El camino a casa de un sacerdote
Por Zhang Jian, ChinaMi familia es católica desde hace generaciones. Cuando tenía 20 años, decidí hacerme monje y dedicar mi vida a servir...
¡Damos la bienvenida a todos los buscadores que anhelan la aparición de Dios!
Hacía 11 años que creía en el Señor Jesús, y antes solo iba a reuniones en la iglesia del pastor Ben. El pastor Ben era un predicador muy conocido en nuestra zona. Piadoso y amable, sirvió al Señor muchos años y conocía bien la Biblia. Dirigía toda la formación bíblica de la iglesia, por lo que lo admiraba mucho. Iba a preguntarle cada vez que no entendía algo. Él oraba por nosotros siempre que nuestra familia afrontaba dificultades. Sin darme cuenta, llegué a considerarlo un padre espiritual en mi fe.
En 2017 oí el evangelio de Dios Todopoderoso de los últimos días y, en las palabras de Dios Todopoderoso, descubrí que Él revela los misterios del plan de gestión de Dios de 6000 años para salvar a la humanidad, la verdadera historia de las tres etapas de la obra de Dios, los misterios de Sus encarnaciones, cómo corrompe Satanás a la gente, cómo obra Dios paso a paso para salvar a la humanidad, cómo clasifica a cada cual por su tipo, cómo decide nuestro resultado y nuestro destino y qué clase de búsqueda deberíamos hacer para alcanzar la salvación y entrar en el reino. Todas estas verdades y misterios eran cosas que nunca había oído en todos mis años como cristiana. ¡Un auténtico deleite para los ojos! Dentro de mí tuve la certeza de que Dios Todopoderoso era el regreso del Señor Jesús, y llevé también a mis dos hijos ante Dios. Me acordé del pastor Ben, predicador durante tantos años. Siempre nos decía que veláramos y aguardáramos, que no perdiéramos la ocasión de ser arrebatados por el Señor. Si él supiera que el Señor había regresado, seguro que lo aceptaría feliz. Decidí dotarme de la verdad cuanto antes para poder predicarle el evangelio. Sin embargo, al poco tiempo, el pastor Ben acudió a mí primero.
Ese día visitó el puesto de fruta de nuestra familia y sonriente me preguntó: “Diaconisa Alyssa, cuánto tiempo. Me enteré de que asistes a otra iglesia y pensé que ibas a una más grande. Me sorprendió que fueras a la Iglesia de Dios Todopoderoso. Esa iglesia da testimonio de que el Señor Jesús ha regresado en la carne. ¡Imposible! Eso es herejía y tu fe está equivocada. Regresa al Señor y arrepiéntete de inmediato”. Me quedé estupefacta al oírlo. Pensé: “Tú no sabes nada de esa iglesia y no has estudiado la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días. ¿Cómo puedes condenarla a la ligera?”. No obstante, reflexioné: “Supongo que no ha oído las palabras de Dios Todopoderoso, así que no sabrá que se trata del camino verdadero. Hace años que sirve al Señor y anhela Su venida. Si lee las palabras de Dios Todopoderoso y comprueba que son toda la verdad, seguro lo aceptará”. Así pues, le di testimonio de la obra de Dios de los últimos días. Le dije: “Pastor Ben, acabas de afirmar que es imposible que el Señor regrese en la carne. ¿Esto se basa en las palabras del Señor?”. Me respondió con confianza: “Mateo 24:30 señala: ‘Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre; y entonces todas las tribus de la tierra harán duelo, y verán al Hijo del Hombre que viene sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria’. El Señor Jesús dejó claro que, a Su regreso, aparecerá públicamente y con gran gloria sobre una nube para que todos lo contemplen. Por eso no es posible que regrese el Señor en forma de encarnación. Me atrevo a decir que toda predicación de que el Señor va a llegar encarnado es un camino falso, una herejía. ¡Jamás creeré en ello!”. Me apresuré a contestar: “Pastor, en la Biblia hay muchas profecías del regreso del Señor. Hay profecías en las que el Señor llega en una nube, pero también muchas en las que viene en secreto, como: ‘Por tanto, si no velas, vendré como ladrón’ (Apocalipsis 3:3), ‘He aquí, vengo como ladrón’ (Apocalipsis 16:15), ‘Pero a medianoche se oyó un clamor: “¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo”’ (Mateo 25:6). El Señor Jesús también manifestó: ‘Porque como el relámpago al fulgurar resplandece desde un extremo del cielo hasta el otro extremo del cielo, así será el Hijo del Hombre en su día. Pero primero es necesario que Él padezca mucho y sea rechazado por esta generación’ (Lucas 17:24-25) y ‘Porque así como el relámpago sale del oriente y resplandece hasta el occidente, así será la venida del Hijo del Hombre’ (Mateo 24:27). Estos versículos aluden al regreso del Señor ‘como un ladrón’ y a ‘la venida del Hijo del Hombre’. ¿Llegaría públicamente, con un espectáculo grandioso, un ladrón que viniera a robar tesoros? Claro que no. Entraría a hurtadillas de noche y la mayoría de la gente no lo sabría. Por tanto, la venida del Señor como un ladrón alude a Su venida en secreto; es decir, Dios viene encarnado en el Hijo del hombre. Si insistes únicamente en que el Señor llegará en público sobre una nube, ¿cómo se cumplirán las profecías de Su venida en secreto como un ladrón? Si el Señor viniera sobre una nube, todo el mundo lo vería. ¿Haría falta que alguien gritara ‘¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo’? Así pues, a tenor de las profecías del Señor podemos estar seguros de que Su regreso será en dos etapas. Primero vendrá en secreto en la carne y luego aparecerá públicamente. De esta manera coinciden estas profecías de la venida del Señor”. El pastor Ben puso un gesto de incomodidad mientras le decía esto. Continué: “Pastor, Dios Todopoderoso expresa todas las verdades necesarias para purificar y salvar a la humanidad, realiza la obra del juicio, que comienza por la casa de Dios, y ya ha formado un grupo de vencedores. La obra de la encarnación secreta de Dios está a punto de llegar a su fin; después, Él desencadenará los grandes desastres, premiará a los buenos y castigará a los malvados, y aparecerá públicamente ante todos los pueblos. En ese momento, todos los que se resistan y condenen a Dios Todopoderoso caerán en los desastres, entre el llanto y el crujir de dientes. Esto cumple lo expresado en Apocalipsis 1:7: ‘He aquí, viene con las nubes y todo ojo le verá, aun los que le traspasaron; y todas las tribus de la tierra harán lamentación por Él’”. Al oír esto, el pastor Ben me miró con desdén y replicó: “No sabes mucho de la Biblia, ¿y me estás predicando?”. Me decepcionó mucho que esa fuera su actitud. ¿Era este el pastor Ben que yo había conocido? Siempre me había parecido un hombre humilde. Solía decirnos que fuéramos vírgenes prudentes y veláramos para recibir la venida del Señor. ¿Cómo era posible que no tuviera el deseo de buscar e investigar la noticia del regreso del Señor? Le advertí: “Pastor, ¿es lo mismo tener mucho conocimiento bíblico que conocer a Dios? ¿Garantiza eso que alguien no se vaya a resistir a Dios? Los fariseos judíos se sabían las Escrituras de memoria y creían conocer a Dios. Sin embargo, cuando el Señor Jesús apareció y obró, vieron que Sus palabras tenían poder y autoridad, pero no lo buscaron ni estudiaron. Se aferraban a literalidad de las Escrituras e insistían en que Él no era Dios si no se llamaba Mesías. Llegaron a blasfemar contra Él alegando que expulsaba demonios por Belcebú. Condenaron y se resistieron a la obra del Señor Jesús basándose en sus nociones e imaginaciones y, finalmente, lo hicieron crucificar. Ofendieron el carácter de Dios e incurrieron en Su castigo y Sus maldiciones. Pastor Ben, debemos aprender una lección del fracaso de los fariseos”. Se quedó un momento sin habla y luego dijo, enojado: “Ya que has buscado con fervor durante todos estos años de fe, oraré por ti. ¡Abandona inmediatamente la Iglesia de Dios Todopoderoso!”. Y se marchó airadamente.
Tras su marcha pensé que, a tenor de su actitud hacia la venida del Señor, no parecía que realmente la anhelara. ¿Por qué no escuchaba la palabra de Dios Todopoderoso, la estudiaba y llegaba a una conclusión? Durante todos aquellos años, había sido creyente, se había sacrificado, se había esforzado y había trabajado mucho. Sería una pena que perdiera la ocasión de ser arrebatado. Decidí esperar a otra oportunidad para hablarle otra vez de la obra de Dios de los últimos días. Probablemente la aceptaría después de recibir una enseñanza clara. Un par de días más tarde, el pastor Ben apareció de nuevo en nuestro puesto de fruta. Pensé que debía de haber estudiado la Biblia y llegado a entender cómo regresa el Señor, y que estaba dispuesto a investigarlo. Para mi sorpresa, me dijo: “Diaconisa Alyssa, la última vez señalaste que el Señor viene primero encarnado en secreto y que luego aparece públicamente. No estoy de acuerdo. Según la Biblia, ‘Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, vendrá de la misma manera, tal como le habéis visto ir al cielo’ (Hechos 1:11). El Señor Jesús subió al cielo en forma de varón judío y sobre una nube blanca, así que volverá en forma de varón judío y sobre una nube blanca. Te han desorientado. Debes volverte atrás”. El pastor Ben habló largo y tendido de esto, aparentemente decidido a convencerme. Como se aferraba obstinado a la idea de que el Señor regresaría en una nube, juzgaba y condenaba la obra de Dios Todopoderoso, yo realmente no lo entendía. Hay muchísimas profecías bíblicas del regreso del Señor en la carne en secreto. ¿Por qué él no lo buscaba ni estudiaba en absoluto? ¿Cómo debía hablar con él? Oré en silencio para pedirle a Dios que me guiara. Justo entonces me vino a la mente un pasaje de las palabras de Dios Todopoderoso. Se lo leí al pastor Ben. Dios Todopoderoso dice: “Muchas personas pueden no preocuparse por lo que digo, pero aun así quiero decirle a cada uno de estos llamados santos que siguen a Jesús que, cuando lo veáis descendiendo del cielo sobre una nube blanca con vuestros propios ojos, esta será la aparición pública del Sol de justicia. Quizás será un momento de gran entusiasmo para ti, pero deberías saber que el momento en el que veas a Jesús descender del cielo será también el momento en el que irás al infierno a ser castigado. Ese será el momento del final del plan de gestión de Dios, y será cuando Él recompense a los buenos y castigue a los malvados. Porque Su juicio habrá terminado antes de que el hombre vea señales, cuando solo exista la expresión de la verdad. Aquellos que acepten la verdad y no busquen señales, y por tanto hayan sido purificados, habrán regresado ante el trono de Dios y entrado en el abrazo del Creador. Solo aquellos que persisten en la creencia de que ‘El Jesús que no cabalgue sobre una nube blanca es un falso cristo’ se verán sometidos al castigo eterno, porque solo creen en el Jesús que exhibe señales, pero no reconocen al Jesús que proclama un juicio severo y hace públicos el camino verdadero y la vida. Y por tanto, solo puede ser que Jesús trate con ellos cuando Él vuelva abiertamente sobre una nube blanca. Son demasiado tozudos, confían demasiado en sí mismos, son demasiado arrogantes. ¿Cómo puede recompensar Jesús a semejantes degenerados? El regreso de Jesús es una gran salvación para aquellos que son capaces de aceptar la verdad, pero para los que son incapaces de hacerlo es una señal de condenación. Debéis elegir vuestra propia senda y no blasfemar contra el Espíritu Santo ni rechazar la verdad. No debéis ser personas ignorantes y arrogantes, sino alguien que se somete a la dirección del Espíritu Santo, que anhela y busca la verdad; solo así os beneficiaréis” (La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. En el momento que contemples el cuerpo espiritual de Jesús, Dios ya habrá vuelto a crear el cielo y la tierra). Mientras leía esto estaba pensando que las palabras de Dios son muy claras. El pastor Ben debería entenderlo ya. Sin embargo, en cuanto terminé, sin que me diera tiempo a decir nada, él, con gesto adusto, señaló: “Le pese a quien le pese, yo solo creo que el Señor Jesús vendrá en una nube. ¡Eso no puede ser incorrecto! Soy pastor y he servido muchos años al Señor. ¿Realmente es posible que sepas tú más que yo? Además, todo el clero del mundo religioso condena a la Iglesia de Dios Todopoderoso. Eso quiere decir que no es posible que Dios Todopoderoso sea el regreso del Señor Jesús. ¡Te aconsejo que te vuelvas atrás inmediatamente!”. Me preocupó verlo tan obstinado, sin intención de buscar, así que le pregunté: “Pastor Ben, ¿el clero del mundo religioso representa a Dios? ¿Todas las opiniones del mundo religioso son la verdad? Cuando el Señor Jesús vino a obrar, toda la religión judía lo condenó y se opuso a Él frenéticamente. ¿Puede decirse que Su obra no era el camino verdadero? Para recibir al Señor hemos de centrarnos en estar atentos a Su voz, no en seguir a ciegas las tendencias religiosas. Debes escuchar las palabras de Dios Todopoderoso y comprobar si son la verdad, la voz de Dios…”. No obstante, él me interrumpió antes de que terminara y me dijo en tono displicente: “Leí las palabras de Dios Todopoderoso hace mucho. No creo que sean la voz de Dios, y tú no deberías seguir leyéndolas”. Me asqueó su gesto despectivo. Pensé: “Dios Todopoderoso ha expresado muchísimas verdades más allá de todo cuanto manifestó Dios en la Era de la Ley y la Era de la Gracia. Asimismo, todas Sus palabras son de tanta autoridad que se sabe inmediatamente que se trata de la voz de Dios. Sorprendentemente, el pastor Ben no lo entiende. ¿Es realmente una oveja de Dios?”.
El pastor Ben continuó viniendo a hablar conmigo de vez en cuando a lo largo de las dos semanas siguientes, y me decía que abandonara la Iglesia de Dios Todopoderoso. Un día entró violentamente al puesto de fruta y no se dirigió a mí como diaconisa Alyssa como antes, sino que enseguida me gritó en tono autoritario: “¡No debes creer más en Dios Todopoderoso ni meter a tus dos hijos en ello! En concreto, no puedes predicar esto a los hermanos y hermanas de la iglesia. De otro modo, anunciaré que ahora crees en una herejía y te expulsaré. ¡Haré que todos te eviten y rechacen!”. Estaba enojadísima. Estaba pensando que tenía la libertad de aceptar el camino verdadero, y él no tenía derecho a impedírmelo. Todos los creyentes hemos estado esperando el regreso del Señor, y ahora yo debía compartir con los demás la maravillosa noticia de que lo había recibido. ¿Por qué se interponía en mi camino? Con rectitud y severidad, le contesté: “Las ovejas de Dios oyen Su voz y nadie puede impedirlo. Mis hijos han leído las palabras de Dios Todopoderoso, han reconocido la voz de Dios y quieren seguirlo. Tienen esa libertad. ¿Por qué intentas restringir su libertad de credo?”. Se quedó mudo un momento, y luego me maldijo con rabia y salió enojado. Tiempo después, prediqué el evangelio de Dios Todopoderoso de los últimos días a dos hermanas de mi antigua iglesia. Estaban felices de oír las palabras de Dios Todopoderoso y me contactaban asiduamente. Al poco tiempo, el pastor Ben se enteró, las desorientó y reprimió. Dejaron de contactar conmigo y empezaron a evitarme. Estaba muy molesta y enojada. No podía evitar acordarme de lo que les dijo el Señor Jesús a los fariseos: “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres, pues ni vosotros entráis, ni dejáis entrar a los que están entrando” (Mateo 23:13). El pastor Ben no buscaba ni estudiaba la obra de Dios de los últimos días y hacía todo lo posible por impedir que otras personas la estudiaran y recibieran al Señor. ¿Eso no era echar a perder la ocasión de la gente de entrar en el reino? ¿En qué se diferenciaba eso de lo que hacían los fariseos? No lo entendía. El pastor Ben era un creyente veterano que parecía devoto y aguardaba el regreso del Señor. ¿Por qué no buscaba de ninguna manera tras recibir la noticia de la venida del Señor, sino que se resistía a ella y la condenaba?
Posteriormente, en una reunión, les conté lo sucedido a mis hermanos y hermanas. Leyeron dos pasajes de las palabras de Dios Todopoderoso, y entonces descubrí la raíz del problema. Dios Todopoderoso dice: “¿Deseáis conocer la raíz de la oposición de los fariseos a Jesús? ¿Deseáis conocer la esencia de los fariseos? Estaban llenos de fantasías sobre el Mesías. Aún más, solo creían en Su venida, pero no perseguían la verdad-vida. Por tanto, incluso hoy siguen esperándole, porque no tienen conocimiento del camino de la vida ni saben cuál es el camino de la verdad. Decidme, ¿cómo podrían obtener la bendición de Dios tales personas insensatas, tozudas e ignorantes? ¿Cómo podrían contemplar al Mesías? Se opusieron a Jesús porque no conocían la dirección de la obra del Espíritu Santo ni el camino de la verdad mencionado por Jesús y, además, porque no entendían al Mesías. Y como nunca le habían visto ni habían estado en Su compañía, cometieron el error de aferrarse al mero nombre del Mesías mientras se oponían a Su esencia por todos los medios posibles. Estos fariseos eran tozudos y arrogantes en esencia, y no obedecían la verdad. El principio de su creencia en Dios era: por muy profunda que sea Tu predicación, por muy alta que sea Tu autoridad, no eres Cristo a no ser que te llames el Mesías. ¿No es esta creencia absurda y ridícula?” (La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. En el momento que contemples el cuerpo espiritual de Jesús, Dios ya habrá vuelto a crear el cielo y la tierra). “Hay algunos que leen la Biblia en grandes iglesias y la recitan todo el día, pero ninguno de ellos entiende el propósito de la obra de Dios. Ninguno de ellos es capaz de conocer a Dios y mucho menos es conforme a las intenciones de Dios. Son todos personas inútiles y viles, que se ponen en alto para sermonear a Dios. Se oponen deliberadamente a Él mientras llevan Su estandarte. Afirman tener fe en Dios, pero aun así comen la carne y beben la sangre del hombre. Todas esas personas son diablos que devoran el alma del hombre, demonios jefes que perturban deliberadamente a aquellos que tratan de entrar en la senda correcta y obstáculos en el camino de quienes buscan a Dios. Pueden parecer de ‘buena constitución’, pero ¿cómo van a saber sus seguidores que no son más que anticristos que llevan a la gente a levantarse contra Dios? ¿Cómo van a saber sus seguidores que son diablos vivientes dedicados a devorar a las almas humanas?” (La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Todas las personas que no conocen a Dios son las que se oponen a Él). Las palabras de Dios Todopoderoso fueron esclarecedoras para mi. ¿Por qué los pastores y ancianos se resisten y condenan tan firmemente la obra de Dios de los últimos días? Sobre todo, porque son muy tercos y arrogantes por naturaleza. No solo no aceptan la verdad, sino que hasta la desprecian. Son como los judíos fariseos, que siempre explicaban las Escrituras en las sinagogas. Sin embargo, cuando el Señor Jesús vino y obró, aunque sabían que Sus palabras tenían autoridad y poder, se negaron a estudiarlas. Se aferraron inflexibles a la literalidad de las Escrituras y a Él lo condenaron con la ley del Antiguo Testamento. Por preservar su estatus y su medio de vida, llegaron a inventarse rumores y a dar falso testimonio para inculpar al Señor Jesús, y al final lo crucificaron. Vi que el pastor Ben era igual. Él sabía que Dios Todopoderoso expresa muchas verdades y realiza obra de juicio, y no solo no lo estudiaba, sino que se resistía a ello y lo condenaba frenéticamente. Se aferraba a las palabras de la Biblia y a sus nociones y figuraciones. Creía que, si no se trataba de la venida del Señor Jesús en una nube, no era la aparición y obra de Dios. Difundía todo tipo de herejías para que los creyentes no buscaran el camino verdadero. Mantenía a los creyentes firmemente bajo control. Cuanto más lo pensaba, más aterrador me parecía. ¿Qué clase de pastor era ese? ¿Qué tenía de siervo del Señor? Era un fariseo contemporáneo, ¡un demonio viviente que impedía que la gente entrara en el reino! La obra de Dios Todopoderoso en los últimos días deja al descubierto el rostro hipócrita de estos pastores y ancianos. No son para nada verdaderos creyentes ni esperan recibir la aparición del Señor. Creen en el Señor Jesús solamente de nombre, nada más que en esas tres palabras, “el Señor Jesús”, pero no conocen Su esencia divina en absoluto y realmente no creen que Él sea el camino, la verdad y la vida. Por eso nunca se someten a la verdad ni buscan cuando oyen hablar del camino de la verdad. Incluso odian y condenan a Cristo, que expresa la verdad. Son los fariseos, los anticristos revelados por la obra de Dios de los últimos días. Como antes no comprendía la verdad y carecía de discernimiento, me dejaba desorientar por la presentación devota del clero y hasta los consideraba mis padres espirituales. ¡Qué ciega estaba! Gracias a Dios Todopoderoso por permitirme ver su auténtico rostro hipócrita y su esencia de anticristos, de odio por la verdad y oposición a Dios. Por fin era libre de la desorientación y las ataduras de los fariseos y anticristos del mundo religioso, y regresé ante el trono de Dios. ¡Gracias a Dios Todopoderoso por Su salvación!
Ahora ya han aparecido varios desastres inusuales, y según las profecías de la Biblia, habrá desastres aún mayores en el futuro. Entonces, ¿cómo obtener la protección de Dios en medio de los grandes desastres? Contáctanos, y te mostraremos el camino.
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