45. Reflexiones sobre mi miedo a asumir la responsabilidad
En abril de 2022, los líderes organizaron que yo hiciera el trabajo de depuración en la iglesia. Nunca había hecho ese trabajo y no entendía los principios para discernir los distintos tipos de personas, entonces me preocupé: “¿Podré hacer esto? ¿Qué pasa si por error depuro a alguien que no correspondía? ¿No estaría cometiendo un gran mal? Eso sería una transgresión grave”. Pero luego pensé que no podía eludir mi deber. No era la única que hacía este trabajo; había otras hermanas que colaboraban también. Si no entendía algo, podía aprender de ellas, entonces acepté el deber. Más adelante, me enteré de que la hermana Song Ping había hecho ese deber durante varios años, y que comprendía bien los principios para discernir los distintos tipos de personas. Me volví muy dependiente de ella, y pensaba: “Todavía no entiendo los principios y no sé cómo hacer este trabajo, así que seguiré a Song Ping y dejaré que ella me guíe”. Luego, me esforcé para aprender los principios para discernir los distintos tipos de personas y participé activamente en el trabajo, con la esperanza de comprender rápidamente los principios y asumir el trabajo. Me di cuenta de que el trabajo de depuración era distinto a otros trabajos, ya que un mínimo error podía ser grave, y yo tendría que rendir cuentas. Así que pensé que lo mejor era ser cuidadosa y cautelosa. Cuando organizaba el material de depuración, si encontraba algo un tanto complejo o había disputas en cuanto a la calificación, rápidamente le preguntaba a Song Ping. Solo me sentía cómoda entregando el material cuando ella lo revisaba. En mi trabajo, también dependía de Song Ping. Hacía lo que ella me decía y evitaba tomar la iniciativa siempre que podía. Colaboramos así durante un año.
En mayo de 2023, los líderes escribieron para decir que pensaban asignar a Song Ping para que supervisara otro trabajo. Al escuchar esta noticia, pensé: “Van a trasladar a Song Ping. Soy la que más tiempo lleva haciendo esta función en el equipo, así que tendré que tomar la iniciativa de asumir el trabajo”. Al pensar eso, no pude evitar preocuparme. “Aunque comprendí algunos principios para discernir a las personas durante este año de entrenamiento, cuando me enfrento a problemas complejos, todavía no sé cómo manejarlos y necesito la ayuda de Song Ping para que los revise. Es más, durante todo este tiempo, resumir las desviaciones del trabajo o cultivar a las personas eran tareas de las que Song Ping era la principal responsable. Cuando había problemas en el trabajo, los líderes también consultaban a Song Ping. Si Song Ping se va, ¿qué hago si no puedo asumir estas responsabilidades? Esto implica el trabajo de depuración en muchas iglesias. ¿Qué pasa si surgen problemas o desviaciones en el trabajo que trastornen y perturben el trabajo de depuración de la iglesia? Si eso sucediera, yo sería directamente responsable y tendría que asumir las consecuencias. El trabajo de depuración es distinto a los otros trabajos. Si no puedo calar un problema y dejo a los anticristos y a las personas malvadas en la iglesia, estaría protegiéndolos y participaría en su maldad. Si por error expulso a alguien a quien no debía, y eso causa un fallo errado, también estaría haciendo el mal. Cualquier caso sería una transgresión grave y, si la casa de Dios me hace responsable, como mínimo, podrían despedirme. Si las consecuencias son graves, incluso podrían expulsarme”. Pensar en todo esto me hizo sentir el corazón muy pesado, y la presión era inmensa. Pero no podía evitar que Song Ping se fuera. A medida que pasaban los días y Song Ping estaba a punto de irse, yo estaba cada vez más ansiosa y no podía calmar mi corazón para cumplir con mi deber. Al darme cuenta de que mi estado no era correcto, oré a Dios y le pedí que me guiara para conocer mis problemas.
Después de orar, leí un pasaje de las palabras de Dios: “Algunas personas tienen miedo de asumir responsabilidades en el cumplimiento de su deber. Si la iglesia les da un trabajo que hacer, consideran primero si el trabajo requiere asumir responsabilidad y, si es así, no lo aceptan. Sus condiciones para cumplir con un deber son, primero, que debe ser un trabajo ligero; segundo, que no sea cansado ni les quite tiempo; y tercero que, hagan lo que hagan, no asuman ninguna responsabilidad. Ese es el único deber que aceptan. ¿Qué clase de persona es esta? ¿Acaso no es una persona esquiva y taimada? No quieren asumir siquiera la menor responsabilidad. Incluso tienen miedo de que las hojas de los árboles les caigan encima y les abran la cabeza. ¿Qué deber puede cumplir una persona así? ¿Qué utilidad puede tener en la casa de Dios? La obra de la casa de Dios tiene que ver con la tarea de batallar contra Satanás, además de difundir el evangelio del reino. ¿Qué deber no conlleva responsabilidades? ¿Diríais que ser líder requiere responsabilidad? ¿Acaso sus responsabilidades no son aun mayores y no deben asumirlas en mayor medida? Por mucho que difundas el evangelio, des testimonio, hagas vídeos y cosas así, sea cual sea el trabajo que hagas, siempre que esté relacionado con los principios-verdad, conlleva responsabilidades. Si tu cumplimiento del deber no tiene principios, afectará a la obra de la casa de Dios, y si tienes miedo de asumir responsabilidad, entonces no puedes cumplir con ningún deber. ¿Es cobarde alguien que teme asumir responsabilidades al cumplir con su deber o es que existe un problema con su carácter? Hay que saber diferenciarlo. El hecho es que no se trata de una cuestión de cobardía. Si esa persona fuera en busca de riquezas o estuviera haciendo algo en su propio interés, ¿cómo no habría de ser tan valiente? Asumiría cualquier riesgo. Pero cuando hacen cosas por la iglesia, por la casa de Dios, no asumen ninguno. Tales personas son egoístas y viles, las más traicioneras de todas. Quien no asume responsabilidades al cumplir con su deber no es en absoluto sincero con Dios, ya no hablemos de su lealtad. ¿Qué clase de persona se atreve a asumir responsabilidades? ¿Qué clase de persona tiene el valor de llevar una pesada carga? Alguien que asume el liderazgo y da un paso adelante con valentía en el momento más crucial de la obra de la casa de Dios, que no teme cargar con una gran responsabilidad y soportar grandes dificultades, cuando ve la obra más importante y crucial. Se trata de alguien leal a Dios, un buen soldado de Cristo. ¿Es que todos los que temen asumir responsabilidades en su deber lo hacen porque no entienden la verdad? No; es un problema de su humanidad. No tienen sentido de la justicia ni de la responsabilidad. Son personas egoístas y viles, no son creyentes sinceros de Dios, y no aceptan la verdad en lo más mínimo. Por esta razón, no pueden ser salvados” (La Palabra, Vol. IV. Desenmascarar a los anticristos. Punto 8: Quieren que los demás se sometan solo a ellos, no a la verdad ni a Dios (I)). Lo que Dios exponía era mi verdadero estado. Cuando me enteré de que Song Ping sería trasladada y que yo tendría que asumir el trabajo, mi primer pensamiento no fue confiar en Dios para hacerlo, sino que consideré si la casa de Dios me haría responsable y tomaría cartas en el asunto, y si seguiría teniendo la oportunidad de la salvación si había desviaciones o problemas en el trabajo futuro. No consideré en absoluto cómo manejar el trabajo futuro. Si era una persona egoísta y despreciable que solo consideraba mis propios intereses cuando algo pasaba, ¿cómo podía cumplir bien con mi deber? Recuerdo que al principio, cuando me asignaron este deber, tenía miedo de cometer errores y asumir la responsabilidad. Incluso después de aceptar este deber seguía teniendo miedo a asumir la responsabilidad y no estaba dispuesta a tomar la iniciativa y aceptar una carga en mi deber, y dependía de Song Ping para todo. Cuando me enfrentaba a materiales que eran difíciles de discernir y calificar y cuando había tareas que llevar a cabo, dejaba que Song Ping liderara y tomara las decisiones finales, y yo me conformaba con ser su subalterna. De ese modo, si surgían desviaciones o problemas, yo no debía cargar con la responsabilidad principal ni sufrir o pagar un precio. Tendría lo mejor de dos mundos. Viviendo con este carácter corrupto, engañoso, egoísta y despreciable, me entrené en este deber durante un año sin lograr progresos significativos e incluso a esta altura no podía trabajar de manera independiente. ¿Acaso no me estaba dañando a mí misma? Ahora que Song Ping iba a ser trasladada y yo debía asumir el trabajo de manera independiente, era una oportunidad que Dios me daba para entrenarme, pero no comprendía la intención de Dios ni sabía ser agradecida. Constantemente consideraba mis intereses y me sentía ansiosa y preocupada. ¿Acaso no me estaba atormentando sola? La verdad es que cada tarea en la casa de Dios implica los principios-verdad y cumplir con cualquier deber requiere adherirse a los principios-verdad y un sentido de responsabilidad. La obra de Dios está por concluir, y los diferentes tipos de personas en la iglesia están quedando en evidencia una a una. Dios nos ha enseñado las verdades relacionadas al discernimiento para ayudarnos a discernir todos los tipos de personas que pertenecen a Satanás para que podamos depurar de la iglesia a los diversos diablos y satanases que trastornan y perturban la obra de Dios, y así brindarle al pueblo escogido de Dios un buen entorno para perseguir la verdad. Ahora que estaba haciendo el trabajo de depuración, tenía la responsabilidad y la obligación de liderar a mis hermanos y hermanas en la búsqueda de la verdad y el crecimiento en el discernimiento para depurar de la iglesia a quienes hacían el mal y trastornaban y perturbaban el trabajo de la iglesia. Si yo tenía miedo de tomar la responsabilidad y no cumplía con mi función, ¿no sería simplemente inútil? ¿Cómo podía una persona así ser salvada por Dios? Al pensar en estas cosas, me di cuenta de que ya no podía vivir en este estado incorrecto, porque eso afectaría mi capacidad de cumplir con mis deberes en el futuro.
Luego, leí estas palabras de Dios: “Que el hombre lleve a cabo su deber es, de hecho, el cumplimiento de todo lo que es inherente a él; es decir, lo que es posible para él. Es entonces cuando su deber se cumple adecuadamente. Los defectos del hombre durante su servicio se reducen gradualmente a través de la experiencia progresiva y del proceso de pasar por el juicio; no obstaculizan ni afectan el deber del hombre. Los que dejan de servir o ceden y retroceden por temor a que puedan existir defectos en su servicio son los más cobardes de todos. Si las personas no pueden expresar lo que deben expresar durante el servicio ni lograr lo que por naturaleza es posible para ellas y, en cambio, actúan mecánicamente, han perdido la función que un ser creado debe tener. A esta clase de personas se les conoce como ‘mediocres’; son desechos inútiles. ¿Cómo pueden esas personas ser llamadas apropiadamente seres creados? ¿Acaso no son seres corruptos que brillan por fuera, pero que están podridos por dentro? […] No existe correlación entre el deber del hombre y que él reciba bendiciones o sufra desgracias. El deber es lo que el hombre debe cumplir; es la vocación que le dio el cielo y no debe depender de recompensas, condiciones o razones. Solo entonces el hombre está cumpliendo con su deber. Recibir bendiciones se refiere a cuando alguien es perfeccionado y disfruta de las bendiciones de Dios tras experimentar el juicio. Sufrir desgracias se refiere a cuando el carácter de alguien no cambia tras haber experimentado el castigo y el juicio; no experimenta ser perfeccionado, sino que es castigado. Pero, independientemente de si reciben bendiciones o sufren desgracias, los seres creados deben cumplir su deber, haciendo lo que deben hacer y haciendo lo que son capaces de hacer; esto es lo mínimo que una persona, una persona que busca a Dios, debe hacer. No debes llevar a cabo tu deber solo para recibir bendiciones, y no debes negarte a actuar por temor a sufrir desgracias. Dejadme deciros esto: lo que el hombre debe hacer es llevar a cabo su deber, y si es incapaz de llevar a cabo su deber, esto es su rebeldía” (La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. La diferencia entre el ministerio de Dios encarnado y el deber del hombre). Las palabras de Dios son muy claras: cumplir con nuestro deber no tiene nada que ver con recibir bendiciones o sufrir desgracias. Ser capaz de cumplir con nuestro deber ante el Creador es la vocación celestial y la responsabilidad de un ser creado, y no debería implicar condiciones ni recompensas. Dios no requiere mucho de las personas. Solo nos pide que dediquemos nuestro corazón y esfuerzo y logremos aquello de lo que somos capaces. Las desviaciones, los defectos o vacíos que puedan surgir en el curso de nuestros deberes son algo normal. Sin la verdad, no podemos ver las cosas con claridad y estamos llenos de actitudes corruptas y a menudo actuamos de acuerdo al carácter de Satanás, de modo que es inevitable tener desviaciones y errores en nuestros deberes. Pero mientras persigamos la verdad y busquemos continuamente los principios-verdad en el curso de nuestros deberes para resolver nuestras actitudes corruptas, podemos poco a poco reducir las desviaciones y transgresiones, y nuestro desempeño en nuestros deberes mejorará cada vez más. La casa de Dios nunca saca partido de los errores o las transgresiones menores para tratar a las personas, sino que brinda el máximo de oportunidades para arrepentirse. Solo deben ser depurados de la iglesia y descartados quienes continuamente hacen el mal y deliberadamente trastornan y perturban el trabajo de la iglesia. En verdad, yo tenía la experiencia más profunda en esta área del trabajo de depuración de la iglesia. Pensé en los anticristos y las personas malvadas expulsadas por la casa de Dios; ninguno fue descartado por no comprender los principios-verdad o por desviaciones o problemas menores que ocurrían mientras llevaban a cabo su deber. En cambio, fueron expulsados porque continuamente hacían el mal, violaban intencionalmente los principios para obtener una ganancia personal, reputación o estatus, trastornaban gravemente y destruían la obra de la casa de Dios, se negaban a aceptar la verdad y no se arrepentían. Esto era determinado por la esencia justa y santa de Dios. Yo había visto muchos hechos, pero aún no conocía el carácter justo de Dios e imaginaba que la casa de Dios era como el mundo de los no creyentes. Pensaba que la responsabilidad por cualquier tema menor recaería sobre mis hombros y así sería revelada y descartada. ¿Eso no era blasfemia contra Dios?
Después de esto, reflexioné y pensé: “¿Por qué siempre considero mis propios intereses y tengo miedo de responsabilizarme de mis deberes? ¿Qué clase de carácter satánico me está controlando?”. Buscando, leí más de las palabras de Dios: “Mientras las personas no hayan experimentado la obra de Dios y no hayan comprendido la verdad, la naturaleza de Satanás es la que toma las riendas y las domina desde el interior. ¿Qué cosas específicas conlleva esa naturaleza? Por ejemplo, ¿por qué eres egoísta? ¿Por qué proteges tu propia posición? ¿Por qué tienes sentimientos tan fuertes? ¿Por qué te gustan esas cosas injustas? ¿Por qué te gustan esas maldades? ¿Cuál es la base para que te gusten estas cosas? ¿De dónde proceden? ¿Por qué las aceptas de tan buen grado? Para este momento, todos habéis llegado a comprender que esto se debe, principalmente, al veneno de Satanás que hay dentro del hombre. Entonces, ¿qué es el veneno de Satanás? ¿Cómo se puede expresar? Por ejemplo, si preguntas ‘¿Cómo debería vivir la gente? ¿Para qué debería vivir?’, te responderán: ‘Cada hombre para sí mismo, y sálvese quien pueda’. Esta sola frase expresa la raíz del problema. La filosofía y la lógica de Satanás se han convertido en la vida de las personas. Sea lo que sea lo que persigue la gente, lo hace para sí misma, por tanto solo vive para sí misma. ‘Cada hombre para sí mismo, y sálvese quien pueda’: esta es la filosofía de vida del hombre y también representa la naturaleza humana. Estas palabras se han convertido ya en la naturaleza de la humanidad corrupta y son el auténtico retrato de su naturaleza satánica. Dicha naturaleza satánica se ha convertido ya en la base de la existencia de la humanidad corrupta. La humanidad corrupta ha vivido según este veneno de Satanás durante varios miles de años y hasta nuestros días” (La Palabra, Vol. III. Discursos de Cristo de los últimos días. Cómo caminar por la senda de Pedro). Al considerar las palabras de Dios, me di cuenta de que los venenos satánicos como “Cada hombre para sí mismo, y sálvese quien pueda” y “Las primeras espigas que se cortan son las que sobresalen” se habían arraigado en lo profundo de mi corazón. Vivía según estos venenos satánicos y mi naturaleza era extremadamente egoísta, despreciable, escurridiza y falsa. Siempre consideraba mi propio interés primero, hacía solo lo que me beneficiaba y nada que fuera en contra de mi beneficio o que implicara que asumiera responsabilidad. Al igual que cuando recién asumí el trabajo de depuración, tenía miedo de causar desviaciones y asumir la responsabilidad porque no comprendía los principios. Entonces, me negaba a aceptar una carga y seguía voluntariamente a Song Ping como una subalterna porque pensaba que, si surgían problemas o desviaciones, no sería yo la principal responsable. Ahora que Song Ping iba a ser reasignada, yo tenía que tomar la iniciativa y asumir esta carga ya que había estado en esta función tanto tiempo, pero tenía miedo de que me hicieran responsable de cualquier desviación en el trabajo. No estaba dispuesta a asumir esa carga y daba vueltas en una mezcla de emociones represivas. Vivía según estos venenos satánicos, tratando constantemente de engañar a Dios. En la superficie, parecía astuta, siempre protegiendo mis propios intereses, pero en realidad, estaba siendo estúpida, porque perdí muchas oportunidades de ganar la verdad y mi entrada en la vida se había perjudicado mucho. Pensándolo, ¿no se debían mi fe en Dios y el seguirlo hoy a la esperanza de ganar la verdad y ser salvada por Él? Sin embargo en mis deberes, vivía según mi naturaleza satánica egoísta, despreciable, escurridiza y falsa, nunca buscando o practicando la verdad. No tenía el mismo sentir que Dios. ¿Cómo podría ganar la verdad y ser salvada por Dios de esta manera? A partir de ese momento, ya no podía vivir según estos venenos satánicos. Tenía que buscar la verdad y las intenciones de Dios y cumplir con mis deberes según Sus requerimientos.
Luego, leí un pasaje de las palabras de Dios: “¿Cuáles son las manifestaciones de una persona honesta? Primero, no tener dudas acerca de las palabras de Dios. Esa es una de las manifestaciones de una persona honesta. Además de esto, la manifestación más importante es buscar y practicar la verdad en todo: esto es crucial. Dices que eres honesto, pero siempre pasas por alto las palabras de Dios y simplemente haces lo que te parece. ¿Acaso es esa la manifestación de una persona honesta? Dices: ‘Aunque tengo poco calibre, tengo un corazón honesto’. Y, sin embargo, cuando te llega un deber te da miedo sufrir y asumir la responsabilidad si no lo haces bien, por eso pones excusas para evadir tu deber o sugieres que lo haga otro. ¿Es esta la manifestación de una persona honesta? Claramente, no lo es. Entonces, ¿cómo debería comportarse una persona honesta? Debe someterse a los arreglos de Dios, ser leal al deber que le corresponde cumplir, y esforzarse por satisfacer las intenciones de Dios. Esto se manifiesta de diferentes maneras. Una es aceptar tu deber con un corazón honesto, no considerar tus intereses carnales, no ser desganado en él, y no conspirar por tu propio bien. Estas son manifestaciones de honestidad. Otra es dedicar todo el corazón y todas tus fuerzas a cumplir bien con tu deber, haciendo las cosas en forma adecuada y poniendo el corazón y tu amor en el deber a fin de satisfacer a Dios. Estas son las manifestaciones que debería tener una persona honesta cuando cumple con su deber. Si no llevas a cabo lo que conoces y entiendes, y si solo dedicas un esfuerzo del 50 o 60 por ciento, entonces no estás poniendo todo el corazón y la fuerza en ello. En cambio, eres astuto y holgazaneas. ¿Son honestas las personas que cumplen con su deber de esta manera? En absoluto. A Dios no le sirven de nada las personas escurridizas y falsas; estas deben descartarse. Dios solo usa a las personas honestas para cumplir deberes. Incluso los contribuyentes de mano de obra leales han de ser honestos. Los que son siempre superficiales, astutos y que buscan maneras de holgazanear, son todos gente falsa, y son todos unos demonios. Ninguno de ellos cree de verdad en Dios y todos deben descartarse” (La Palabra, Vol. III. Discursos de Cristo de los últimos días. Tercera parte). Después de leer las palabras de Dios, comprendí Sus requerimientos. Dios espera que lo tratemos a Él y a nuestros deberes con un corazón honesto, y que hagamos todo lo que podamos sin considerar los intereses personales o confabular a nuestro favor. De esta manera, Dios estará satisfecho. Pensé en que yo no era la única que estaba haciendo este deber. Había nuevas hermanas y líderes que colaboraban conmigo, y si yo conversaba más los temas con ellas y buscaba más los principios sin insistir en hacer las cosas a mi manera, también podía evitar los problemas y las desviaciones. Al darme cuenta de esto, ya no tenía preocupaciones y me dispuse a asumir el trabajo y cumplir con mis responsabilidades. Después de que Song Ping se fue, tomé la iniciativa de cultivar a las nuevas hermanas. Cuando organizaba el material, debatía los temas que no eran claros con ellas y eso me permitía ver las cosas con más precisión y evitar algunas desviaciones y problemas. Poco después, los líderes superiores enviaron una carta en la que solicitaban una investigación para saber si había falsos líderes o anticristos en la iglesia y nos pedían que mandáramos cartas a cada iglesia para implementar este trabajo. Me sentí un poco nerviosa. Me preocupaba que, si no expresaba las cosas y no comunicaba los principios claramente en la carta, descarriaba a los hermanos y hermanas y causaba trastornos y perturbaciones en el trabajo de la iglesia, seguramente me harían responsable. ¿Me despedirían entonces? En ese momento, me di cuenta de que estaba pensando en mis propios intereses otra vez, entonces oré a Dios con el deseo de rebelarme contra mí misma y no vivir según mi carácter corrupto. Entonces, me comuniqué con las hermanas nuevas para tomar nota de los diversos aspectos del trabajo que debían ser implementados. Luego, comencé a escribir la carta. Al terminar, la revisamos y perfeccionamos según las sugerencias de los líderes y la enviamos. Durante este periodo, hice un seguimiento continuo de la situación de la implementación de este trabajo en la iglesia. Rápidamente me comunicaba con los hermanos y hermanas en cuanto descubría algún problema o desviación. Finalmente, identificamos a algunos falsos líderes que no hacían un trabajo real y a algunos que continuamente hacían el mal y trastornaban y perturbaban el trabajo de la iglesia, e hicimos ajustes y nos ocupamos de ellos.
Después de atravesar esto, me di cuenta de lo bueno que era el entorno que Dios disponía. Sin este entorno, no habría reconocido mis problemas en absoluto y seguiría viviendo según mi carácter satánico egoísta y despreciable, satisfecha con ser solo una subalterna, sin hacer ningún progreso real. Ahora mi actitud hacia mis deberes cambió en cierta forma, y todo esto es resultado de las palabras de Dios.