verdadero se te ha dado, pero que al final puedas o no ganarlo depende de tu propia búsqueda personal” (La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Las experiencias de Pedro: su conocimiento del castigo y del juicio). Cuando leía palabras como “cobarde” y “bestias”, me dolía el corazón. Había sido exactamente el tipo de persona que Dios expone, alguien que aprecia la carne y no persigue la verdad. En el cumplimiento de mi deber, había disfrutado de la comodidad física, sin querer pagar un precio por nada. Siempre había querido hacer tareas fáciles y simples, y solo salía del paso cada día. Había sido como un cerdo, que solo come, bebe y duerme todo el día, sin pensamientos ni objetivos que perseguir. No tenía una carga o un deseo de progresar en mi deber, y siempre me entregaba a la carne. Esto era porque siempre había usado los venenos satánicos como “Cada hombre para sí mismo, y sálvese quien pueda” y “La vida es breve; disfruta mientras puedas”, como mis reglas de vida. Antes de creer en Dios, me conformaba con el statu quo, buscaba la comodidad y no tenía ninguna ambición. Pensaba que como la vida es tan corta, debía disfrutar cada día en este mundo en lugar de vivir una vida cansadora o difícil. Después de llegar a creer en Dios, seguía aferrada a esta idea al cumplir mi deber. Cuando me topaba con videos difíciles, se los endosaba a Jiang Xin y buscaba tareas fáciles para mí. Luego, cuando a la hermana se le acumulaba el trabajo y estaba bajo mucha presión en su deber, yo me alejaba y me tomaba las cosas con calma, porque no quería ayudarla a compartir la carga. Solo pensaba en mi propia carne, no en las dificultades de la hermana ni en el trabajo de la iglesia. ¡Había sido tan egoísta y despreciable! Al reflexionar sobre esto, me di cuenta de que estos venenos infundidos por Satanás me habían vuelto depravada y decadente, sin deseos de progresar, y viviendo la vida de una persona inútil. Sin duda no duraría mucho haciendo mi deber con tal actitud y, al final, Dios me revelaría y me descartaría.
Luego, comprendí los requerimientos de Dios para las personas a partir de Sus palabras. Leí esto en las palabras de Dios: “Supongamos que la iglesia dispone un trabajo para ti, y dices: ‘[…] Sea cual sea el trabajo que la iglesia me asigne, lo asumiré de todo corazón y con todas mis fuerzas. Si hay algo que no entiendo o surge un problema, le oraré a Dios, buscaré la verdad, resolveré los problemas según los principios-verdad y haré bien la tarea. Sea cual sea mi deber, aprovecharé todo lo que tengo para realizarlo bien y satisfacer a Dios. En todo lo que pueda lograr, haré todo lo posible por asumir toda la responsabilidad que me corresponda y, como mínimo, no iré en contra de mi conciencia y razón, no seré superficial, no seré escurridizo ni holgazán, ni disfrutaré de los frutos del trabajo de otros. Nada de lo que haga estará por debajo de los estándares de la conciencia’. Este es el criterio mínimo para la conducta propia, y quien ejerce el deber de esa manera puede calificarse de persona con conciencia y razón. Como mínimo, debes tener la conciencia tranquila al hacer tu deber y debes al menos ser merecedor de tus tres comidas diarias y no gorronear. Esto se llama tener sentido de la responsabilidad. Tengas mucho o poco calibre, y comprendas o no la verdad, en cualquier caso, debes tener esta actitud: ‘Ya que se me ha asignado este trabajo, debo tomármelo en serio, debo convertirlo en mi preocupación y debo usar todo mi corazón y todas mis fuerzas para hacerlo bien. En cuanto a si sé hacerlo a la perfección o no, no puedo atreverme a dar una garantía, pero mi actitud es que haré todo lo posible por desempeñarlo bien y, desde luego, no seré superficial al respecto. Si surge un problema en el trabajo, debo asumir la responsabilidad en ese momento, asegurarme de aprender una lección de ello y cumplir bien con mi deber’. Esta es la actitud correcta” (La Palabra, Vol. V. Las responsabilidades de los líderes y obreros. Las responsabilidades de los líderes y obreros (8)). Después de leer las palabras de Dios, gané una senda de práctica. Dios me había exaltado para hacer este deber, así que debía poner mi corazón para hacerlo bien. Cuando me encontraba con dificultades, no podía ser huidiza o evasiva. Realmente tenía que pagar un precio y hacer todo lo posible para cumplir bien mi deber. Recién empezaba a practicar hacer videos y no era competente en eso, entonces, en adelante, tenía que esforzarme para mejorar mis habilidades profesionales. Cuando me topaba con videos difíciles, debía aceptarlos mientras estuviera a la altura de la tarea, o debía trabajar en ellos junto con Jiang Xin, pagar un precio de verdad, preguntarle por las cosas que no entendía y aprender poco a poco. De esta manera, podría aplicar las habilidades que aprendía a mi deber.
Una vez, quise pasarle de nuevo a Jiang Xin un video difícil que estaba haciendo, pero recordé mi oración anterior a Dios para arrepentirme, y me di cuenta de que cuando me encontraba con dificultades en este video, quería eludir la responsabilidad otra vez. ¿No seguía teniendo miedo de pagar un precio, sin querer progresar? Entonces le oré a Dios, y le pedí que me guiara para rebelarme contra mi carne y realmente pagar un precio. También reflexioné sobre que Dios esperaba que yo pudiera rebelarme contra mi carne y practicar la verdad cuando me enfrentaba con esta dificultad, y mejorar mis habilidades a través de hacer videos. Al comprender la intención de Dios, busqué información diligentemente y aprendí algunas técnicas, y al final, completé el video con éxito. Aunque hacer el video me llevó tiempo y esfuerzo, mis habilidades mejoraron. ¡Gracias a Dios por Su guía!