497 Practicar la verdad cuesta un precio real
Ⅰ
Cuando encuentres dificultades, date prisa y ora a Dios:
“¡Oh, Dios! Deseo satisfacerte,
deseo soportar la dificultad final para satisfacer Tu corazón
e independientemente de lo grandes que sean los reveses que sufra,
seguiré satisfaciéndote.
Aunque tenga que entregar toda mi vida, ¡seguiré satisfaciéndote!”.
Con esta determinación, cuando ores así,
serás capaz de mantenerte firme en tu testimonio.
Cada vez que ponen en práctica la verdad,
cada vez que pasan por refinamientos y pruebas,
y cada vez que la obra de Dios viene sobre ellas,
las personas tienen que soportar un dolor extremo.
Todo esto es una prueba para las personas
y, por tanto, dentro de todas ellas hay una batalla.
Este es el precio real que pagan.
Ⅱ
Si, en un entorno determinado, tienes algo que quieres decir,
pero por dentro sientes que decirlo no es correcto,
que decirlo no beneficia a tus hermanos y hermanas,
sino que puede herirlos,
entonces no lo dirás y preferirás quedarte internamente adolorido,
porque estas palabras son incapaces de satisfacer las intenciones de Dios.
En ese momento, habrá una batalla en tu interior,
pero estarás dispuesto a padecer dolor y entregar lo que amas
y soportar esta dificultad para satisfacer a Dios;
y aunque tendrás dolor por dentro, no complacerás a la carne,
y el corazón de Dios habrá sido satisfecho;
por tanto, tú también te sentirás consolado por dentro.
Esto es realmente pagar un precio, y es el que Dios desea, el que Dios desea.
de La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Solo amar a Dios es realmente creer en Él