La fe, origen de la fortaleza

21 Mar 2022

Por Randy, Birmania

El verano pasado estuve estudiando la obra de Dios Todopoderoso por internet. Los hermanos y las hermanas me enseñaron muchas verdades, como la forma en que regresa el Señor, cómo estar atento a la voz de Dios y recibir al Señor, cómo distinguir al Cristo verdadero de los falsos, los misterios del plan de gestión de 6000 años de Dios y otros aspectos de la verdad de la visión. También leí muchas palabras de Dios Todopoderoso. Tras analizarlo durante dos meses, comprendí que la palabra de Dios Todopoderoso es la verdad, que estas palabras revelan los misterios de la Biblia, y tuve la certeza de que Dios Todopoderoso es el regreso del Señor Jesús. Acepté con alegría la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días. No veía la hora de contarle a mi familia la buena nueva del regreso del Señor para llevarlos a todos ante Dios. Sin embargo, antes de que pudiera predicarles el evangelio, se me notificó que debía volver al ejército.

Posteriormente, les prediqué el evangelio a mi esposa y mi madre por teléfono. Un día, estaba hablando con mi esposa de cómo recibir al Señor y me preguntó: “¿Es el Relámpago Oriental en lo que tú crees? Según el pastor, esa gente abandona a su familia. Debes renunciar a esa fe”. Al oírle decir eso me sentí molesto y me enojé. Le respondí: “No seas tonta. ¿Cómo puedes creer a ciegas lo que diga el pastor? ¿Se basa en algún hecho para ello? Hace más de cuatro meses que creo en Dios Todopoderoso. ¿Te he abandonado? ¿Acaso no me importa la familia? Solo sé que el PCCh detiene y persigue frenéticamente a los creyentes, con lo que a muchos hermanos y hermanas se les dificulta volver a su hogar, e incluso desintegra muchas familias de los creyentes. ¿Cómo es posible que el pastor tergiverse los hechos para decir que los hermanos y las hermanas no quieren a sus familias? Esas son todas mentiras. No debes hacer caso a ciegas a sus rumores y mentiras”. Proseguí: “Una persona razonable debería buscar sobre el tema de la venida del Señor y comprobar si las palabras que proclama Dios Todopoderoso son la voz de Dios. El Señor Jesús también manifestó: ‘Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen(Juan 10:27). Las ovejas de Dios oyen Su voz, así que debemos estudiar todo lo relativo al regreso del Señor y estar atentos a Su voz para poder recibirlo. Las palabras de Dios son la verdad, poderosas y autorizadas. No podrían haber provenido de ninguna persona. He comprobado que Dios Todopoderoso es el regreso del Señor Jesús, pues he visto que todas Sus palabras son la verdad y la voz de Dios”. Pero no escuchaba lo más mínimo. No pude más que finalizar la llamada. Volví a llamarla un par de semanas después, pero había desconectado el teléfono y no me respondía. Luego, a la hora de la reunión vespertina, empezó a llamarme reiteradamente. No podía centrarme en la reunión ni recibir esclarecimiento de las palabras de Dios porque me perturbaba. Como no sabía qué hacer, oré a Dios para pedirle que me guiara en esa situación. Tras orar pensé que, aunque yo aún no comprendiera la voluntad de Dios en estos asuntos, debía tener fe. No podía dejarme limitar por esas cosas, sino que tenía que centrarme en la reunión. Me sentí algo más tranquilo después de eso. Un día, para mi sorpresa, mi mujer me llamó repentinamente y dijo: “Te compraste un celular para escuchar la predicación del Relámpago Oriental, pero nuestro hijo está enfermo y no nos queda dinero para el tratamiento. Deberías pensar en nuestro hijo”. Tuve claro que solamente lo decía porque no quería que creyera en Dios. En realidad, podíamos pedir prestado el dinero si lo necesitábamos y es totalmente normal que los niños se enfermen. Él se habría enfermado tanto si yo era creyente como si no. Yo también quiero lo mejor para él. ¿Cómo podía malinterpretarme así mi esposa? Me molestó mucho que utilizara la enfermedad de nuestro hijo como excusa para impedirme tener fe. Sin darme tiempo de replicarle, continuó: “Si sigues creyendo en esto, tal vez no seamos siquiera una familia en un futuro”. Me resultó desgarrador oírle decir eso. ¿Realmente quería divorciarse mientras nuestro hijo todavía era tan pequeño? Me sentí fatal y colgué sin decir nada más. Sin embargo, sus palabras no dejaban de incordiarme y no pude evitar empezar a quejarme: ¿Por qué Dios no había protegido la salud de nuestro hijo y nuestra armonía familiar?

Durante un tiempo, no podía serenarme ante Dios en las reuniones ni tenía esclarecimiento para hablar sobre la palabra de Dios. Así pues, oré a Dios: “Dios mío, tengo poca estatura. Me siento negativo y débil desde que mi esposa me dijo esas cosas. Por favor, permanece conmigo y guíame para comprender Tu voluntad”. Esa noche leí un pasaje de las palabras de Dios: “Cuando las personas atraviesan pruebas, es normal que sean débiles, internamente negativas o que carezcan de claridad sobre la voluntad de Dios o sobre la senda en la que practicar. Pero en cualquier caso, como Job, debes tener fe en la obra de Dios, y no negarlo. Aunque Job era débil y maldijo el día de su propio nacimiento, no negó que Jehová le concedió todas las cosas en la vida humana, y que también es Él quien las quita. Independientemente de cómo fue probado, él mantuvo esta creencia. En tu experiencia, da igual cuál sea el tipo de refinamiento al que te sometas mediante las palabras de Dios, lo que Él exige de la humanidad, en pocas palabras, es su fe y su corazón amante de Dios. Lo que Dios perfecciona al obrar de esa manera es la fe, el amor y las aspiraciones de las personas. Dios realiza la obra de perfección en la gente y ellos no pueden verla ni sentirla; es en tales circunstancias en las que se requiere tu fe. Se exige la fe de las personas cuando algo no puede verse a simple vista, cuando no puedes abandonar tus propias nociones. Cuando no tienes clara la obra de Dios, lo que se requiere es tu fe y que adoptes una posición firme y mantengas el testimonio. Cuando Job alcanzó este punto, Dios se le apareció y le habló. Es decir, sólo podrás ver a Dios desde el interior de tu fe. Cuando tengas fe, Dios te perfeccionará. Si no tienes fe, Él no puede hacerlo(La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Los que serán hechos perfectos deben someterse al refinamiento). Las palabras de Dios me enseñaron que la senda de la fe y la entrada a Su reino no son un camino de rosas. Hay toda clase de dificultades y pruebas y sucederán muchas cosas que no nos gustarán, pero hemos de pasar por todo esto para revelar si tenemos fe en Dios y si sabemos dar rotundo testimonio para Él. Al recordar cuando mi mujer al principio se oponía a mi fe en Dios Todopoderoso, yo tenía fe suficiente para seguir dándole testimonio, pero cuando empezó a amenazar con el divorcio y nuestro hijo enfermó, no pude evitar empezar a quejarme. Sentía que Dios no protegía la armonía de mi familia ni guardaba a mi hijo de la enfermedad. Vi que no tenía auténtica fe en Dios. Un par de cosas no habían salido como yo quería y me puse a culpar a Dios, ¿qué testimonio era ese? Entonces comencé a preguntarme: ¿Por qué perdía la fe en Dios en cuanto le pasaba algo a mi familia? ¿Por qué no podía evitar culparlo?

Más tarde, leí un pasaje de las palabras de Dios que me dio cierto entendimiento de mis perspectivas sobre la búsqueda en mi fe. Dios Todopoderoso dice: “Hoy, no crees las palabras que digo ni les prestas atención; cuando llegue el día en que esta obra se esparza y veas la totalidad de ella, lo lamentarás y, en ese momento, te quedarás boquiabierto. Existen bendiciones, pero no sabes cómo disfrutarlas; y existe la verdad, pero no la buscas. ¿No atraes desprecio sobre ti mismo? En la actualidad, aunque el siguiente paso de la obra de Dios todavía está por comenzar, no hay nada excepcional acerca de las cosas que se te piden y lo que se te pide vivir. Hay tanta obra y tantas verdades; ¿no son dignas de que las conozcas? ¿Son el juicio y el castigo de Dios incapaces de despertar tu espíritu? ¿Son el castigo y el juicio de Dios incapaces de hacer que te odies? ¿Estás contento de vivir bajo la influencia de Satanás, en paz y disfrutando y con un poco de comodidad carnal? ¿No eres la más vil de todas las personas? Nadie es más insensato que los que han contemplado la salvación, pero no buscan ganarla; estas son personas que se atiborran de la carne y disfrutan a Satanás. Esperas que tu fe en Dios no acarree ningún reto o tribulación ni la más mínima dificultad. Siempre buscas aquellas cosas que no tienen valor y no le otorgas ningún valor a la vida, poniendo en cambio tus propios pensamientos extravagantes antes que la verdad. ¡Eres tan despreciable! […] Lo que buscas es poder ganar la paz después de creer en Dios, que tus hijos no se enfermen, que tu esposo tenga un buen trabajo, que tu hijo encuentre una buena esposa, que tu hija encuentre un esposo decente, que tu buey y tus caballos aren bien la tierra, que tengas un año de buen clima para tus cosechas. Esto es lo que buscas. Tu búsqueda es solo para vivir en la comodidad, para que tu familia no sufra accidentes, para que los vientos te pasen de largo, para que el polvillo no toque tu cara, para que las cosechas de tu familia no se inunden, para que no te afecte ningún desastre, para vivir en el abrazo de Dios, para vivir en un nido acogedor. Un cobarde como tú, que siempre busca la carne, ¿tiene corazón, tiene espíritu? ¿No eres una bestia? Yo te doy el camino verdadero sin pedirte nada a cambio, pero no buscas. ¿Eres uno de los que creen en Dios? Te otorgo la vida humana real, pero no la buscas. ¿Acaso no eres igual a un cerdo o a un perro? Los cerdos no buscan la vida del hombre, no buscan ser limpiados y no entienden lo que es la vida. Cada día, después de hartarse de comer, simplemente se duermen. Te he dado el camino verdadero, pero no lo has obtenido: tienes las manos vacías. ¿Estás dispuesto a seguir en esta vida, la vida de un cerdo? ¿Qué significado tiene que tales personas estén vivas? Tu vida es despreciable y vil, vives en medio de la inmundicia y el libertinaje y no persigues ninguna meta; ¿no es tu vida la más innoble de todas? ¿Tienes las agallas para mirar a Dios? Si sigues teniendo esa clase de experiencia, ¿vas a conseguir algo? El camino verdadero se te ha dado, pero que al final puedas o no ganarlo depende de tu propia búsqueda personal(La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Las experiencias de Pedro: su conocimiento del castigo y del juicio). A partir de las palabras de Dios, comprendí que mi objetivo y mis perspectivas de fe eran incorrectos, que no iban en pos de la verdad; en cambio, pretendían que mi familia estuviera sana y salva y que tuviéramos una vida fácil. Solo quería vivir en brazos de Dios y gozar de Su gracia. Cuando recibí Su gracia, tenía fe para seguirlo, pero cuando hubo problemas en casa y mi hijo enfermó, culpé a Dios por no contar con Su protección. Perdí la fe, e incluso me sentía ofendido porque me sucediera eso, creyendo que Dios debía bendecirme por mi fe y guardarme de tener que toparme con este tipo de cosas. Entonces comprendí que mi fe se basaba exclusivamente en recibir bendiciones y que tan solo no resistía la prueba. Es correcto y natural tener fe y adorar a Dios. Es como el respeto de los hijos a los padres; no debemos hacer transacciones con Dios. Sin embargo, yo siempre trataba de obtener cosas de Dios, de recibir Su gracia. No tenía conciencia ni razón. ¿Acaso no era justo el tipo de persona del que hablaba Dios, sin corazón ni espíritu? ¿Cómo podía estar esa clase de fe en consonancia con Su voluntad? Descubrí a esas alturas que estas cosas indeseables habían sucedido con el permiso de Dios. Toda esa experiencia estaba revelando mis perspectivas erróneas de fe para que pudiera hacer introspección y conocerme por medio de las palabras de Dios, cambiar mis ideas equivocadas y adquirir auténtica fe en Dios. Esas eran la purificación y salvación de Dios para conmigo. Adquirí la fe una vez que comprendí la voluntad de Dios. No quería seguir aspirando a la paz familiar, la gracia y las bendiciones. Era preciso que continuara asistiendo a las reuniones. Decidí que, pasara lo que pasara en lo sucesivo, siempre continuaría buscando la verdad.

Más tarde leí otro pasaje de las palabras de Dios en mis devociones: “¿A qué se refiere la fe? La fe es la creencia genuina y el corazón sincero que los humanos deberían poseer cuando no pueden ver ni tocar algo, cuando la obra de Dios no está en línea con las nociones humanas, cuando está más allá del alcance humano. Esta es la fe de la que hablo. Las personas necesitan fe durante los momentos de dificultad y de refinamiento, y la fe es algo que va seguido del refinamiento. El refinamiento y la fe no pueden separarse. No importa cómo obre Dios y tampoco importa tu entorno, eres capaz de buscar la vida y la verdad, y buscas el conocimiento de la obra de Dios, y posees un entendimiento de Sus acciones y eres capaz de actuar según la verdad. Hacer esto es tener fe verdadera, y hacer esto muestra que no has perdido la fe en Dios. Solo puedes tener auténtica fe en Dios si eres capaz de insistir en buscar la verdad a través del refinamiento, si eres capaz de amar verdaderamente a Dios y no desarrollas dudas sobre Él; si independientemente de lo que Él haga, sigues practicando la verdad para satisfacerlo y si eres capaz de buscar Su voluntad en lo profundo y de ser considerado con ella(La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Los que serán hechos perfectos deben someterse al refinamiento). Con las palabras de Dios aprendí que, tanto si una situación es favorable como si es indeseable, no podemos dudar de Dios ni culparlo. Hemos de buscar la voluntad de Dios, estar de Su parte, y practicar según Sus palabras. Debemos ser capaces de seguir a Dios y practicar la verdad para satisfacerlo, por mucho que suframos. Esta es la única fe auténtica. Al entender esto, recibí una senda de práctica y fe para seguir a Dios.

Un día, llamé a mi mamá y le pregunté si mi mujer estaba bien. Me dijo: “Se la pasa en casa de sus padres y no se ocupa de las cosas en casa. Parece una persona totalmente distinta”. Mi madre añadió: “El pastor dice que vas por la senda equivocada, que tu fe en Dios Todopoderoso es una traición al Señor Jesús. Me dijo que te hiciera volver a la iglesia y renunciar al Relámpago Oriental”. Me enfadé mucho al oír eso y pensé: “¿Por qué diría el clero tales cosas? Por culpa de sus rumores engañosos, mi esposa se oponía a mi fe en Dios. No puedo permitir que me limiten. No voy a hacerles caso, digan lo que digan”. Después de reflexionarlo, le advertí a mi mamá: “No escuches esas cosas que dice el clero. Dios Todopoderoso ha expresado muchas verdades y Su voz es la voz de Dios mismo. Dios Todopoderoso es el regreso del Señor Jesús. Como el Señor Jesús y Él son el mismo Dios, mi fe en Dios Todopoderoso no es una traición al Señor Jesús, sino seguir las huellas del Cordero y recibir la llegada del Señor”. No respondió nada después de eso.

Después, una tarde, llamé a mi esposa. Respondió enojada: “¿Por qué me llamas? Creía que ya no querías una familia. Decídete: ¿el Relámpago Oriental o nuestra familia? Está bien que no pienses en mí, pero tienes que pensar en nuestro hijo. Solo tiene ocho meses”. Me molestó mucho que dijera eso. Pensé: “Tan solo voy a reuniones y leo las palabras de Dios. Voy por la senda correcta. Jamás dije que no quiero a nuestra familia o que no me importan ella y nuestro hijo. ¿Por qué me obliga a tomar esta clase de decisión?”. Entonces pensé: “Ella no sabe lo que es la fe en Dios y no me escuchará diga lo que diga. No obstante, sencillamente no es posible que me haga renunciar a mi fe. Yo ya tengo la certeza de que Dios Todopoderoso es el regreso del Señor Jesús, así que sé que continuaré siguiendo a Dios Todopoderoso diga ella lo que diga”. Al ver que no respondía, colgó. Si bien en ese momento me resultaban perturbadoras las cosas que había dicho mi esposa, sabía que no podía quejarme y culpar a Dios como antes. Debía tener fe, ampararme en Dios para salir adelante. Luego oí un himno de las palabras de Dios titulado “Deberías abandonar todo por la verdad”:

1 Debes sufrir adversidades por la verdad, debes entregarte a la verdad, debes soportar humillación por la verdad y, para obtener más de la verdad, debes padecer más sufrimiento. Esto es lo que debes hacer. No debes desechar la verdad en beneficio de una vida familiar pacífica y no debes perder la dignidad e integridad de tu vida por el bien de un disfrute momentáneo.

2 Debes buscar todo lo que es hermoso y bueno, y debes buscar un camino en la vida que sea de mayor significado. Si llevas una vida tan vulgar y no buscas ningún objetivo, ¿no estás malgastando tu vida? ¿Qué puedes obtener de una vida así? Debes abandonar todos los placeres de la carne en aras de una verdad y no debes desechar todas las verdades en aras de un pequeño placer. Las personas así, no tienen integridad ni dignidad; ¡su existencia no tiene sentido!

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Las experiencias de Pedro: su conocimiento del castigo y del juicio

Las palabras de Dios reforzaron mi fe. Sabía que, como creyente, el único modo de vivir con sentido era buscando la verdad, y que no podía perder la fe por problemas domésticos ni por la desazón carnal. No tener fe y no adorar a Dios sería llevar una vida sin sentido ni valor. No debería limitarme mi familia. Mi familia y la salud de mi hijo estaban en las manos de Dios, por lo que debía confiar tales cosas a Él y someterme a Su soberanía y Sus disposiciones. Debía buscar la verdad y cumplir con mi deber lo mejor que pudiera.

Tiempo después, tuve que volver a mi ciudad a renovar la tarjeta de identidad que estaba por vencer. Estaba muy entusiasmado porque me pareció que era una buena oportunidad para predicar el evangelio a mi familia. Pero también estaba preocupado, pues mi esposa y mi madre estaban en contra de mi fe en Dios Todopoderoso, y en mi ciudad todos sabían que creía en Él. Si el clero local se enteraba de que había vuelto, seguro que trataría de interponerse en mi camino. No sabía qué podría pasar una vez allí. Así pues, oré a Dios: “¡Oh, Dios mío! Quiero predicar el evangelio a mi familia en este viaje a casa, pero el clero se ha estado entrometiendo y mi familia está en mi contra. Me temo que no escucharán mis enseñanzas. Dios mío, te ruego que estés conmigo y me abras paso”. Luego oí un himno de las palabras de Dios, “Sigue las palabras de Dios y no podrás perderte”:

[…]

2 Ante toda persona, cuestión o cosa a la que te enfrentes, la palabra de Dios se te aparecerá en cualquier momento y te guiará para que actúes con arreglo a Su voluntad. Hazlo todo según la palabra de Dios y Él te conducirá en cada uno de tus actos; nunca te descarriarás y podrás vivir en una nueva luz, con un esclarecimiento incluso mayor y más nuevo. No puedes reflexionar sobre lo que haces empleando conceptos humanos; debes someterte a la guía de las palabras de Dios, tener el corazón despejado, quedarte en silencio ante Dios y meditar más. No te apures para hallar soluciones a lo que no entiendas; lleva esas cuestiones ante Dios más a menudo y ofrécele un corazón sincero.

3 Cree que Dios es tu omnipotente. Debes tener una tremenda aspiración por Dios, al que buscarás vorazmente mientras rechazas las excusas, intenciones y trampas de Satanás. No desesperes. No seas débil. Busca de todo corazón; espera de todo corazón. Coopera activamente con Dios y záfate de tus trabas internas.

La comunión de Dios

Al oír este himno entendí que la voluntad de Dios estaba tras este regreso a casa. Sencillamente, tenía poca fe en Dios y no comprendía Su voluntad, pero tenía que ampararme en Él para salir adelante. El fragmento “Cree que Dios es tu omnipotente” me pegó fuerte. Las palabras de Dios reforzaron mi fe. Aquello con lo que me encuentro a diario es lo que Dios permite. Mientras me ampare y me centre en Él sinceramente, creo que me guiará para que lo afronte todo con Sus palabras.

Cuando llegué a casa, mi mujer me ignoró. Sabía que era únicamente por la influencia del pastor que la engañaba. Tenía que buscar la ocasión de darle testimonio de la obra de Dios de los últimos días para que conociera la verdad y el pastor ya no la engañara. Oré a Dios para pedirle que me guiara. Luego compartí con ella unas sentidas palabras: “Mi mamá y tú realmente deberían estudiar la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días y escuchar Sus palabras. Entonces podrán tener la certeza de que esta es la voz de Dios, las palabras de Dios a la humanidad. Si no lo estudian y no escuchan la voz del propio Dios, sino los rumores y mentiras del clero, ¿cómo recibirán al Señor? El Señor Jesús dijo en una ocasión: ‘Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá(Mateo 7:7). El Señor es digno de confianza. Siempre y cuando busquemos de veras, seremos capaces de oír la voz del Señor y recibiremos Su regreso”. Mi esposa no respondió nada. Noté que solo escuchaba con calma y no parecía tan reacia y peleona como antes. Di gracias a Dios de corazón, pues esa era Su guía, y esto me dio confianza para seguir hablándoles de la obra de Dios.

Al día siguiente les di testimonio de la aparición y la obra de Dios a mi esposa y mi madre. Les dije: “¿Saben por qué acepté la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días? Porque leí las palabras de Dios Todopoderoso, comprobé que son toda la verdad, la voz de Dios, y tuve la certeza de que Él es el regreso del Señor Jesús. En los últimos días, Dios Todopoderoso ha pronunciado millones de palabras que nos revelan todos los misterios de Su plan de gestión de 6000 años y de la Biblia, así como del desarrollo de la humanidad hasta hoy, cómo nos ha corrompido Satanás, cómo obra Dios paso a paso para salvar a la humanidad, cómo decide nuestro resultado y destino final, qué clase de persona puede salvarse plenamente y entrar en el reino de los cielos, y quiénes serán castigados. Dios Todopoderoso nos ha revelado todos estos misterios y verdades, y mucho más. También la verdad de cómo llegó Satanás a corromper al hombre y la causa de nuestra resistencia a Dios. Además, nos ha indicado la senda hacia la plena purificación de nuestros pecados. Cada palabra es verdad, y sumamente poderosa y autorizada. Dios Todopoderoso ha proclamado todo esto para purificarnos y transformarnos, para salvarnos por completo de la influencia de Satanás. ¿Quién creen que puede expresar verdades y revelar misterios? ¿Quién puede purificar y salvar a la gente? ¡Solo Dios! La gente no tiene la verdad. Solamente Cristo es el camino, la verdad y la vida. Realmente deberían leer a conciencia las palabras de Dios Todopoderoso y verán que Él expresa la verdad, que es la voz de Dios, ¡y que Dios Todopoderoso es el regreso del Señor Jesús! Si oyen que alguien transmite que el Señor ha regresado y no lo estudian, y lo juzgan y condenan a la ligera por lo que diga el pastor, perderán la ocasión de recibir al Señor, y perderán la salvación eterna de Dios. ¡Eso sería una vergüenza terrible!”. Al oír aquello, mi madre señaló: “Sí, tienes razón. Dios creó a la humanidad, así que debemos escuchar lo que diga Dios, no otras personas”. Al oírla decir eso di gracias a Dios. Y continuó: “Una vez le pedí al pastor que orara por algo de nuestra familia, pero me contestó: ‘Tu hijo no nos hace caso. No recibió permiso nuestro para seguir a Dios Todopoderoso. Como nos ignoran totalmente, no nos pidan más ayuda con sus asuntos familiares y ocúpense de ellos ustedes’”. Al oír eso, repliqué enfadado: “Como miembros del clero, deberían guiar a los hermanos y las hermanas para que investiguen cualquier noticia del regreso del Señor. No solo se niegan a ello, sino que nos amenazan e impiden que oigamos la voz de Dios y recibamos al Señor. ¿Cuáles son sus auténticas motivaciones? ¿No tratan de mantenernos a todos firmemente en sus manos? El Señor Jesús maldijo a los fariseos: ‘¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres, pues ni vosotros entráis, ni dejáis entrar a los que están entrando(Mateo 23:13). Cuando el Señor Jesús apareció y obró, los fariseos inventaron rumores y se opusieron a Él y lo condenaron frenéticamente para poder mantener su estatus y su medio de vida. Engañaron a los creyentes y les impidieron seguir al Señor, y al final hicieron crucificar al Señor Jesús, tras lo cual Dios los maldijo y castigó. El clero actual es igual que los fariseos. Temen que los creyentes crean en Dios Todopoderoso y perder su estatus y su medio de vida, por eso hacen todo lo posible por impedir que los creyentes escuchen la palabra del Señor y lo reciban. ¡Se comportan como enemigos de Dios! A la larga, también ellos serán maldecidos y castigados”.

Después les hablé de cómo estar atentos a la voz del Señor para recibirlo y de que esa es la única forma de ser una virgen prudente y de recibir al Señor. Luego les insté a lo siguiente: “Espero de veras que estudien a conciencia y escuchen las palabras de Dios Todopoderoso para comprobar si realmente son la voz de Dios. No me gustaría que el clero las engañara y controlara. Necesitan aprender a discernir”. Mi mamá comentó: “Tienes razón. Antes, siempre escuchaba al clero por miedo a que fueras por la senda equivocada. Por eso traté de impedirte creer en Dios Todopoderoso. No obstante, veo que tus enseñanzas tienen fundamento bíblico y que las cosas no son en realidad como las describía el clero. Lo estudiaré”. Mi esposa estuvo escuchando atentamente todo el tiempo. Después, les leí muchas palabras de Dios Todopoderoso y les enseñé cosas como la diferencia entre seguir a Dios y seguir al hombre, por qué Dios está realizando ahora Su obra del juicio de los últimos días en la carne y la trascendencia de Su obra de juicio en los últimos días. Tras unas pocas sesiones de enseñanza, ambas aceptaron la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días. Le agradecí a Dios al ver que ambas se presentaran ante Él.

Una vez, mi esposa se sinceró conmigo. Me dijo: “Antes te oprimí y hasta te presioné para que nos divorciáramos solo porque hacía caso al pastor. Cada vez que iba a la iglesia, me advertía que ibas por la senda equivocada y que te hiciera dar marcha atrás. Pensaba que lo que él decía era cierto, por lo que discutía constantemente contigo y no te hacía ningún caso. Sin embargo, durante este tiempo en que he leído las palabras de Dios Todopoderoso y he oído tus enseñanzas, he visto que es totalmente distinto a lo que el pastor me había dicho. Al pensar en mi actitud hacia la nueva obra de Dios, me da mucho miedo. Luchaba contra Dios y a punto estuve de perder la ocasión de recibir la venida del Señor. No debería haber creído en lo que el pastor me decía y no debería haberte oprimido. Lo siento mucho”. Al oír a mi esposa decir eso, me emocioné tanto que casi me pongo a llorar, y le agradecí a Dios Todopoderoso de todo corazón.

Al atravesar todo eso, percibí los sinceros esfuerzos de Dios por salvar a la humanidad. Él permitió que me sucedieran estas dificultades para desenmascarar mi corrupción y mis defectos y perfeccionar mi fe en Él. Si bien a veces sufrí y me sentí débil y atormentado, Dios jamás se apartó de mi lado y siempre me guio con Sus palabras. Esto me ayudó a entender mis perspectivas erróneas de fe y a calar los trucos y las perturbaciones de Satanás, y aprender algunas verdades. Esto fortaleció mi fe en Dios. ¡Todo eso fue Su guía! ¡Gracias a Dios!

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