44. Un entorno peligroso reveló mi egoísmo

Por Han Ming, China

En 1998, acepté la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días. Más tarde, era bien conocido por mi fe y me convertí en un objetivo clave de vigilancia para la fuerza policial del PCCh. En 2016, mi esposa y yo dejamos nuestro hogar y alquilamos una casa en otro lugar para hacer nuestros deberes. Luego, los hermanos y hermanas de mi pueblo natal me dijeron que la policía todavía me andaba buscando y que había sobornado a un vecino para que me denunciara si me veía. Debido a esto, éramos muy cautos mientras nos hallábamos en otro lugar haciendo nuestros deberes, siempre alerta, con miedo a que nos monitorearan y arrestaran.

Durante la primera mitad de 2023, una mañana la hermana Zhang Ning vino de repente a mi casa con rostro preocupado y dijo que habían arrestado a la hermana con la que colaboraba, y que varios hermanos y hermanas de la iglesia también habían sido arrestados. La policía había ido incluso a unas cuantas casas de acogida a hacer preguntas. Ni ella ni la hermana Liu Ming tenían a dónde ir y querían quedarse en mi casa durante un tiempo. Como sabía que las estaban persiguiendo y no podían regresar a casa, acepté de inmediato. Pero dos días después me enteré de que las habían vendido a las dos y de que la policía se había hecho con una foto de Liu Ming y estaban en su busca. Me puse muy nervioso al oír eso, y sentí que China estaba envuelta en una nube oscura, sin un lugar seguro en ninguna parte. Además, no podía evitar preocuparme, pensaba: “Ya que a mí también me persigue la policía del PCCh, ¿no es demasiado peligroso ahora mismo que estas dos hermanas se hospeden conmigo? Sobre todo Liu Ming: la policía tiene su foto y está rastreando su paradero de manera activa. Pasó por muchas cámaras de vigilancia de camino a mi casa, y si la policía comprueba la grabación, rastrearán enseguida sus movimientos y encontrarán mi casa. ¡Entonces nos arrestarán también a nosotros!”. Además, pensé que llevaba muchos años con la tensión alta y el corazón enfermo, y me pregunté: “Si acabo siendo arrestado y torturado, ¿seré capaz de soportarlo? Si no puedo soportar el sufrimiento y traiciono a Dios, ¿acaso mi fe no habrá sido en vano? Y además acabaría castigado en el futuro”. Mientras más lo pensaba, más miedo me entraba y sentía que me encontraba bajo una enorme presión. En ese momento, me vino un pensamiento a la mente: “Si hubiera sabido que todo esto sería tan peligroso, no hubiera aceptado acoger a Zhang Ning y Liu Ming. De esa manera, podría haber asumido menos riesgos. Con una situación actual tan grave, mientras más tiempo pasen aquí, en mayor peligro estoy”. Después de tener este pensamiento, cuando hablábamos daba indicios de que mi casa no era segura, con la intención de hacer que Zhang Ning y Liu Ming instaran a los líderes a buscarles otra casa de acogida lo antes posible. Cada vez que decía esa clase de cosas, ambas parecían indefensas. Después me sentía culpable, pensaba que no debía tratarlas así, en especial a Liu Ming. Su salud ya era mala y ahora la estaban buscando. No mucho antes, habían arrestado a su madre y nadie sabía qué le había ocurrido, y una vez la vi llorando a solas en la cocina. Estaban en gran peligro y no debería haberlas presionado para que se marcharan, pero cuando pensaba en mi propia seguridad, mantenía la esperanza de que se fueran pronto.

Durante una reunión, leí un pasaje de la palabra de Dios y me conmovió profundamente. Dios Todopoderoso dice: “Independientemente de lo ‘poderoso’, lo audaz y ambicioso que sea Satanás, de lo grande que sea su capacidad de infligir daño, del amplio espectro de las técnicas con las que corrompe y atrae al hombre, lo ingeniosos que sean los trucos y las artimañas con las que intimida al hombre y de lo cambiante que sea la forma en la que existe, nunca ha sido capaz de crear una simple cosa viva ni de establecer leyes o normas para la existencia de todas las cosas, ni de gobernar y controlar ningún objeto, animado o inanimado. En el cosmos y el firmamento no existe una sola persona u objeto que haya nacido de él o que exista por él; no hay una sola persona u objeto gobernados o controlados por él. Por el contrario, no solo tiene que vivir bajo el dominio de Dios, sino que, además, debe someterse a todas Sus órdenes y Sus mandatos. Sin el permiso de Dios, le resulta difícil incluso tocar una gota de agua o un grano de arena sobre la tierra; ni siquiera es libre para mover a las hormigas sobre la tierra, y mucho menos a la humanidad creada por Dios. A los ojos de Dios, Satanás es inferior a los lirios del campo, a las aves que vuelan en el aire, a los peces del mar y a los gusanos de la tierra. Su papel, entre todas las cosas, es servir a todas las cosas, a la especie humana y a la obra de Dios y a Su plan de gestión. Independientemente de lo malévola que es su naturaleza y lo malvado de su esencia, lo único que puede hacer es respetar sumisamente su función: estar al servicio de Dios, y ser un contraste para Él. Tales son la sustancia y la posición de Satanás. Su esencia está desconectada de la vida, del poder, de la autoridad; ¡es un simple juguete en las manos de Dios, tan solo una máquina a Su servicio!(La Palabra, Vol. II. Sobre conocer a Dios. Dios mismo, el único I). A partir de las palabras de Dios, me di cuenta de que Satanás rinde servicio a la obra de Dios y que no puede hacer nada sin Su permiso. Aunque el gran dragón rojo parece muy salvaje, también está en manos de Dios. Que hubieran monitoreado y rastreado a Liu Ming cuando vino hasta aquí y que fueran a arrestarme eran cuestiones que controlaba Dios y Él tendría la última palabra. Sin el permiso de Dios, la policía no nos encontraría. Ni siquiera me habían arrestado todavía, pero estaba muy cohibido y asustado, e incluso había pensado en negarme a acoger a las dos hermanas. Esto demostraba que mi fe en Dios no era para nada real. Cuando me sucedía algo, Dios no ocupaba un lugar en mi corazón. ¿Cómo iba a ser alguien que de veras creía en Él? Era prácticamente un incrédulo. Noté que después de creer en Dios durante tantos años, mi estatura era todavía muy escasa, y me odiaba a mí mismo por no perseguir la verdad. Las situaciones que me acaecían revelaban mi miserable carencia de realidades-verdad.

Más tarde, cuando nos reunimos, leí algunas palabras de Dios: “En la nación del gran dragón rojo, he llevado a cabo una etapa de una obra insondable para los seres humanos, haciendo que se mezan en el viento, después de lo cual muchos se alejan silenciosamente con el soplo del viento. En verdad, este es el ‘patio de trilla’ que estoy a punto de limpiar; es lo que anhelo y también es Mi plan. Porque muchos malvados han entrado con sigilo mientras estoy obrando, pero no tengo ninguna prisa por ahuyentarlos. Más bien, los dispersaré cuando sea el momento adecuado. Sólo después de eso seré la fuente de vida, permitiendo que los que verdaderamente me aman reciban de Mí el fruto de la higuera y la fragancia del lirio. En la tierra del polvo, donde Satanás reside temporalmente, no queda oro puro, solo arena, y así, frente a estas circunstancias, llevo a cabo tal etapa de la obra(La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Los siete truenos retumban: profetiza que el evangelio del reino se extenderá por todo el universo). A partir de las palabras de Dios, vi que Él permite al gran dragón rojo perseguir y arrestar al pueblo escogido de Dios con el fin de explotarlo en aras de verificar a todo el mundo. En un sentido, esto se hace para perfeccionar a un grupo de personas, y en otro, además revela a los incrédulos y a los cobardes. En el pasado, había dicho a menudo que sería considerado con las intenciones de Dios y que estaba dispuesto a someterme y serle leal. Había dicho además que los hermanos y hermanas deberían ayudarse y amarse unos a otros, pero los hechos revelaban que solo había soltado doctrinas y consignas, sin ninguna realidad en absoluto. Zhang Ning y Liu Ming habían venido a hospedarse en mi casa, y al principio estuve dispuesto a acogerlas. Sin embargo, después de ver que capturaban a bastantes personas y al oír que las habían vendido a las dos y que la policía perseguía a Liu Ming, me pareció que acogerlas conllevaba un gran riesgo y que, si me arrestaban, me condenarían a un duro castigo. Por mi propia protección, ya no quería acogerlas más. Lo que había sentido en el corazón y lo que decía mi boca llevaba la intención de hacer que se marcharan lo antes posible. Pensaba en mí mismo. A mí también me perseguía el gran dragón rojo y tenía un hogar al que no podía regresar, y cuando mi cuerpo sufría dolor y mi corazón estaba atormentado, también esperaba recibir ayuda de otros. Ahora Dios había preparado un lugar adecuado para mí, pero cuando las hermanas no pudieron regresar a casa ni tenían adónde ir, ignoré su seguridad y no paraba de intentar que se marcharan. Me di cuenta de que no tenía amor por mis hermanos y hermanas en absoluto. Zhang Ning y Liu Ming hacían deberes importantes en la iglesia, pero en este momento crítico, no había considerado cómo proteger su seguridad o salvaguardar el trabajo de la iglesia. ¿Acaso tenía algo de lealtad a Dios? ¡Mi naturaleza era muy egoísta y me faltaba humanidad! Recién entonces me di cuenta de que el gran dragón rojo rinde servicio a la obra de Dios y que, si no se hubiera dado una situación así, no habría reconocido mis corrupciones. Después de eso decidí que, incluso si un día me arrestaban realmente, me mantendría firme en mi testimonio con determinación y no traicionaría a Dios. Así que discutí con Zhang Ning y Liu Ming cómo responder y abandonar el lugar si la policía venía a registrar la casa o si se daban algunas circunstancias imprevistas. Esto rebajó mi miedo.

Pasado un tiempo, Zhang Ning y Liu Ming se mudaron. Mi hermana menor y su marido vinieron a mi casa para recordarme que tuviera cuidado. Me dijeron que la policía me había estado buscando y además pensaban que era líder; si me atrapaban, no cabe duda de que me condenarían. Me puse triste y me pregunté si aquellos a los que habían arrestado y luego vendieron a los hermanos y hermanas me habrían identificado y vendido a mí. Por razones de seguridad, escondí todo lo importante que tenía en casa. Pensé que, si sucedía algo, abandonaría la ciudad y me ocultaría durante un tiempo. Justo entonces, Liu Ming regresó de repente. No había podido quedarse en la casa de acogida a la que se había mudado porque estaba bajo vigilancia. Me quedé en shock, pensé: “Están persiguiendo a Liu Ming y hay cámaras por todas partes. Ahora que ha vuelto después de mudarse, la policía dará fácilmente con su paradero si la está monitoreando. Al principio, mi casa era relativamente segura, pero si la policía sigue el rastro de la grabación de las cámaras de vigilancia para rastrear a Liu Ming, ¿acaso no quedará expuesta mi casa?”. Esa noche oré a Dios: “Dios, Liu Ming ha regresado de repente. Me preocupa que la monitoreen y la sigan, pues podría verme implicado y tengo miedo de que me arresten. Dios, por favor, protege mi corazón y guíame a aprender lecciones en este entorno”. Después de orar, sentí algo más de paz. Estaba dispuesto a dejar que Liu Ming se quedara en mi casa de momento.

Unos días después, me enteré de que la madre de Liu Ming sabía dónde estaba mi casa. Un pariente suyo que era creyente también sabía que Liu Ming se quedaba en ella. Pensé: “Ahora mismo no se puede confiar en nadie. Si atrapan a este pariente y revela que Liu Ming se queda en mi casa, ¿acaso no estaré incluso en mayor peligro?”. Me empecé a sentir tenso de nuevo, pensé: “La seguridad de Liu Ming está en un riesgo enorme, debería haberle aconsejado cuando se fue hace un par de días que no podría volver si se marchaba, entonces no habría necesidad de preocuparse ahora de estos riesgos”. Con eso en mente, le pedí que escribiera a los líderes para decirles que se dieran prisa y encontraran una casa de acogida para mudarse. Sin embargo, pasaron los días y seguía sin haber señales de que los líderes vinieran a llevarse a Liu Ming, así que empecé a sentirme ansioso. Indefensa, Liu Ming dijo: “Todo el entorno de la iglesia está ahora mismo en tensión y es difícil encontrar una casa de acogida adecuada en este momento”. Al ver la expresión triste de Liu Ming, sentí remordimientos y no me vi capaz de hacer que se fuera. Luego, los líderes juzgaron que mi casa tampoco era segura, así que mudaron a Liu Ming a otra.

Después de eso, empecé a reflexionar y meditar, a preguntarme qué lecciones había aprendido de acoger a Zhang Ning y Liu Ming en estas dos ocasiones. Al rememorarlo, lo que había revelado en ambas ocasiones era cobardía al querer protegerme a mí mismo y querer eludir mis deberes constantemente y no estar dispuesto a acoger a las hermanas. Así que busqué palabras de Dios que pudiera leer relativas a este estado. Dios dice: “Los anticristos son extremadamente egoístas y despreciables. No tienen verdadera fe en Dios, y mucho menos lealtad a Él. Cuando se topan con un problema, solo se protegen y se salvaguardan a sí mismos. Para ellos, nada es más importante que su propia seguridad. Siempre y cuando puedan vivir y no los detengan, no les importa el daño causado a la obra de la iglesia. Estas personas son egoístas hasta el extremo, no piensan en absoluto en los hermanos y hermanas ni en la obra de la iglesia, solo en su propia seguridad. Son anticristos(La Palabra, Vol. IV. Desenmascarar a los anticristos. Punto 9 (II)). A partir de la exposición de las palabras de Dios, vi que los anticristos son realmente egoístas y despreciables. Solo les preocupa protegerse a sí mismos y sus propios intereses y no tienen la menor consideración a la hora de proteger el trabajo de la iglesia ni la seguridad de sus hermanos o hermanas. Me había comportado igual que un anticristo, solo pensaba en mí mismo cuando había problemas y ponía por delante mis propios intereses, sin considerar en absoluto la seguridad de mis hermanos y hermanas ni el trabajo de la iglesia. Zhang Ning y Liu Ming estaban haciendo deberes relacionados con textos, lo cual es una tarea importante para la iglesia. Ahora que la iglesia afrontaba arrestos generalizados, muchas casas de acogida ya no podían proveer refugio. Mi casa alquilada era relativamente más segura, así que, en esta clase de situación, debería haberme visto obligado por honor a recibirlas, de modo que pudieran tener un entorno tranquilo en el que hacer sus deberes. Asimismo, Liu Ming no gozaba de buena salud, estaba muy angustiada porque habían arrestado a su madre, y como a ella misma la estaban persiguiendo, no tenía un hogar al que regresar, así que debería haberla acogido y cuidado de ella para que se pudiera sentir en casa aquí y hacer sus deberes en paz. Sin embargo, solo pensaba en si podrían arrestarme a mí, en si iba a mantenerme firme si eso sucedía y en si luego podría tener un buen destino, pero no empaticé con sus circunstancias ni sus sentimientos. Para proteger mi propia seguridad, incluso intenté alejarlas indirectamente. Solo consideraba mis propios intereses, pensaba que mientras estuviera a salvo, eso era lo único que importaba. Me di cuenta de que era igual que esos anticristos que Dios dejaba en evidencia, egoísta, despreciable y carente de humanidad. Pensé en los hermanos y hermanas de la iglesia, algunos de los cuales, en situaciones peligrosas, acogen a otros que son perseguidos. Están dispuestos a asumir riesgos para proteger a sus hermanos y hermanas, sin la menor queja. Algunos incluso lidian con el trabajo pendiente posterior a pesar del gran peligro, transfieren los libros de las palabras de Dios sin consideración hacia su seguridad personal, y algunos dan un paso al frente para proteger a sus hermanos y hermanas cuando los arrestan y persiguen. Y sigue la lista de la gente que es así. Estas personas son capaces de confiar en Dios para rebelarse contra la carne, salvaguardar el trabajo de la iglesia, proteger a sus hermanos y hermanas y mostrar su lealtad para satisfacer a Dios. En comparación con ellos, yo no estaba para nada a la altura. También pensé en esos judas que delatan los bienes de la iglesia y a sus hermanos y hermanas cuando los arrestaban. Lo hacían motivados por su naturaleza completamente egoísta y porque temían la muerte y querían conservar la vida. Cuando el gran dragón rojo los amenazaba, intimidaba y torturaba, no estaban dispuestos a permitir que su carne sufriera, así que seguían al gran dragón rojo, traicionaban a Dios y blasfemaban contra Él, además de ofender Su carácter. Yo también era igual de egoísta, y si me arrestara el gran dragón rojo, ¡existiría el peligro de traicionar a Dios! Tenía que buscar rápidamente la verdad para resolver mi estado.

En mi búsqueda, también reflexioné sobre mí mismo, me pregunté: “¿Por qué siempre tengo miedo de que me arresten?”. En verdad, era porque tenía miedo de que, si moría, no tendría después un buen desenlace ni un buen destino. Leí estas palabras de Dios: “¿Quién en toda la humanidad no recibe cuidados a los ojos del Todopoderoso? ¿Quién no vive en medio de la predestinación del Todopoderoso? ¿Acaso la vida y la muerte del hombre ocurren por su propia elección? ¿Controla el hombre su propio porvenir? Muchas personas piden la muerte a gritos, pero esta está lejos de ellas; muchas personas quieren ser fuertes en la vida y temen a la muerte, pero sin saberlo, el día de su fin se acerca, sumergiéndolas en el abismo de la muerte(La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Las palabras de Dios al universo entero, Capítulo 11). “¿Cómo murieron esos discípulos del Señor Jesús? Entre los discípulos hubo quienes fueron lapidados, arrastrados por un caballo, crucificados cabeza abajo, desmembrados por cinco caballos; les acaecieron todo tipo de muertes. ¿Por qué murieron? ¿Los ejecutaron legalmente por sus delitos? No. Fueron condenados, golpeados, vituperados y asesinados porque difundían el evangelio del Señor y los rechazó la gente mundana; así los martirizaron. […] Cuando mencionamos este tema, os ponéis en su lugar; ¿se os entristece entonces el corazón y sentís un dolor oculto? Pensáis: ‘Estas personas cumplieron con su deber de difundir el evangelio de Dios y se les debería considerar buenas personas; por tanto, ¿cómo pudieron llegar a ese fin y a tal resultado?’. En realidad, así fue cómo murieron y perecieron sus cuerpos; este fue su medio de partir del mundo humano, pero eso no significaba que su resultado fuera el mismo. No importa cuál fuera el modo de su muerte y partida, ni cómo sucediera, así no fue como Dios determinó los resultados finales de esas vidas, de esos seres creados. Esto es algo que has de tener claro(La Palabra, Vol. III. Discursos de Cristo de los últimos días. Difundir el evangelio es el deber al que están obligados por honor todos los creyentes). A partir de las palabras de Dios, vi que cada una de nuestras vidas y muertes está en manos de Dios, y que Él ya ha predestinado cuándo y cómo morirá una persona. Hay muchas maneras en las que puede morir una persona, pero el valor y el significado de estas muertes varía mucho, y el desenlace y destino finales de las personas son diferentes. Es igual que los discípulos del Señor Jesús que reconocieron que era Dios encarnado, fueron capaces de serle leales a Dios hasta el final, sacrificaron la vida para mantenerse firmes en su testimonio por Él. Muchos santos a lo largo de las eras también han sido martirizados por propagar el evangelio del Señor. Sus muertes fueron valiosas y significativas. Aunque sus cuerpos murieron de maneras diversas, sus almas no perecieron. En los últimos días, creemos en Dios y hacemos nuestros deberes en este país ateo y afrontaremos de manera inevitable la persecución y las tribulaciones. Además, deberíamos seguir el ejemplo de los santos del pasado y tener la determinación de seguir a Dios incluso hasta la muerte. Sin embargo, en esta situación instrumentada por Dios, solo pensaba en cómo escapar y protegerme. No tenía fe en Dios ni lealtad hacia Él ni tampoco tenía amor alguno por mis hermanos y hermanas. Aunque mi carne vivía, no practicaba la verdad ni tenía auténtico testimonio, así que Dios no me daba en absoluto Su aprobación. Si no perseguía la verdad, me arrepentía y cambiaba, sin duda sería descartado.

Después, leí dos pasajes de las palabras de Dios y encontré una senda de práctica. Dios Todopoderoso dice: “Para dar testimonio de Dios y avergonzar al gran dragón rojo, se debe tener un principio y una condición: se debe amar a Dios de corazón y entrar en Sus palabras. Si no entras en las palabras de Dios, entonces no tendrás forma de avergonzar a Satanás. A través de tu crecimiento en la vida, te rebelas contra al gran dragón rojo y lo humillas por completo; solo esto es para avergonzar verdaderamente al gran dragón rojo(La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Solo pueden servir a Dios los que conocen Su obra de hoy). “Si la gente opta por practicar la verdad, entonces, aunque se hayan quedado sin intereses, va a recibir la salvación de Dios y la vida eterna. Esas personas son las más inteligentes. Si la gente renuncia a la verdad por sus intereses, pierde la vida y la salvación de Dios; esas personas son las más necias. Lo que una persona elige, sean sus intereses o la verdad, es sumamente revelador. Quienes aman la verdad elegirán la verdad; elegirán someterse a Dios y seguirlo. Preferirán abandonar sus intereses para perseguir la verdad. Por más que tengan que sufrir, están decididos a mantenerse firmes en el testimonio para satisfacer a Dios. Esta es la senda principal para practicar la verdad y entrar en la realidad-verdad(La Palabra, Vol. III. Discursos de Cristo de los últimos días. El conocimiento del propio carácter es la base de su transformación). A partir de las palabras de Dios, entendí que cuando me enfrento a circunstancias extremas, debo rebelarme contra mi carne y dejar de lado mis intereses personales. Aunque signifique arriesgar o sufrir pérdidas en mis intereses personales, debo defender el trabajo de la iglesia y proteger la seguridad de mis hermanos y hermanas. Poco después de que Liu Ming se marchara, varios hermanos y hermanas venían a menudo a mi casa debido a las necesidades de sus deberes. A uno de ellos incluso lo habían arrestado antes. Pensé para mis adentros: “La policía sale a patrullar las calles a menudo; ya tiene fichado a este hermano y hay muchas cámaras de vigilancia de camino a mi casa. Si la policía está observando, ¡seguro que me arrestan tarde o temprano!”. Me volví a sentir un poco cohibido y pensé en decirles a los hermanos y hermanas que no vinieran a mi casa con tanta frecuencia. Sin embargo, pensé que venían aquí motivados por las necesidades de sus deberes y que, si les decía eso, no cabe duda de que los constreñiría. Recordé mi experiencia previa al acoger a dos hermanas, y supe que esta vez no podía considerar solo mis propios intereses. Tenía fe en que todo estaba en manos de Dios y debía priorizar defender el trabajo de la iglesia. Así que oré a Dios, le confié todo a Él y ya no me sentí tan limitado.

Al reflexionar sobre mis experiencias durante esta época, me di cuenta de que mi naturaleza era realmente egoísta y de que mi fe en Dios era demasiado débil. Aunque había creído en Él durante muchos años, no tenía un verdadero entendimiento de la omnipotencia y soberanía de Dios ni ninguna de las realidades-verdad en absoluto. Esta experiencia de acoger a hermanos y hermanas me reveló y fue también la salvación que me dio Dios, al mostrarme mi corrupción y mis defectos e instarme a perseguir la verdad. ¡Se lo agradezco a Dios desde el fondo de mi corazón!

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