Una experiencia especial de disciplina
Por Xiao Han, China Tenía unas ganas irrefrenables de reputación y estatus y, por celos, llegué a hacer cosas que lastimaron a mis hermanos...
¡Damos la bienvenida a todos los buscadores que anhelan la aparición de Dios!
En febrero de 2021, estaba cumpliendo mi deber de trabajo relacionado con textos en la iglesia. En aquel momento, la eficacia del trabajo de nuestro equipo estaba decayendo y, cuando la supervisora se enteró, descubrió que el equipo no cooperaba en armonía. La hermana Xiaoyue y la líder de equipo Xu Li estaban compitiendo por la fama y las ganancias, y Xiaoyue se mostraba desafiante porque no la habían elegido líder de equipo. Solía ser muy quisquillosa con los arreglos del trabajo de Xu Li, lo cual afectaba seriamente al trabajo, así que la supervisora reasignó el deber de Xiaoyue. La supervisora también me expuso a mí y dijo: “Sabías perfectamente que Xiaoyue y la líder de equipo estaban compitiendo por fama y ganancias, y aun así, no compartiste una enseñanza para ayudar, te pusiste del lado de Xiaoyue muchas veces y estuviste de acuerdo con ella, lo que hizo que la líder de equipo se sintiese tan negativa que quería dimitir. No protegiste en absoluto la obra de la iglesia. ¿Conoces la esencia y las consecuencias de actuar así?”. En ese momento, no tenía ninguna conciencia y se lo rebatí internamente mientras pensaba: “¿Cómo es que se me echa a mí la culpa de la mala eficacia del trabajo del equipo? Si las sugerencias de Xiaoyue sí eran correctas, yo las aceptaba. ¿Cómo puedes decir que me estuve aliando con ella para minar a la líder de equipo?”. Pero sabía que esta situación la había permitido Dios y que debía comenzar por someterme a ella. Esa noche, acudí a Dios y oré: “Oh, Dios, no soy consciente de los problemas que la supervisora ha señalado. ¡Por favor, esclaréceme y guíame!”. Tras orar, comencé a reflexionar.
En septiembre de 2020, Xu Li y yo supervisábamos el trabajo de los artículos de los sermones de varias iglesias juntas. Aunque a veces teníamos opiniones distintas y había ciertos roces, podíamos seguir cooperando en armonía hablando abiertamente la una con la otra. A mediados de noviembre, dos hermanas más se incorporaron al equipo y teníamos que elegir a una líder de equipo. Elegimos a Xu Li por unanimidad. Xu Li tenía una personalidad bastante abierta y, cuando veía que revelábamos corrupción o que no sentíamos carga por nuestros deberes, lo señalaba durante las reuniones y nos dirigía a comer y beber las palabras de Dios para reflexionar y conocernos a nosotras mismas. Al principio, pensé que este tipo de práctica estaba bastante bien. Pero, más adelante, Xu Li señaló mis problemas delante de las otras dos hermanas y su tono fue bastante duro. Esto me hizo quedar mal y me costó bastante aceptarlo. Formé un prejuicio contra ella y nuestra relación se fue volviendo poco a poco cada vez más distante. Recuerdo que, en una ocasión, durante nuestros devocionales juntas, tras leer las palabras de Dios, Xu Li compartió su enseñanza primero, pero antes de que terminara, la interrumpí con mi propia enseñanza. Xu Li, con una expresión severa y un tono duro, me dijo: “Hermana, veo que tienes tendencia a interrumpir, pero esto trastorna el hilo de pensamiento de los demás”. Me sentí muy avergonzada, me puse coloradísima y pensé: “Sé que estuvo mal y fue irracional de mi parte hablar sin ser mi turno, pero no deberías haber señalado mi problema delante de todos. ¿Qué pensarán de mí ahora las hermanas nuevas? ¿No podías haberme indicado mis defectos en privado? ¿Acaso no estás tratando de avergonzarme deliberadamente?”. En otra ocasión, estaba debatiendo con dos hermanas sobre un artículo de un sermón y ninguna de ellas estaba de acuerdo con mi punto de vista. Pensé que captaba los principios mejor que ellas, así que insistí en mi propio punto de vista y discutí con ellas. Xu Li nos vio discutiendo durante bastante rato y dijo que mi carácter era arrogante y que no debía discutir con las hermanas por impulsividad. Dijo que debía hablar de los principios con las hermanas y que debíamos aprender de las fortalezas de las demás. No podía aceptar esto y me sentí muy reacia, mientras pensaba: “¿Por qué siempre me podas? ¿Te crees que soy un blanco fácil? Cuando colaborábamos juntas antes, no me importaba que me podases, pero ahora siempre lo haces delante de las hermanas y me avergüenzas a propósito. ¿Qué pensarán de mí ahora las hermanas?”. Cuanto más lo pensaba, más me enfadaba y pensaba: “Si me podas así, también señalaré tus problemas en cuanto tenga la oportunidad, ¡para que sientas lo que es que te avergüencen!”.
Más adelante, Xiaoyue se sintió disgustada porque no la eligieron líder de equipo y comenzó a pelear con Xu Li, tanto directa como indirectamente. Era muy quisquillosa constantemente con los errores en los arreglos del trabajo de Xu Li y, cuando el trabajo de la noche se prolongaba más de lo normal, Xiaoyue se dirigía a mí para quejarse de que Xu Li no sabía disponer el trabajo. Durante una reunión, Xiaoyue dirigió sutilmente sus críticas a Xu Li bajo el pretexto de compartir su propia corrupción y acusó a Xu Li de procrastinación, y alabó a la líder de equipo anterior por ser competente, buena a la hora de disponer el trabajo y por su capacidad de gestión de todo el trabajo el día en que este se asignaba. Tras oír esto, sentí que pasaba algo raro y pensé: “No es que te estés conociendo a ti misma, en realidad, solamente te estás quejando de que a Xu Li le falta capacidad de trabajo. El equipo tiene docenas de artículos de sermones acumulados y Xu Li simplemente nos pidió que trabajásemos horas extra para filtrarlos rápido por el bien del trabajo. Aunque no lo esté haciendo bien en algunos aspectos, simplemente podrías hablar con ella al respecto cuando tengas la oportunidad. Es muy probable que hablar así la haga sentir constreñida”. Yo quería señalar el problema de Xiaoyue, pero entonces recordé la manera en que Xu Li me había podado varias veces antes, vi que alguien estaba finalmente hablando por mis intereses y que hoy era su turno de sentir lo que era que te podaran. Entonces metí baza y dije: “Ya que la forma de trabajar de la líder anterior era buena, empecemos a usarla de nuevo. De esta manera, podemos trabajar de manera más eficiente”. Inesperadamente, tan pronto como terminé de hablar, Xu Li, con lágrimas de culpa en los ojos, dijo: “Realmente no sé cómo disponer el trabajo. Ayúdenme más si ven mis defectos en el futuro”. Me sentí intranquila al verla tan alterada.
Tiempo después, ya que los resultados del trabajo de nuestro equipo no habían sido buenos, la líder vino a resumir las desviaciones con nosotras. Xiaoyue y yo seguimos señalando las áreas en las que Xu Li era insuficiente. Xu Li estaba muy avergonzada y dijo: “Si encuentran cualquier problema, ayúdenme a corregirlo”. Al día siguiente en la reunión, Xu Li habló sobre su arrogancia y vanidad, su afán por lograr resultados rápidos en su deber, su foco en trabajar de cara a la galería y sobre cómo, cuando vio que la líder la valoraba, quería hacer bien el trabajo lo más rápido posible, a fin de darle una buena impresión. Después de su enseñanza, nos pidió que le señalásemos sus problemas. Pensé para mí: “Ya que lo has mencionado tú misma, podría aprovechar la oportunidad para hacerte quedar mal frente a las otras hermanas”. Así que le solté de golpe todos sus problemas y dije que era arrogante, vanidosa, que le gustaba presumir, que era arbitraria y que estaba demasiado preocupada por la reputación y el estatus. Xiaoyue también intervino. Xu Li bajó la cabeza ante nuestras críticas. Cuando vi que no decía nada, me pregunté si había ido demasiado lejos. Pero luego pensé en que lo que dije era cierto y que señalarle sus defectos la ayudaría a hacer autorreflexión. Más adelante, Xu Li se volvió más tímida y dubitativa en los arreglos del trabajo y ahora hablaba con nosotras sobre algunas cosas que antes podía hacer sola. En ocasiones, Xiaoyue alababa lo buena que era la líder anterior con los arreglos del trabajo, lo cual hacía sentir a Xu Li que le faltaba capacidad de trabajo, la hizo entrar en un estado de inferioridad y se volvió negativa. Como yo solía ponerme del lado de Xiaoyue, esta se fue volviendo cada vez más despiadada y, a veces, incluso se encargaba ella de disponer el trabajo de equipo y marginaba a Xu Li. A veces, Xiaoyue también podaba abiertamente a Xu Li y la excluía delante de nosotras, y yo o bien la imitaba o permanecía en silencio. Xiaoyue constreñía duramente a Xu Li, y esta se hundió en un estado cada vez más profundo de abatimiento; sentía que no podía ser líder y quería dimitir. Me di cuenta de que la competición entre Xiaoyue y Xu Li por la fama y las ganancias había afectado al trabajo y que yo debería haber señalado los problemas de Xiaoyue. Pero, cuando pensé en las dos podas que Xu Li me hizo en el pasado, miré para otro lado. Después de todo, si el trabajo era ineficaz, era a ella a quien la supervisora tenía que podar, y entonces sabría también lo que es la amargura de quedar mal. Como no cooperábamos en armonía, el trabajo entró en un periodo de parálisis casi total. Al reflexionar sobre mi comportamiento, sentí un poco de miedo, ya que vi lo capaz que era de hacer cosas malévolas con tal de devolvérsela a Xu Li. No estaba protegiendo en absoluto la obra de la iglesia. Si no hubiera sido porque la supervisora lo señaló, yo no habría sabido hacer autorreflexión.
Más adelante, leí un pasaje de las palabras de Dios: “Por la expresión ‘propensos a vengarse’, es evidente que estas personas no son buenas; en términos coloquiales, son manzanas podridas. A juzgar por las constantes manifestaciones y revelaciones de su humanidad, así como por sus principios de acción, no tienen buen corazón. Como expresa el dicho popular, son ‘bichos malos’. Decimos que no son de los atentos; más concretamente, estos individuos no son bondadosos, sino que son portadores de crueldad, malevolencia y malicia. Si alguien dice o hace algo que afecta a los intereses, a la reputación o al estatus de estos individuos, que los ofenda, lo primero que hacen es albergar hostilidad en su corazón. Lo segundo es actuar en función de esta hostilidad; actúan con el objetivo y la dirección de descargar su odio y desahogar su ira, un comportamiento conocido como buscar venganza. Siempre hay individuos como estos entre la gente. Al margen de si se trata de lo que se describe como ser mezquino, dominante o excesivamente sensible, independientemente de los términos que se utilicen para describir o resumir su humanidad, la manifestación habitual de sus interacciones con otros es que cualquiera que los dañe o les ofenda, ya sea de manera accidental o intencionada, debe sufrir y afrontar las correspondientes consecuencias. Es como lo que dicen algunos: ‘Si los ofendes, irás por lana y saldrás trasquilado. Si los provocas o les haces daño, no pienses que te va a resultar sencillo escaparte’. ¿Existen estos individuos entre la gente? (Sí). Sin duda alguna” (La Palabra, Vol. V. Las responsabilidades de los líderes y obreros. Las responsabilidades de los líderes y obreros (25)). “¿Cómo manifiestan los anticristos su insidia e implacabilidad? (En su capacidad para inventar mentiras y engañar a los demás). Inventar mentiras y engañar a los demás implica tanto mentir habitualmente como ser insidioso e implacable; estos dos atributos están estrechamente vinculados. Por ejemplo, si cometen una fechoría y no quieren responsabilizarse, crean una apariencia ilusoria, cuentan mentiras y hacen creer a la gente que es obra de otro, no suya. Le pasan la culpa a otro y hacen que cargue con las consecuencias. Esto no solo es perverso y vil, sino incluso más insidioso e implacable. ¿Cuáles son otras manifestaciones de la insidia e implacabilidad de los anticristos? (Pueden atormentar, atacar y tomar represalias contra la gente). Ser capaz de atormentar a la gente es algo implacable. No escatimarán esfuerzos para atacar a cualquiera que suponga una amenaza para su estatus, reputación o prestigio, a cualquiera que no le favorezca, y tomarán represalias contra ellos. Puede que a veces incluso se sirvan de terceros para dañar a las personas; esto es insidia e implacabilidad” (La Palabra, Vol. IV. Desenmascarar a los anticristos. Digresión cuatro: Resumen de la calidad humana de los anticristos y de su esencia-carácter (I)). Dios pone al descubierto que quienes sienten inclinación por la venganza no son buenas personas y que su humanidad es malévola. ¿Acaso no era así como me estaba comportando? Al reflexionar sobre mi cooperación anterior con Xu Li, pude aceptar que la hermana me señalase mis problemas porque éramos solamente nosotras dos y no me tocaba el orgullo. Más adelante, cuando Xu Li se convirtió en líder de equipo, expuso mis problemas delante de las hermanas en dos ocasiones, lo cual me hizo quedar mal. Esto me hizo guardarle rencor y querer encontrar la ocasión de vengarme de ella. Ocurrió que Xiaoyue estaba compitiendo contra Xu Li por fama y ganancias, aprovechándose de los errores de Xu Li, así que yo aproveché la oportunidad para imitar a Xiaoyue y decir cosas que elogiasen a otros y menospreciasen a Xu Li, lo cual hizo que esta se sintiera aún más inferior y viviera en un estado negativo. Cuando Xu Li nos pidió que señalásemos sus problemas, aproveché la ocasión para destacar las corrupciones que revelaba y exagerarlas, con la intención de hacerla quedar mal y en un intento por recuperar algo de mi buena imagen. Mi apoyo constante a Xiaoyue la hizo cada vez más autoritaria, solía meterse con Xu Li y excluirla, lo cual hizo que esta se volviese tan negativa que quisiese dimitir. Yo pretendía señalar los problemas de Xiaoyue, pero, cuando recordé el modo en que Xu Li me había podado y me había hecho quedar mal, miré para otro lado, me relajé y permití que Xiaoyue trastornase y perturbase al equipo. Incluso deseé que la supervisora podase a Xu Li o la reemplazase, para que también conociese la amargura de quedar mal. ¿Acaso no estaba yo vengándome y atacando a la gente? A simple vista, yo estaba tranquila, pero, por detrás, hice camarilla con Xiaoyue para atacar y excluir a la líder de equipo con la intención de vengarme sin que el resto se diese ni cuenta. Mis métodos eran los de un anticristo: utilizaba a los demás para hacer mi trabajo sucio. ¡Era un comportamiento tan siniestro y malévolo! Pensaba que mi humanidad era aceptable y que no tenía un corazón vengativo, pero eso era solo porque mis intereses no se veían afectados. En cuanto coartaron mis intereses, mi naturaleza malévola quedó al descubierto. A través de esta revelación, vi que mi humanidad no era buena y que era capaz de hacer cosas malévolas solo para proteger mi imagen. Trastorné y perturbé el trabajo y constreñí y herí a Xu Li y también mostré transgresiones serias a mi paso. Cuanto más lo pensaba, más en deuda me sentía con Dios, así que me arrepentí ante Él.
Después de aquello, comencé a preguntarme qué era lo que me controlaba a la hora de revelar este aspecto de mi carácter. Leí otro pasaje de las palabras de Dios: “El ataque y las represalias son un tipo de acción y de revelación que provienen de una naturaleza satánica maliciosa. También son una clase de carácter corrupto. La gente piensa de la siguiente manera: ‘Si eres desagradable conmigo, yo te haré daño. Si no me tratas con dignidad, ¿por qué habría yo de tratarte con dignidad?’. ¿Qué tipo de mentalidad es esta? ¿No es una forma de pensar revanchista? A los ojos de una persona corriente, ¿no es esta una perspectiva válida? ¿No es sostenible? ‘Yo no ataco a menos que me ataquen; si me atacan, claro que contraataco’ y ‘Toma una dosis de tu propia medicina’ son cosas que los no creyentes dicen a menudo; entre ellos, todos estos razonamientos tienen sentido y están completamente de acuerdo con las nociones humanas. No obstante, ¿cómo deberían ver estas palabras quienes creen en Dios y persiguen la verdad? ¿Son correctas estas ideas? (No). ¿Por qué no lo son? ¿Cómo deberían discernirse? ¿Dónde se originan tales cosas? (De Satanás). Provienen de Satanás, de eso no hay duda. ¿De qué actitudes satánicas provienen? Vienen de la naturaleza maliciosa de Satanás; contienen veneno y el verdadero rostro de Satanás con toda su maldad y fealdad. Contienen esta clase de esencia-naturaleza. ¿Cuál es la naturaleza de las perspectivas, los pensamientos, las revelaciones, el discurso e, incluso, las acciones que contienen ese tipo de esencia-naturaleza? Sin ninguna duda, es el carácter corrupto del hombre; es el carácter de Satanás. ¿Concuerdan estas cosas satánicas con las palabras de Dios? ¿Están acordes con la verdad? ¿Tienen fundamento en las palabras de Dios? (No). ¿Son las acciones que deben llevar a cabo los seguidores de Dios y los pensamientos y puntos de vista que deberían poseer? ¿Concuerdan estos pensamientos y estas formas de actuar con la verdad? (No)” (La Palabra, Vol. III. Discursos de Cristo de los últimos días. Solo si se corrige el propio carácter corrupto es posible lograr una auténtica transformación). Tras leer este pasaje de las palabras de Dios, comprendí que la razón por la que mi mentalidad era vengativa era, principalmente, porque vivía bajo la influencia de filosofías de Satanás como: “Yo no ataco a menos que me ataquen; si me atacan, claro que contraataco”, “Ojo por ojo, diente por diente” y “La venganza siempre se sirve en plato frío”. Estos venenos satánicos me hicieron volverme egoísta, falsa, insidiosa y malévola. En cuanto alguien coartaba mi orgullo e intereses, le guardaba rencor e intentaba pensar en maneras de vengarme y buscar oportunidades para ello, con lo que perdía totalmente mi humanidad y razón. Xu Li simplemente señaló mis problemas delante de dos hermanas, pero sentí que había quedado mal y desarrollé un deseo de venganza, y por ello me uní a Xiaoyue para atacarla y excluirla. ¡Había sido realmente malévola! En verdad, era adecuado que Xu Li señalase que, en las reuniones, era una perturbación que yo interrumpiera y cortara el hilo de pensamiento de los demás en las charlas. Durante los debates con las hermanas sobre los artículos de los sermones, no las guie para buscar los principios-verdad, sino que discutí con ellas confiando en mi propio carácter arrogante con el objetivo de hacer que me escuchasen. Que Xu Li me podase por mi carácter arrogante no fue para dificultarme las cosas, sino para ayudarme a conocerme y a cumplir bien mi deber. Fue una manifestación de tener sentido de la rectitud. Pero no acepté esto de Dios. En vez de eso, contemplé como enemiga a quien me ayudó y quise vengarme en secreto e incluso me uní a Xiaoyue para atacar y excluir a Xu Li. Esta era la revelación del carácter de un anticristo. ¡Vi lo terrorífico que es vivir bajo la influencia de estos venenos satánicos! Pensé en los anticristos expulsados de la iglesia. Se centraban en proteger su reputación y su estatus y no permitían que nadie expusiese ni señalase sus problemas, y atormentaban a cualquiera que los sacara a la luz. No defendían en absoluto la obra de la casa de Dios y, al final, terminaron expulsados por sus numerosas acciones malvadas. ¿En qué se diferenciaba mi carácter del de un anticristo? Si no cambiaba, me revelarían y me descartarían. Vi que vivir bajo la influencia de estos venenos satánicos me dejaba sin humanidad, trastornaba y perturbaba la obra de la iglesia y causaba el odio y la indignación de Dios. No debía seguir viviendo bajo estos venenos satánicos.
Más adelante, leí otro pasaje de las palabras de Dios: “Si los creyentes son tan casuales y desenfrenados en sus palabras y su conducta como lo son los no creyentes, entonces son todavía más perversos que los no creyentes; son demonios arquetípicos. Aquellos que dan rienda suelta a su conversación venenosa y maliciosa dentro de la iglesia, que difunden rumores, fomentan la desarmonía y forman grupitos entre los hermanos y hermanas deberían haber sido expulsados de la iglesia. Sin embargo, como esta es una era diferente de la obra de Dios, estas personas son restringidas, pues sin duda serán descartadas. Todos los que han sido corrompidos por Satanás tienen un carácter corrupto. Algunos no tienen nada más que un carácter corrupto, mientras que otros son diferentes: no solo tienen un carácter satánico corrupto, sino que su naturaleza también es extremadamente malévola. No solo sus palabras y acciones revelan su carácter corrupto y satánico; además, estas personas son los auténticos diablos y satanases. […] Las familias tienen sus reglas, y las naciones, sus leyes; ¿acaso no ocurre con más razón en la casa de Dios? ¿Acaso no tiene estándares todavía más estrictos? ¿No tiene todavía más decretos administrativos? Las personas son libres de hacer lo que quieran, pero los decretos administrativos de Dios no pueden alterarse a voluntad. Dios es un Dios que no tolera las ofensas por parte de los humanos; Él es un Dios que condena a muerte a las personas. ¿Acaso las personas realmente no lo saben ya?” (La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Una advertencia a los que no practican la verdad). Al meditar sobre las palabras de Dios, vi que Su carácter no tolera la ofensa. Con respecto a los creyentes que actúan y hablan igual que los no creyentes, que esparcen negatividad en la iglesia, forman camarillas y minan a las personas por detrás, Dios dice que esas personas son auténticos diablos y satanases. En el pasado, cuando leí este pasaje de las palabras de Dios, no lo apliqué a mí misma, ya que pensaba que, como creo en Dios, no haría tales cosas. Pero cuando Dios orquestó las situaciones para revelarme, ¡me sorprendió ver que podía hacer cosas tan malvadas! Para vengarme de Xu Li, me quedé mirando cómo Xiaoyue se enfrentaba a ella a cada oportunidad compitiendo por la fama y las ganancias, pero no señalé los problemas de Xiaoyue y elegí apoyarla. Esto alimentó su arrogancia y provocó que menospreciase y atacase más a Xu Li y, como resultado, la negatividad la abrumó y perdió la motivación de hacer seguimiento al trabajo. Esto provocó que el trabajo del equipo entrase en un estado de parálisis. Si hubiese ayudado antes a Xiaoyue, quizás no habría hecho tantas cosas para herir a Xu Li y trastornar y perturbar la obra de la iglesia, y el trabajo del equipo no se habría paralizado. En mi sed de venganza, incluso sacrifiqué los intereses de la iglesia, que, en esencia, trastornaron y perturbaron la obra y causaron que yo adoptase el papel de Satanás. Xiaoyue y yo formamos camarilla y minamos a la líder de equipo, y con ello llevamos al equipo al caos y el trabajo, al retraso. ¿Acaso no era esta la obra de un diablo? ¡Realmente no era merecedora de vivir ante Dios! Leí más de las palabras de Dios: “Las personas que genuinamente creen en Dios siempre lo tienen en su corazón y siempre llevan en su interior un corazón temeroso de Dios, un corazón amante de Dios. Aquellos que creen en Dios deben hacer las cosas con cautela y prudencia, y todo lo que hagan debe estar de acuerdo con los requisitos de Dios y ser capaz de satisfacer Su corazón. No deben ser obstinados y hacer lo que les plazca; eso no corresponde al decoro santo” (La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Una advertencia a los que no practican la verdad). Las palabras de Dios nos dicen que los creyentes deben tener un corazón temeroso de Dios en sus acciones y palabras, y que no deben ser obstinados ni hacer lo que les plazca. En su lugar, deben abordar a las personas, acontecimientos y cosas que están a su alrededor según las exigencias de Dios. Quienes nos ofrecen consejo o nos podan, en concreto, deben recibir un trato correcto y no resultar atacados ni sufrir represalias. Estas personas dicen la verdad y son una verdadera ayuda para nosotros. Si mi corazón hubiese sido tan solo un poco temeroso de Dios y buscase Su intención en estas situaciones, no habría hecho cosas que ofendiesen Su carácter. Cuanto más lo pensaba, más culpable y afligida me sentía, así que, acudí a Dios y oré: “Dios, en Tu revelación, veo que mi humanidad es bastante malévola y que soy capaz de atacar y de tomar represalias contra alguien por ganancia personal, lo cual causa serios daños a la obra de la iglesia. Dios, no me has tratado de acuerdo con mis transgresiones, sino que me has dado la oportunidad de arrepentirme. Estoy dispuesta a arrepentirme y cambiar”.
Más adelante, leí más de las palabras de Dios: “El amor y el odio son cosas que la humanidad normal debe poseer, pero has de distinguir claramente entre lo que amas y lo que odias. En tu corazón debes amar a Dios, amar la verdad, amar las cosas positivas y amar a tus hermanos y hermanas, mientras que debes odiar a Satanás y a los diablos, odiar las cosas negativas, odiar a los anticristos y odiar a los malvados. Si fueras capaz de reprimir y vengarte de tus hermanos y hermanas por odio, eso sería muy sobrecogedor; y este es el carácter de una persona malvada. Algunas personas simplemente tienen pensamientos e ideas llenos de odio, pero nunca harían nada malvado. No se trata de personas malvadas, porque cuando sucede algo, son capaces de buscar la verdad y prestan atención a los principios según los que se comportan, y se ocupan de las cosas. Cuando interactúan con otros, no les piden más de lo debido. Si se llevan bien con la persona, siguen interactuando con ella; si no se llevan bien, entonces no lo hacen. Eso apenas afecta al cumplimiento de su deber o a su entrada en la vida. Dios está en su corazón y tienen un corazón temeroso de Él. No están dispuestos a ofender a Dios y tienen miedo de hacerlo. Aunque estas personas puedan albergar determinados pensamientos e ideas incorrectos, son capaces de rebelarse contra ellos y dejarlos de lado. Se controlan en sus acciones y no pronuncian una sola palabra fuera de lugar o que ofenda a Dios. Alguien que habla y actúa de esta forma es alguien que tiene principios y practica la verdad. Tu personalidad podría ser incompatible con la de otra persona y podría no caerte bien, pero cuando trabajas al lado de ella, permaneces imparcial y no expresas tus frustraciones al llevar a cabo tu deber ni sacas tus frustraciones ni te desquitas de ellas con los intereses de la familia de Dios; puedes encargarte de las cosas de acuerdo con los principios. ¿Qué manifiesta esto? Es una manifestación de tener un corazón temeroso de Dios básico” (La Palabra, Vol. III. Discursos de Cristo de los últimos días. Las cinco condiciones que hay que cumplir para emprender el camino correcto de la fe en Dios). Dios nos ha indicado los principios para tratar a los demás: si los hermanos y hermanas dicen cosas que nos hieren, deberíamos tratar esto correctamente. Nunca debemos atacar ni tomar represalias contra las personas ni desquitarnos en nuestro deber por nuestras quejas. Cuando trabajamos con hermanos y hermanas en nuestros deberes, debemos percibir las fortalezas de los demás e intentar complementarnos unos a otros. Esta es la única manera de lograr una cooperación en armonía. Pensé en el daño que le causé a Xu Li y me sentí un poco culpable. Había trabajado conmigo antes y me había ayudado mucho, y así es como la traté cuando me señaló algunos de mis defectos de manera directa. ¡Mi humanidad era verdaderamente escasa! Más adelante, durante una reunión, tomé la iniciativa de abrirme a Xu Li sobre el carácter malévolo que había revelado durante esta época y me disculpé con ella. Xu Li no me echó nada de esto en cara, sino que me animó y me dijo: “Es bueno que puedas hacer autorreflexión y reconocerte. En el futuro, cuando revelemos nuestra corrupción, deberíamos señalárnosla entre sí y ayudarnos, para no darle a Satanás una oportunidad de obrar”. Una vez, Xu Li dijo delante de la líder y la supervisora que mis exigencias hacia los miembros del equipo eran muy altas, y que no estaba ayudando a los demás con amor. Me sentí incómoda al escuchar esto y pensé: “¿Cómo puedes decir esto de mí delante de la líder y de la supervisora? ¿Qué pensarán de mí?”. Pero, aunque estaba enfadada, sentí que no era apropiado discutir con ella delante de la supervisora, así que le oré a Dios en silencio en mi corazón. En aquel momento, me di cuenta de que me preocupaba de nuevo mi orgullo, y pensé en cómo había tomado represalias contra mi hermana por defenderlo y en el daño tan grande que le hice. Esta vez, tenía que aprender a echarme a un lado y aceptar su consejo. Oré a Dios en silencio en mi corazón y le pedí que me lo protegiese y que me concediese la actitud de aceptar la verdad, para poder someterme al entorno que Él hubiese dispuesto. Cuando lo pensé así, mi corazón entró en calma. Más adelante, la supervisora me habló de las palabras de Dios para abordar mis problemas y ayudarme y gané cierta comprensión de estos. Trabajando con Xu Li aprendí algunas lecciones y, poco después, nos separamos. Estoy muy agradecida a Dios por disponer un entorno semejante, que me permitió comprender mi naturaleza malévola y aprender a interactuar con los demás.
Ahora ya han aparecido varios desastres inusuales, y según las profecías de la Biblia, habrá desastres aún mayores en el futuro. Entonces, ¿cómo obtener la protección de Dios en medio de los grandes desastres? Contáctanos, y te mostraremos el camino.
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