¿Serán el Papa y el clero los primeros en saberlo cuando vuelva el Señor Jesús?

22 Sep 2021

Por Wang Gang, República Checa

“El Papa posee autoridad divina y es un representante de Dios, mientras que los sacerdotes escuchan al Papa. Por eso el Señor Jesús esclarecerá primero al Papa y a los sacerdotes cuando regrese, y luego ellos difundirán la noticia a todos los creyentes. Eso es así porque son las personas más cercanas a Dios y los responsables de todas las iglesias del mundo”.

“El Papa, los obispos y los sacerdotes son solo seres humanos, y no pueden ser representantes de Dios. Debemos acudir a las palabras de Dios en todas las cosas, y no podemos sentarnos a esperar el esclarecimiento para acoger al Señor, sino que debemos centrar nuestros esfuerzos en escuchar la voz de Dios. Este es el único modo de recibir al Señor”.

Al leer la primera afirmación, probablemente pensarás que se trata de la opinión de un católico. Pero te sorprenderá descubrir que ambas afirmaciones las hizo la misma persona. ¿Qué experimentó y cómo pudo pasar por una transición tan importante?

Echemos un vistazo más detallado a su historia. Tal vez nos haga bien.

1. Los sacerdotes son los más venerados

El sacerdote dijo: “Dice el evangelio de Mateo 16:18-19: ‘Y yo te digo que tú eres Pedro, y que sobre esta piedra edificaré mi Iglesia; y las puertas o poder del infierno no prevalecerán contra ella. Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares sobre la tierra, será también atado en los cielos; y todo lo que desatares sobre la tierra, será también desatado en los cielos’.* En las palabras del Señor Jesús vemos que nuestro Papa en la Iglesia Católica se establece como sucesor de Pedro. Uno sucede a otro, generación tras generación. El Señor Jesús otorgó al Papa la autoridad para administrar la Iglesia Católica. Por tanto, cuando el Señor Jesús regrese en los últimos días, se lo dirá primero al Papa, el Papa se lo dirá a los obispos y sacerdotes, y luego ellos se lo dirán a los miembros de la iglesia. Por ese motivo, no cabe duda de que debemos seguir al liderazgo del clero para poder darle la bienvenida al Señor Jesús cuando regrese. Si no viene del Papa o de un obispo, es falso. No lo creas”.

Tras oír la comunicación de los sacerdotes, en general pensaba que el Papa tenía autoridad divina y era un representante de Dios, además de ser la cabeza de la iglesia. Así que cuando el Señor Jesús volviera, seguramente esclarecería primero al Papa y a los sacerdotes, y luego ellos transmitirían la noticia a todos los creyentes, puesto que eran las personas más cercanas a Dios.

En general, también me encantaba escuchar al sacerdote contar sus propias historias sobre lo mucho que había sufrido en la senda de la fe. Al escucharlo, sentía auténtica admiración por lo mucho que había padecido al atravesarla. Me parecía que un sacerdote tan maravilloso era ciertamente digno de ser uno de los siervos de Dios. Sin darme cuenta, aquel hombre impactó mi senda en la vida, y juré que iría al seminario y me convertiría en sacerdote para poder servir a Dios.

2. El Señor ha regresado, ¿por qué no lo saben los sacerdotes?

Un día, una compañera de la iglesia vino a mi casa y me dijo que un fraile iba a dar un sermón en la suya. Me preguntó si quería ir. Siempre me ha gustado escuchar sermones y esta parecía una gran oportunidad, así que decidí ir. Este fraile, llamado Xie, tenía un tema que era nuevo para mí: “El plan de gestión de Dios de 6000 años”. Me pareció algo realmente diferente, y lo escuché con atención. El fraile Xie empezó por el Antiguo Testamento: “Durante los tiempos del Antiguo Testamento, es decir, la Era de la Ley, Dios decretó la ley para los israelitas a través de Moisés, enseñándoles cómo seguir la ley de Dios. Lo que se logró con esto fue enseñarles lo que era el pecado a través de la ley. Luego, hacia el final de los tiempos del Antiguo Testamento, la gente era cada vez más corrupta y ya no podía acatar la ley. El templo se había convertido en una cueva de ladrones. Todos vivían en pecado y se enfrentaban al peligro de ser condenados a muerte según la ley. Por eso el Señor Jesús trajo consigo la Era de la Gracia y completó la etapa de la obra de redención. Fue clavado en la cruz como ofrenda por el pecado de la humanidad para que, al aceptar el evangelio del Señor Jesús, la gente pudiera redimir sus pecados y dejar de ser condenada según la ley. Lo que logró la obra del Señor Jesús fue proporcionar a la gente una forma de confesar y arrepentirse para no tener que ser condenados según la ley. Sin embargo, Dios no absolvió a la humanidad de nuestra naturaleza pecaminosa. Todo tipo de muestras de carácter satánico estaban todavía muy arraigadas dentro de las personas, y eso es algo que va más allá del pecado. Por eso el Apocalipsis profetiza que el Señor volverá en los últimos días y realizará una etapa de obra para juzgar y limpiar a la humanidad. Esta es la obra de librarnos del pecado, para que no volvamos a cometerlo, y se logra a través de la obra de juicio realizada en los últimos días. Este es el plan de gestión de 6000 años de Dios”.

La comunicación del fraile Xie me resultó realmente esclarecedora. Me di cuenta de que la obra de Dios para salvar a la humanidad ocurre de era en era. Nunca lo había visto así cuando leía la Biblia o escuchaba sermones.

En este punto de su sermón, Xie dijo: “Hoy os traigo buenas noticias a todos. El Señor Jesús ya ha regresado y está obrando entre nosotros en la carne. Ha abierto el pergamino profetizado en la Biblia, ha abierto los siete sellos y le ha hablado a la humanidad”.

Me quedé atónito, pensando: “¡Qué maravilla que el Señor haya regresado! El Señor Jesús, al que hemos estado anhelando día y noche, ha venido por fin”.

Sacó varios ejemplares de un libro que repartió entre nosotros, y luego nos hizo leer una sección titulada “El Salvador ya ha regresado sobre una ‘nube blanca’”. Esto me confirmó realmente que el Señor Jesús que siempre está en nuestras mentes de verdad ha regresado en la carne. Me regocijé en silencio y no paré de darle gracias a Dios.

Pero además de alegría, también sentía cierta confusión. Me preguntaba: “El regreso del Señor Jesús es algo realmente importante. ¿Por qué no difunde el Papa esta noticia? Además, en la iglesia tenemos a nuestro propio sacerdote, de verdad que no lo entiendo. ¿Cómo es que este Xie se ha enterado primero?”.

Pero luego pensé: “Lo ha explicado realmente claro, el Señor Jesús ha regresado y ha abierto el pergamino profetizado en el Apocalipsis. Además, siento que las palabras de Dios Todopoderoso son realmente la voz del Señor”. Así que invoqué al Señor Jesús en mi corazón para que me guiara a resolver esta confusión.

3. ¿De verdad el Señor les contará al Papa y al clero su regreso?

Durante una reunión, debatí esta cuestión con los hermanos y hermanas de la Iglesia de Dios Todopoderoso.

El hermano Li compartió esta comunicación: “Tenemos una noción semejante porque nuestra fe en Dios está sujeta a todo tipo de imaginaciones propias. Pensamos que cuando el Señor venga a hacer Su nueva obra, tendrá que hacérselo saber primero al Papa y a los obispos, porque ellos tienen un estatus superior, son los más cercanos a Dios y velan por la iglesia en Su nombre. Entonces, pensamos que cuando el Señor regrese, ellos nos darán la noticia y entonces podremos aceptarla. Pero en realidad, para nada es como lo imaginamos. Recordemos a los escribas y fariseos de la época de Jesús, pues eran ellos los que servían directamente a Yahvé en el templo, y también tenían un alto estatus. Si las cosas hubieran ido según nuestras nociones, el Señor Jesús los habría esclarecido primero. Pero, de hecho, cuando el Señor Jesús descendió, no se lo dijo primero a los principales sacerdotes y a los ancianos que servían en el templo, como todos pensaban que haría. En cambio, cuando comenzó Su obra no seleccionó a esos funcionarios religiosos, sino a israelitas comunes, como recaudadores de impuestos, viudas y pescadores. Compartió Sus sermones y realizó todo tipo de milagros entre ellos para que fueran los primeros en conocer Su obra. Y luego el evangelio se compartió con más gente a través de ellos. Cuando el Señor Jesús resucitó, no se apareció primero a los principales sacerdotes, los ancianos y los escribas que servían en los templos, sino que se apareció a Sus discípulos y a los creyentes comunes para que fueran ellos los que presenciaran que había vuelto de entre los muertos. Desde allí, salieron a compartir la noticia de la redención del Señor Jesucristo. Tal como se dice en Corintios 1:26-29, cuando el Señor Jesús estaba obrando no había muchas personas sabias, poderosas o ricas entre los escogidos, pero sí otras débiles, gente de a pie, aquellos que eran despreciados por los demás. A esos fue a los que Él escogió. La obra del Señor fue un golpe a las nociones de la gente y mostró Su equidad y justicia. En esa etapa de la obra realizada por el Señor Jesús vemos que la obra de Dios no sigue las nociones e imaginaciones de la gente. De la misma manera, ahora que Él ha regresado, el Señor no esclarece primero a los sacerdotes, los obispos y el Papa, para que luego ellos difundan la noticia a todos los creyentes, como la gente se imagina. No podemos intentar delimitar la obra del Señor según nuestras propias nociones e imaginaciones. Si todo el mundo se limita a esperar a que el clero nos hable de la venida del Señor y solo creeremos y aceptaremos Su nueva obra llegado ese punto, estaremos perdiendo una maravillosa oportunidad, y será demasiado tarde para los remordimientos”.

La comunicación del hermano Li me ayudó a entender un poco mejor el asunto. Me di cuenta de que la pretensión de los sacerdotes de que el Señor Jesús se comunicara con ellos primero cuando regresara solo se trataba de lo que imaginábamos como humanos, pero no era en absoluto lo que el Señor Jesús pretendía. Cuando vino el Señor Jesús y estuvo obrando, no se reveló a los líderes religiosos. Me di cuenta de lo patético que era por seguir a los sacerdotes y basar mi vida en esa fantasía. Esto me hizo pensar en los demás feligreses que eran iguales que yo, que vivían dentro de sus propias imaginaciones absurdas, sin atreverse a oír o aceptar esta nueva etapa de la obra de Dios. ¡Qué idiotez!

4. ¿Pueden el Papa y el clero representar a Dios?

Un día leí este pasaje en las palabras de Dios Todopoderoso: “Existen varias religiones importantes en el mundo, y cada una de ellas tiene su propia cabeza o líder, y los seguidores están esparcidos por diferentes países y regiones del mundo; casi cada país, grande o pequeño, tiene diferentes religiones. Sin embargo, independientemente de cuántas religiones existan en todo el mundo, todas las personas del universo existen, en última instancia, bajo la guía de un solo Dios, y no son cabezas o líderes religiosos quienes guían su existencia. Es decir, ninguna cabeza o líder religioso específico guía a la humanidad, sino que la dirige el Creador, que creó los cielos y la tierra y todas las cosas, y también a la humanidad; esto es una realidad. Aunque el mundo tiene varias religiones principales, por muy relevantes que sean, todas existen bajo el dominio del Creador y ninguna de ellas puede sobrepasar el ámbito de ese dominio. El desarrollo de la humanidad, el cambio de la sociedad, el desarrollo de las ciencias naturales, cada uno de estos aspectos es inseparable de las disposiciones del Creador, y esta obra no es algo que cualquier líder religioso particular pueda hacer. Un líder religioso es simplemente la cabeza de una religión particular, y no puede representar a Dios o a Aquel que creó los cielos, la tierra y todas las cosas. Un líder religioso puede guiar a todos los que están dentro de la religión, pero no puede dominar a todas las criaturas bajo el cielo; este es un hecho universalmente reconocido. Un líder religioso es simplemente un líder, y no puede equipararse a Dios (el Creador). Todas las cosas están en manos del Creador, y, al final, volverán a ellas. La humanidad fue creada por Dios, e independientemente de la religión, todas las personas volverán bajo Su dominio; es inevitable. Solo Dios es el Altísimo entre todas las cosas, y el gobernante de mayor rango entre todas las criaturas también debe volver bajo Su dominio. No importa cuán elevado sea el estatus de un hombre, este no puede llevar a la humanidad a un destino adecuado, y nadie es capaz de clasificar todas las cosas según su tipo”.

Las palabras de Dios Todopoderoso me ayudaron a comprender que Dios es el Creador de todas las cosas, y que todas están en Sus manos. Él ha guiado a la humanidad paso a paso hasta hoy. Y puede que el Papa esté en una posición muy alta y guíe a los católicos de todo el mundo, pero no es capaz de crear todas las cosas ni guiar a toda la humanidad. Los demás clérigos son lo mismo. Solo son seres creados en las manos de Dios, pero no pueden representarlo ni estar en igualdad de condiciones con Él. Me di cuenta de que, desde pequeño, el sacerdote me había hecho creer erróneamente que el Papa tiene autoridad divina y representa a Dios en la tierra. Lo mismo pensaba de los sacerdotes, que eran los más cercanos a Dios. Los equiparaba con Él, los admiraba y los veneraba. A través de esta revelación en las palabras de Dios Todopoderoso, comprendí al fin que solo son minúsculos seres creados en las manos de Dios, y que no están en absoluto al mismo nivel que Él. Sobre todo, no pueden representar a Dios.

5. ¿Son el Papa y el clero designados por Dios?

Una vez, durante una reunión, la hermana Liu compartió la comunicación de una parte de las palabras de Dios Todopoderoso llamada “Acerca del uso que Dios hace del hombre”. En un pasaje, Dios dice: “En términos de la esencia de su obra y del trasfondo de su uso, al hombre que Dios usa Él lo levanta; Dios lo prepara para la obra de Dios y él coopera en la obra de Dios mismo. Ninguna persona podría hacer su obra en su lugar, esta es la cooperación humana la que es indispensable junto a la obra divina. La obra que llevan a cabo otros obreros o apóstoles, mientras tanto, no es sino el medio de transporte e implementación de los muchos aspectos de los arreglos para las iglesias durante cada periodo, o bien la obra de alguna simple provisión de vida con el fin de mantener la vida de la iglesia. A estos obreros y apóstoles Dios no los designa, mucho menos se les puede calificar como los que son usados por el Espíritu Santo. Son seleccionados de entre las iglesias y, después de que han sido entrenados y cultivados por un tiempo, los que son aptos quedan, mientras que los que no son aptos son enviados de regreso al lugar de donde vinieron. […] El hombre que Dios usa, por otro lado, es alguien que Dios ha preparado y que posee un cierto calibre y que tiene humanidad. El Espíritu Santo lo ha preparado y lo ha perfeccionado de antemano, y el Espíritu Santo lo guía por completo y, sobre todo cuando se trata de su obra, el Espíritu Santo lo dirige y le gobierna, como resultado de esto no hay desviación en la senda de guiar a los escogidos de Dios porque Dios ciertamente se hace responsable de Su propia obra y Dios hace Su propia obra en todo momento”.

La hermana Liu dijo en su comunicación: “Antes no entendíamos la diferencia entre las personas utilizadas por el Espíritu Santo y el Papa y los sacerdotes, pensando que el clero era designado por Dios. Pero en realidad, esa es nuestra propia impresión errónea. en cada era el Espíritu Santo hace que alguien surja para cooperar con Su obra, para que sea más efectiva. Pero la persona utilizada por el Espíritu Santo es preparada de antemano y es confirmada por las palabras de Dios. Y cuando esta persona lleva a cabo su trabajo, tiene el apoyo del Espíritu Santo; someterse al trabajo de esa persona es someterse a Dios, y cualquiera que se oponga al trabajo de esa persona se está oponiendo a Dios y será condenado y castigado. Por ejemplo, en el Antiguo Testamento, durante la Era de la Ley, cuando Dios llamó a Moisés, se le apareció y le habló desde una zarza ardiente, diciéndole que sacara a los israelitas de Egipto. Cuando Coré y su banda se rebelaron contra Moisés, fueron castigados por Dios: Dios dividió la tierra y todos fueron engullidos. Cuando el Señor Jesús estaba obrando, Él designó a Pedro para que sirviera como la piedra angular de la iglesia, y también existe base para esto en las palabras del Señor Jesús. Eso está en Mateo 16:18-19. Pero la Iglesia Católica utiliza estos versículos bíblicos para afirmar que el Papa es el sucesor de Pedro, y que el Señor Jesús le dio la autoridad para dirigir la iglesia. Pero esto es en realidad algo inventado por los humanos y no se sostiene en absoluto. Se debe a que estos versículos registran algo que el Señor Jesús le dijo a Pedro, no a los que trabajan dentro de la Iglesia Católica. Nunca hemos visto a Dios diciendo algo así. Además, estos miembros del clero no tienen el apoyo del Espíritu Santo. Si lo tuvieran, sin duda su trabajo daría frutos, y podrían asegurarse de que los miembros de la congregación tuvieran sustento y pastoreo en sus vidas. Pero ¿acaso recibimos de ellos un verdadero sustento espiritual? La mayoría de ellos no entienden la verdad, sino que solo conocen alguna doctrina y teología bíblica literal. Y en el asunto del regreso del Señor, no tienen ningún temor de Dios; incluso malinterpretan las palabras de Dios y se interponen en el camino de la gente que da la bienvenida al Señor. Dios es justo y santo, así que ¿cómo podría nombrar a alguien así? Entonces, ¿de dónde viene el clero católico? La realidad es que todos empezaron como miembros regulares de la iglesia, y si un miembro de la iglesia tiene la aspiración de tomar una senda en servicio de Dios, puede ir a estudiar a un seminario. Una vez que llegan a cierta edad o han pasado por suficientes años de estudio, pueden ser ordenados como sacerdotes. No se perfeccionan a través de la experiencia de la obra de Dios ni son utilizados por el Señor, así que no son en absoluto designados por Dios. Además, el Papa es elegido por el Colegio de Cardenales, no es el sucesor de Pedro y tampoco posee el testimonio de Dios”.

Esta comunicación me ayudó a entender mejor cómo alguien es usado por el Espíritu Santo. Vi que esa persona es colocada personalmente por Dios y que hay palabras de Dios que lo respaldan; tienen el apoyo y el testimonio del Espíritu Santo. La comunicación de la hermana Liu era realmente objetiva y práctica y, al darle vueltas, me di cuenta de que los sacerdotes no eran nombrados por Dios, sino que simplemente eran ordenados por un obispo después de graduarse en un seminario. Fueron colocados en su puesto por otras personas. Así que vi que el clero que dice ser designado por Dios no es más que una ilusión. Insisten en aplicarse a sí mismos las palabras del Señor Jesús. Después de eso, pude entender lo que realmente estaba sucediendo. Quedé muy agradecido por la guía de Dios, que me aportó una comprensión adecuada de este aspecto de la verdad.

6. ¿Qué es lo más importante para recibir al Señor?

Después de eso, empecé a participar en la vida de iglesia en la Iglesia de Dios Todopoderoso, reuniéndome con hermanos y hermanas para leer y comunicar las palabras de Dios Todopoderoso. Esto me ayudó a aprender más verdades. A través de la comunicación, también me enteré de que cuando el Señor Jesús descendió para obrar, tanto Pedro como Juan, la mujer samaritana y el resto, que eran igual que ellos, no esperaron a que los clérigos del templo reconocieran al Señor antes de creer, sino que escucharon las palabras del Señor Jesús, y vieron que Sus sermones eran poderosos y tenían autoridad, que podían proporcionar a la humanidad la vida y una senda de arrepentimiento. Se dieron cuenta de que Él era el Mesías que habían estado esperando, por lo que siguieron la obra de Dios y comenzaron a disfrutar del riego y el sustento de las palabras del Señor, lo que les permitió recibir Su aprobación. En cuanto al regreso del Señor Jesús en los últimos días, el evangelio de Juan y el Apocalipsis dicen que las ovejas de Dios oirán la voz de Dios, que debemos escuchar lo que el Espíritu Santo dice a las iglesias, y que los que reconozcan la voz de Dios recibirán el fruto del árbol de la vida. Y en Apocalipsis 14:4 dice que, vaya donde vaya el Cordero, debemos seguirlo. Esto nos muestra que debemos dejar de lado nuestras nociones e imaginaciones y aprender a ser vírgenes prudentes que escuchan la voz de Dios. Si no entendemos algo, podemos buscar más y leer las palabras de Dios. Solo así podremos acoger el regreso del Señor. Y en los últimos días, Dios está llevando a cabo una etapa de obra nueva basada en Su plan de gestión, de acuerdo con lo que la humanidad necesita, y sobre el fundamento de la obra del Señor Jesús. Él ha expresado todas las verdades para salvar a la humanidad, y una vez que hemos aceptado las verdades expresadas por el Señor en los últimos días y esta etapa de la nueva obra, esto es seguir los pasos de Dios. Pero aquellos que se aferran a Sus nociones, negándose a aceptar la obra y las palabras del Señor que ha regresado en los últimos días, son como los sumos sacerdotes y los fariseos en el templo. No solo no pueden obtener la aprobación de Dios, sino que se convierten en aquellos que se oponen a Él y son eliminados por Su nueva obra. Gracias a la guía de Dios Todopoderoso, al fin he comprendido que aceptar la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días realmente es dar la bienvenida al regreso del Señor Jesús.

7. Obteniendo una nueva comprensión del clero

Al poco tiempo, nuestro sacerdote se enteró de que yo había aceptado la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días, y vino a mi casa a decirme que no lo creyera. Cuando le expliqué todo lo referente al regreso del Señor Jesús, para mi sorpresa, no tuvo ningún interés en buscarlo o investigarlo, sino que solo quería bloquear mi acceso a la iglesia. Los demás miembros de la iglesia se vieron constreñidos por él y no se atrevieron a escucharme compartir el evangelio del reino. El comportamiento del sacerdote me molestó mucho: no era en absoluto lo que haría alguien que anhela el regreso del Señor. Una vez, durante una reunión, la hermana Zhang compartió en la comunicación un pasaje de las palabras de Dios respecto a este mismo asunto. Dios Todopoderoso dice: “Mira a los líderes de cada denominación: son todos arrogantes y santurrones y sus interpretaciones de la Biblia carecen de contexto y están guiadas por sus propias imaginaciones. Todos confían en los dones y la erudición para hacer su obra. Si fueran incapaces de predicar nada, ¿les seguirían las personas? Después de todo, poseen cierto conocimiento y pueden predicar sobre cierta doctrina o saben cómo convencer a los demás y cómo usar algunos artificios. Los usan para llevar a las personas ante ellos y engañarlas. Esas personas creen en Dios sólo de nombre, pero, en realidad, siguen a sus líderes. Cuando se encuentran con alguien que predica el camino verdadero, algunos de ellos dicen: ‘Tenemos que consultarle a nuestro líder respecto a nuestra creencia’. Un ser humano es el medio de su fe en Dios. ¿No es esto un problema? ¿En qué se han convertido, pues, esos líderes? ¿Acaso no se han vuelto fariseos, falsos pastores, anticristos y obstáculos para que las personas acepten el camino verdadero?”.

Luego, la hermana Zhang dijo: “Las palabras de Dios Todopoderoso revelan muy claramente la verdadera esencia del clero eclesiástico, que cree en Dios pero se opone a Él. Son arrogantes por naturaleza, y malinterpretan las escrituras al confiar en sus propias nociones e imaginaciones. Malinterpretan las palabras de Dios al asegurar que tienen autoridad divina, y que obedecerles a ellos equivale a obedecer a Dios. No solo eso, sino que en sus sermones casi nunca exaltan o dan testimonio de Dios, ni comparten su comprensión de las palabras de Dios. Al contrario, siempre se exaltan a sí mismos, haciendo alarde de lo mucho que han sufrido y trabajado por Dios, y de la carga que tienen por los congregantes. Siempre están mostrando cuánta doctrina y conocimiento bíblico tienen, con el fin de capturar los corazones de la gente, para que los adoren y los sigan. Se trata de un intento de colocar a la gente bajo su poder, de que los adoren como si fueran Dios. ¿Acaso no es esto disputarse descaradamente a la gente con Dios? Y en particular, cuando los sacerdotes ven que cada vez más personas investigan y aceptan la obra del Señor retornado, no solo se niegan a buscar e investigar, sino que para proteger su propio nombre y estatus, incluso mantienen a los creyentes bajo su control y sellan sus iglesias para evitar que sus miembros acepten la nueva obra de Dios. Si los creyentes carecen de discernimiento, ven al clero como igual a Dios, por lo que incluso si escuchan la voz del Señor retornado, no la aceptan hasta que pase por el clero. Si observamos cómo se comporta el clero, nos damos cuenta de que en realidad no son personas que tengan fe y amen la verdad en absoluto. Son exactamente lo mismo que los fariseos que lucharon contra el Señor Jesús en su día: no solo se niegan personalmente a aceptar la nueva obra del Señor, sino que impiden que otras personas la acepten. Son barricadas, piedras donde uno tropieza e impiden que la gente acepte el camino verdadero. ¡Son los anticristos que se oponen a Dios, expuestos por el Señor en los últimos días!”.

Me conmovió mucho oír todo esto. Era cierto: malinterpretaban la Biblia basándose en sus nociones e imaginaciones, se aplicaban a ellos mismos lo que el Señor Jesús dijo sobre Pedro, nos engañaban a todos los católicos. En la misa, siempre hablaban de que todos debían oír lo que el sacerdote tenía que decir, pues era lo mismo que oír a Dios. Su objetivo al aplicarse las palabras del Señor Jesús era atrincherarse en los corazones de los creyentes para que los escucháramos, para que lograran su objetivo de controlarnos. Y siempre nos decían lo mucho que habían sufrido por Dios y la carga que tenían por la vida de los congregantes, todo para exhibirse y despertar nuestra admiración. Al rememorar todos esos años escuchando a estos sacerdotes, ¿acaso aprendí algo? ¡Nada! Ni siquiera sabía qué debía hacer para recibir el regreso del Señor. Ahora al fin me he dado cuenta de que en realidad no entendemos la verdad, ¡qué pena! Soy ya consciente de que estos clérigos no sirven realmente a Dios, sino que solo son unos fariseos hipócritas, anticristos que se interponen en el camino de los demás para entrar en el reino de los cielos.

Ahora he ganado algo de discernimiento gracias a las palabras de Dios Todopoderoso. Como creyentes, necesitamos seguir a Dios y reconocer su grandeza. Necesitamos someternos a Él sin reservas, y escuchar Sus palabras. No podemos escuchar a ninguna persona, ni tampoco dejarnos llevar por ellas o adorarlas. Si lo hacemos, nuestra fe ya no está en Dios.

Las palabras de Dios Todopoderoso terminaron de resolver por completo toda mi confusión. Me sentí tan emocionado y agradecido por la guía de Dios en lo más profundo de mi corazón, que pude oír en persona las palabras del Señor Jesús que regresa a la tierra, y dar la bienvenida al Señor retornado.

Las citas bíblicas marcadas (*) son tomadas de Biblia Torres Amat 1825.

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