I

El Hijo del hombre ha aparecido y expresa la verdad; Él es Dios Todopoderoso.

Las ovejas de Dios oyen Su voz y son elevadas ante Él.

Cada día comemos y bebemos la palabra de Dios

y asistimos al banquete del reino de los cielos.

¡Qué dichoso y dulce es que la palabra de Dios nos riegue y provea!

Llegamos a entender muchas verdades en Su palabra.

Vemos con claridad la raíz del mal en este mundo

y entendemos el sentido de la vida.

Dejamos todo para seguir a Dios y caminamos por la senda de la luz en la vida.

¡Qué bendecidos estamos de seguir a Cristo de los últimos días, Dios Todopoderoso!

El amor de Dios siempre ha estado a nuestro lado en la persecución y las tribulaciones.

Guiados y orientados por Sus palabras, ganamos fe y fuerza;

vencemos las tentaciones de Satanás y damos un hermoso testimonio de Dios.

Esta es la gracia y bendición de Dios.

¡Cuánto agradecemos y alabamos a Dios Todopoderoso!

II

Al pasar por el juicio y castigo de las palabras de Dios,

nos hemos conocido a nosotros mismos.

Se purifican nuestras actitudes corruptas, ¡y esta es la bendición de Dios!

Hemos llegado a ver la justicia y santidad del carácter de Dios.

Nuestros corazones aman y temen a Dios, ¡y le damos gracias y lo alabamos!

¡Los que han experimentado el juicio y el castigo de Dios

y quienes han probado Su carácter justo

están todos verdaderamente bendecidos!

Es gracias a la salvación de Dios Todopoderoso que hemos llegado hasta hoy.

Las pruebas nos purifican y perfeccionan.

¡Damos gracias a Dios Todopoderoso por toda la eternidad!

¡Los que han experimentado el juicio y el castigo de Dios

y quienes han probado Su carácter justo

están todos verdaderamente bendecidos!

Es gracias a la salvación de Dios Todopoderoso que hemos llegado hasta hoy.

Las pruebas nos purifican y perfeccionan.

¡Damos gracias a Dios Todopoderoso por toda la eternidad!

de Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos