I

Dios Todopoderoso encarnado, alzamos la voz para alabarte.

Hemos sido elevados ante Tu trono

para asistir al banquete del reino celestial.

Tus palabras nos riegan y disfrutamos de Tu inmenso amor;

vivir cada día ante Ti nos hace sentir felicidad y dulzura en el corazón.

Las palabras de Dios nos guían hacia una nueva vida.

Al practicarlas y experimentarlas,

nos damos cuenta de cuán valiosa es la verdad.

Ahora entendemos la verdad y no nos limitan los preceptos,

así que podemos practicar la verdad, someternos a Dios,

ser liberados y obtener la libertad.

La… la… la… la…

¡La vida de la iglesia es verdaderamente alegre

y alabamos a Dios Todopoderoso por toda la eternidad!

II

Qué gran honor es aceptar la obra de Dios de los últimos días.

Al experimentar el juicio y castigo de las palabras de Dios,

vemos lo corruptos que somos.

Aunque hemos pasado por pruebas y refinamientos,

se han purificado nuestras actitudes satánicas.

Al entrar en la realidad-verdad, vemos las bendiciones de Dios.

Ganamos la verdad, Dios nos salva y obtenemos una nueva vida.

Al despojarnos de nuestra corrupción y convertirnos en personas nuevas,

experimentamos cuán práctico es el amor de Dios.

Ganamos la verdad y somos liberados, nos estalla de alegría el corazón.

¡Qué verdadera bendición es habernos liberado de la influencia de la oscuridad

y que Dios nos haya ganado!

La… la… la… la…

¡La vida de la iglesia es verdaderamente alegre

y alabamos a Dios Todopoderoso por toda la eternidad!

III

Los hermanos y hermanas colaboran en armonía y viven en las palabras de Dios;

nos amamos y apoyamos mutuamente, sin distancia entre nuestros corazones.

Practicamos la verdad y nos abrimos con pureza

para ser personas honestas, lo que hace feliz a Dios.

Amamos a Dios con sencillez, sin engaños, transacciones ni exigencias.

Los hermanos y hermanas se toman de la mano para dar un hermoso testimonio de Dios.

Ofrendamos todo nuestro ser para divulgar el evangelio del reino de Dios,

cumplimos bien nuestro deber, con todo el corazón y la mente,

y satisfacemos las intenciones de Dios.

¡Nos entregaremos a Dios con lealtad hasta el final

y lo amaremos y daremos testimonio de Él por siempre!

La… la… la… la…

¡La vida de la iglesia es verdaderamente alegre

y alabamos a Dios Todopoderoso por toda la eternidad!

IV

El juicio de Dios es salvación, nos purifica y nos perfecciona.

Sus palabras son la verdad y se han convertido en nuestra vida.

Adoramos a Dios con el corazón y con honestidad, y vivimos en la luz de Su presencia.

El reino de Cristo es verdaderamente maravilloso y es nuestro cálido hogar.

Nuestro corazón se regocija inmensamente al vivir la vida de la iglesia.

Tener la presencia y guía de Dios es una enorme bendición,

y amarlo y seguir Su voluntad es la manera más feliz de vivir.

¡La vida de la iglesia es verdaderamente alegre

y alabamos a Dios Todopoderoso por toda la eternidad!

La… la… la… la…

¡La vida de la iglesia es verdaderamente alegre

y alabamos a Dios Todopoderoso por toda la eternidad!

de Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos