9. Cómo abordar el hecho de ser podado

Palabras de Dios Todopoderoso de los últimos días

Cristo de los últimos días usa una variedad de verdades para enseñar al hombre, para dejar la sustancia del hombre en evidencia y para diseccionar sus palabras y acciones. Estas palabras comprenden verdades diversas tales como el deber del hombre, cómo el hombre debe someterse a Dios, cómo debe ser leal a Dios, cómo debe vivir una humanidad normal, así como la sabiduría y el carácter de Dios, etc. Todas estas palabras están dirigidas a la sustancia del hombre y a su carácter corrupto. En particular, las palabras que dejan cómo el hombre desdeña a Dios en evidencia se refieren a que el hombre es una personificación de Satanás y una fuerza enemiga contra Dios. Al realizar Su obra del juicio, Dios no aclara simplemente la naturaleza del hombre con unas pocas palabras; desenmascara y poda a largo plazo. Todos estos métodos diferentes para desenmascarar y podar no pueden ser sustituidos con palabras corrientes, sino con la verdad de la que el hombre carece por completo. Solo los métodos de este tipo pueden llamarse juicio; solo a través de este tipo de juicio puede el hombre ser doblegado y completamente convencido acerca de Dios y, además, obtener un conocimiento verdadero de Dios. Lo que la obra de juicio propicia es el entendimiento del hombre sobre el verdadero rostro de Dios y la verdad sobre su propia rebeldía. La obra de juicio le permite al hombre obtener mucho entendimiento de las intenciones de Dios, del propósito de la obra de Dios y de los misterios que le son incomprensibles. También le permite al hombre reconocer y conocer su esencia corrupta y las raíces de su corrupción, así como descubrir su fealdad. Estos efectos son todos propiciados por la obra del juicio, porque la esencia de esta obra es, en realidad, la obra de abrir la verdad, el camino y la vida de Dios a todos aquellos que tengan fe en Él. Esta obra es la obra del juicio realizada por Dios. Si no consideras importantes estas verdades, si solo piensas en cómo evitarlas o cómo encontrar una nueva salida que no las involucre, entonces Yo digo que eres un grave pecador. Si tienes fe en Dios, pero no buscas la verdad ni las intenciones de Dios, ni amas el camino que te acerca a Dios, entonces Yo digo que eres alguien que está tratando de evadir el juicio y que eres un títere y un traidor que huye del gran trono blanco. Dios no perdonará a ninguno de los rebeldes que se escape de Su vista. Estos hombres recibirán un castigo aún más severo. Aquellos que vengan delante de Dios para ser juzgados y que, además, hayan sido purificados, vivirán para siempre en el reino de Dios. Por supuesto, esto es algo que pertenece al futuro.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Cristo hace la obra del juicio con la verdad

Las personas no pueden cambiar su propio carácter; deben someterse al juicio y castigo, y al sufrimiento y refinamiento de las palabras de Dios, o ser disciplinadas y podadas por Sus palabras. Solo entonces pueden lograr la sumisión y lealtad a Dios y dejar de ser indiferentes hacia Él. Es bajo el refinamiento de las palabras de Dios que el carácter de las personas cambia. Solo a través del desenmascaramiento, el juicio, la disciplina y la poda de Sus palabras ya no se atreverán a actuar precipitadamente, sino que se volverán calmadas y compuestas. El punto más importante es que puedan someterse a las palabras actuales de Dios, obedecer Su obra, e incluso si esto no coincide con las nociones humanas, que puedan hacer a un lado estas nociones y someterse por su propia voluntad.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Aquellos cuyo carácter ha cambiado son los que han entrado a la realidad de las palabras de Dios

Dios tiene muchos medios para perfeccionar al hombre. Emplea toda clase de ambientes para podar el carácter corrupto del hombre y usa varias cosas para poner al hombre al descubierto; en un sentido poda al hombre, en otro pone al hombre al descubierto y en otro revela al hombre, escarbando y revelando los “misterios” en las profundidades del corazón del hombre, y mostrándole al hombre su naturaleza revelando muchos de sus estados. Dios perfecciona al hombre a través de muchos métodos —por medio de la revelación, por medio de la poda, por medio del refinamiento y el castigo— para que el hombre pueda saber que Dios es práctico.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Sólo los que se enfocan en la práctica pueden ser perfeccionados

Dios obra en cada persona y, sin importar cuál sea Su método, qué clase de personas, acontecimientos y cosas usa a Su servicio o el tipo de tono que tengan Sus palabras, Él solo tiene una meta final: salvarte. ¿Y cómo te salva Dios? Él te cambia. Entonces, ¿cómo podrías no sufrir un poco? Tendrás que sufrir. Este sufrimiento puede implicar muchas cosas. En primer lugar, la gente debe sufrir cuando acepta el juicio y el castigo de las palabras de Dios. Cuando las palabras de Dios son demasiado severas y explícitas y la gente malinterpreta a Dios —e incluso tiene nociones—, eso también puede ser doloroso. A veces, Dios crea un entorno alrededor de las personas para revelar su corrupción, para hacerlas reflexionar y conocerse a sí mismas, y entonces también sufrirán un poco. A veces, cuando se las poda directamente y se las desenmascara, las personas tienen que sufrir. Es como si se estuvieran sometiendo a una operación. Si no hay sufrimiento, no se produce ningún efecto. Si cada vez que eres podado y cada vez que un entorno te pone en evidencia, eso despierta tus emociones y te alienta, entonces, mediante este proceso entrarás en la realidad-verdad y tendrás estatura. Si cada vez que eres sujeto a ser podado y a ser puesto en evidencia en un entorno, no sientes ningún tipo de dolor o incomodidad y no sientes nada, y si no te presentas ante Dios para buscar Sus intenciones y tampoco oras o buscas la verdad, ¡entonces en verdad eres muy insensible! Dios no obra en ti cuando tu espíritu no siente nada, cuando no reacciona. Dios dirá: “Esta persona es demasiado insensible y ha sido profundamente corrompida. Da igual cómo lo discipline, pode o intente tenerlo controlado, sigo sin conmover su corazón ni despertar su espíritu. Esta persona estará en problemas, no es fácil de salvar”. Si Dios dispone ciertos ambientes, personas, acontecimientos y cosas para ti; si Él te poda y aprendes lecciones de esto; si has aprendido a venir ante Dios y buscar la verdad y, sin que te des cuenta, eres esclarecido e iluminado y alcanzas la verdad; si has experimentado un cambio en estos ambientes, cosechado recompensas y progresado, y si comienzas a tener un poco de comprensión de la intención de Dios y dejas de quejarte, entonces todo esto significará que has permanecido firme en medio de las pruebas de estos ambientes y soportado la prueba. Como resultado, habrás superado este calvario. ¿Cómo considerará Dios a aquellos que resisten la prueba? Él dirá que tienen un corazón sincero, y que pueden soportar este tipo de sufrimiento, y que, en el fondo, aman la verdad y desean obtenerla. Si Dios te evalúa de esta manera, ¿acaso no eres alguien con estatura? ¿No tienes entonces vida? Y ¿cómo se logra esta vida? ¿Te la concede Dios? Dios provee para ti de varias maneras y utiliza a varias personas, acontecimientos y cosas para formarte. Es como si Dios te estuviera dando personalmente comida y bebida, entregándote en persona varios tipos de alimentos para que comas hasta hartarte y lo disfrutes; solo entonces puedes crecer y permanecer fuerte. Así es como debes experimentar y comprender estas cosas; así te sometes a todo lo que viene de Dios. Esta es la clase de estado mental y actitud que debes poseer, y debes aprender a buscar la verdad. No debes estar buscando constantemente causas externas o culpando a otros por tus problemas o buscando faltas en las personas; debes tener un claro entendimiento de las intenciones de Dios. Visto desde fuera, podría parecer que algunas personas tienen opiniones acerca de ti o prejuicios contra ti, pero no debes ver estas cosas de esa manera. Si ves las cosas desde esta clase de punto de vista, lo único que harás es poner excusas y no podrás lograr nada. Debes ver las cosas de una forma objetiva y lo aceptarás todo de parte de Dios. Cuando veas las cosas de esta manera, te resultará fácil someterte a la obra de Dios, y serás capaz de buscar la verdad y captar las intenciones de Dios. Una vez que tu punto de vista y tu estado mental sean rectificados, podrás alcanzar la verdad. Entonces, ¿por qué no lo haces? ¿Por qué te resistes? Si dejaras de resistirte, recibirías la verdad. Si te resistes, no recibirás nada y, además, herirás los sentimientos de Dios y lo decepcionarás. ¿Por qué decepcionarás a Dios? Porque no aceptas la verdad, no tienes esperanza de salvación, y Dios no es capaz de ganarte, así que ¿cómo no va a estar Él decepcionado? Cuando no aceptas la verdad, esto es igual a rechazar la comida que Dios te ha ofrecido personalmente. Dices que no tienes hambre y no lo necesitas; una y otra vez, Dios trata de animarte a comer, pero aun así no lo quieres. Prefieres pasar hambre. Crees estar saciado cuando, en realidad, no tienes absolutamente nada. Las personas así carecen de razón y son muy sentenciosas, en verdad no reconocen una cosa buena cuando la ven, son las más pobres y mezquinas de todas.

La Palabra, Vol. III. Discursos de Cristo de los últimos días. Para ganar la verdad, uno debe aprender de las personas, los acontecimientos y las cosas cercanas

Algunas personas se vuelven negativas después de ser podadas; pierden toda la energía para llevar a cabo sus deberes y también desaparece su lealtad. ¿Por qué ocurre esto? Este es un problema muy grave; se trata de la incapacidad de aceptar la verdad. No aceptan la verdad, en parte, debido a su falta de conocimiento de su carácter corrupto, lo que lleva a que sean incapaces de aceptar ser podadas. Esto lo determina su naturaleza, que es arrogante y engreída, y carece de amor por la verdad. También se debe, en parte, a que la gente no entiende la importancia de ser podada. Creen que ser podado significa que su resultado ha sido determinado. Como consecuencia, creen equivocadamente que, si renuncian a su familia para esforzarse por Dios y poseen cierta lealtad hacia Él, no deberían ser podados; y que si son podados, entonces eso no es el amor y la justicia de Dios. Este tipo de malentendido hace que muchas personas no se atrevan a ser leales a Dios. En realidad, al fin y al cabo se debe a que son demasiado falsas y no quieren sufrir dificultades. Simplemente quieren obtener bendiciones de una manera fácil. Las personas no comprenden en absoluto el carácter justo de Dios. Nunca creen que todas las acciones de Dios son justas, o que Su trato hacia cada persona es justo. Nunca buscan la verdad sobre este asunto, sino que siempre presentan sus propios argumentos. No importa qué cosas malas haya realizado una persona, qué grandes pecados haya cometido ni cuánto mal haya hecho, mientras le caiga el juicio y el castigo de Dios, pensará que el Cielo es injusto y que Dios no es justo. Ante los ojos del hombre, si las acciones de Dios no se ajustan a los propios deseos, o si Sus acciones son desconsideradas hacia los propios sentimientos, entonces Él no debe ser justo. Sin embargo, las personas jamás saben si sus acciones se ajustan a la verdad, ni se dan cuenta de que se rebelan contra Dios y se resisten a Él con todos sus actos. Si, más allá de las transgresiones de la gente, Dios nunca la podara ni le reprochara su rebelión, sino que fuera calmado y amable con ella, la tratara solo con amor y paciencia y le permitiera cenar y disfrutar de las cosas junto a Él para siempre, entonces esta nunca se quejaría de Dios ni lo consideraría injusto; en cambio, afirmaría de forma poco sincera que es muy justo. ¿Conocen tales personas a Dios? ¿Pueden sentir y pensar en total sintonía con Dios? No tienen ni idea de que cuando Él juzga y poda a los seres humanos, desea purificar y transformar su carácter-vida para que logren someterse a Él y amarle. Esa gente no cree que Dios sea un Dios justo. Mientras Dios reprenda, ponga en evidencia y pode a las personas, ellas se tornarán negativas y débiles, reclamarán siempre que Dios no es amoroso, se quejarán siempre de que el juicio y castigo de Dios al hombre es incorrecto, serán incapaces de ver que, así, Dios purifica y salva al hombre, y no creerán que Dios determina los desenlaces de las personas en función de sus muestras de arrepentimiento. Siempre dudan de Dios y se protegen de Él. Entonces, ¿cuál será el resultado de eso? ¿Podrán someterse a la obra de Dios? ¿Serán capaces de lograr un verdadero cambio? Eso es imposible. Si continúan con ese estado, eso se tornará muy peligroso, y les resultará imposible ser purificadas y perfeccionadas por Dios.

La Palabra, Vol. III. Discursos de Cristo de los últimos días. Tercera parte

¿Qué carácter es ese por el que la gente es incapaz de aceptar la poda y no pueda aceptar la verdad? ¿No deberíais discernir esto claramente? Todas estas son manifestaciones de sentir aversión por la verdad: esta es la esencia del problema. Cuando las personas sienten aversión por la verdad, les cuesta mucho aceptarla y, si no pueden hacerlo, ¿puede arreglarse el problema de su carácter corrupto? (No). Así que alguien así, que es incapaz de aceptar la verdad, ¿puede obtenerla? ¿Puede Dios salvarlo? Por supuesto que no. ¿Creen sinceramente en Dios las personas que no aceptan la verdad? Por supuesto que no. El aspecto más importante de las personas que creen sinceramente en Dios es ser capaces de aceptar la verdad. Las personas que no pueden aceptar la verdad definitivamente no creen con sinceridad en Dios. ¿Son capaces estas personas de sentarse quietas durante un sermón? ¿Son capaces de ganar algo? No. Esto se debe a que los sermones desenmascaran los diversos estados corruptos de las personas. Mediante la disección de las palabras de Dios, las personas adquieren conocimiento, y luego, al pasar a compartir los principios de la práctica, se les da una senda para practicar, y de esta manera se logra un efecto. Cuando tales personas se enteran de que el estado que se está desenmascarando se refiere a ellas, que se refiere a sus propios problemas, su vergüenza les provoca un ataque de ira, e incluso pueden llegar a levantarse y abandonar la reunión. Aunque no se vayan, pueden empezar a sentirse irritados y agraviados por dentro, en cuyo caso no tiene sentido que asistan a la reunión o escuchen el sermón. ¿Acaso el propósito de escuchar sermones no es comprender la verdad y resolver los problemas reales de uno? Si siempre temes que se pongan al descubierto tus propios problemas, si temes constantemente que te mencionen, ¿para qué creer en Dios? Si en tu fe no puedes aceptar la verdad, no crees realmente en Dios. Si siempre tienes miedo de que te dejen en evidencia, ¿cómo vas a poder resolver tu problema de corrupción? Si no puedes resolver tu problema de corrupción, ¿qué sentido tiene creer en Dios? El propósito de la fe en Dios es aceptar Su salvación, desechar tu carácter corrupto y vivir la semejanza de un verdadero ser humano, todo lo cual se logra aceptando la verdad. Si no puedes aceptar la verdad en absoluto, o incluso ser podado o desenmascarado, entonces no hay manera de que alcances la salvación de Dios. Así que dime, ¿cuántos hay en cada iglesia que puedan aceptar la verdad? ¿Son muchos o pocos los que no pueden aceptar la verdad? (Muchos). ¿Es esta una situación que realmente existe entre los escogidos en las iglesias, es un problema real? Todos aquellos que son incapaces de aceptar la verdad y de que los poden sienten aversión por la verdad. Sentir aversión por la verdad es un tipo de carácter corrupto y, si este carácter no se puede cambiar, ¿pueden salvarse? Por supuesto que no. Hoy en día, a muchas personas les cuesta aceptar la verdad. No es nada fácil. Para resolver esto, una persona tiene que experimentar algo del juicio, el castigo, las pruebas y el refinamiento de Dios. Entonces, ¿qué decís? ¿Qué carácter tiene la gente cuando es incapaz de aceptar que la poden, cuando no se compara a sí misma con la palabra de Dios ni con los estados puestos al descubierto durante los sermones? (Un carácter de sentir aversión por la verdad). […] ¿Y cómo se manifiesta principalmente el carácter de sentir aversión por la verdad? En no aceptar que te poden. No aceptar que te poden es un tipo de estado manifestado por esta clase de carácter. En sus corazones, estas personas se resisten especialmente cuando las podan. Piensan: “¡No quiero oírlo! ¡No quiero oírlo!” o: “¿Por qué no podan a otras personas? ¿Por qué se meten conmigo?”. ¿Qué significa sentir aversión por la verdad? Sentir aversión por la verdad es cuando una persona no tiene el menor interés en nada relacionado con las cosas positivas, con la verdad, con lo que pide Dios o con Sus intenciones. En algunas ocasiones, siente repulsión por estas cosas, y en otras, es distante respecto a ellas; otras veces es irreverente e indiferente, y las considera carentes de importancia y es falsa y superficial hacia ellas o no se responsabiliza por ellas.

La Palabra, Vol. III. Discursos de Cristo de los últimos días. Solo conocer los seis tipos de actitudes corruptas es el auténtico autoconocimiento

Recibir la poda es algo que puede experimentar todo aquel que cree en Dios. En particular, mientras hace un deber, a medida que aumenta su experiencia de recibir la poda, la mayoría de la gente se vuelve cada vez más consciente del significado de ser podado. Les parece que recibir la poda implica muchos beneficios, y cada vez son más capaces de considerar la poda como algo correcto. Por supuesto, mientras puedan cumplir un deber, no importa cuál sea, todas las personas tendrán la oportunidad de que las poden. La gente normal puede considerar correcto recibir la poda. Por una parte, pueden aceptar la poda con un corazón de sumisión a Dios, y por otra, pueden reflexionar y ser conscientes de qué problemas tienen. Se trata de una actitud y una perspectiva comunes en cuanto a cómo las personas que persiguen la verdad consideran la poda. Por tanto, ¿también consideran los anticristos de la misma manera recibir la poda? En absoluto. Las actitudes de los anticristos y de las personas que persiguen la verdad son, sin duda, diferentes en cuanto a cómo consideran recibir la poda. En primer lugar, en lo referente al asunto de ser podados, los anticristos son incapaces de aceptarlo. Y existen razones para que esto sea así, siendo la principal que cuando se les poda, sienten que pierden su imagen, que pierden reputación, estatus y dignidad, que se les ha quitado la capacidad de ir con la cabeza alta frente a todo el mundo. Estas cosas tienen un efecto en su corazón, así que les cuesta aceptar ser podados, y sienten que quienquiera que los pode les tiene manía y es su enemigo. Esa es la mentalidad de los anticristos cuando se les poda. Puedes estar seguro de ello. De hecho, es en la poda donde más se revela si alguien puede aceptar la verdad y realmente puede someterse. Que los anticristos se resistan tanto a la poda basta para demostrar que sienten aversión por la verdad y no la aceptan en lo más mínimo. Ese es entonces el quid de la cuestión, y no su orgullo; el hecho de que no acepten la verdad es la esencia del problema. Cuando se les poda, los anticristos exigen que sea con un buen tono y actitud. Si el tono del que lo hace es serio y su actitud severa, el anticristo se resiste y se muestra desafiante, y la vergüenza lo hará ponerse furioso. Les trae sin cuidado que lo que se deje en evidencia de ellos sea correcto o si es un hecho, y tampoco reflexionan sobre en qué han errado o en si deberían aceptar la verdad. Solo piensan en el golpe que haya podido sufrir su vanidad y orgullo. Los anticristos son enteramente incapaces de reconocer que la poda es útil para las personas, que se trata de algo amoroso, salvador, beneficioso para la gente. No pueden ver siquiera eso. ¿Acaso no es un poco carente de discernimiento e irracional por su parte? Entonces, al enfrentarse a la poda, ¿qué carácter revela un anticristo? Sin duda alguna, un carácter de aversión por la verdad, además de arrogancia e intransigencia. Esto revela que la esencia-naturaleza de los anticristos consiste en sentir aversión por la verdad y odiarla. Por consiguiente, lo que más asusta a los anticristos es recibir la poda. En cuanto se los poda, su feo estado se pone totalmente al descubierto. Cuando se poda a los anticristos, ¿qué manifestaciones exhiben y qué podrían decir o hacer que les permita a otros observar con claridad que los anticristos son anticristos, que son diferentes a una persona corrupta promedio y que su esencia-naturaleza es distinta a la de aquellos que persiguen la verdad? Daré unos pocos ejemplos y podéis pensar sobre ellos y ampliarlos. Cuando se poda a los anticristos, primero calculan y piensan: “¿Qué clase de persona me poda? ¿Adónde quiere llegar? ¿Cómo sabe esto? ¿Por qué me poda? ¿Siente desdén hacia mí? ¿He dicho algo para ofenderlo? ¿Se está vengando de mí porque tengo algo bueno y no se lo he dado, así que aprovecha esta oportunidad para chantajearme?”. En lugar de reflexionar y llegar a conocer sus propias transgresiones, sus fechorías pasadas y las actitudes corruptas que han revelado, quieren encontrar pistas en el asunto de recibir la poda. Les parece que hay algo sospechoso al respecto. Así es como consideran recibir la poda. ¿Hay en esto algo de sincera aceptación? ¿Hay algo de conocimiento o reflexión reales? (No). Cuando la mayoría de las personas son podadas, se puede deber a que han revelado actitudes corruptas. También puede ser que hayan hecho algo malo por desconocimiento y hayan vendido los intereses de la casa de Dios. O quizá sea porque fueron negligentes en su deber y esto causó pérdidas a la obra de la casa de Dios. Lo más detestable es que la gente hace descaradamente lo que quiere sin restricciones, viola los principios y perturba y trastorna la obra de la casa de Dios. Estas son las razones principales por las que la gente es podada. Independientemente de las circunstancias que causan que alguien sea podado, ¿qué actitud es fundamental tener al respecto? En primer lugar, debes aceptarlo. No importa quién te pode, por qué razón, no importa si es duro o cuál es el tono y la formulación, debes aceptarlo. Luego, debes reconocer qué has hecho mal, qué carácter corrupto has revelado, y si has actuado de acuerdo con los principios-verdad. Antes que nada, esta es la actitud que debes tener.

La Palabra, Vol. IV. Desenmascarar a los anticristos. Punto 9 (VIII)

Toda persona experimenta una sensación de pérdida cuando la podan, especialmente si la destituyen y pierde su estatus. Siente que la han puesto en una situación incómoda y la han avergonzado frente a los demás, y está demasiado abochornada para afrontar a nadie. Sin embargo, una persona que conoce la vergüenza no suelta argumentos sesgados. ¿Qué significa no soltar argumentos sesgados? Significa ser capaz de afrontar todo de manera correcta, sin pensar y hablar de las cosas de forma sesgada, y en su lugar reconocer honestamente lo que se hizo mal y afrontar el asunto de manera justa y racional. ¿Qué significa de manera justa y racional? Significa que, dado que te podaron por algo, debe de haber un problema con lo que hiciste. Dejando de lado qué carácter corrupto tienes, digamos simplemente que, si te equivocaste en este asunto, ciertamente tienes cierto grado de responsabilidad en ello, y como responsable debes asumirla y reconocer que fuiste tú quien lo hizo. Una vez que hayas reconocido esto, debes examinarte y preguntarte: “¿Qué carácter corrupto revelé en esto? Si no me impulsó un carácter corrupto, ¿mis acciones se contaminaron con la voluntad humana? ¿Esto fue causado por la insensatez? ¿Tuvo algo que ver con mi búsqueda y con la senda que estoy tomando?”. Ser capaz de examinarse a uno mismo de esta manera se conoce como tener racionalidad, conocer la vergüenza y ver las cosas de manera justa, objetiva y fiel a los hechos. Esto es precisamente lo que les falta a los anticristos. Cuando los están podando, primero piensan: “¿Cómo puedes podar tan despiadadamente a un líder digno como yo, frente a tanta gente y hasta exponiendo mi secreto vergonzoso? ¿Dónde está mi prestigio como líder? Al podarme, ¿no lo has aniquilado? ¿Quién me escuchará a partir de ahora? Si nadie me escucha, ¿qué estatus puedo tener como líder? ¿No me convertiría eso en un simple pelele? ¿Cómo voy a disfrutar de los beneficios del estatus? ¿Ya no podré disfrutar de los artículos que ofrendan los hermanos y hermanas?”. ¿Es correcta esta idea? ¿Es conforme a la verdad? ¿Es justificable? (No). Esto es carecer de razón y soltar argumentos sesgados. ¿Qué quieres decir con prestigio? ¿Qué es un líder? Seguro que no estás libre de corrupción, ¿verdad? ¿Qué quieres decir con “exponer tu secreto vergonzoso”? ¿Cuál es tu secreto vergonzoso? Es tu carácter corrupto. Tu carácter corrupto es el mismo que el de cualquier otra persona; ese es tu secreto vergonzoso. No hay nada diferente en ti, no eres superior a los demás. La casa de Dios simplemente vio que tienes un poco de aptitud y que puedes hacer algo de trabajo, por lo que te ascendió y te cultivó, y te dio una carga especial, un poco más para asumir. Pero esto no significa en absoluto que, una vez que tienes estatus, ya no tienes un carácter corrupto. Y, aun así, los anticristos se aferran a esto, diciendo: “Ahora que tengo estatus, no deberías podarme, especialmente frente a tanta gente, lo que permitiría que la mayoría de ellos descubriera mi verdadera situación”. ¿No es esto un argumento sesgado? ¿Dónde se puede aplicar este enfoque? En la sociedad, cuando construyes a alguien, debes adularlo como perfecto y establecer una imagen de perfección para él, sin el menor defecto. ¿No es eso engañoso? ¿La casa de Dios haría esto? (No). Eso es lo que hace Satanás, y es también lo que exigen los anticristos. Satanás carece de razón, y los anticristos también carecen de razón en este sentido. No solo eso, sino que sueltan argumentos sesgados y presentan exigencias excesivas. Para proteger su estatus, piden a lo Alto que tenga cuidado con cómo y en qué ocasiones los podan, y qué tipo de tono se usa. ¿Esto es necesario? Son seres humanos corruptos, y los están podando por algo que es real y verdadero: ¿qué necesidad hay de hacerlo de una manera particular? ¿Construirlos estaría perjudicando a los hermanos y hermanas? ¿Deberían ser construidas estas personas malvadas y tener su estatus protegido para que puedan cometer fechorías imprudentemente entre los que están por debajo y establecer sus propios reinos independientes? ¿Sería eso justo para los hermanos y hermanas? ¿Es eso mostrar responsabilidad hacia ellos? Esa no es una forma de hacerlo. Entonces, un anticristo que se comporta y piensa de esta manera y exige ese tipo de cosas solo está soltando argumentos sesgados y causando problemas deliberadamente, y no tiene el menor atisbo de vergüenza. Cuando podan a un anticristo por algo que hizo mal, este no admite que tiene un carácter corrupto, ni qué carácter corrupto fue el que lo llevó a hacer tal cosa. Después de soltar una serie de argumentos sesgados, no solo se niega a examinarse a sí mismo, sino que también piensa en tomar medidas correctivas. “¿Quién denunció esto? ¿Quién filtró esto a lo alto? ¿Quién informó a los líderes de que hice esto? Necesito averiguar quién fue y darle una lección. Necesito reprenderlo durante las reuniones y mostrarle cuán formidable soy”. Cuando podan a un anticristo, este hará todo lo posible por defenderse y encontrar una salida, y pensará: “Fui descuidado esta vez y dejé que se destapase el secreto, así que debo hacer todo lo posible para evitar que esto vuelva a suceder y probar un enfoque diferente para engañar a lo alto y a los hermanos y hermanas que están por debajo de mí, para que ninguno de ellos se dé cuenta. Cuando haga algo bien, deberé apresurarme a dar un paso adelante y arrogarme el mérito, pero, cuando cometa un error, deberé ser rápido para descargar la responsabilidad en otra persona”. ¿Eso no es descarado? ¡Lo es hasta el extremo! Cuando podan a una persona normal, esta se admite a sí misma para sus adentros: “No soy bueno, tengo un carácter corrupto. No hay nada más que decir. Debo reflexionar sobre mí mismo”. Si vuelve a encontrarse en esta situación, resuelve en silencio actuar de acuerdo con lo que Dios requiere. Independientemente de que pueda lograrlo o no, en cualquier caso, cuando la podan, lo acepta en su corazón de manera racional, y su racionalidad le dice que efectivamente hizo algo mal y que, dado que tiene un carácter corrupto, debe admitirlo. Se somete en su corazón, sin ninguna resistencia e, incluso si se siente un poco agraviada, su actitud principal es positiva. Es capaz de reflexionar sobre sí misma, sentir remordimiento y estar determinada a esforzarse por no cometer el mismo error en el futuro. Por otro lado, un anticristo no solo no siente remordimiento, sino que también se resiste en su corazón, y no solo no puede desprenderse del mal que está provocando, sino que incluso prueba a encontrar otra manera de seguir adelante para poder continuar cometiendo maldades imprudentemente y proseguir con su comportamiento maligno. Cuando lo podan, no examina su propio carácter corrupto, la fuente de su maldad, sus intenciones ni los diferentes estados y perspectivas que surgieron en su interior cuando se reveló su carácter corrupto. Nunca examina ni contempla estas cosas, ni acepta cuando alguien más le da sugerencias o consejos, o lo desenmascara. En cambio, intensifica sus esfuerzos para buscar diversos medios, formas y tácticas con el fin de engañar a quienes están por encima y por debajo de él y así poder proteger su estatus. Redobla sus esfuerzos por causar perturbaciones en la casa de Dios, y usa su estatus para hacer el mal. ¡Realmente no hay ninguna esperanza para él!

La Palabra, Vol. IV. Desenmascarar a los anticristos. Punto 11

Cuando se trata de recibir la poda, ¿qué es lo mínimo que la gente debería saber? Se debe experimentar la poda para cumplir adecuadamente con el deber. Es indispensable. Es algo que las personas deben afrontar a diario y que a menudo experimentan a fin de lograr la salvación en su fe en Dios. Nadie puede apartarse de la poda. ¿Podar a alguien tiene que ver con sus expectativas y su porvenir? (No). Entonces, ¿para qué se poda a alguien? ¿Se hace para condenarlo? (No, se hace a fin de ayudar a la gente a entender la verdad y cumplir con el deber según los principios). Así es. Ese es el entendimiento más correcto. Podar a alguien es un tipo de disciplina, un tipo de reprensión, y naturalmente, también es una forma de ayudar y darle un remedio a la gente. Recibir la poda te permite alterar tu búsqueda incorrecta a tiempo. Te permite reconocer de inmediato los problemas que actualmente tienes, a la vez que reconocer a tiempo las actitudes corruptas que revelas. En cualquier caso, la poda te ayuda a reconocer tus errores y a hacer tus deberes según los principios; te salva de causar desviaciones y extraviarte, y te impide causar catástrofes. ¿No es esta la mayor ayuda para las personas, su mayor remedio? Los que tienen conciencia y razón deberían ser capaces de considerar recibir la poda correctamente.

La Palabra, Vol. IV. Desenmascarar a los anticristos. Punto 9 (VIII)

Cuando se te poda, no analizas primero lo correcto y lo incorrecto, sino que te limitas a aceptarlo con un corazón sumiso. Por ejemplo, puede que alguien diga que hiciste algo mal. Aunque no lo entiendas en tu corazón y no sepas qué has hecho mal, no obstante lo aceptas. La aceptación es primordialmente una actitud positiva. Además, existe una actitud que es ligeramente más negativa, que consiste en mantener silencio y no ofrecer ninguna resistencia. ¿Qué clase de conductas conlleva esto? No razonas, no te defiendes ni pones excusas objetivas. Si siempre pones excusas y alegas razones para justificarte, si le cargas la responsabilidad a otros, ¿es eso resistencia? Es un carácter de rebeldía. No debes rechazar, resistirte o razonar. Aunque razones correctamente, ¿es eso la verdad? Es una excusa objetiva propia del hombre, no la verdad. No se te está preguntando sobre excusas objetivas: por qué sucedió esto o cómo surgió; en cambio, se te está diciendo que la naturaleza de esa acción no concordó con la verdad. Si tienes conocimiento a ese nivel, sin duda serás capaz de aceptar y no resistirte. Lo fundamental es tener ante todo una actitud sumisa cuando te sucede algo. […] Ante la poda, ¿qué acciones constituyen una actitud de aceptación y sumisión? Como mínimo, hay que ser sensato y razonable. Primero debes someterte, no resistirte ni rechazarlos, y debes llevarlo con racionalidad. De este modo, tendrás un mínimo de razón. Si quieres lograr la aceptación y la sumisión, debes comprender la verdad. No es sencillo comprender la verdad. Primero, has de aceptar las cosas de parte de Dios; cuando menos, debes saber que ser podado es algo que Dios permite que te suceda o que proviene de Él. Con independencia de que la poda sea o no totalmente razonable, debes tener una actitud de aceptación y sumisión. Esta es una manifestación de sumisión a Dios, y al mismo tiempo, es también una aceptación de Su escrutinio. Si te limitas a razonar y a defenderte, pensando que la poda viene del hombre y no de Dios, entonces tu comprensión es imperfecta. Por un lado, no has aceptado el escrutinio de Dios y, por otro, no tienes ni una actitud ni un comportamiento sumisos en el entorno que Dios ha dispuesto para ti. Eres una persona que no se somete a Dios. […] La mayoría de las personas, cuando les sucede algo que concuerda con sus propias nociones y figuraciones, y está de acuerdo con sus propios gustos, se sienten bastante bien, por lo que les complace someterse y todo va sobre ruedas. Sus corazones están tranquilos y en paz, y se sienten felices y contentos. Pero cuando se encuentran con algo que no concuerda con sus propias nociones, o con algo que les resulta desventajoso, no pueden someterse, aunque saben que deberían hacerlo. Sienten dolor, no tienen más remedio que sufrir en silencio y les cuesta hablar sobre sus dificultades. Se sienten deprimidos y están cargados de agravios que no tienen por dónde salir, de modo que su corazón está furioso: “Los demás están en lo cierto. Tienen un estatus superior al mío; ¿cómo no voy a escucharlos? Será mejor que acepte mi porvenir. La próxima vez deberé tener más cuidado y no arriesgar el cuello: a los que arriesgan el cuello se les poda. La sumisión no es fácil. ¡Es muy difícil! El fuego de mi entusiasmo se ha apagado con un cubo de agua fría. Quería ser sencillo y abierto, pero el resultado ha sido que siempre he dicho lo que no debía y me han seguido podando. En el futuro, me callaré y me dedicaré a ser complaciente”. ¿Qué actitud es esa? Esto es ir de un extremo al otro. ¿Cuál es el objetivo final de que Dios permita que la gente aprenda la lección de la sumisión? No importa cuántos agravios y penalidades sufras en ese momento, cuánto te avergüencen, o cuánto daño sufras en tu imagen, vanidad o reputación, todo eso es secundario. Lo más importante es cambiar tu estado. ¿Qué estado? En circunstancias normales hay una especie de estado intransigente y rebelde en lo más hondo del corazón de la gente, que se debe principalmente a que, en el fondo, esta tiene cierto tipo de lógica y un conjunto de nociones humanas, que son las siguientes: “Mientras mis intenciones sean correctas, da igual el resultado; no debes podarme, y si lo haces, yo no tengo que obedecer”. La gente no reflexiona sobre si sus actos se ajustan o no a los principios-verdad ni sobre cuáles serán las consecuencias. A lo que se atiene siempre es: “Mientras mis intenciones sean buenas y correctas, Dios debería aceptarme. Aunque el resultado no sea bueno, no debes podarme y mucho menos condenarme”. Es un razonamiento humano, ¿no? Estas son las nociones del hombre, ¿no es así? El hombre siempre se obsesiona con su razonamiento; ¿hay en ello algo de sumisión? Tú has convertido tu razonamiento en la verdad y a esta la has dejado de lado. Crees que lo que está de acuerdo con tu razonamiento es la verdad y que lo que no concuerda con él no lo es. ¿Hay alguien más ridículo? ¿Hay alguien más arrogante y sentencioso? ¿Qué carácter corrupto debe corregirse para aprender la lección de la sumisión? En realidad, se trata del carácter propio de la arrogancia y la sentenciosidad, el cual supone el mayor impedimento para que las personas practiquen la verdad y se sometan a Dios. Las personas de carácter arrogante y sentencioso son las más propensas al razonamiento y a la desobediencia, siempre piensan que tienen la razón, por lo que nada es más urgente que resolver y podar el carácter arrogante y sentencioso de uno mismo. Una vez que las personas se vuelvan educadas y dejen de razonar por su cuenta, se resolverá el problema de la rebeldía y podrán someterse. Si las personas han de ser capaces de alcanzar la sumisión, ¿acaso no necesitan poseer un cierto grado de racionalidad? Deben poseer la razón de una persona normal. En algún asunto, por ejemplo, con independencia de que hayamos hecho lo correcto o no, si Dios no está satisfecho, debemos hacer lo que Él dice y tratar Sus palabras como la norma para todo. ¿Es esto lo racional? Tal es la razón que debe encontrarse en las personas antes que cualquier otra cosa. Por mucho que suframos, y sean cuales sean nuestras intenciones, objetivos y razones, si Dios no está satisfecho, si Sus exigencias no se han cumplido, es indudable que nuestras acciones no se han ajustado a la verdad, por lo que debemos escuchar y someternos a Dios, y no debemos tratar de razonar o racionalizar con Él. Cuando posees tal racionalidad, cuando cuentas con la razón de una persona normal, es fácil resolver tus problemas, y serás verdaderamente sumiso. No importa en qué situación te encuentres, no serás rebelde y no desafiarás las exigencias de Dios, no analizarás si lo que Dios pide es correcto o incorrecto, bueno o malo, y serás capaz de obedecer, resolviendo así tu estado de razonamiento, intransigencia y rebeldía. ¿Tiene todo el mundo estos estados de rebeldía en su interior? Estos estados aparecen a menudo en las personas, y piensan para sí mismas: “Mientras mis planteamientos, proposiciones y sugerencias sean sensatos, entonces, aunque viole los principios-verdad, no debo ser podado, porque no he cometido ninguna maldad”. Este es un estado común en las personas. Su opinión es que, si no han cometido ninguna maldad, no deben ser podados; solo las personas que han cometido maldades deben ser podadas. ¿Es correcto este punto de vista? Desde luego que no. La poda se dirige principalmente al carácter corrupto de las personas. Si alguien tiene un carácter corrupto, debe ser podado. Si solo se le poda después de cometer una maldad, ya sería demasiado tarde, pues el problema ya se habría producido. Si se ha ofendido el carácter de Dios, tienes problemas y es posible que Dios deje de obrar en ti, en cuyo caso, ¿qué sentido tiene podarte? No hay más remedio que revelarte y descartarte.

La Palabra, Vol. III. Discursos de Cristo de los últimos días. Las cinco condiciones que hay que cumplir para emprender el camino correcto de la fe en Dios

¿Qué actitud deben adoptar las personas con la poda de Dios hacia ellas? ¿Cómo deberían tomársela? ¿No deberían reflexionar sobre estos asuntos? (Sí). La gente debería reflexionar y meditar sobre estas cosas. No importa cuándo y cómo una persona trate a Dios, la identidad del hombre, de hecho, no cambia. Las personas son siempre seres creados. Si no te reconcilias con tu condición de ser creado, significa que eres rebelde y estás lejos de cambiar tu carácter, lejos de temer a Dios y de evitar el mal. Si estás reconciliado con tu lugar como ser creado, entonces ¿qué tipo de actitud deberías tener hacia Dios? (Sumisión incondicional). Como poco, debes tener una sumisión incondicional. Eso significa que, en cualquier momento, nada de lo que hace Dios es nunca erróneo; solo erran las personas. Independientemente de los entornos que aparezcan, sobre todo ante la adversidad y cuando Dios revela o expone a las personas, lo primero que uno debe hacer es presentarse ante Dios para reflexionar sobre sí mismo y examinar sus palabras y actos y su carácter corrupto, en lugar de examinar, estudiar y juzgar si las palabras y los actos de Dios están bien o mal. Si te mantienes en tu posición adecuada, deberías saber exactamente qué es lo que has de hacer. La gente tiene un carácter corrupto y no entiende la verdad. Esto no es un problema tan grande. Pero, cuando las personas tienen un carácter corrupto y no entienden la verdad, y aun así no la buscan, entonces tienen un gran problema. Tienes un carácter corrupto y no entiendes la verdad, y puedes juzgar a Dios arbitrariamente y abordarlo e interactuar con Él según tu estado de ánimo, tus preferencias y emociones. Sin embargo, si no buscas ni practicas la verdad, las cosas no van a ser tan sencillas. No solo no podrás someterte a Dios, sino que podrías malinterpretarlo y quejarte de Él, condenarlo, oponerte a Él, e incluso regañarlo y rechazarlo en tu corazón, diciendo que Dios no es justo, que no todo lo que hace es necesariamente correcto. ¿No es peligroso que puedan surgir tales cosas en ti? (Lo es). Es muy peligroso. ¡No buscar la verdad puede costarte la vida! Y eso puede ocurrir en cualquier momento y en cualquier lugar.

La Palabra, Vol. IV. Desenmascarar a los anticristos. Punto 10 (III)

Si revelas corrupción en un asunto, ¿puedes practicar inmediatamente la verdad cuando te das cuenta de ello? No, no puedes. En esta etapa de entendimiento, otros te podan, y luego tu entorno te obliga y te fuerza a actuar de acuerdo con los principios-verdad. A veces, sigues sin resignarte a hacerlo y te dices a ti mismo: “¿Tengo que hacerlo así? ¿Por qué no puedo hacerlo como quiero? ¿Por qué siempre se me pide que practique la verdad? No quiero hacer esto, ¡estoy cansado!”. Experimentar la obra de Dios requiere pasar por el siguiente proceso: de ser reacio a practicar la verdad, a practicarla de buena gana; de la negatividad y la debilidad, a la fortaleza y a la capacidad de rebelarse contra la carne. Cuando las personas llegan a un determinado punto de experiencia y luego pasan por algunas pruebas, refinamiento y al final llegan a terminar comprendiendo las intenciones de Dios y algunas verdades, en ese momento estarán en cierto modo felices y dispuestas a actuar de acuerdo con los principios-verdad. Al inicio, las personas son reacias a practicar la verdad. Tomemos como ejemplo cumplir con lealtad los deberes propios: tienes cierto entendimiento acerca de cumplir tus deberes y ser leal a Dios, y también tienes algo de entendimiento de la verdad, pero ¿cuándo podrás ser leal por completo? ¿Cuándo podrás cumplir tus deberes tanto de palabra como de obra? Esto requerirá un proceso. Durante este proceso podrías padecer muchas dificultades. Tal vez algunas personas te poden y otras te critiquen. Todo el mundo tendrá sus ojos puestos en ti, te escrutarán, y será entonces cuando empieces a comprender que te equivocas, que eres tú quien lo ha hecho mal, que es inaceptable la ausencia de lealtad en el cumplimiento de tu deber y que no has de ser superficial. El Espíritu Santo te esclarecerá desde dentro y te reprochará cuando cometas un error. Durante este proceso, llegarás a comprender algunas cosas sobre ti mismo y sabrás que tienes demasiadas impurezas, que albergas demasiados motivos personales y que tienes demasiados deseos inmoderados cuando cumples tus deberes. Una vez que hayas entendido la esencia de estas cosas, si puedes ir delante de Dios en oración y tener un arrepentimiento verdadero, podrán ser purificadas esas cosas corruptas. Si frecuentemente buscas la verdad de esta manera para resolver tus propios problemas prácticos, poco a poco pondrás los pies en la senda correcta en tu fe; empezarás a tener verdaderas experiencias de vida y tu carácter corrupto empezará a purificarse poco a poco. Cuanto más sea purificado tu carácter corrupto, más se transformará tu carácter-vida.

La Palabra, Vol. III. Discursos de Cristo de los últimos días. Lo que se debe saber sobre cómo transformar el propio carácter

Mientras experimentas la obra de Dios, por más veces que hayas fallado, caído, sido podado o puesto en evidencia, estas cosas no son malas. Independientemente de cómo hayas sido podado, o si ha sido por parte de los líderes, obreros o hermanos o hermanas, todo esto es bueno. Debes recordar que, por mucho que sufras, en realidad te estás beneficiando. Cualquier persona con experiencia puede dar fe de ello. Sí o sí, la poda o la revelación son siempre cosas buenas. No son una condena. Son la salvación de Dios y la mejor oportunidad para que llegues a conocerte. Puede traer un cambio de aires a tu experiencia de vida. Sin ello, no tendrás ni la oportunidad, ni la condición ni el contexto para poder alcanzar un entendimiento de la verdad de tu corrupción. Si entiendes realmente la verdad, y eres capaz de desenterrar las cosas corruptas ocultas en las profundidades de tu corazón, si puedes distinguirlas con claridad, entonces eso es bueno, esto ha resuelto un problema importante de entrada en la vida, y supone un gran beneficio para la transformación de carácter. Poder conocerte realmente es la mejor oportunidad para que enmiendes tus caminos y te conviertas en una nueva persona; es la mejor oportunidad de que obtengas nueva vida. Cuando realmente te conozcas, podrás ver que, cuando la verdad se convierte en la vida de alguien, es algo realmente precioso, y tendrás sed de la verdad, la practicarás y entrarás en la realidad. ¡Esto es algo verdaderamente grandioso! Si puedes aprovechar esta oportunidad y reflexionar sinceramente sobre ti mismo y obtener un conocimiento genuino de ti mismo cada vez que falles o caigas, entonces en medio de la negatividad y la debilidad, podrás volver a levantarte. Cuando hayas cruzado este umbral, entonces podrás dar un gran paso adelante y entrar en la realidad-verdad.

La Palabra, Vol. III. Discursos de Cristo de los últimos días. Para ganar la verdad, uno debe aprender de las personas, los acontecimientos y las cosas cercanas

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